domingo, 27 de abril de 2025

Romanos 9:25-33 La Roca de los Gentiles

 

La Roca de los Gentiles

Romanos 9:25-33

Objetivo: Vivir agradecidos encontrando nuestra identidad en la Escritura gloriándonos en la Roca de nuestra salvación (1 Co. 1:31).

Versículo a memorizar: “Como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado.” Romanos 9:33

 

Introducción: Pablo viene de enseñar la soberanía absoluta de Dios en la salvación, mostrando que Él elige a quienes quiere salvar y endurece a quienes deja en su pecado, sin ser injusto. Todo ser humano merece condenación (Rom. 3:10-12, 3:23), pero Dios muestra misericordia soberanamente (Éx. 33:19). La salvación no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino exclusivamente de Dios (Rom. 9:16).

 

Anticipando objeciones, Pablo pregunta: “¿Por qué inculpa Dios?” (Rom. 9:19). Esta pregunta refleja una actitud rebelde que ignora que el hombre peca voluntariamente y es responsable. Nadie puede resistir la voluntad de Dios, pero esto no exime al hombre de su culpa (Rom. 1:18-20).

 

Pablo ilustra esta verdad con la metáfora del alfarero y el barro: el Creador tiene autoridad absoluta sobre Su creación (Is. 29:16, Jer. 18:6). Dios forma vasos de honra (para propósitos santos) y vasos de deshonra (para usos comunes), mostrando Su justicia y Su misericordia (Rom. 9:21).

 

Dios soporta con paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción, para mostrar Su ira y poder, y para resaltar las riquezas de Su gloria en los vasos de misericordia, que Él preparó de antemano para gloria (Rom. 9:22-23). Finalmente, Pablo identificó a los creyentes, tanto judíos como gentiles, como estos vasos de misericordia llamados eficazmente por Dios (Rom. 9:24).

 

Ahora Pablo, con la misma idea de que la salvación no está limitada solo a los judíos, sino que Dios, soberanamente, también ha llamado a los gentiles a formar parte de Su pueblo, gente que los judíos pensaban que estaban fuera del pacto. Para probar su punto, Pablo cita cuatro pasajes del Antiguo Testamento, dos del profeta Oseas y dos del profeta Isaías.     

 

Desarrollo:

Vv. 25-26. Profecía de Oseas

25 Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada.

Pablo cita Oseas 2:23 y Oseas 1:10.

 

Contexto del Antiguo Testamento: Después del rey Salomón, el pueblo de Israel se dividió: diez tribus quedaron al norte (conocida como la casa de Israel) y dos tribus al sur (conocida como la casa de Judá). Ninguno de los reyes del norte consideró a Dios, por lo que el Señor envió profetas como Oseas. Amós, Elías y Eliseo para advertirles que, si no se arrepentían, permitiría que el Imperio Asirio los conquistara.

 

Esa conquista ocurrió en el año 722 a.C. (2 Rey. 17-5-6). Las diez tribus fueron dispersadas a diferentes regiones el imperio Asirio, y no regresaron como nación organizada, por lo que son conocidas históricamente como "las diez tribus perdidas de Israel". Muchos de ellos fueron asimilados (mezclados) entre las naciones paganas (Asiria aplicaba una política de deportación y repoblación para destruir identidades nacionales). Otros descendientes mezclados fueron los que más tarde en parte dieron origen a los samaritanos, quienes eran despreciados por los judíos en tiempos de Jesús (Jn. 4:9).

 

Dios, para mostrarle al pueblo su extravío, manda al profeta Oseas casarse con una mujer infiel (Gomer), como símbolo de la infidelidad espiritual de Israel, haciendo que Oseas viva en carne propia la humillación de un esposo traicionado.

 

Gomer tiene un hijo al que llaman Jezreel (Os. 1:14), quien era hijo de Oseas, pero después Gomer tiene una hija y un hijo que probablemente no fueran hijos de Oseas, sino de su adulterio; estos hijos reciben de parte de Dios nombres simbólicos:

 

        Lo-ruhama (לא רוחמה, hebreo, Strong H3819) = "No compadecida", "No amada".

