Cristo en Nosotros, la Esperanza de Gloria Colosenses 1:24-29 |
Objetivo: Anunciar el misterio del Evangelio, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.
Versículo a memorizar: “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas
de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria.” Colosenses 1:27
Introducción:
Pablo le escribió esta carta a los santos (apartados por Dios) y fieles (que permanecen en la fe) hermanos de la Iglesia de Colosas, los cuales, al igual que nosotros, en otro tiempo, fuimos extraños y enemigos de Dios, pero quienes hemos sido reconciliados con Él por medio del la sangre en la cruz de Jesucristo, quien es la imagen del Dios invisible, creador y sustentador de todas las cosas, primogénito de entre los muertos y nuestros preminente reconciliador trasladándonos delas tinieblas al Su reino como también lo diría el apóstol Pedro en 1 Pedro 2:9-10 9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Pablo mencionó que él era ministro (servidor) de ese evangelio de salvación que los colosenses habían escuchado y que estaba siendo predicado en toda la creación que está debajo del cielo, de la misma manera nosotros (todos los hijos de Dios) hemos sido llamados a predicarlo como le dijo Pablo a la Iglesia de Corinto en 2 Corintios 5:18-20 18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Desarrollo:
24 Ahora me gozo en lo que padezco (sufro) por vosotros, y cumplo (completo) en mi carne lo que falta de las aflicciones (sufrimientos) de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros. El padecimiento de Pablo en ese momento era su encarcelamiento, pero en lugar de lamentarse, se gozaba, no por la situación que estaba pasando, sino por los Colosenses que habían escuchado el evangelio que el predicaba, y de cualquier forma ese padecimiento ya había sido anunciado por Jesús a Ananías cuando Pablo se convirtió en Hechos 9:16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
Y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia. Lo primero que debemos de decir; es que, Pablo no habla de que las aflicciones de Cristo hayan estado incompletas y Pablo tuviera que completarlas, la obra de Cristo en la cruz fue perfecta y completa; sin embargo, la iglesia de Cristo, la que Él compró con Su sangre en la cruz, y de la cual es parte Pablo, los colonenses y somos parte nosotros, al predicar el evangelio, recibiremos persecuciones y tendremos padecimientos como el mismo Jesús lo mencionó en Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Cuando Pablo estaba en camino a Damasco persiguiendo a la Iglesia, le aparece el Señor Jesús como un resplandor y le preguntó a Pablo “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hech 9:4) a lo que Pablo le contestó en Hechos 9:5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón, aunque Pablo estaba persiguiendo a la Iglesia y no a Jesús, el Señor le dijo que cuando alguien persigue a la Iglesia, lo persigue a él, ya que él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia.
Hay varios pasajes en el Nuevo testamento que nos revelan que padeceremos por predicar y vivir este evangelio de salvación que tenemos en Cristo Jesús como en 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución, así como en 1 Pedro 3:14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, y en Filipenses 1:29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.
25 de la cual fui hecho ministro (servidor), según la administración (el plan) de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
De la cual fui hecho ministro. Pablo había sido hecho ministro de la Iglesia, y aunque en la actualidad esa palabra parece muy importante, la palabra “ministro” viene del griego Strong 1249 <diákonos> que significa hacer mandados, mesero, sirviente, y eso es a lo que Dios le llamó a Pablo y nos llama a nosotros a ser siervos del Señor, sirviendo a Su Iglesia.
Según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros. La palabra “administración” viene del griego Strong 1249 <oikonomía> que significa administración o mayordomía de una casa o de una familia. A Dios le plació poner de servidor a Pablo en ese lugar y así, a la discreción del espíritu Santo, va dotando de dones, o ministerios a sus hijos para que sirvan a la Iglesia.
