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Versículo a memorizar: “Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:49
Introducción: Lucas relato las ceremonias y los sucesos que acontecieron en el templo cuando Jesús tenía 40 días de nacido, no relata la presencia de los sabios del oriente que llegaron a Belén, ni su huida a Egipto como lo relata el evangelio de Mateo, quizá porque ya existía el evangelio de Marcos y Mateo para ese entonces, o quizá solo porque no están en el propósito de este evangelio, y solo menciona que regresaron a Nazaret, al norte de Israel donde José y María vivián antes de ir a Belén donde nació el niño Jesús, y para éste siguiente relato, habrán pasado 12 (doce) años donde y para el relato posterior a este sobre el bautismo de Jesús, pasarán otros 18 (años), lo que hace que este pasaje sea el único, ya que no tenemos relatos de su niñez, ni de su juventud, solo este pasaje en su adolescencia.
Desarrollo:
41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua;
En los versículos anteriores, observamos que los padres de Jesús eran fieles cumplidores de lo que establecía la ley, al circuncidar al niño Jesús al octavo día, al llevar a cabo la ceremonia del rescate del primogénito y de la purificación de la madre a los 40 días de haber dado a luz al hijo varón (Lc 2:21-23).
Ahora Lucas nos confirma que también eran observantes de las fiestas solemnes establecidas por Dios para Israel, la ley establecía que todos los varones de edad “madura” deberían de ir a Jerusalén tres veces al año, a la fiesta de la Pascua/Panes sin levadura, a la de Pentecostés y a la de los Tabernáculos (Ex. 23:14–17; 34:22, 23; Dt. 16:16).
Esta fiesta de la Pascua, se celebraba el día 15 del mes de Nissan o Abib y que comenzaba con la cena del “Cordero de Pascua” seguida de 7 (siete) días de comer pan sin levadura (Lv 23:6), esa celebración les recordaba su salida de Egipto donde habían sido esclavos, pero sobre todo, para que recordarán que la sangre de ese un cordero que cada familia había sacrificado y que pusieron en los postes y el dintel (travesaño) de sus puertas, y eso había hecho que los primogénitos de los Hebreos no murieran cuando paso el ángel y exterminó a los primogénitos de los Egipcios (Ex 11 y 12).
La ruta de Nazaret a Jerusalén son unos 100 (Cien) km, los historiadores mencionan que, como esos viajes y estancias por una semana en Jerusalén, solían ser costosas, las personas de pocos recursos escogían una de las tres fiestas para ir a Jerusalén, siendo la más concurrida la fiesta de la Pascua, que es lo que parece indicar Lucas en este versículo.
Aunque la obligación de asistir era para los varones mayores de edad, muchas mujeres piadosas también asistían, se calcula que era un viaje como de 3 (tres) días, debido a eso, regularmente se hacía en caravanas, yendo primero las mujeres con los niños y en la parte posterior los varones con los jóvenes y por las noches se juntaban para pasar la noche juntos.
42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.
José y María, como lo hacían cada año para la fiesta de la Pascua, subieron a Jerusalén, pero en esta ocasión los acompañaba Jesús, quien había cumplido 12 años, el texto no nos deja claro si esta es la primera vez que Jesús visitaba el templo.
Algunas fuentes judías como la Misná, muestran que los judíos en esa época, consideraban que los jovencitos de 13 años de edad, ya debían ser responsables del cumplimiento de los mandamientos de Dios y que, a partir de ese momento, el joven era responsable delante de Dios de todas sus acciones, por lo que celebraban, y siguen celebrando hasta el día de hoy, una ceremonia no bíblica que se llama “bar Mitzvah”, que significa “hijo de la ley”.
No se nos dice que para eso hayan llevado a Jesús, ya que en ese momento tiene 12 años, pero no era extraño que chicos de esa edad, viajaran con sus familias a la fiesta.
43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre.
La fiesta de la Pascua duraba técnicamente dos días, pero inmediatamente comenzaba la fiesta de los panes sin levadura que duraba siete días, por lo cual, cuando Lucas dice “acabada la fiesta” no queda claro si se estaba refiriendo solamente a la fiesta de la Pascua, por lo que hubieran pasado en Jerusalén dos días, o a la fiesta de los panes sin levadura, y hubieran estado siete días en Jerusalén.
La Palabra niño que ha estado usando Lucas para referirse a Jesús es la palabra en griego Strong 3813 <paidíon> que significa niño pequeño o infante, pero no es la que usa en este versículo, aquí usa la palabra en griego Strong 1816 <país> que significa muchacho.
