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Introducción:
Pablo, en los primeros 3 (tres) versículos, menciona las 3 (tres) razones por las que escribe el tratado que conocemos como el Evangelio de Lucas y en el versículo 4 (cuatro) describe el propósito, que era para que conociera bien la verdad de las cosas en las cuales Teófilo había estado siendo instruido.
Desarrollo:
Vs. 5-7. Zacarías y la familia
5 Hubo en los días (en el tiempo) de Herodes, rey de Judea (país de los Judíos), un sacerdote llamado Zacarías, de la clase (turno) de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.
Hubo en los días de Herodes. Lucas relata que el anuncio y posterior nacimiento de Juan el bautista se remonta a la época conde gobernaba Herodes. En la Biblia se mencionan varios Herodes, Herodes Antipas (llamado el tetrarca), también Herodes agripa, estos fueron descendientes de este Herodes que menciona Lucas y se conocía como Herodes el Grande que reino desde el 37aC y hasta el 4 aC, este Herodes no era judío, era idumeo (de los hijos de Esaú), fue conocido por sus colosales proyectos como El templo de Herodes en Jerusalén, el puerto de Cesarea Marítima y la fortaleza de Masada, y fue el mismo quien mando matar a los niños menores de 2 (dos) años de Belén cuando le dijeron que allí había nacido el “rey de los judíos”.
Rey de Judea. Así se conocía históricamente a toda la extensión del reino, pero abarcaba Judea, Galilea, Samaria, y una parte del territorio de Siria.
Un sacerdote. Los sacerdotes, eran quienes tenían el oficio de ministrar el templo, no solo los sacrificios, sino también otros trabajos en el santuario, generalmente no vivían en Jerusalén donde estaba el Templo, sino en todo el territorio de Israel, debían de ser de la tribu de Leví y de los descendientes de Aarón (quien fue el primer sumo sacerdote elegido por Dios en los tiempos de Moisés),
Llamado Zacarías. el nombre de Zacarías en hebreo significa “Dios ha recordado” o “Dios se acuerda”.
De la clase de Abías. El rey David, distribuyó a los sacerdotes en 24 (veinticuatro) grupos sacerdotales (1 Cr 24:3), que servirían por turnos en el Templo por un periodo de una semana, es decir, al año a cada clase le tocarían 2 (dos) turnos, y la clase de Abías era una de ellas.
Su mujer era de las hijas de Aarón. Los sacerdotes podían casarse con cualquier mujer de Israel, con la restricción de que no fuera divorciada, prostituta o vida, sin embargo, Lucas precisa que la esposa de Zacarías también venía de la tribu sacerdotal, quizá para hacer énfasis en el derecho al sacerdocio de Juan el Bautista por tener ambos padres como descendientes de Aarón.
Y se llamaba Elisabet. El nombre en hebreo de Elizabet (o Isabel que es una variante) significa “el Juramento de Dios” o “Dios de Juramento”, y era el mismo nombre de la esposa de Aarón (Ex 6:23).
6 Ambos eran justos (rectos) delante de Dios, y andaban irreprensibles (intachables, obedecían) en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
Lucas guiado por el Espíritu Santo da testimonio de que ambos padres de Juan el bautista eran justos delante de Dios; es decir, que eran rectos, que su comportamiento mostraba que estaban conscientes de que estaban siempre delante de Dios, y en cuanto a todos los mandamientos y ordenanzas del Señor, ósea, las disposiciones ceremoniales establecida en la Ley de Moisés, ellos andaban irreprensibles, cumpliéndolas todas cabalmente.
7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril (no podía tener hijos), y ambos eran ya de edad avanzada (muy viejos).
Los judíos de la época relacionaban la obediencia a Dios con la bendición de tener hijos, tener ganado y buena cosecha (Dt 7:12-13) y por el contrario, a la esterilidad, la consideraban como un castigo de Dios como consecuencia a la desobediencia, por lo que a las mujeres que no tenía hijos se les consideraba como desdichadas, sin embargo, aquí encontramos que ambos eran rectos delante de Dios y que Elisabet era estéril, y que ambos eran ya de edad avanzada, lo que implicaba que las posibilidades humanas de embarazarse eran nulas.
