Friday, October 21, 2022

Lucas 3:1-7 Preparando el camino del Señor

 

Preparando el camino del Señor

Lucas 3:1-7

 

 

 
Objetivo: Ser salvos de la ira venidera, a través del camino del arrepentimiento. (Jn. 14:6; 1 Tes. 5:9; 2 Cor. 7:9-10)

 

Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

 

1 Tesalonicenses 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

 

2 Corintios 7:9-10 9Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

 

Versículo a memorizar:Y verá toda carne la salvación de Dios.” Lucas 3:6

 

Introducción:  Lucas viene de relatar eventos de Jesús en el Templo cuando tenía 40 días de nacido, paso después al relato de Jesús en el templo cuando tenía 12 (doce) años, y ahora relata la aparición pública de Juan el Bautista 18 (años) después, lo que nos lleva a concluir que tanto Juan, como Jesús se encuentran alrededor de los 30 (treinta) años de edad .

 

Desarrollo:

1 En el año decimoquinto (quince) del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,

Lucas sitúa su relato con mucha precisión de nombres de gobernantes y sus lugares de gobierno, para poner en claro el tiempo histórico de este suceso.

 

Cuando Juan y Jesús Nacieron, lo hicieron bajo el emperador Cesar Augusto (Lc 2:1), 30 años después el que gobierna es su hijastro Tiberio Cesar, quien estará de emperador a la muerte de Cristo en la Cruz.

 

Poncio Pilato era el delegado oficial del imperio y gobernador de Judea, es mencionado como el que se lava las manos en el juicio que hace con Jesús antes de ser crucificado y quien deja en libertad a Barrabas en lugar de Jesús (Mt 27), era gobernador de Judea, la región donde se encontraba Jerusalén, que hoy se encuentra en la parte central del país de Israel.

 

Herodes tetrarca de Galilea, es conocido también como Herodes Antipas, era el hijo menor de Herodes el Grande, su área de gobierno era Galilea, que actualmente se encuentra al norte del país de Israel. Este Herodes Antipas después de entrevistar a Jesús en Jerusalén, lo mandó de regreso con Poncio Pilato, argumentando que los acontecimientos por lo que se le acusaba habían acontecido en Jerusalén y no en Galilea.

 

Como su nombre lo indica, Tetrarca, <tetra> cuatro y <arc> principal, sería el título de un gobernante de una cuarta parte de un reino, sin embargo, con el paso del tiempo, el título de tetrarca se comenzó a usar en forma genérica a un gobernador o rey de poco rango.

 

Felipe tetrarca de Iturea y Traconire, medio hermano de Herodes Antipas, Hijo también de Herodes el Grande, Iturea y Traconite son regiones al este del rio Jordán y hasta la frontera con Siria, lo que hoy corresponde al país de Libano y Siria.

 

Lisanias tetrarca de Abilinia, este no era familiar de Herodes el grande y su área de gobierno de Albinia, estaba situada al noreste de Damasco, lo que hoy sería el país de Siria.

 

2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Lucas ahora menciona a las autoridades religiosas, quienes deberían de ser descendientes de Aarón de la tribu de Leví, pero que en esa época, esa función se había corrompido y era más un puesto político que una función de servicio al Señor, los historiadores relatan que Anás fue sumo sacerdote por 9 años, después de él, hubo otros 3, pero en el tiempo de este relato, estaba como sumo sacerdote Josué Caifás, quien era yerno de Anás que ejerció el sumo sacerdocio por 18 años, no es que hubiera dos sumos sacerdotes al mismo tiempo, eso no era posible, más bien, parece indicar que el que ejercía el sacerdocio era Caifás, y que Anás tomaba muchas decisiones detrás de él, y era el que tenía las relaciones con el imperio romano.