44 Y pensando que estaba entre la compañía (grupo de viajeros), anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes (familiares) y los conocidos;
Como era la fiesta más celebrada en Jerusalén había muchísima gente, Tanto la ida como en el regreso, se hacía en caravanas del mismo pueblo o de aldeas cercanas, y como en ellas iban las mujeres con los niños por delante, es muy probable que José pensara que Jesús iba con su madre, y como los hombres y los jóvenes iban detrás, es muy probable que María hubiera pensado que Jesús iba con José, ya que a esa edad de 12 años, Jesús podía ser considerado como niño e ir con las mujeres, o ser considerado como jovencito y viajar con los varones, pero no fue así, ya que mientras los padres comenzaron su regreso a Nazaret, Lucas nos relata que Jesús se quedó en Jerusalén.
Era común que esas caravanas establecieron un punto de encuentro para pasar la noche juntos en familia, algunas veces a la intemperie o en algún mesón; así que, lo que parece indicarnos Lucas aquí, es que pasó todo un día sin que los padres se dieran cuenta que Jesús no estaba en la caravana y fue en la noche donde se dieron cuenta y procedieron a buscarlo entre familiares y conocidos.
45 pero como no le hallaron, volvieron (se regresaron) a Jerusalén buscándole.
46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores (maestros) de la ley, oyéndoles y preguntándoles.
47 Y todos los que le oían, se maravillaban (asombraban) de su inteligencia y de sus respuestas.
Ya habían avanzado un día de camino rumbo a Nazaret, en la noche se dan cuenta que Jesús no está, sin duda quedaron muy angustiados, al parecer tuvieron que esperar a que amaneciera para tomar el camino de regreso a Jerusalén que les llevaría un día, y tardaron un día más en encontrarlo, probablemente lo comenzaron a buscar en donde un muchacho de 12 (doce) años podría estar, a esa edad tienen interés en un lugar de juegos o de juguetes, o quizá en algún parque, no era fácil encontrar a alguien en una ciudad como Jerusalén, hasta que finalmente, para sorpresa de ellos lo hallaron en el templo, pero no estaba jugando en los atrios como pudieran estar haciendo jóvenes de su edad, sino sentado en medio de los maestros.
Lucas no menciona la razón por la que Jesús se quedó en Jerusalén; sin embargo, es verdad que estas reuniones de maestros de la ley se daban mucho en Jerusalén en la fiesta de la Pascua, lo que no sucedía en Nazaret que estaba en la región conocida como Galilea de los gentiles.
Casi con seguridad, José y María hallaron a Jesús en una de las salas del Templo, o en algún pórtico que los escribas y maestros de la ley usaban para enseñar, y lo encontraron sentado, podemos asumir que sentado en el suelo, como se solían sentar los oyentes de los maestros.
Es bien conocido que el método de enseñanza favorito de los rabinos (maestros) judíos era el de hacer y responder preguntas, al hacer una pregunta despertaban el interés de los estudiantes e iban dirigiendo las respuestas para que todos pudieran sacar una conclusión, pero lo que aquí Lucas resalta era el tipo de preguntas que Jesús de 12 (doce) años hacía, y el tipo de respuestas que daba, los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y discernimiento que ha de haber mostrado de las verdades bíblicas, muy superior a los chicos de su edad.
Lucas no lo dice con claridad, pero parece que eso es lo que había estado haciendo Jesús esos 3 (tres) días que estuvo separado de sus padres.
48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia (muy preocupados).
Al encontrarle, los padres se debieron sentir primeramente aliviados, después sorprendidos, la palabra que usa Lucas en la palabra griega Strong 1605 <ekplésso> que significa ser golpeados con asombro, quedaron aturdidos, atónitos, de donde estaba Jesús, pero sobre todo, de lo que estaba haciendo, quizá incluso alcanzaron escuchar alguna pregunta o respuesta que haya hecho Jesús, y enseguida María como es de entenderse, con emociones encontradas le reclama a Jesús, sin embargo en su pregunta de “¿por qué nos has hecho así?” parece reclamar que este acto de Jesús de quedarse en Jerusalén, hubiera sido mal intencionado, como si hubiera sido la intención de Jesús en angustiarles como ella misma lo menciona, que habían estado buscándole con angustia, al referirse a “tu padre y yo” María se refiere a José como su padre legal o adoptivo.
49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios (cosas, asuntos, casa) de mi Padre me es necesario estar?
Jesús no contesta la pregunta de su madre con una respuesta, sino con 2 (dos) preguntas, que, al estar en plural, van dirigidas tanto a José como a María, como si les dijera, no tenían que haber estado buscándome, deberían de saber que yo estaba aquí, en los negocios de mi Padre, aquí es donde me es necesario estar.
Lo primero que observamos es que Jesús estaba consciente de su relación con el Padre y de la misión que tenía encomendada, que esa sería su prioridad, sin importar en qué lugar donde se encuentre o si sus padres terrenales están presentes o no lo están.