Vs. 8-10. Zacarías y el ministerio
8 Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio (en el templo) delante de Dios según el orden (turno) de su clase,
9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario (templo) del Señor.
El siguiente relato de Lucas lo sitúa mientras los sacerdotes del orden de su clase, es decir; los de la clase de Abías, les tocaba ministrar (servir) en el Templo, como era un número grande de sacerdotes en cada una de las 24 (veinticuatro) clases, cuando le tocaba a cada clase, se distribuían entre todos las funciones generales, pero se sorteaban las funciones especiales, siendo la de ofrecer el incienso sobre el altar de oro que se encontraba dentro del lugar santo, una de las más deseadas, ya que era el lugar más cercano al velo que separaba el lugar santísimo, al que el sumo sacerdote accedía solo una vez al año en el día de la expiación (Yom Kipur), y a Zacarías le había tocado ofrecer el incienso en el altar, incienso que era de una composición que Dios le había dado a Moisés en Éxodo 30:34-35 34Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte (resina) y uña aromática (ámbar) y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso, 35y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.
10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera (reunida) orando a la hora del incienso.
Los historiadores relatan que la ofrenda de incienso sobre el altar era un momento de mucha solemnidad, la gente, en este caso, la multitud del pueblo que había asistido al templo, estaba afuera, se colocaba en el patio y se ponía frente al Templo con las manos extendidas y oraban en silencio a la hora del incienso, el resto de las actividades en el Templo se ponían en pausa, por lo que todo quedaba en un profundo silencio.
Este acto tenía un gran simbolismo, las oraciones de las personas y de los sacerdotes se unían y subían delante de Dios como ese incienso quemado en el altar de oro, esa misma idea tiene el apóstol Juan cuando escribe sobre esto en Apocalipsis 5:8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos, así como en Apocalipsis 8:3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Vs. 11-17. Zacarías y la respuesta
11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
Lucas relatará más adelante que este ángel que se aparece puesto de pie a la derecha del altar del incienso o altar de oro, es Gabriel, el ángel mensajero de Dios, quien le anuncia el nacimiento sobrenatural a Zacarías y quien 6 (seis) meses después le anunciara a María el nacimiento sobrenatural de Jesús.
12 Y se turbó (sorprendió, no supo que hacer) Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.
No se nos dice si la aparición del ángel venía acompañada de algún resplandor, pero el solo hecho de manifestarse, provocó en Zacarías se turbó y le sobrecogió temor, esto es más entendible cuando recordamos que venían de lo que se le ha llamado, “400 años de silencio” de parte de Dios, donde Dios no les había enviado ni ángeles ni profetas desde el profeta Malaquías, eso significa que nadie de la generación de Zacarías había tenido algún tipo de manifestación de parte de Dios.
13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer (esposa) Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre (le pondrás por nombre) Juan.
Ese temor en Zacarías provocó las primeras palabras de ánimo de ángel diciéndole “No temas”, esa es una expresión muy recurrente en el Antiguo Testamento cuando se aparecían ángeles o Dios mismo se manifestaba, y esta en verbo imperativo como si dijera “deja de temer”; y en seguida agrega “tu oración ha sido oída”, eso implica que Zacarías había levantado una oración a Dios, no se los dice si era una oración que hizo en ese momento, o una oración que había hecho con anterioridad, pero sin duda era una oración relacionada a la esterilidad de Elisabet, quizá Zacarías había orado tiempo atrás por un hijo, quizá todavía mantenía esa oración, o quizá había dejado de orar por eso cuando la edad de su esposa avanzó y ahora solo oraba para que la vergüenza social de Elisabet por ser estéril le fuera quitada, algunos creen que la oración de Zacarías era por la venida del Mesías y del que le prepararía el camino.
Pero el anuncio del ángel era muy preciso, que su esposa le daría a luz un hijo, pero no era solo un regalo de parte de Dios, sino que tendría un propósito divino ya que es Dios mismo quien le asignó el nombre, por lo que el ángel le dice que le llamara por nombre Juan, el nombre en hebreo es <Yehohanan o Yohanan> que significa Dios es misericordioso, por lo que el hombre que prepararía el camino del Mesías, llevaba en su nombre el acto de misericordia de Dios para los la humanidad.