 

        Lo-ammi (לא עמי, hebreo, Strong H3818) = "No es mi pueblo".

 

Estos nombres declaraban juicio: Israel (las 10 tribus del norte) había quebrado el pacto y, por lo tanto, había perdido su estatus de pueblo especial de Dios.

 

Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada. Sin embargo, Dios promete restauración en Oseas 2:23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío, aquí vemos que la misericordia de Dios triunfa sobre el juicio, no por mérito humano, sino por Su compasión soberana.

 

26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente.

Como Israel había sido declarado por su apostasía como “no pueblo”. Pablo, para demostrar que la salvación no está basada en el linaje físico, sino en el llamado soberano de Dios, cita Oseas 1:10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente, los gentiles (y en su contexto original, las tribus rebeldes de Israel) eran “no pueblo”, pero por la misericordia de Dios serían hechos hijos suyos.

 

Así como Dios restauraría a los que no eran su pueblo (Israel rebelde), ahora restaura a los verdaderos creyentes de entre todas las naciones sin importar su genealogía, así como Israel fue restaurado por la misericordia de Dios y no por su justicia, así también los gentiles son injertados como parte de Su pueblo por gracia.

 

Lo que inicialmente fue una restauración de Israel, se amplía a la inclusión de todos los creyentes en Cristo, como enseña claramente 1 Pedro 2:10 Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

 

Aplicación Práctica: Nuestra verdadera identidad no está en el pasado, ni en nuestro apellido, ni en nuestra nación, sino en ser hijos de Dios, ya que Dios no sólo restaura, sino que adopta (Rom. 8:15-16). Los creyentes no solamente somos “perdonados” sino adoptados como hijos herederos.

 

Vv. 27-29 Profecía de Isaías

27 También Isaías clama tocante (proclama respecto) a Israel: Si fuere el número de (tan numerosos) los hijos de Israel como la arena del mar, tan solo el remanente (resto de ellos) será salvo;

28 porque el Señor ejecutará su sentencia (palabra) sobre la tierra en justicia y con prontitud (sin demora).

Pablo cita dos pasajes de Isaías para reforzar la difícil pero esencial enseñanza de que no todo Israel será salvo, sino solamente un remanente escogido por gracia, para enfatizar nuevamente que la salvación es por elección soberana de Dios, no por herencia nacional.

 

El primer pasaje es Isaías 10:22-23 22Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia. 23Pues el Señor, Jehová de los ejércitos, hará consumación ya determinada en medio de la tierra.

 

Contexto del Antiguo Testamento: Isaías profetiza que la casa de Judá (las dos tribus del sur) que, si no se arrepentía, sería juzgada y destruido por Asiria (antes de ser cautivos por Babilonia), pero un remanente fiel sería preservado.

 

También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo. Isaías 10:22 declara la existencia del remanente, señalando que solo unos pocos serán salvados, a pesar de la gran cantidad de israelitas, de la misma manera que ya había dicho en Romanos 9:6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, Pablo retomará esta profecía para mostrar que esa misma lógica aplica espiritualmente: No todos los israelitas serán salvos, solo el remanente elegido por Dios como dirá en Romanos 11:5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

 

Porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. Isaías 10:23 enseña que cuando Dios decide juzgar o salvar, lo hace con total justicia y a su tiempo, ni antes, ni después. Dios es paciente, pero no pasivo. Vivimos en tiempos de gracia, pero su juicio vendrá sin retraso en el día señalado.

 

29 Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes (parecidos).

La segunda cita al profeta Isaías de Pablo es Isaías 1:9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

 

Contexto del Antiguo Testamento: El profeta Isaías predicaba a la casa de Judá, el reino del sur, en tiempos de apostasía, hipocresía religiosa y corrupción y aunque el pueblo aún ofrecía sacrificios, sus corazones estaban lejos de Dios, por lo que lamenta la corrupción espiritual de Judá y dice que, si no fuera por la misericordia de Dios, todos habrían sido destruidos como Sodoma y Gomorra, ciudades que representan el juicio total, el castigo por el pecado extremo. Pablo usa esta comparación para decir: sin la intervención de Dios, Israel habría sido completamente destruido.