Es interesante saber que alrededor de esa edad de Jesús, era cuando los muchachos comenzaban a tomar el oficio o la profesión de sus padres, y así podemos entender mejor la frase “en los negocios de mi Padre”, esta frase en el original, puede traducirse como “en la casa de mi Padre”, como tienen algunas versiones o “en las cosas de mi Padre”, por eso algunas traducen como “asuntos de mi padre” o “negocios de mi Padre”, quizá era la primera vez que escuchaban a Jesús referirse a Dios como Padre, ya que no era la forma en que nadie se refería a Dios, ni en ese tiempo, ni en el Antiguo Testamento.
Una pregunta natural en este pasaje sería, ¿Cuáles son los negocios, o los asuntos en los que está el Padre? Que es en los que Jesús era necesario que estuviera. En la Biblia observamos que Dios está ocupado en la salvación de los hombres pecadores para poder ser reconciliados con Él por medio de la obra redentora de Jesús en la Cruz.
El profeta Ezequiel lo pone de la siguiente manera en Ezequiel 34:11-15 11Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. 12Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. 13Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país. 14En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel. 15Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.
Esos eran los negocios en los que Jesús le era necesario estar, y así lo dijo en Juan 10:16-18 16También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Poner su vida; es decir, morir, y volverla a tomar; ósea, resucitar con el propósito de ir por las ovejas de otro redil, traerlas y hacer un solo rebaño.
Jesús mismo confirmará lo que le era necesario, más adelante en Lucas 9:22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Podemos concluir que siendo los negocios (asuntos) del Padre, la salvación de los hombres, Jesús estuvo en los negocios del Padre, tomando su función del Salvador del mundo, muriendo por los pecadores y mostrando su deidad en la resurrección.
Nosotros también somos Hijos de Dios, cuando el Señor llega a nuestras vidas, nos adopta como hijos como dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Como hijos de Dios, también nos es necesario estar en los negocios de nuestro Padre, no en la planeación de la Salvación de los hombres que planeó el Padre, no en ejecutar esa salvación, que es lo que hizo el Hijo en la Cruz, pero si en la proclamación del evangelio, de esas buenas noticias de salvación que hay en Cristo Jesús, como dice 1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Y también, mostrando los atributos de nuestro Padre en buenas obras como dice Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Nos es necesario estar en los negocios de nuestro Padre, como Jesús mismo nos lo encargo antes de partir al Cielo en Mateo 28:18-20 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
José y María le escucharon, comprendieron lo que Jesús dijo, pero no entendieron el significado de que a Jesús le era necesario estar en los negocios o asuntos de su padre, la Biblia nos muestra que más adelante sus propios hermanos “no creían en él” (Jn 7:5), y a pesar de que el ángel Gabriel le había dicho a María que Jesús sería llamado Hijo del Altísimo (Lc 1:32) , no parece que comprendido completamente la relación de Jesús con el Padre.
Sería hasta la crucifixión y resurrección de Jesús que ellos comprendieron la obra de Jesús, como Él mismo lo había advertido en Juan 8:28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba (atesoraba) todas estas cosas en su corazón.
Jesús no pidió quedarse más tiempo en el Templo, simplemente descendió con sus Padres a Nazaret, sujetándose a ellos; es decir, rindió una continua obediencia a José y a María, como es uno de los mandamientos de honrar a Padre y Madre (Ex 20:12), a pesar de las debilidades humanas de ellos y de la falta de entendimiento sobre el propósito de Jesús en la tierra.
María continuaba atesorando (Lc 2:19) todas estas cosas en su corazón, procurando entender el significado exacto de todo lo que estaba ocurriendo. De José ya no se volverá a mencionar nada en este evangelio, excepto en la genealogía, razón por la cual, la mayoría de los estudiosos creen que falleció antes de que Jesús comience su ministerio público, que sería 18 (dieciocho) años después de este relato.
52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia (favor) para con Dios y los hombres.
Lucas ya había mencionado que de nacido Jesús, hasta este momento de sus 12 (doce) años, crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia (el favor) de Dios era sobre él (Lc 1:40), y ahora cierra este relato de los 12 (doce) años y hasta los 30 (treinta) años cuando Jesús comience su ministerio diciendo que crecía en sabiduría; es decir, aplicando el conocimiento que iba adquiriendo, que iba creciendo en estatura en como un chico normal de su edad, y que no solo encontraba el favor de Dios, si no, también, la gracia o el favor de los hombres, ósea, de las personas que le rodeaban.
Aplicación Práctica: Entender que los negocios de nuestro Padre, es lo relacionado a la salvación de los hombres, salvación que Jesús llevó a cabo en la Cruz y que a nosotros nos es necesario estar en esos negocios (asuntos), anunciando las buenas noticias de salvación de Cristo Jesús, y mostrando a Dios con nuestras buenas obras, las cuales preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
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