14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán (alegrarán) de su nacimiento;
El ángel le anuncia que tendrá un tiempo de gozo y alegría, sin duda lo tendría Zacarías, su esposa Elisabet, sus familiares cercanos, etc, pero el ángel le dice que no solo ellos, sino que muchos se regocijarán de su nacimiento, ya que por medio del ministerio de Juan el Bautista anunciaría la llegada del Mesías esperado.
15 porque será grande (muy importante) delante de Dios. No beberá vino ni sidra (lícor), y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre (desde antes de nacer).
El ángel le dice que ese hijo será grande delante de Dios, de hecho, Jesús habla así de Juan en Lucas 7:28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él, esa grandeza era ante los ojos de Dios, porque ante los ojos del mundo, Juan nunca vistió vestidura preciosa, ni vivió en deleites, o en palacios de los reyes (Lc 7:24), prefirió usar vestido de pelo de camello, tener un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comer era langostas y miel silvestre (Mt 3:4) pero cuando se refirió a Jesús dijo en Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
El ángel continúa diciéndole que ese hijo no beberá vino ni sidra, es decir; de cualquier bebida alcohólica, lo que se conoce como un compromiso de nazareato, que era para alguien que estaba dedicado por completo al Señor, se menciona en Números 6:2-4, y que buscaba que la persona todo el tiempo estuviera consciente, a diferencia del voto nazareo, la prohibición de vino era por un tiempo determinado, mientras para Juan, sería de por vida.
Además, el ángel le anuncia que será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre, parece indicarle que su función de profeta le sería asignada desde antes de nacer como sucedió con el profeta Jeremías (Jer 1:5)
16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan (obedezcan) al Señor Dios de ellos.
El ministerio de Juan estaría dirigido los hijos de Israel, quienes en su mayoría tenían una religión y no una verdadera conversión al Señor Dios de ellos, lo que hacía que la función de Juan el Bautista fuera tan relevante.
17 E irá delante de él con el (mismo) espíritu y el (mismo) poder de (del profeta) Elías, para hacer volver (reconciliar) los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes (desobedientes) a la prudencia (obediencia) de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
El ministerio de Juan iría delante de Dios y sería caracterizado por tener el mismo espíritu y el mismo poder del profeta Elías, esto cumpliría la profecía de doble cumplimiento de Malaquías 4:5 He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible, así que Juan no sería Elías, pero ambos tendrían rasgos comunes, ambos vestían semejante, ambos le decían a los reyes y gobernantes abiertamente sus pecados. Jesús lo confirmó en Mateo 11:13-14 13Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
El ministerio de Juan produciría cambios espirituales en el pueblo, por lo que el ángel detalla dos propósitos claros, el primero hacer volver o reconciliar los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes; es decir, de los desobedientes, a la prudencia o a la obediencia de los justos, algunos creen que estas palabras se refieren a que los corazones de los hijos de Israel, se volverían como los corazones de los padres o patriarcas como Abraham, Isaac y Jacob, de ser rebeldes a ser obedientes, otros piensan que se refiere simplemente a restaurar las relaciones familiares, donde los hijos rebeldes se convierten a la obediencia y se reconcilian con sus padres, y el segundo propósito era que Juan preparara al Señor un pueblo bien dispuesto, para que sus corazones estuvieran preparados para recibir al Jesús, el Mesías de Dios, el pueblo en general se encontraba corrompido y metido en una religión llena de hipocresía, por lo que Juan les hará un llamado de arrepentimiento.
Vs. 18-25. Zacarías y la incredulidad
18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré (¿cómo puedo estar seguro de) esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.
La pregunta de Zacarías al ángel pidiéndole una señal, denota cierta incredulidad ya que, aunque su argumento es lógico, porque humanamente no era viable esa concepción de un hijo con su mujer debido a la edad avanzada de ella, se requería fe para creer al mensaje de Dios por medio del ángel mensajero.