 

Pablo está demostrando que la incredulidad de la mayoría de Israel no es una falla en el plan de Dios, sino una manifestación de su juicio justo y su misericordia soberana. Ni siquiera Israel merecía ser preservado.

 

Dios dejó un remanente, una descendencia, para cumplir Su promesa. Esto demuestra que la fidelidad de Dios nunca depende del hombre, sino de Su gracia soberana.

 

Vv. 30-32. Conclusión

30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles (no judíos, paganos), que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por (procede de la) fe;

31 mas (mientras que) Israel, que iba tras una ley de justicia (buscaba la justicia a través de la Ley), no la alcanzó.

Pablo viene de establecer que Dios soberanamente elige (Rom. 9:6-29), y ahora aborda la responsabilidad de Israel: ¿Por qué no alcanzaron la justicia, si eran tan celosos de la ley? Y ¿Cómo es que los gentiles si la alcanzaron?

 

32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,

La respuesta es que los Gentiles que no buscaban la justicia, de hecho, vivían ajenos al pacto de Dios, pero cuando escucharon el evangelio de Jesucristo, respondieron en fe, y Dios los justificó como dice Romanos 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, de la misma manera que estaba profetizado en Isaías 65:1 Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.

 

Mientras que Israel que sí buscaba la justicia, y que tenían el privilegio de la Ley, no la alcanzó, porque la buscaban mal, la buscaban por medio de obras pensando que podían ganarse la justicia por su propio cumplimiento y no la buscaron por medio de la fe.

 

Conclusión: Dios llamó a los que no lo buscaban (gentiles) y endureció a los que lo buscaban mal (Israel), mostrando así que la salvación no es por esfuerzo humano, sino por fe en la justicia de Cristo. Esto no anula la responsabilidad de Israel, sino que la expone, ya que tuvieron la luz, pero la rechazaron, tropezando con Cristo, quien debió ser su salvación, pero se convirtió en piedra de tropiezo.

 

V. 33

33 como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída (que hace caer); Y el que creyere en él, no será avergonzado (defraudado).

 

Pablo fusiona dos pasajes proféticos de Isaías 8:14 Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por roca para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén, e Isaías 28:16 por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

 

Estas dos profecías se cumplen en Cristo, quien es la piedra colocada por Dios en Sion:

 

Para los creyentes: piedra viva, preciosa y piedra de fundamento como dice 1 Pedro 2:1-10 1Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 4Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 5vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 6Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. 7Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 8y:Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. 9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

 

Para los incrédulos (que confían en sí mismos): piedra de tropiezo y roca de caída como dice Hechos 4:11-12 11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Cristo es la piedra que divide a la humanidad.

 

Aplicación Práctica: Vivir agradecidos encontrando nuestra identidad en la Escritura gloriándonos en la Roca de nuestra salvación (1 Co. 1:31).

lunes, 21 de abril de 2025

Romanos 9:19-24 Vasos de Barro

 

Vasos de Barro

Romanos 9:19-24

 

Objetivo: Admirar las riquezas de Su Gloria, mostradas a los vasos de misericordia, en el contraste de Su elección.

 

Versículo a memorizar: “y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.” Romanos 9:23

 

Introducción: Pablo viene de enseñar que Dios es absolutamente soberano en su elección y misericordia y, anticipando objeciones humanas, niega categóricamente cualquier acusación de injusticia en Dios (Rom. 9:14), ya que Dios no debe salvación a nadie; todos merecen condenación por su pecado (Rom. 3:10-12, 3:23); sin embargo, Él muestra misericordia soberanamente, como lo declaró a Moisés (Éx. 33:19).

 

La salvación no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino de Dios que tiene misericordia (Rom. 9:16). Pablo explicó que el ser humano está espiritualmente muerto (Ef. 2:1) y no puede buscar a Dios por sí mismo (Rom. 3:11); por eso, Dios mismo produce en el creyente el querer y el hacer por su buena voluntad (Fil. 2:13).

 

Pablo ilustra la soberanía de Dios usando a Faraón (Éx. 9:16), a quien Dios levantó para mostrar Su poder y proclamar Su nombre en toda la tierra. Dios tuvo misericordia de algunos (como Moisés y el pueblo de Israel) y endureció a otros (como Faraón), todo conforme a Su justo propósito (Rom. 9:18). El endurecimiento es dejar al pecador en su maldad como juicio justo (Rom. 1:24-28).