 

Lucas aquí retoma el relato de Juan el Bautista, para evitar confusiones, lo vuelve a identificar como hijo de Zacarías, de quien ha relatado como le fue anunciado el nacimiento de Juan y de cómo se dio su nacimiento, su circuncisión y el establecimiento oficial de su nombre, pero lo que resalta es que vino palabra de Dios a Juan; es decir, Dios le hablo a Juan por primera vez estando en el desierto, donde había hecho su residencia (Lc 1:80).

 

La palabra de Dios no vino a los sumos sacerdotes, que debía de ser los representantes de Dios y que se encontraban en el templo de Jerusalén, pero que se habían corrompido con roma y buscaban solo un negocio para ellos, vendiendo animales para los sacrificios a altos precios y cambiando monedas extranjeras a un sobre precio (Mt 21:12-13), sino que Dios le hablo a Juan, quien había sido enviado como el último profeta del Antiguo Testamento.

 

3 Y él fue por toda la región contigua (junto) al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento (volverse a Dios) para perdón de pecados,

Lucas presenta a Juan como un predicador itinerante, que iba de un lugar a otro por toda la región junto al rio Jordán, su ministerio ser un heraldo; es decir, como una persona que con su presencia anuncia la llegada de otra persona, en este caso de Jesús el Mesías esperado, y su predicación, que le había sido dada por Dios como un profeta, era llamar a la gente al bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, no era una invitación personal, era una invitación de Dios mismo por medio de su profeta Juan, eso debió impactar a la gente, ya que llevaban 400 años sin que Dios les hubiera mandado un profeta.

 

El bautismo como un símbolo de un genuino arrepentimiento, la palabra arrepentimiento viene del griego Strong 3341 <matánoia> que significa pensar diferente; es decir, tener un cambio en la manera de pensar con respecto al haber actuado en desacuerdo con la voluntad de Dios y esa conversión de su pensamiento, traía como consecuencia el perdón de pecados que traería la obra de Jesús en la Cruz, quien vendría después de Juan el Bautista.

 

Juan bautizaba a los que se arrepentían y confesaban sus pecados, ese mensaje alcanzó un gran número de personas que venían a él de todos lados, venían desde la provincia de Judea y hasta de Jerusalén (Mr 1:5), para ser bautizado Juan el rio Jordán.

 

Es de mencionar que los bautismos; es decir, la inmersión completa de una persona en agua, no era nuevo para el pueblo de Israel, sin embargo, solo era requerido para los gentiles que se convertían al judaísmo y no para los judíos, sin embargo, el llamado a arrepentimiento de Dios por medio de Juan era para todos por igual, judíos y gentiles.

 

4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama (grita) en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad (hacer rectas) sus sendas (camino).

Lucas relaciona la actividad de Juan a la profecía dada por Isaías 700 (setecientos) años antes, en Isaías 40:3-5 3Voz que clama (grita) en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad (región estéril, desierto) a nuestro Dios. 4Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado (colina); y lo torcido (quebradas) se enderece, y lo áspero (terreno escabroso) se allane (alise, nivele). 5Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne (todo ser humano) juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

 

Jesús dijo de Juan “Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista” (Lc 7:28) ya que fue el único profeta que no dijo que el Mesías vendría, sino que lo pudo presentar diciendo “aquí está”, Jesús dijo de Juan “porque este es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti” (Mt 11:10)

 

Voz del que clama en el desierto. Juan vivía en el desierto, allí es donde Dios le dio palabra y donde desarrollaba su ministerio “para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados” (Lc 1:77), cuando los fariseos le preguntaron a Juan quien era el, dijo de si mismo, “Yo soy la voz de uno que clama en el desierto”,

 

Preparad el camino del Señor. La predicación de Juan el bautista por fuerte que fuera, estaba preparando los corazones para la venida del Señor como su padre Zacarías dijera sobre él “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos” (Lc 1:76).

 

Enderezad sus sendas. Juan les demandaba hacer caminos derechos; es decir, rectificar los caminos que se habían torcido, enderezarse a la voluntad de Dios, dejar su propia opinión sobre todas las cosas y tomar solo lo que Dios dice en Su Palabra.