19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante (al servicio, a la orden) de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas.
La respuesta del ángel fue identificarse primeramente y darle a conocer su nombre diciendo “Yo soy Gabriel”, ese nombre en hebreo significa “Fortaleza de Dios” o “Dios es fuerte”. Zacarías lo tuvo que identificar rápidamente, era el mismo ángel que se le había aparecido a Daniel alrededor de 550 (quinientos cincuenta) años antes y quien le dio el significado de las visiones que Daniel había tenido (Dn 8:16), y quien le revelaría la profecía de las 70 (setenta) semanas sobre Israel (Dn 9:24), el ángel procede a decirle que clase ser era, uno que esta delante de Dios, es decir; que se encontraban en servicio permanente a Dios, y por último, el ángel le dice la misión que se le había encomendado “he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas”, la buena noticia es que tendría un hijo y ese hijo sería el profeta enviado por Dios antes del Mesías.
20 Y ahora (como no creíste) quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga (cumpla), por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
La señal que Zacarías había pedido, sin duda no fue la que el esperaba, debido a su incredulidad, por no haber creído las palabras de ángel, la señal que recibe es la de quedarse mudo y sin poder hablar, pero sería solo por un tiempo, hasta que se cumpliera todo lo que el ángel le había dicho, lo cual ocurriría a su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando (afuera) a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase (tardaba tanto) en el santuario (templo).
La multitud del pueblo que se encontraba en el patio (v.10) estaba esperando a Zacarías, pero se extrañaban de la tardanza del sacerdote en el santuario, lo que nos indica que regularmente no demoraban tanto al ofrecer el incienso.
22 Pero cuando (al fin) salió, no les podía hablar; y comprendieron (se dieron cuenta) que había visto visión en el santuario (templo). Él les hablaba por señas, y permaneció mudo.
En cuanto salió Zacarías del Templo, se cumplió lo que el ángel le dijo, y no les podía hablar, los historiadores dicen que regularmente los sacerdotes después de ofrecer el incienso, salían y decían la oración sacerdotal que se encuentra en Números 6:24-26 24Jehová te bendiga, y te guarde; 25Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz, pero al verlo y sin poder hablar comprendieron que había visto visión en el santuario, se dieron cuenta que algo sobrenatural había acontecido. Lucas termina diciendo que debido a la falta del sentido del habla (y quizá del oído) les hablaba por señas, y que permaneció mudo, quedando así hasta el octavo día después del nacimiento de Juan.
23 Y cumplidos los días de su ministerio (servicio), se fue a su casa.
Después de que terminó la semana de servicio de los sacerdotes de la clase de Abías, Zacarías se regresó a su casa que se encontraba fuera de la ciudad, en una montaña, en una ciudad de Judá (Lc 1:39)
24 Después de aquellos días concibió (quedó embarazada) su mujer Elisabet, y se recluyó (mantuvo) en casa por cinco meses, diciendo:
Lo anunciado por el ángel se cumplió al concebir Elisabeth, mujer de Zacarías, una intervención divina le quitó la esterilidad como Dios lo hizo también con Sara, Elisabet se recluyó en casa por 5 (cinco) meses, pero no es clara la razón de ello, quizá solo porque como la esterilidad era considerada como una maldición divina, se esperó hasta que el embarazo fuera muy notorio y no quedaran dudas de que había sido favorecida por Dios quitándole la esterilidad.
25 Así ha hecho conmigo (es obra de) el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres (para que la gente ya no me desprecie).
Lo declarado por Elisabet muestra un corazón agradecido, y exalta a un Dios misericordioso que se dignó en quitarle la afrenta de entre los hombres; es decir, el menosprecio que recibía de la genta al haber padecido esterilidad por tanto tiempo.
Conclusión: Regocijarnos junto con los rebeldes, a los cuales pertenecíamos anteriormente, al vernos volver a la prudencia de los justos; es decir; volvernos por pura gracia a la obediencia a Dios, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto de recibir las buenas noticias de salvación que hay en Cristo Jesús, Señor nuestro.
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