Tuesday, February 5, 2019

Éxodo 30 La Oración como Incienso Aromático


Objetivo: Ayudar al jóven a encender nuestra oración con el fuego del Espíritu Santo, para ofrecerla a Dios como un delicioso perfume aromático.

Versículo a Enfatizar: “Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones” Éxodo 30:7

Vs. 1-10. El altar del incienso
1 Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás.
2 Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo.
3 Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro.
4 Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado.
5 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro.
Como podemos observar, los materiales usados para la construcción del altar de incienso eran los mismos que los de los demás utensilios dentro del tabernáculo Ex. 25:10-40; madera de acacia y oro, los mismos que representan la humanidad y la deidad de Cristo.

6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.
Este altar, aunque estaba en el lugar santo, era el mas cercano al arca del testimonio.

7 Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.
8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.
El sumo sacerdote era el encargado de esta función 2 veces al día, al mismo tiempo de ponerle aceite a las lamparas del candelabro.

9 No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación.
El altar significa lugar del sacrificio, sin embargo éste no era para poner nada mas que el incienso.

10 Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.
Los cuernos del altar estarían marcados son sangre cada año, recordándonos que tenemos acceso a Dios solo por medio de la sangre de un ser inocente que cargo nuestro pecado

Aplicación Práctica: El Altar representa a Cristo, en su perfecta humanidad (madera de Acacia) y su divinidad (Oro por fuera y por dentro), y sobre quién oramos a Dios, no podemos orar en otro nombre ya que solo Cristo fue quien con su muerte en la Cruz nos abrió un camino al Padre como dice Hebreos 10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, ese sacrificio de Jesús donde dió su sangre lo vemos representado en los 4 cuernos ensangrentados que tenía este altar.


Vs. 11-16. El dinero del rescate
11 Habló también Jehová a Moisés, diciendo:
12 Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.
13 Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo (6 gm plata), conforme al siclo (Shekel 12 gm) del santuario. El siclo es de veinte geras (0.6gm). La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová.
El ciclo (Shekel en hebreo) sigue siendo la moenda actal de Israel hoy en dia.

14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová.
Si se realizaba un conteo sin recibir el dinero del rescate, entonces el censo comunicaba la idea de que un rey, o un líder humano, poseían a Israel, siendo que le pertenecía únicamente a Dios. Este fue el problema de David en 2 Sam. 24:1-25 cuando David tomó un censo sin el dinero del rescate y Dios mandó una plaga a Israel.

15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas.
16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.
Esta no era una petición de una ofrenda voluntaria, ni tampoco era un diezmo, esto era más como un simple impuesto, en donde todos pagaban la misma cantidad, ya sea rico o pobre debido a que esto era para hacer expiación. No era que el dinero fuera la expiación, pero marcaba a aquellos quienes eran expiados. Este dinero era dado para el servicio del tabernáculo. Se necesitaba una gran cantidad de plata para construir el tabernáculo, y esta fue la forma en la que se obtuvo.

Aplicación Práctica: Un sólo precio (tipo impuesto) se pagaba por los varones de guerra que eran contados, puede ser una representación de cómo Dios paga el mismo precio (la sangre de Cristo) por ricos o pobres, ya que sin importar la condición social, todos tienen el mismo problema llamado Pecado.

Vs. 17-21. La fuente de bronce
17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.
19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.
20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová,
21 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

La idea después fue expresada en el Salmo 24:3-4. Cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos, les dijo: “El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio.” (Jn. 13:10). Cuando venimos a Jesús primeramente somos limpiados (1 Co. 6:11), pero también debemos de lavarnos continuamente del polvo y de la tierra, al dejar que Jesús lave nuestros pies con Su Palabra (Jn. 15:3). Este lavamiento es a través de la Palabra de Dios (Ef. 5:26).


Aplicación Práctica: El lavacro de bronce o fuente de agua con lo que los sacerdotes se lavaban las manos y los pies para servir (so pena de muerte si no lo hacían), nos muestra la necesidad de ser lavados con la Palabra de Dios constantemente y sobre todo antes de servir al Señor.

Vs. 22-38. El aceite de la unción, y el incienso

22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
23 Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos (6 Kg), y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta (3 Kg), de cálamo aromático doscientos cincuenta (3 Kg),
24 de casia quinientos  (6 Kg), según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin (3.5 Lt).
25 Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa.
Este aceite era usado para ungir a los sacerdotes y a los artículos que pertenecían al servicio. Era tenido como un compuesto sagrado el cual no podía ser imitado o usado como un perfume de aceite normal.

26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio,
27 la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso,
28 el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base.
29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones.
32 Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros.
Ya que el aceite es un emblema del Espíritu Santo, vemos que el Espíritu Santo no es derramado sobre carde de hombre; es decir, para aumentar nuestra propia vanagloria, sino para glorificarse Dios a Sí mismo.

33 Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.
Esto muestra que la obra del Espíritu Santo nunca debe de imitarse. El hacer esto niega la santidad del Espíritu Santo, teniendo Su obra como algo que nosotros podemos hacer por nuestra cuenta. Son muy solemnes las ordenes de qué, ni el aceite sagrado, ni el incienso sagrado debían de ser usados como una manera de gratificación personal.

Aplicación Práctica: El aceite representa al Espíritu Santo el cual haría santísimo (completamente apartados para el servicio a Dios) a los artículos del tabernáculo y a los sacerdotes, quiénes somos nosotros. Ese aceite al igual que el Espiriru Santo no podía ser usado en nada más que las cosas de Dios y sobre nadie más que los sacerdotes que le servían Dios.

34 Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso,
35 y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.
36 Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima.
37 Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Jehová.
38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su pueblo.

El incienso claramente representa las oraciones de los Santos como dice el Salmo 141:2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde y Apocalipsis 5:8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.

Aplicación Práctica: Este incienso u oraciones no pueden ser puestas sobre ningún lugar que no sea el altar de oro (que es Cristo) y que no puede ser usado para uso fuera del tabernáculo. La Oración modelo de Mateo 6 conocida como el “Padre nuestro”, se puede resumir así; que nuestras oraciones deben de incluir 3 elementos;

1) Adoración al Señor,
2) Peticiones alineadas a Su voluntad y
3) Perdón de nuestros pecados.

Aplicación Práctica General: Encender nuestra oración como ese incienso con el fuego del Espíritu Santo, para ofrecerla a Dios como un delicioso perfume aromático, sabiendo que fuimos rescatados por un precio y que debemos ser lavados por la Palabra de Dios constantemente.

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