Friday, October 14, 2016

2 Corintios 4:1-12 Las certezas de nuestro ministerio


Objetivo: Ayudar al jóven a fortalecerse identificando las certezas que sostiene nuestro ministerio.

Versículo a Memorizar: “Porque Dios es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” 2 Corintios 4:6                                                                                           

Introducción: Cuado vemos el ministerio de Pablo que duro muchos años y que paso por tantas dificulatades como dice 2 Corintios 11:24-25,27-28 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. Y que a pesar de eso, nunca desistió en proclamar el Evangelio de la verdad, cuando llego el final de su ministerio le escribió a Timoteo de la siguiente manera en 2 Timoteo 4:6-7 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. ¿Que hacía que Pablo no lo abandonará todo?, ¿De dónde se sostenía Pablo para estar firme hasta el final de su carrera?, ¿Que había en su corazón que lo hacía continuar siempre y que lo hizo terminar su ministerio diciendo He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”?

En el versículo 1 y 16 Pablo dice “No desmayamos” del griego ἐκκακέω ekkakéo; desmayar, debilitar, i.e. (por impl.) descorazonarse: cansar, desmayar, abandonar, perder ánimo, desalentarse. Observemos 5 Certezas en Pablo que permitieron que nunca se desalentara en la carrera de la fe.

Desarrollo:
1.- La certeza del nuevo pacto dado por misericordia (v1)
1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia (gracia) que hemos recibido, no desmayamos (no nos desanimamos)
Por lo cual, se refiere al capítulo 3 acerca estar en el nuevo pacto, ya sin tener velado el entendimiento y de ser transformado de gloria en gloria. Pablo comparó el pacto anterior que mata y el nuevo pacto que vivifica y observamos que mientras el pacto escrito en piedra era de condenación, el pacto escrito en nuestros corazones es de justificación, que la tinta se usó en el pacto que perecería y sabía que había perseguido a la Iglesia de Dios por lo que el que ahora fuera el apostol de ese evangelio era solo por la misericordia de Dios.

2.- La certeza de un corazón limpio que predica la Palabra de Dios no adulterada (v2)
2 Antes bien renunciamos a lo oculto (secreto, escondido) y vergonzoso, no andando con astucia (con engaño), ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios (Dios es mi testigo)
Renunciando a todo lo oculto y vergonzoso, llevando el ministerio que le habían encargado con toda transparencia sin tener nada que ocultar y sin nada que le avengonzara.

Astucia. 3834. πανουργία panourgía; de 3835; destreza, habilidad, i.e. en sentido malo; truco o mañosería, artimaña, astucia. Aparece 5 veces en el NT siempre con una conotación negativa como en 2 Cor 11:3a Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva

En resumen Pablo:

1)    NO andaba con engaños
2)    NO adulteraba la palabra de Dios
3)    SI manifestaba la verdad
4)    SI la recomendaba a toda conciencia humana poniendo a Dios como testigo

3.- La certeza de la soberanía de Dios (v3-6)
3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto (velado), entre los que se pierden está encubierto;
4 en los cuales el dios de este siglo (de este mundo), cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
El dios de este siglo, es sanatás quien también es llamado por Jesús “principe de este mundo” y es por medio dela incredulidad que mantiene ciegos a aquellos que se pierden, evitando así que la luz del evangelio llegue a sus vidas.

5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos (esclavos) por amor (causa, motivo) de Jesús.
6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz (rostro, presencia) de Jesucristo.
La dalvacón de las personas no dependía, ni de Pablo ni de su mensaje si no de que Dios decida que la luz del evangelio llegue al corazón de las personas, así como en la creaacióon Dios dijo en Genesis 1:3  Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz y la luz apareció, de la misma manera cuando Dios dice “sea la luz” en el corazón de alguien esa luz llega y no hay nada ni nadie que lo pueda impedir.

4.- La certeza de nuestra insignificancia (v7)
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia (tan grande) del poder sea de Dios, y no de nosotros,
¿A qué tesoro se refiere? A la Luz del Evangelio, los vasos de barro al ser hechos de cimple arcilla, son muy quebradizos y son de poco o casi nada de valor, lo que los hace fácilmente remplazables. La razón por la que Dios tomo a lo vil y menospreciado, es para que la gradndeza de Su poder se pudiera ver y no se confundiera con el portador de esa luz. La siguiente frase refleja el corazón de un discípulo con este entendimiento “Si vez algo bueno en mi, es la excelencia del poder de Dios, si vez algo malo en mi, soy yo que soy solo un vaso de barro”

5.- La certeza del beneficio del sufrimiento (v8-12)
8 que estamos atribulados (dificultades, problemas) en todo, mas no angustiados (no abatidos); en apuros (preocupaciones), mas no desesperados (no perdemos la calma);
9 perseguidos (buscados con insistencia), mas no desamparados (Dios no nos abandona); derribados (Nos hacen caer), pero no destruidos (no muertos);
vida de Jesús se manifieste (muestre) en nuestros cuerpos.
11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal (cuerpo).
12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

A dondequiera que vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos.

Aplicación Práctica: Tomarse de estas certezas para que cuando los tiempos difíciles o el final de nuestro ministerio se acerque, podamos podamos decir “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”

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