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Versículo a memorizar: “Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.” Lucas 8:39
Introducción: Lucas volvió a juntar relatos que muestran la autoridad de Jesús, autoridad sobre la naturaleza (Lc. 8:22-25), ahora, con autoridad sobre los demonios (Lc. 8:26-39) y en seguida, autoridad sobre la enfermedad sobre la muerte (Lc. 8:40-56).
Desarrollo:
Vs. 26-29. El grito del hombre cautivo
26 Y arribaron (llegaron) a la tierra de los gadarenos (de Gerasa), que está en la ribera opuesta a (al otro lado de) Galilea.
Y arribaron. Jesús había dicho “pasemos al otro lado del lago” (Lc 8:22) y finalmente eso fue lo que sucedió, No sabemos cuánto duró la tormenta, ni cuando tardaron en remar a la orilla una vez que la tempestad había desaparecido, probablemente aun era de noche, o quizá ya era de madrugada cuando desembargaron en la región de Gadara,
A la tierra de los gadarenos. En algunas traducciones aparece como “gesarenos”, o como “gergesenos”, todas se refieren a ciudades de la misma región. Los gadarenos eran los habitantes de la ciudad de Gadara, que era una de las 10 ciudades que se encontraban del otro lado del Jordán, y que en su conjunto esa zona llevaba el nombre de Decápolis (Deca -Diez- y Polis -ciudad-), esa era la tierra que había sido entregada y habitada por a dos y media tribus de Israel, la tribu de Gad, la de Rubén y media tribu de Manases, que se habían quedado en el lado oriental del río Jordán, pero el imperio Asirio las conquistó y fueron llevadas cautivas, las tierras las comenzaron a habitar gente de Asiria, volviendo esa tierra gentil o mezclada.
Que está en la ribera opuesta a Galilea. Llegaron de Capernaum, cruzando en barca el mar de Galilea o lago de Genesaret.
27 Al llegar él a tierra (desembarcar), vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa (estaba desnudo), ni moraba (vivía) en casa, sino en los sepulcros (cementerio).
Al llegar él a tierra , vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado. Un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno; es decir, un demonio que había enterado en él y le había quitado su voluntad e identidad.
En el pasaje paralelo de Mateo (Mt 8:28), relata que eran 2 (dos) endemoniados los que salieron al encuentro con Jesús, parece que uno era el que estaba mucho mas endemoniado y el que tuvo la conversación con Jesús y en ese es el que se enfocó tanto Lucas como Marcos al relatar la historia.
No se nos cuenta como llego a este nivel de posesión demoniaca, pero la Biblia nos advierte que la maldad espiritual es real y que el pecado puede abrir puertas espirituales para que esto acontezca.
Cabe mencionar que un verdadero cristiano no puede ser poseído o controlado por un demonio, ya que un verdadero cristiano ya es poseído ya por el Espíritu Santo, quien es Su dueño y es quién guía sus pasos.
Desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Ese demonio en la vida de aquel hombre, había llegado mucho tiempo atrás, lo había sacado de vivir en su casa y lo había llevado a vivir a un lugar desolado como los sepulcros, en esa época estaban fuera de los poblados, en las cuevas de los montes, allí no había gente, ni comida, y era tal su posesión que incluso ya andaba desnudo.
28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose (arrojó/arrodilló) a sus pies exclamó a gran voz (gritó): ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes (no me hagas sufrir).
Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies. Parece que gritar y arrodillarse son dos eventos separados, cada uno con diferente motivación. Marcos 5:6 dice que corrió hacia Jesús, quizá el demonio a lo lejos vio una embarcación que se acercaba a los terrenos que el había dominado por medio del terror en la gente, ya que dice Mateo que ere “feroz en gran manera” (Mt. 8:28) y con mucha probabilidad ese gran grito tenía la intención de hacerles algún daño a esas personas que recién habían desembarcado de aquella barca.
Pero cuando se acercó lo suficiente, el espíritu inmundo que poseía a ese hombre reconoció a Jesús, y no tuvo otra alternativa que hacer lo que esos demonios hacen ante la suprema autoridad del universo, arrodillarse ante Él, caer postrado a sus pies, no era la primera vez que sucedía, como dice Marcos 3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Filipenses 2:10 toda rodilla se doblara y confesara
Exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Los títulos que el espíritu maligno le da a Jesús, nos reflejan que lo conocía muy bien, lo llamó primero Jesús, el nombre que usaba en la tierra que nos habla de su humanidad, y el título de Hijo del Dios Altísimo, que nos habla que conocían bien su identidad como Dios.