Para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios. Esa asignación de parte de Dios a Pablo, así como a nosotros es anunciar cumplidamente la palabra de Dios, es decir, toda la Escritura, no dejar de enseñar algo, o ser selectivos en lo que escogemos para enseñar, sino todo el consejo de Dios que es predicarles del arrepentimiento para con Dios y la de en nuestro Señor Jesucristo (Hech. 20:21) como más adelante Pablo dijo en su discurso de despedida en Mileto relatado en Hechos 20:27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
26 el misterio (mensaje secreto) que había estado oculto (mantenido escondido) desde los siglos y edades (generaciones), pero que ahora ha sido manifestado (revelado) a sus santos,
La palabra misterio en el Nuevo testamento, no habla de una ceremonia secreta, o algo incierto o misterioso, sino de algo que estaba oculto, pero que ahora es revelado o manifestado, y es que; con la venida de Cristo a la tierra, se cumplieron más de 400 profecías del Antiguo testamento; es decir, se reveló el plan =completo de Dios para salvación que estuvo oculto por mucho tiempo y muchas generaciones, se manifestó en Cristo, la manera de salvar al mundo mediante la sangre de la cruz. Esa revelación no es para un grupo selecto de personas dentro de la Iglesia, sino es para todos los hijos de Dios, para todos los santos, y viene por la Palabra de Dios y por el Espíritu que mora en nosotros como dice Juan 14:22-23 22Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio (mensaje secreto) entre los gentiles (naciones no judías); que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
El ministerio o servicio de Pablo y el nuestro, es anunciar el evangelio, pero es de Dios darlo a conocer a quienes Él quiera como dice Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Ese misterio ahora revelado tiene muchas riquezas de la gloria de Dios, a quien le plació darlo a conocer no solo al pueblo judío, sino también a los gentiles; es decir, a Su pueblo esparcido entre las naciones.
Para no dejar dudas, Pablo resume ese misterio con tantas riquezas de la gloria de Dios como sigue; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria; es decir, que antes de conocer a Cristo, vivíamos poniendo nuestra esperanza en las cosas temporales que nos diera fama o fortuna y así tener nuestra propia gloria, como terminar una carrera profesional, o trabajar en tal o cual lugar, o cantar o tocar para ser reconocido, etc, sin embargo cuando Cristo vino a nosotros, nuestros anhelos quedaron sin propósito comparados con la gloria de Cristo que en nosotros ha de manifestarse como dice Pablo en Romanos 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, hay una gloria, unos atributos de Dios en nosotros se van a ir manifestando cuando caminamos en Su voluntad como el fruto del Espíritu como; amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gal 5:22-23), pero cuando estemos delante de Su presencia sin el poder del pecado que hoy afecta nuestra vida, vamos a poder ver a Dios en toda Su gloria, y poder reflejar esa gloria en nuestras vidas y esa es nuestra esperanza.
28 a quien anunciamos, amonestando (exhortando, aconsejando) a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto (maduros) en Cristo Jesús a todo hombre;
Proclamar el evangelio de salvación implica anunciar a Cristo, como en único medio de salvación dado por Dios como dice Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos, pero también amonestando a todo hombre; es decir, aconsejándole, exhortándole, advirtiéndoles gentilmente de su condición lejos de Dios, así como enseñándole a todo hombre, pero no con nuestra forma de pensar, ni en base a nuestras experiencias personales, sino en toda sabiduría, misma que solo puede venir de la Escritura como le dijo Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
A fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre. El propósito de anunciar a Cristo, amonestando y enseñando a todo hombre es que sean perfectos; es decir, maduros como también lo confirma Pablo en 2 Timoteo 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
La palabra perfecto en nuestros días, da la impresión de alguien que nunca se equivoca, pero esa palabra habla más bien de maduro, como un árbol que sabes que está maduro cuando da buenos frutos, el árbol no tiene que tener sus raíces, sus ramas y sus hojas perfectas para poder dar fruto.
Esta perfección o madurez espiritual la podemos ver reflejada en tres (3) áreas:
· Perfectos o maduros en Salvación como dice Hebreos 10:11-14 11Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
· Perfectos o maduros en Capacidad como dice Colosenses 4:12 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.
· Perfectos o maduros en Unidad como dice. Juan 17:22-23 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
29 para lo cual (con ese fin) también trabajo, luchando según la potencia (poder) de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Este trabajo de ministro (servidor) que hacía Pablo y que debemos de hacer nosotros, si lo hacemos con nuestras propias fuerzas o en nuestras propias capacidades, lograremos muy poco, nos cansaremos rápido e incluso hasta fracasaremos, por lo que Pablo aclara que el poder que actual poderosamente en él, tenía su fuente en la potencia (poder) de Dios, ya nos lo había dicho antes en Colosenses 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad, este mismo principio lo vemos en Hebreos 13:20-21 20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén, así como en Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Aplicación Práctica: Hemos sido llamados a servir, amonestando y enseñando a todo hombre la Palabra de Dios, el Evangelio de nuestra salvación, haciendo uso del poder de Dios que ahora mora en nosotros, y aún, cuando sintamos que la tarea es abrumadora y tengamos que padecer aflicciones, Su Espíritu nos recuerda que nuestra esperanza es estar en la presencia de nuestro preeminente Dios, Jesucristo, por toda la eternidad