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Versículo a memorizar: “La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.” Efesios 6:24
Introducción
Ese revestios del nuevo hombre (4:24), o ese vestido de Justicia como lo pone Ap 19:8, es una metáfora equivalente a vestirnos la armadura de Dios, con el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado del evangelio, el escudo de la fe, el yelmo (caso) de la salvación, y al espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, por lo que nos insistió en Efesios 6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
El propósito de esa armadura es estar firmes, no desenfocados, no derribados, no aturdidos, sino firmes en el Señor.
A lo que Pablo termina esta carta de la siguiente manera:
Desarrollo:
21 Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro (siervo) en el Señor,
Pablo se encontraba en una prisión domiciliaria en Roma como dice Hechos 28:30-31 30Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento, donde estaba esperando la audiencia con el Emperador Romano y custodiado continuamente por un soldado Romano, pero se le permitía tener visitas, incluso de sus colaboradores cercanos.
Tíquico. Pablo manda a Tíquico con esta carta para la Iglesia de Éfeso, también era el portador de la carta a la Iglesia en Colosas y la que le envió a Filemón, que al parecer, fueron enviadas en el mismo viaje, ya que ambas ciudades estaban cercanas. Tíquico, era oriundo de la provincia de Asia, y que había acompañado al apóstol al final de su tercer viaje misionero (Hech 20:4), y mas o menos 4 años después lo envía con estas cartas.
Hermano amado y fiel ministro en el Señor. Había un amor de Pablo para Tíquico y lo describe como fiel ministro (servidor) del Señor, quizá su servicio se limitaba a acompañar a Pablo y a llevar sus cartas a las Iglesias, pero lo hacía con fidelidad al Señor, no hay un servicio que tenga mas valor que otro, la importancia del servicio esta en a quien se lo hacemos (Dios), y no el tipo de servicio que damos.
22 el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele (anime) vuestros corazones.
Que consuele vuestros corazones. La palabra Consolación viene de la palabra en Griego <Paráklesis>, que significa: confortar, rogar, alentar, amonestar, animar, exhortar.
Pablo no escribe nada de su situación particular en la que se encontraba, pero no quiere decir que se la guardaba solo para él, Tíquico la conocía y Pablo le había pedido que les contaría detalles sobre la situación de Pablo en Roma, además hay que considerar que en esa época el papel para escribir no era barato, por lo que la situación personal prefirió transmitirla verbalmente por medio del mensajero.
Tíquico también fue enviado con la misión de consolar los corazones de la Iglesia de Éfeso, en otras palabras, que calmara sus temores, y es que esas aflicciones de Pablo y la forma en que las enfrentaba, consolaban a la Iglesia como el mismo lo explica en 2 Corintios 1:3-5 de la siguiente manera:
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.
Pablo describe dos Atributos muy importantes de Dios, la misericordia y la consolación, el “Padre de” significa que Dios es el origen o a la fuente de la misericordia y la consolación. Que insensato es pensar que el consuelo en la tribulación de los seres humanos puede venir de vicios o pecados, que solo le harán olvidar por un tiempo la tribulación y empeorarán la situación. La única y verdadera consolación que salva viene de Dios en Cristo Jesús.
4a el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, …
La promesa es clara; TODAS las tribulaciones que los hijos de Dios tienen, siempre encontrarán consolación en Dios, quien es el Dios de toda consolación.
4b … para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
El consuelo no termina en nosotros; tiene un gran propósito para la Iglesia, nos habilita para dar de gracia lo que de gracia he recibido, y nos convierte en un instrumento de consolación.
Quienes nunca han sufrido, solo pueden hablar de conceptos de consolación, pero jamás podrán transmitir consuelo, ni sabrán tener compasión de otros, por esta razón es que Dios permite la tribulación sobre Su Pueblo, ya que nadie puede dar lo que no tiene.
5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
La razón de las aflicciones de las que nos habla este pasaje, que no son aflicciones por malas decisiones o pecado, sino son las que pasamos por ser cristianos, es para mostrarnos la consolación de en Jesucristo, quien es nuestra consolación.
23 Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
Paz sea a los hermanos. Esa paz habla de la paz o armonía entre ellos y la paz en sus corazones; sin embargo, esa paz no se puede conseguir si no se hace primero la paz con Dios; es decir la reconciliación con Dios, y esa viene únicamente por la obra redentora de Jesús en la Cruz como dice 2 Corintios 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. La paz de Dios solo viene después de hacer la paz con Dios.
Amor con fe. Un amor dependiente a lo que Dios ha dicho en Su Palabra. La palabra Amor del griego <Agápe> que es amor sacrificial y la palabra fe del griego <Pístis> que es convicción o confianza. Así como no se puede tener la paz de Dios si primero no se hace la paz con Dios, de la misma manera no se puede ejercer el amor incondicional unos a otros sino se hace de acuerdo a la fe hacia Dios en Cristo, ya que o habla de un amor indulgente o un amor cómplice que, en aras de mostrar amor, ama de cualquier forma o al cualquier costo, sino de un amor sacrificial basado a la verdad y a la justicia, como el que recibimos de Cristo.
Debemos mostrar el mismo amor en la verdad que Dios nos da, ya que Dios es el amor mismo como dice 1 Juan 4:7-8 7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Es un amor no como el mundo lo percibe, sino un amor basado a la Palabra que verdad y a veces esa forma de amor no es muy agradable para el que la recibe como dice Proverbios 27:6 Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece o en la versión TLA Proverbios 27:6 Más te quiere tu amigo cuando te hiere, que tu enemigo cuando te besa.
24 La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable (que no cambia). Amén.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo. La gracia <Járis> en griego, que es la influencia divina sobre el corazón del hombre para llevar a cabo su propósito, que trae todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales, no es un regalo universal de Dios para todos los hombres, sino para los que aman al Señor Jesucristo, quien es el regalo de amor de Dios para los hombres como dice Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Es ese amor que una vez presente, jamás puede perecer.
La carta inició con el amor de Dios para con los escogidos y termina con el amor de ellos para su Salvador. Y es debido a que ese amor que profesamos, no es originado en el hombre, sino una respuesta al amor de Dios como dice 1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Con amor inalterable. La palabra inalterable viene del griego <afdsarsía> que significa, incorruptible, autentico, interminable, inmortal. Ese amor que tenemos para Jesús es inalterable, no cambia con las circunstancias o tribulaciones que pasemos, ya que es la respuesta al amor de Jesucristo y es el mismo amor de Cristo por los Suyos que no cambia como dice Romanos 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Dios, que nos eligió desde antes de la fundación del mundo, y nos adoptó como hijos y nos hizo aceptos en el Amado (Cristo), dándonos fe para creer en Él y renacer, fe que nos accede a la gracia de Dios y esa gracia produce en nosotros un amor a Jesús que no cambia, ya que es Dios quien guardará por su poder nuestra fe hasta el fin como dice 1 Pedro 1:3-5 3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia incorruptible (no se echa a perder), incontaminada (no se acaba) e inmarcesible (no se marchita), reservada en los cielos para vosotros, 5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;9obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Ese mismo concepto de que la permanencia es la evidencia del amor recibido de Dios en Cristo la encontramos en 1 Juan 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Aplicación Práctica: Aprender a mostrar el amor con fe y agradecer la gracia de Dios que viene con amor inalterable.