Te ruego que no me atormentes. El demonio también reconoció a Jesús como Juez que un día juzgara todas las cosas, es que sabía que Jesús tenía toda la autoridad para mandarlo al abismo como dirá en el versículo 31, Mateo registra que el demonio entendía que esa visita de Jesús no coincidía con el tiempo donde ellos serán enviados por eso le decían “¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mt 8:29)
Aplicación Práctica: Notemos que Jesús no le contesto la pregunta que le hizo el demonio de ¿Qué tienes conmigo?, y es que, de ese demonio no quería nada, al que quería era a ese hombre que había venido a buscarle desde Capernaum, así mismo hace el Señor los pecados que nos esclavizan diciéndoles “de ti no quiero nada”, sino “quiero a ese hombre o a esa mujer que tienes esclavizado”.
29 (Porque (es que) mandaba (ordenaba) al espíritu inmundo (impuro/maligno) que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban (sujetaban) con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido (arrastrado) por el demonio a los desiertos.)
Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre. La pregunta y el ruego que hizo el demonio, era el resultado de que Jesús le estaba mandando que saliera de aquel hombre.
Pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos. Marcos nos relata que “muchas veces había sido atado” (Mr 5:4), por lo que entendemos que las cadenas y grillos eran el intento para tratar de controlar los problemas que causaba, Marcos también dice que despedazaba las cadenas y desmenuzaba los grillos y que nadie le podía dominar (Mr 5:4), y que siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras (Mr 5:5). Una vez que escapaba, el espíritu inmundo lo arrastraba a los desiertos, entiéndase lugares solitarios.
Aplicación Práctica: Nosotros, sin Cristo, nos encontrábamos muertos en nuestros delitos y pecados, y los muertos están en los sepulcros como este hombre, además de que éramos desobedientes y haciendo la voluntad de la carne que controlaba nuestras vidas, hasta que llegó Jesús a nuestras vidas, igual que con este hombre de Gadara como se detalla en Efesios 2:1-5 1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Vs. 30-33. El ruego de los demonios
30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión (Ejercito). Porque muchos demonios habían entrado en él.
Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Esta es la única vez que esta registrado que Jesús dialoga con un espíritu maligno, y sin duda Jesús lo conoce, pues Él conoce todas las cosas, más bien da la impresión de que la pregunta se la hace para que Sus discípulos escuchen y entiendan a lo que Jesús se esta enfrentando, no es lo mismo enfrentarse a un espíritu maligno que a miles.
Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. Marcos registra que contestó; “Legión me llamo; porque somos muchos” (Mr 5:9), notemos que Legión no es un nombre; el demonio fue evasivo, uso un término militar romano. Una legión romana generalmente constaba de 6,000 (seis mil) hombres, eso no quiere decir que el hombre estaba habitado con 6,000 (seis mil) demonios, pero que tenía muchos; por lo menos 2,000 (dos mil), que es la cantidad de cerdos que se ahogan según el registro de Marcos (Mr 5:13).
También es posible que este era el intento de los demonios de intimidar a Jesús. Un animal acorralado a menudo intentará parecer más grande al depredador que lo busca; estos muchos demonios pudieron haber hecho un reclamo masivo en la idea equivocada que podrían asustar a Jesús. Legión dice: “Somos muchos, estamos organizados, estamos unidos, estamos listos para luchar y somos poderosos”. (David Guzik)
31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. El Abismo es un lugar de tormento en las regiones inferiores donde serán puestos los espíritus malignos (algunos ya están en ese lugar) y ellos saben que ese será su lugar final de morada; se halla en siete pasajes de Apocalipsis (Ap 9:1,2,11; 11:7; 17:8; 20:1,3).
32 Había allí un hato (manada) de muchos cerdos que pacían (comían) en el monte; y (los espíritus) le rogaron (suplicaron) que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.
Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte. Hato es el conjunto de animales de ganado que pueden ser, por ejemplo, de cabras o de cerdos, unos sinónimos son manada o rebaño.