 

Este entendimiento debió llevarnos a adorar a Dios con plenitud, reconociendo Su soberanía, Su justicia perfecta y Su infinita misericordia, y a servirle con gratitud por la salvación que nos ha dado inmerecidamente.

 

Desarrollo:

19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa (echa la culpa)? porque ¿quién ha resistido (puede oponerse) a su voluntad?

Pero me dirás. Pablo, anticipando la reacción humana natural a la enseñanza sobre la soberanía absoluta de Dios de Romanos 9:15-18 15Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

 

¿Por qué, pues, inculpa? Era lógico que surgiera esta pregunta, la palabra "inculpa" viene de la palabra griega Strong 3201 <memphomai>, que significa culpar, reprochar, acusar de mala conducta; por lo que esta pregunta refleja una mentalidad rebelde que no acepta la perfecta justicia de Dios. Debemos tomar en cuenta que Dios levantó a Faraón en contra de su propia voluntad, pues lo último que Faraón quería era que Dios mostrara en él su poder, y mucho menos que, por medio suyo, el nombre de Dios fuera anunciado por toda la tierra.

 

Así que Dios gobernó la voluntad de Faraón, endureciéndolo para que no dejara ir a su pueblo (Éx. 9:16; Éx. 10:1-3; Éx. 11:9; Éx. 14:16-18; Éx. 10:16-19). Entonces, ¿qué culpa tiene Faraón? Esta pregunta ya se había formulado en Romanos 3:5-6 5Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) 6En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?

 

Porque ¿quién ha resistido a su voluntad?  Esta pregunta refleja una visión fatalista y deformada de la soberanía divina, ya que no reconoce que, aunque Dios es soberano, el hombre también es responsable por su pecado. Ciertamente nadie puede frustrar el propósito divino; sin embargo, el hombre es plenamente responsable porque peca voluntariamente, no por coacción, la culpa humana no desaparece por la soberanía divina como Pablo enseño en Romanos 1:18-20 18Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Aplicación Práctica: Debemos ser humildes delante de Dios, ya que no podemos juzgar los caminos de Dios como dice Isaías 55:8-9 8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos y en lugar de discutir con Dios, debemos someternos a Su voluntad y reconocer Su autoridad absoluta, por el contrario, saber que Dios nos ha mostrado misericordia debería impulsarnos a una vida de agradecimiento y obediencia como dijo Pablo en Colosenses 3:15-17 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

 

20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques (contradigas) con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó (modeló): Por qué me has hecho así?

Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Pablo no contesta las preguntas anteriores, no intenta justificar a Dios, sino de manera directa y contundente ubica al hombre en su lugar, que es una criatura limitada frente al Creador soberano, por lo que el hombre nunca podrá ser el “juez” juzgando a Dios en base a los estándares humanos.

 

La palabra "altercar" viene de la palabra griega Strong 470 <antapokrinomai>, que significa responder de manera desafiante, replicar contra, por lo que no habla de un un diálogo reverente, sino una actitud desafiante ante Dios.

 

¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? Pablo usa la metáfora del alfarero y el barro, una figura frecuente en el Antiguo Testamento, por ejemplo, en Isaías 29:16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió? Así como en Isaías 45:9 ¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto (pedazo de vasija de barro) con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?, la idea de que el barro no tiene derecho de reclamar contra el alfarero que lo hizo, refleja que problema no es la falta de entendimiento, sino la falta de sumisión, ya que el barro existe para el propósito del alfarero, no el alfarero para el deseo del barro, como también Dios se lo dijo a Israel en Jeremías 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Dios no está obligado a explicar Sus caminos a Sus criaturas.

 

De la misma manera, nosotros existimos para los propósitos de Dios como dice Isaías 43:7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice, Dios no existe para nuestros propósitos o deseos.

 

Aplicación Práctica: Debemos evitar el espíritu de queja, no podemos exigir explicaciones a Dios, sino confiar en Su sabiduría y amor perfecto como Pablo dijo en Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

 

21 ¿O no tiene potestad (derecho) el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra (ordinario, uso común)?

