Objetivo: Ayudar al jóven a encender nuestra oración con el
fuego del Espíritu Santo, para ofrecerla a Dios como un delicioso perfume
aromático.
Versículo a Enfatizar: “Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana
cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al
anochecer, quemará incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras
generaciones” Éxodo 30:7
Vs. 1-10. El altar del
incienso
1 Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera
de acacia lo harás.
2 Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será
cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo.
3 Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en
derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro.
4 Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a
sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será
llevado.
5 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro.
Como podemos observar, los materiales usados
para la construcción del altar de incienso eran los mismos que los de los demás
utensilios dentro del tabernáculo Ex. 25:10-40; madera de acacia y oro, los
mismos que representan la humanidad y la deidad de Cristo.
6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del
testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me
encontraré contigo.
Este altar, aunque estaba en el lugar santo,
era el mas cercano al arca del testimonio.
7 Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana
cuando aliste las lámparas lo quemará.
8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará
el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.
El sumo sacerdote era el encargado de esta
función 2 veces al día, al mismo tiempo de ponerle aceite a las lamparas del
candelabro.
9 No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni
ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación.
El altar significa lugar del sacrificio, sin
embargo éste no era para poner nada mas que el incienso.
10 Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año
con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año
hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.
Los cuernos del altar estarían marcados son
sangre cada año, recordándonos que tenemos acceso a Dios solo por medio de la
sangre de un ser inocente que cargo nuestro pecado
Aplicación Práctica: El Altar representa a Cristo, en su perfecta humanidad (madera de Acacia)
y su divinidad (Oro por fuera y por dentro), y
sobre quién oramos a Dios, no podemos orar en otro nombre ya que solo Cristo
fue quien con su muerte en la Cruz nos abrió un camino al Padre como dice Hebreos 10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del
velo, esto es, de su carne, ese sacrificio
de Jesús donde dió su sangre lo vemos representado en los 4 cuernos
ensangrentados que tenía este altar.
Vs. 11-16. El dinero del
rescate
11 Habló también Jehová a Moisés, diciendo:
12 Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a
la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los
cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.
13 Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo (6 gm plata),
conforme al siclo (Shekel 12 gm) del santuario. El siclo es de veinte geras (0.6gm).
La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová.
El ciclo (Shekel en
hebreo) sigue siendo la moenda actal de Israel hoy en dia.
14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la
ofrenda a Jehová.
Si se realizaba un
conteo sin recibir el dinero del rescate, entonces el censo comunicaba la idea
de que un rey, o un líder humano, poseían a Israel, siendo que le pertenecía
únicamente a Dios. Este fue el problema de David en 2 Sam. 24:1-25 cuando David
tomó un censo sin el dinero del rescate y Dios mandó una plaga a Israel.
15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio
siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras
personas.
16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las
expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por
memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por
vuestras personas.
Esta no era una
petición de una ofrenda voluntaria, ni tampoco era un diezmo, esto era más como
un simple impuesto, en donde todos pagaban la misma cantidad, ya sea rico o
pobre debido a que esto era para hacer expiación. No era que el dinero fuera la
expiación, pero marcaba a aquellos quienes eran expiados. Este dinero era dado
para el servicio del tabernáculo. Se necesitaba una gran cantidad de plata para
construir el tabernáculo, y esta fue la forma en la que se obtuvo.
Aplicación Práctica: Un sólo precio (tipo impuesto) se pagaba por los
varones de guerra que eran contados, puede ser una representación de cómo Dios
paga el mismo precio (la sangre de Cristo) por ricos o pobres, ya que sin
importar la condición social, todos tienen el mismo problema llamado Pecado.
Vs. 17-21. La fuente de
bronce
17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce,
para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y
pondrás en ella agua.
19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los
pies.
20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con
agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para
quemar la ofrenda encendida para Jehová,
21 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo
tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.
