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Versículos a memorizar: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” 2 Tes. 2:13-14.
Introducción:
Pablo le clarificó a la Iglesia de Tesalónica que no se deben dejar mover de la enseñanza de que el día del Señor está cerca, que no pienses que está muy lejana, ni tampoco crean que ya ha sucedido, eso sería un error doctrinal, ya que hay cosas que preceden (vienen antes) de ese día, la apostasía y la aparición de un personaje al cual le llama el hombre de pecado, el hijo de perdición, que mostrará una actitud desafiante para con Dios, y que no se ha manifestado porque la Iglesia llena del Espíritu Santo que predica el evangelio lo está deteniendo, pero cuando esta sea quitada de en medio, se manifestará el anticristo (como le llama Juan) que influenciado por Satanás hará milagros y prodigios mentirosos para engaña a los que se pierden y se complacen en la injusticia. Por lo que ahora Pablo se dirige a la Iglesia en los siguientes versículos.
Desarrollo:
Vs. 13-14 Agradecidos (sirviendo)
13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
Pero nosotros. Pablo ahora hace un contraste con aquellos a los que el inicuo engañará, que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos y que se complacen en la injusticia (2 Ts 2:10-12) y que serán condenados con el “nosotros”, la Iglesia de Cristo que por consiguiente, no serán engañados porque estarán velando y siendo sobrios (1 Ts 5:6), que han recibido el amor de la verdad de Dios que está en Cristo Jesús como dice 1 Juan 4:9-10 9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados, los amados por el Señor, serán santificados por Su Espíritu como dice Pedro en 1 Pedro 1:1-2 1Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas, que no se complacen con la injusticia, ya que el Espíritu que vive en ellos, les empuja a ir desechando toda clase de malicia, como dice1 Pedro 2:1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, que no serán condenados, sino salvados, por lo que Pablo da gracias a Dios.
Debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros. La gracia y el favor que Dios les dio a la Iglesia de Tesalonicenses dándoles fe y amor (2 Ts 1:3), hacía que Pablo, Silas y Timoteo se sintieran en deuda de agradecimiento con Dios, y ahora con más razón, cuando menciona que son hermanos amados por el Señor; es decir, Dios tomó la iniciativa de amarlos como dice 1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero, y ese amor viene por haber sido escogidos desde el principio para salvación, algo parecido a lo que les dijo a la Iglesia de Éfeso en Efesios 1:4 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.
Dar gracias no solo se limita a expresar nuestro agradecimiento verbalmente en oración a Dios, sino viviendo agradecidos, esa vida agradecida se muestra en el servicio a Dios y en el amor a los hermanos.
El medio por el cual se obtiene la salvación es mediante la santificación por el Espíritu, que es el proceso por el cual vamos siendo desatados del mundo y adheridos a Cristo hasta que su imagen sea formada en vosotros por completo, y mediante la fe en la verdad; es decir, el poner toda nuestra confianza en la obra de salvación de Cristo en la Cruz.
14 a lo cual (para esto) os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la (que tengan parte con) gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Dios nos llamó mediante el evangelio; es decir, que nos hayan predicado las buenas nuevas de salvación que hay en Cristo Jesús, para que, en respuesta a ese llamado, alcancemos la salvación completa, y así poder un día participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
V. 15. Firmes (creyendo)
15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina (manténganse fieles a las enseñanzas) que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
Así que, hermanos, estad firmes. Pablo los exhorta a abandonar la conturbación (2 Ts 2:2) que tenían, ese temor que los estaba llevando a tener las dudas, por lo que los anima a estar firmes; ósea , a aferrarse y retened la doctrina; es decir, manténganse fieles a las enseñanzas que habían aprendido, ya sea que lo hayan aprendido de la enseñanza oral; es decir por palabra directamente de Pablo, Silas y Timoteo, o que lo hubieran aprendido por medio de la carta (1 Ts) que les había enviado unos meses atrás.
Vs 16-17 Fortalecidos (dependiendo)
16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,
De Jesucristo Señor nuestro y de Dios nuestro Padre, concebido ahora por Pablo como Uno, hemos recibido por pura gracia; amor, consolación eterna y buena esperanza.
Nos amó. Nos amó dando a un hijo unigénito como dice Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Nos dio consolación eterna. Nos dio al Espíritu Santo como consolador para siempre como dice Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.
Y buena esperanza. De la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él (1 Ts 2:1) como dice 1 Tesalonicenses 4:16-17 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
17 conforte (anime, aliente) vuestros corazones, y os confirme (fortalezca) en toda buena palabra y obra.
Pablo termina esta sección con lo que parece una solemne oración, un profundo deseo para la Iglesia de Tesalónica, de que al saberse amados y elegidos por Dios desde el principio para salvación (2 Ts 2:13) sean confortados sus corazones, ósea, que en lo mas interior de su ser, tengan ánimo de permanecer firmes y que sean también confirmados; es decir, fortalecidos por Dios como dice Colosenses 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad, esa fortaleza se manifestará en toda buena palabra y obra, misma que no nos producidas por los Tesalonicenses, sino por Dios mismo como dice Hebreos 13:20-21 20Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Aplicación Práctica: Maravillarnos al observar la elección de nuestro Dios en las características de nuestra nueva vida.
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