Usando la misma ilustración, Pablo presenta la absoluta autoridad de Dios en Su elección, sin la posibilidad de que el hombre tenga derecho de objetar,

 

Los vasos de honra eran elaborados por los alfareros con gran esmero y belleza, convirtiéndose en objetos valiosos destinados a propósitos especiales o sagrados. Entre ellos se encontraban los vasos usados en bodas, pactos, cenas importantes, o aquellos diseñados para contener aceites y perfumes preciosos. También incluían los utensilios dedicados al servicio en el tabernáculo o en el templo. Estos vasos representan a los elegidos para salvación.

 

Por otro lado, los vasos de deshonra eran elaborados para usos comunes, como tinajas de agua y depósitos de cocina, así como para propósitos viles, tales como vasijas para basura y desperdicios, contenedores de cenizas del hogar, restos de sacrificios o recipientes para desechos humanos (orinales, bacinicas). Estos vasos representan a aquellos que, dejados en su pecado, glorificarán la justicia de Dios.

 

22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio (dar a conocer) su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira (aquellos que merecían su castigo) preparados (destinados) para destrucción,

¿Y qué, si Dios. Pablo usa objeción retórica que plantea una hipótesis para reflexionar, y mostrará tres posibles propósitos soberanos de Dios tanto con los vasos de ira como con los vasos de misericordia.

 

Queriendo mostrar su ira. El primer propósito es la ira de Dios, la cual no es caprichosa, sino santa, y tiene como fin exhibir Su justicia ante un mundo que desprecia Su santidad.

 

Y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción. El segundo propósito es dar a conocer al mundo y a los que en él habitan, su poder, al soportar a los vasos de ira; es decir a los rebeldes destinados al juicio como justo castigo por su pecado.

 

Dios soporta a los vasos de ira con paciencia, no porque no pueda juzgarlos inmediatamente, sino porque en Su plan perfecto tiene tiempos designados como vemos en 2 Pedro 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. La frase "preparados para destrucción" indica que su perdición es justa consecuencia de su propia rebelión, no que Dios les haya infundido maldad.

 

23 y para hacer notorias (dar a conocer) las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia (aquellos con los que tuvo compasión) que él preparó de antemano para gloria,

 

Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia. Dios, al contrastar Su paciencia y juicio, hace aún más gloriosa la gracia mostrada hacia los vasos de misericordia; es decir, a aquellos que decidió salvar.

 

Que él preparó de antemano para gloria? A los vasos de misericordia, Dios los preparó de antemano para gloria, no por obras, sino por Su puro propósito soberano (Ef. 1:4-6).

 

En resumen, Dios muestra Su justicia y poder al soportar a los rebeldes y muestra Su gloria y riqueza de misericordia en los salvados.

 

Aplicación Práctica: Este entendimiento, nos debe de llevar a adorar a Dios por Su justicia: Reconocer que Su ira contra el pecado es santa y necesaria, y al mismo tiempo a agradecer Su misericordia: Nosotros, vasos de misericordia, no éramos mejores que los vasos de ira como dice Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, y eso nos debe animar a vivir como testimonios de Su gloria: Como vasos de honra, llamados a reflejar Su luz en un mundo de tinieblas como Jesús dijo en Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

 

24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, (llamados) no solo de los judíos, sino también de (entre) los gentiles?

Pablo ahora identifica a esos vasos de misericordia: ¡Somos nosotros!, creyentes, tanto judíos como gentiles que hemos recibido el llamado eficaz como Jesús dijo en Juan 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero, ese llamado que regenera, convence y salva como Pablo dijo en Romanos 8:30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.

 

Y llamad tanto a judíos como gentiles, rompe completamente cualquier orgullo racial o étnico, ya que la salvación no depende de linaje humano, sino del llamado soberana de Dios para formar un solo pueblo redimido.

 

Aplicación Práctica: Admirar las riquezas de Su Gloria, mostradas a los vasos de misericordia, en el contraste de Su elección.