 

5 Todo valle se rellenará, Y se bajará (nivelado) todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos (disparejos) allanados (aplanados);

En el contexto histórico de la época, los mensajeros eran enviados a los lugares donde el rey iba a pasar para que arreglaran los caminos donde el rey pasaría, pero espiritualmente Juan les dice que, en preparación de la venida del Mesías, todos los corazones deben estar al mismo nivel.

 

Las personas con un corazón orgulloso y arrogante de su religión, serían esos montes y collados, que veían como inferiores a las personas no religiosas, y es como si Juan les dijera “no confíes en tus capacidades o en tu religión, necesitas arrepentirte de tus pecados y creer en el Salvador que viene después de mi para que tus pecados sean perdonados”, así era como Juan bajaba los montes y las colinas para que estuvieran al mismo nivel de los demás.

 

Los caminos torcidos y ásperos son aquellas sendas donde fácilmente puedes alguien tropezar y caer, allí estarían las personas que, habiendo pecado, pensaban que para ellos no habría salvación, y es como si Juan les dijera “si puedes ser perdonado, necesitas arrepentirte de tus pecados y creer en el Salvador que viene después de mi para que tus pecados sean perdonados”, así era como Juan rellenaba los valles para que estuvieran al mismo nivel de los demás.

 

Así, todos los corazones quedaban en “piso parejo”, sin importar si eran hombres o mujeres, judíos o gentiles, religiosos o publicanos (recaudadores de impuestos), gobernadores o esclavos, todos necesitaban arrepentirse para perdón de sus pecados.

 

6 Y verá toda carne (mortal) la salvación de Dios.

Esa manifestación de la Gloria de Jehová que toda carne vería como profetizó Isaías (Is 40:5), Lucas lo precisa como la salvación de Dios, haciendo referencia a Jesús ya que su nombre eso significa “Dios es salvación”, se confirma con el relato de Lucas sobre Simeón que estando en el templo cargando a Jesús de niño dijo “Porque han visto mis ojos tu salvación” (Lc 2:30).

Notemos que esa salvación es para toda carne; es decir, tanto para judíos como gentiles, es para todos los seres humanos que procedan al arrepentimiento y pongan su fe en el Salvador.

 

7 Y decía a las multitudes (la gente) que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación (raza, camada) de víboras! ¿Quién os enseñó a huir (castigo) de la ira venidera?

La gente en el tiempo de Juan, especialmente los líderes religiosos (Mt 3:7), estaban orgullosos de su religión y de su ascendencia, pero no eran conscientes del pecado que tenían, cuando escuchaban a Juan hablándoles con esta manera tan frontal llamándoles generación de víboras, no solamente les ha de haber sorprendido, sino quizá algunos hasta se ofendieron, pero en realidad ese mensaje era un mensaje de buenas noticias como dice Lucas 3:18 Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo, ya que los confrontaba con su naturaleza pecadora que necesitaba ser salvada.

 

¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Juan le hace esta pregunta a las multitudes entre los que se encontraban los fariseos y los saduceos (Mt 3:7). Los fariseos eran maestros de la ley, y los sacerdotes pertenecían al grupo de los fariseos, así que, a la pregunta de quienes les han enseñado, serían ellos, los religiosos de ese tiempo, la pregunta de Juan el bautista implica que les han enseñado mal, como si dijera que de la ira venidera; es decir, de la ira de Dios guardada para el final de los tiempo, no se puede ir, no hay una forma humana que salve de esa ira, ni por tener una religión, ni por hacer buenas obras, etc, la única forma de salir es que Dios te tome con Él antes de ese día de ira como dice 1 Tesalonicenses 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.

 

Aplicación Práctica: Saber que somos salvos de la ira venidera, a través del camino del arrepentimiento, el cual es creer en Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador de esa ira como dice Romanos 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

 

 

 

 

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