La idea después fue expresada en el Salmo
24:3-4. Cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos, les dijo: “El que está
lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio.” (Jn. 13:10).
Cuando venimos a Jesús primeramente somos limpiados (1 Co. 6:11), pero también
debemos de lavarnos continuamente del polvo y de la tierra, al dejar que Jesús
lave nuestros pies con Su Palabra (Jn. 15:3). Este lavamiento es a través
de la Palabra de Dios (Ef. 5:26).
Aplicación Práctica: El lavacro de bronce o fuente de agua con lo que los sacerdotes
se lavaban las manos y los pies para servir (so pena de muerte si no lo
hacían), nos muestra la necesidad de ser lavados con la Palabra de Dios
constantemente y sobre todo antes de servir al Señor.
Vs. 22-38. El aceite de la
unción, y el incienso
22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
23 Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos
siclos (6 Kg),
y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta (3 Kg),
de cálamo aromático doscientos cincuenta (3
Kg),
24 de casia quinientos
(6 Kg),
según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin (3.5 Lt).
25 Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior
ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa.
Este aceite era usado para ungir a los
sacerdotes y a los artículos que pertenecían al servicio. Era tenido como un
compuesto sagrado el cual no podía ser imitado o usado como un perfume de
aceite normal.
26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del
testimonio,
27 la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos
sus utensilios, el altar del incienso,
28 el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la
fuente y su base.
29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que
tocare en ellos, será santificado.
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás
para que sean mis sacerdotes.
31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi
aceite de la santa unción por vuestras generaciones.
32 Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro
semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis
vosotros.
Ya que el aceite es un emblema del Espíritu
Santo, vemos que el Espíritu Santo no es derramado sobre carde de hombre; es
decir, para aumentar nuestra propia vanagloria, sino para glorificarse Dios a
Sí mismo.
33 Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que
pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.
Esto muestra que la obra del Espíritu Santo
nunca debe de imitarse. El hacer esto niega la santidad del Espíritu Santo,
teniendo Su obra como algo que nosotros podemos hacer por nuestra cuenta. Son
muy solemnes las ordenes de qué, ni el aceite sagrado, ni el incienso sagrado debían
de ser usados como una manera de gratificación personal.
Aplicación Práctica: El aceite representa al Espíritu Santo el cual
haría santísimo (completamente apartados para el servicio a Dios) a los
artículos del tabernáculo y a los sacerdotes, quiénes somos nosotros. Ese
aceite al igual que el Espiriru Santo no podía ser usado en nada más que las
cosas de Dios y sobre nadie más que los sacerdotes que le servían Dios.
34 Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas,
estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual
peso,
35 y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del
perfumador, bien mezclado, puro y santo.
36 Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante
del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será
cosa santísima.
37 Como este incienso que harás, no os haréis otro según su
composición; te será cosa sagrada para Jehová.
38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será
cortado de entre su pueblo.
El incienso claramente representa las oraciones de
los Santos como dice el Salmo 141:2 Suba mi oración delante
de ti como el incienso, El don de mis manos como la
ofrenda de la tarde y Apocalipsis 5:8 Y cuando hubo
tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos.
Aplicación Práctica: Este incienso u oraciones no pueden ser puestas sobre ningún lugar que no
sea el altar de oro (que es Cristo) y que no puede ser usado para uso fuera del
tabernáculo. La Oración modelo de Mateo 6 conocida como el “Padre nuestro”, se
puede resumir así; que nuestras oraciones deben de incluir 3 elementos;
1) Adoración al Señor,
2) Peticiones
alineadas a Su voluntad y
3) Perdón de nuestros
pecados.
Aplicación
Práctica General: Encender nuestra oración como ese
incienso con el fuego del Espíritu Santo, para ofrecerla a Dios como un
delicioso perfume aromático, sabiendo que fuimos rescatados por un precio y que
debemos ser lavados por la Palabra de Dios constantemente.
No comments:
Post a Comment