 

jueves, 17 de abril de 2025

Romanos 9:14-18 Justo y Soberano Dios que tiene misericordia

 

Justo y Soberano Dios que tiene misericordia

Romanos 9:14-18

Objetivo: Mejorar nuestro entendimiento de la soberanía de Dios, para servirle y adorarle con plenitud.

 

Versículo a memorizar: Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Romanos 9:16

 

Introducción: Pablo expresa su dolor por la incredulidad de Israel, asegurando que la Palabra de Dios no ha fallado (Rom. 9:6). La verdadera descendencia no se define por la sangre, sino por la fe: “no todos los que descienden de Israel son israelitas”. Dios distingue entre descendencia física y espiritual, como lo demuestra en la elección de Isaac sobre Ismael (Gn. 21:12) y posteriormente de Jacob sobre Esaú, antes de que nacieran o hicieran bien o mal (Gn. 25:23).

 

La elección divina no se basa en obras humanas ni en el libre albedrío, sino en el propósito soberano de Dios para la alabanza de Su gloria (Ef. 1:4-5, 11-12). Dios eligió a Isaac como heredero de la promesa, no a Ismael, aunque ambos eran hijos de Abraham. De la misma manera, Dios amó a Jacob y rechazó a Esaú, no por méritos personales, sino por Su voluntad soberana (Mal. 1:2-3).

 

Pablo enfatizó que la salvación no depende del esfuerzo humano, sino del llamado eficaz de Dios (Rom. 8:30). Así, la promesa de salvación es para los verdaderos hijos de Dios, nacidos por el Espíritu y no por la carne (Jn. 1:12-13; 6:63). Comprender esta doctrina fortalece nuestra fe en la fidelidad de Dios, quien cumple sus promesas por Su gracia y poder, no por los méritos humanos.

 

Desarrollo:

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera (¡Claro que no!).

Después de explicar la elección incondicional (Rom. 9:6-13), Pablo anticipa una posible objeción, quizá de las que ya había escuchado antes cuando estuvo predicando el Evangelio en las sinagogas y a los gentiles;  ¿Acaso no sería injusto que Dios elija a unos y no a otros?

 

¿Qué pues diremos? Pablo utiliza esta pregunta retórica para introducir una defensa apasionada de la justicia divina.

 

¿Que hay injusticia en Dios? La palabra "injusticia" viene de la palabra griega Strong 93 <adikia>, que significa “injusticia moral, acto equivocado o corrupción”, por lo que cuestionar la justicia de Dios es, en esencia, acusarlo de actuar en corrupción, de lo cual la Escritura declara lo contrario que Dios es siempre justo, como en Deuteronomio 32:4 Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.

 

En ninguna manera. La mente humana, limitada y pecaminosa, tiende a medir la justicia de Dios por estándares humanos. Pero Pablo rechaza esta objeción con fuerza: “En ninguna manera”, usando una expresión griega que significa “¡De ninguna forma!, ¡Jamás ocurra!”. No debemos someter el carácter de Dios a nuestro juicio humano como dice Isaías 55:8-9 8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

 

Dios no le debe salvación a nadie, todos merecemos condenación como enseño Pablo en Romanos 3:10-12 10Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; y esa desviación nos lleva a todos a la muerte, a la separación de Dios como también enseño en Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, por lo que todos aquellos que no son salvos, reciben la justicia de Dios, justicia debida a su extravío, pero aquellos a los que Dios elige salvar, ellos reciben la misericordia de Dios, a la cual Dios no está obligado a darla, pero claramente ninguno de los dos grupos recibió injusticia, uno justicia, el otro misericordia, pero ninguno injusticia.

 

15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.

Pablo respalda su afirmación de que no hay injusticia en Dios, y no lo hace Pablo con un razonamiento humano; sino que apela a la autoridad de la Escritura, para que su respaldo sea una revelación divina y cita Éxodo 33:19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente, donde Dios mismo proclamó que Su misericordia no es una obligación, sino una expresión soberana de Su voluntad como lo indican las frases que dijo, en el sentido de “yo tendré misericordia de quien yo quiera tener misericordia”, y “yo seré clemente para con el que yo quiera ser clemente”, las repeticiones en esas frases, refuerzan que la misericordia y la compasión es exclusivamente una prerrogativa de Dios, quien decide libremente a quién las concede y sin ningún mérito humano, sino por Su propósito soberano.