Y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Observar que los demonios ni siquiera pueden afligir a los cerdos sin el permiso de Dios. “Dado que un demonio no puede entrar ni siquiera en un cerdo sin ser enviado por Dios mismo, ¡cuán poco que es el poder o la malicia de ellos para ser temidos por aquellos que tienen a Dios como su porción y protector!” (Clarke) Humanización de animales
33 Y los demonios, salidos (salieron) del hombre, entraron en los cerdos; y el hato (la manada) se precipitó por un despeñadero (corrió cuesta abajo) al lago, y se ahogó.
No fue sino hasta que Jesús les dio permiso que esos demonios entraron en los 2,000 cerdos y lo único que eso produjo es que los cerdos comenzaran a correr hacia donde terminaba el monte y había una caída hacía el lago donde terminaron ahogados.
Este incidente nos deja ver que donde los demonios entran solo generan destrucción, habían destruido casi por completo la vida de ese hombre y ahora destruyeron la vida de esos animales como bien dice Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Los demonios entendían que debían dejar a ese hombre, ya que eso les ordenó Jesús, lo que no sabemos porque quisieron ir a los cerdos, siendo esta la única ocasión en la Escritura que habla de animales endemoniados y solo estuvieron así por un poco de tiempo.
Vs. 34-37. El ruego de la multitud
34 Y los que apacentaban (cuidaban) los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso (fueron a contarlo) en la ciudad y por los campos.
Para dar aviso de lo ocurrido en la ciudad y en los campos, tuvo que pasar un buen tiempo, no sabemos como relataban lo acontecido, si su énfasis era en contar a cerca del endemoniado que había sido libertado o si lo que contaban era la perdida financiera de esos 2,000 cercos que había producido la presencia de Jesús en ese lugar, pero los de los campos y la ciudad salieron a ver qué era aquello que había sucedido.
35 Y (la gente) salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron (encontraron) al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio (sano juicio/con comportamiento normal); y tuvieron miedo.
Pudieron percatarse con sus propios ojos el indiscutible cambio que había tenido aquel hombre que había sido endemoniado, ahora estaba sentado a los pies de Jesús, cosa que no lo habían visto así en mucho tiempo, estaba vestido y no desnudo como acostumbraba, pero sobre todo que estaba en su sano juicio, eso quiere decir que se comportaba normalmente, y eso los llevo a tener miedo.
Que cambio tan radical produjo la visita de Jesús en ese hombre, era evidente que había tenido un encuentro con el único que podía libertarle de su mal que lo estaba conduciendo a la muerte.
36 Y los que lo habían visto (testigos), les contaron (a la gente) cómo había sido salvado (sanado) el endemoniado.
Quizá habla de los discípulos que estuvieron con Jesús durante todo ese tiempo.
37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.
En lugar de pedirle que se quedara, traerle a los enfermos o mas endemoniados, tal fue su miedo que; le rogaban que se fuera de esa región, quizá entendieron que la Luz que había llegado a sus tierras solo evidenciaría las tinieblas en las que vivían, eso aunado perdida financiera que le había ocasionado a los dueños de esa hato de cerdos.
Vs. 38-39. El ruego del hombre libre
38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él (que lo dejara acompañarlo); pero Jesús le despidió, diciendo:
Quizá nos encontramos al final del día, con mucha probabilidad este hombre había estado escuchando a Jesús y estaba tan agradecido y tan gratamente sorprendido que le rogaba que no dejara ir con él.
39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando (proclamando) por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y aunque parece que esa suplica de ir con Jesús es la mejor, Jesús se la niega, porque tiene mejores planes para él, Jesús no estará mas en ese lugar por algunos meses ya que le han pedido que se retire , pero dejará en esa zona al primer misionero que en carne propia tiene la evidencia de Su poder y Su misericordia, y le pide que vaya a su casa (con su familia) y a los suyos (con los de su pueblo) (Mr. 5:19) para que cuente las grandezas del Señor que le ha libertado y de la misericordia de aquel que transforma vidas.
Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
Este hombre “ex-endemoniado”, hizo lo que Jesús le mando, y publicó lo que Jesús había hecho con él en las 10 ciudades de aquella región llamada Decápolis, produciendo que todos se maravillaban (Mr. 5:20).
Algunos meses después, Jesús volverá a pasar por Decápolis, como dice Marcos 7:31-32, 31 Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. 32 Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima, ¿Cómo sabían de Jesús en esa región si Jesús no lo habían estado allí más que este día? Quizá por ese primer misionero que Jesús dejo en ese lugar.
Aplicación Práctica: Mostrar nuestra libertad, cumpliendo con el mandamiento.
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