Saturday, February 3, 2018

Génesis 43 Gracia, Pan Que Sacia


Objetivo: Ayudar al jóven a saber que sólo por la gracia de Dios podemos participar con Él del pan que sacia.

Versículo a memorizar: “Yo soy el pan de vida”. Juan 6:48

Introducción: El el capítulo anterior, 10 de los hermanos de José fueron a Egipto en busca de alimento y tienen un encuentro con José 20 años después de haberlo vendido como esclavo, ellos no reconocen a José, pero José que si sabe que son sus hermanos los acusa de espías para poder retenerlos y tener tiempo de pensar que hacer.

Los hermanos confiesan que el haber vendido a su hermano José fue un pecado y creen que los que les pasa ahora es debido a eso que hicieron 20 años atrás.

Después de tenerlos encarcelados por 3 días retiene a Simeón y deja ir a los otros 9 hermanos con la condición de que si quieren liberar a Simeón y volver a comprar alimento, trajeran a Benjamín, su hermano menor y ordena que a los 9 que regresan a Canaán les den trigo y les pongan su dinero dentro de los sacos de trigo, cuando llegan a casa y se dan cuenta de eso, se asustán porque piensan que los acusarán de ladrones.

Desarrollo:
Vs. 1-7. La Condición
1 El hambre era grande en la tierra;
Al parecer se encuentrán en el segundo año de hambruna de los 7 años que José le interpretó a Faraón de su sueño de las 7 vacas flacas que se comían a las 7 vacas gordas.

2 y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Jacob (Israel) no había querido mandar a Benjamína Egipto como José había pedido, ya que tenía mucho temor de que algo le aconteciera, sin embargo el trigo que habían traido de Egipto en su primer viaje para allá, se les terminó y ahora tienen de nuevo la necesidad de regresar a comprar.

3 Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
4 Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
5 Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
6 Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
7 Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano?
Judá le recuerda a su padre que la única condición para ir por trigo y no morir de hambre es llevar a Benjamín, ya que ese fue el único requisito que pidío José (Gobernador de Egipto) y que con claridad les dijo que si no cumplían con eso, ni siquiera los recibiría.

En esta escena, Benjamín cuyo nombre significa <hijo de mi mano derecha> representa a Jesucristo, y asímimso Dios padre ha puesto un solo requisito para estar ante su presencia, llegar con Su hijo Jesucristo delante de nosotros para que nos pueda recibir y podamos ser saciados.

Vs. 8-10. El Compromiso
8 Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
9 Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
En forma de reclamo le pide Judá a su padre que deje ir a Benjamín con ellos, que él queda como responsable del cuidado de su hermano menor.

Vs. 11-14. La Conformidad
11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
12 Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación.
13 Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
A pesar de que José había pedido un solo requisito para recibirlos y venderles trigo, Jacob (Israel) hace un plan en busca de agradar al Gobernador de Egipto y les pide que le lleven regalos, que no servirían de nada si no llevan a Benjamín también.

Así también le podemos ofrecer cosas a Dios, pero si no llegamos ante su resencia con su hijo Jesucristo en nuestro corazón, esas ofrendas ni siqueira las recibirá.

14 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Ahora Jacob (Israel) solo puede depender de la misericordia de Dios para con ellos, y queda esperanzado a que Dios les auyude a recuperar a Simeón y regrese Banjamín o que sea como Dios quiera.

Así nosotros deberíamos de depender mas de Dios y de su misericordia que de nuestros planes.

Vs. 15-26. La Conmoción
15 Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
16 Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella (matar cortándole el cuello) una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
17 E hizo el hombre como José dijo, y llevó a los hombres a casa de José.
José cuando los vió al primero que busco entre ellos era a su hermano Benjamín, lo que le debió haber dado mucho gusto y mando al mayordomo a preparar una comida con ellos, sin que los hermanos supieran de esto.

18 Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de José, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
19 Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
20 Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.
21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
22 Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
Los hermanos no saben porque el Gobernador los lleva rumbo a su casa, y entran en temor pensando que los esclavizarán por pensar que eran ladrones del dinero que había encontrado en sus sacos de trigo en su última visita a Egipto, y le cuentan al mayordomo lo sucedido.

23 El les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.
24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
El mayordomo de José conocía del Dios de Israel, al parecer José daba buen testimonio de su Dios frente a sus siervos.

25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.
26 Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.
José les recibió los regalos debido a que habían traído a Benjamín con ellos.

Así nosotros que nos presentamos delante de Dios con Jesucristo como nuestro salvador, también podemos llegar con ofrendas o presentes que le sean agradables, como honrar a nuestros padres, traer nuestrso diezmos, compatir recursos con los que no tienen y así no llegar ate su presencia con las manos vacias y nos los recibirá porque hemos llegado con Jesús.


Vs. 27-34. La Convivencia
27 Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
29 Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
Más de 20 años después José se reencuentra con su hermano de madre y padre, lo que fue un impacto emocional muy fuerte para José sobre todo debido a que aún no les descubre que él es su hermano.

31 Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Poned pan.
32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.
33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos (asombrados) mirándose el uno al otro.
Al parecer es José mismo quien los acomoda a la mesa y los acomoda de acuerdo a su nacimiento, lo que hace que los hermanos de José se queden asombrados de cómo el Gobernador de Egipto sabe el detalle del orden de su nacimiento.

34 Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.
José hizo una distición a Benjamín dándole una porción 5 veces mayor a la de sus hermanos y bebieron y se alegraron juntos los 12 hermanos finalmente después de mas de 20 años de separación.

Aplicación práctica:
Aprender que fue por gracia (favor sin merecerlo) que los hermanos de José se encuentran comiendo a su mesa y conviviendo con él con alegría a pesar de haberlo vendido como esclavo en el pasado.

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