 

La palabra Misericordia, viene de la palabra griega Strong 1653 <eleeō>, que significa tener compasión, actuar movido por la piedad, mostrar gracia inmerecida, y por consiguiente, no darle a la persona la justicia que merece, mientras que la palabra compasión, viene de la palabra griega Strong 3627 <oikteirō>, que significa sentir profunda misericordia, piedad que lleva a actuar en favor de otro.

 

El contexto de Éxodo 33:19, de donde Pablo toma la cita, es cuando Israel había pecado gravemente (el becerro de oro) y Dios, a pesar de la traición del pueblo, no eliminó a todo el pueblo, eligió mostrar Su misericordia según Su voluntad con la inmensa mayoría de ellos. Cuando Dios muestra misericordia, no es injusto, porque la misericordia, por definición, no es un derecho, ya que, si fuera obligatoria, ya no sería misericordia, sería justicia. En otras palabras; la misericordia no es un derecho que se exige, sino un regalo que se recibe

 

16 Así que no depende del que quiere (del deseo), ni del que corre (del esfuerzo humano), sino de Dios que tiene misericordia.

Pablo concluye la elección de Dios no se basa en el libre albedrío humano ni en obras meritorias, sino en Su gracia soberana. Explicando lo siguiente:

 

1.    “El que quiere”; es decir, del deseo humano, la palabra “quiere” viene de la palabra griega Strong 2309 <thelō>, que significa desear, anhelar, proponerse.

2.    “Ni del que corre”, implicando el esfuerzo humano, , la palabra “corre” viene de la palabra griega Strong 5143 <trechō>, que significa correr, esforzarse intensamente.

 

La salvación y la misericordia de Dios dependen exclusivamente de Dios que tiene misericordia; es decir, una compasión activa hacia alguien que no lo merece.

 

Como el ser humano está muerto en delitos y pecados (Ef. 2:1), no puede, por sí mismo, buscar a Dios (Rom. 3:11), por lo que Dios tiene primero que producir vida en los que va a salvar para que tengan el deseo de buscar a Dios, debido a eso es que Pablo le dice a la Iglesia de Filipos lo que dice Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad, la salvación es un derecho exclusivo que solo Dios tiene, como dice Apocalipsis 7:10 Y clamaban a gran voz diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

 

17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado (te hice rey), para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado (proclamado, para darme a conocer) por toda la tierra.

Para enfatizar el tema de la soberanía absoluta de Dios en la elección, Pablo muestra que Dios que no sólo elige a quienes salvará, sino también usa a quienes endurece para cumplir Su propósito, poniendo como ejemplo a Faraón cuando Israel Salió de Egipto, citando Éxodo 9:16 Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra, mostrando que aún los enemigos de Dios cumplen Su plan, en este caso, Dios levantó a Faraón, le dio poder y posición soberanamente, no para salvarlo, sino para mostrar Su poder a través de él. ¿Cómo lo hizo?, pues Dios manifestó Su poder sobre Egipto con las diez plagas, el endurecimiento del corazón de Faraón, y su destrucción final en el Mar Rojo. El propósito final era que toda la tierra supiera quién es Dios justo y soberano.

 

18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer (el corazón), endurece.

Pablo resume la enseñanza que ha venido desarrollando;

 

1.    Dios muestra misericordia a quien quiere (como a Moisés).

2.    Y endurece a quien quiere (como a Faraón).

 

La elección divina y el endurecimiento son actos soberanos de Dios, y ambos cumplen su propósito perfecto para Su gloria.

 

El endurecimiento no implica que Dios haga a alguien malvado, sino que deja al pecador en su maldad, retirando Su gracia que podría ablandarlo. El hombre endurecido cosecha las consecuencias de su propio pecado (Rom. 1:24-28).

 

Aplicación Práctica: Mejorar nuestro entendimiento de la soberanía de Dios, para servirle y adorarle con plenitud.

Romanos 12:17-21 Procurad lo Bueno

  Procurad lo Bueno Romanos 12:17-21 Objetivo: Aprender a vivir...