Objetivo: Ayudar al jóven a
fortalecerse identificando las certezas que sostiene nuestro ministerio.
Versículo a
Memorizar: “Porque
Dios es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” 2 Corintios 4:6
Introducción: Cuado
vemos el ministerio de Pablo que duro muchos años y que paso por tantas
dificulatades como dice 2 Corintios
11:24-25,27-28 24 De los judíos cinco veces he
recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con
varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día
he estado como náufrago en alta mar; 27 en trabajo y fatiga, en muchos
desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y
además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por
todas las iglesias. Y que a pesar de eso, nunca desistió en proclamar
el Evangelio de la verdad, cuando llego el final de su ministerio le escribió a
Timoteo de la siguiente manera en 2 Timoteo
4:6-7 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el
tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe. ¿Que hacía que Pablo
no lo abandonará todo?, ¿De dónde se sostenía Pablo para estar firme hasta el final
de su carrera?, ¿Que había en su corazón que lo hacía continuar siempre y que
lo hizo terminar su ministerio diciendo “He peleado la buena batalla, he acabado
la carrera, he guardado la fe”?
En el versículo 1 y 16 Pablo dice “No desmayamos” del griego ἐκκακέω ekkakéo; desmayar,
debilitar, i.e. (por impl.) descorazonarse: cansar, desmayar, abandonar, perder
ánimo, desalentarse. Observemos 5 Certezas en Pablo que permitieron
que nunca se desalentara en la carrera de la fe.
Desarrollo:
1.- La certeza del nuevo pacto dado por misericordia
(v1)
1 Por lo cual, teniendo nosotros este
ministerio según la misericordia (gracia) que hemos recibido, no desmayamos (no nos desanimamos)
Por lo cual, se refiere al
capítulo 3 acerca estar en el nuevo pacto, ya sin tener velado el entendimiento
y de ser transformado de gloria en gloria. Pablo
comparó el pacto anterior que mata y el nuevo pacto que vivifica y observamos
que mientras el pacto escrito en piedra era de condenación, el pacto escrito en
nuestros corazones es de justificación, que la tinta se usó en el pacto que
perecería y
sabía que había perseguido a la Iglesia de Dios por lo que el que ahora fuera
el apostol de ese evangelio era solo por la misericordia de Dios.
2.- La certeza de un corazón limpio que predica la
Palabra de Dios no adulterada (v2)
2 Antes bien renunciamos a lo oculto (secreto, escondido)
y vergonzoso, no andando con
astucia (con
engaño), ni adulterando la palabra
de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda
conciencia humana delante de Dios (Dios es mi testigo)
Renunciando a todo lo
oculto y vergonzoso, llevando el ministerio que le habían encargado con toda transparencia
sin tener nada que ocultar y sin nada que le avengonzara.
Astucia. 3834. πανουργία panourgía; de
3835; destreza, habilidad, i.e. en sentido malo; truco o mañosería, artimaña,
astucia. Aparece 5 veces en el NT siempre con una conotación negativa como en 2 Cor 11:3a Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a
Eva
En resumen Pablo:
1)
NO andaba con engaños
2)
NO adulteraba la palabra de Dios
3)
SI manifestaba la verdad
4)
SI la recomendaba a toda conciencia humana poniendo a
Dios como testigo
3.- La certeza de la soberanía de Dios (v3-6)
3 Pero si nuestro evangelio está aún
encubierto (velado), entre los que se pierden está
encubierto;
4 en los cuales el dios de este siglo (de este mundo), cegó el entendimiento de los incrédulos,
para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el
cual es la imagen de Dios.
El dios de este siglo,
es sanatás quien también es llamado por Jesús “principe de este mundo” y es por
medio dela incredulidad que mantiene ciegos a aquellos que se pierden, evitando
así que la luz del evangelio llegue a sus vidas.
5 Porque no nos predicamos a nosotros
mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos (esclavos) por amor (causa, motivo) de Jesús.
6 Porque Dios, que mandó que de las
tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones,
para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz (rostro, presencia) de Jesucristo.
La dalvacón de las
personas no dependía, ni de Pablo ni de su mensaje si no de que Dios decida que
la luz del evangelio llegue al corazón de las personas, así como en la
creaacióon Dios dijo en Genesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz y la luz apareció, de
la misma manera cuando Dios dice “sea la luz” en el corazón de alguien esa luz
llega y no hay nada ni nadie que lo pueda impedir.
4.- La certeza de nuestra insignificancia (v7)
7 Pero tenemos este tesoro en vasos
de barro, para que la excelencia (tan grande) del poder sea de Dios, y no de nosotros,
¿A qué tesoro se
refiere? A la Luz del Evangelio, los vasos de barro al ser hechos de cimple
arcilla, son muy quebradizos y son de poco o casi nada de valor, lo que los
hace fácilmente remplazables. La razón por la que Dios tomo a lo vil y
menospreciado, es para que la gradndeza de Su poder se pudiera ver y no se
confundiera con el portador de esa luz. La siguiente frase refleja el corazón
de un discípulo con este entendimiento “Si vez algo bueno en mi, es la
excelencia del poder de Dios, si vez algo malo en mi, soy yo que soy solo un
vaso de barro”
5.- La certeza del beneficio del sufrimiento (v8-12)
8 que estamos atribulados (dificultades, problemas) en todo, mas no angustiados (no abatidos); en apuros (preocupaciones), mas no desesperados (no perdemos la calma);
9 perseguidos (buscados con insistencia), mas no desamparados (Dios no nos abandona); derribados (Nos hacen caer), pero no destruidos (no muertos);
vida de Jesús se manifieste (muestre) en nuestros cuerpos.
11 Porque nosotros que vivimos,
siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestra carne mortal (cuerpo).
12 De manera que la muerte actúa en
nosotros, y en vosotros la vida.
A dondequiera que
vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo
estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de
nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos.
Aplicación Práctica: Tomarse de
estas certezas para que cuando los tiempos difíciles o el final de nuestro
ministerio se acerque, podamos podamos decir “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”
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