Mirad también por vosotros mismos Lucas 21:25-38 |
Versículo a memorizar: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.” Lucas 21:34
Introducción: Después de enseñar en el Templo, Jesús y sus discípulos salieron con rumbo al monte de los olivos, en el camino ellos admiraron los grandes y majestuosos edificios del Templo, y lo que Jesús les dijo que todo eso que veían iba a desaparecer, y que no quedaría “piedra sobre piedra” (Lc. 21:6), los discípulos quedaron inquietos con ese comentario del Señor y le preguntaron que “¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?” (Lc. 21-7), a lo que Jesús les contesto que “cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado” (Lc. 21:20), lo que terminó sucediendo en el año 70 (setenta) cuando el ejército del Imperio Romano, comandadas por Tito Vespasiano, quién después se convirtiera en Emperador, rodearía primero y destruiría después a Jerusalén con todos sus majestuosos palacios, sus grandes construcciones y su Templo, no dejando piedra sobre piedra. A partir de esa enseñanza, Jesús se refiere en los siguientes versículos a lo que sucederá antes de que Él regrese “en una nube con poder y gran gloria” (Lc. 21:27).
Desarrollo:
Vs. 25-27. La actitud de los hombres
25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia (miedo) de las gentes, confundidas a causa del bramido (ruido) del mar y de las olas;
26 desfalleciendo (desmayándose) los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán (sucederán) en la tierra; porque las potencias de los cielos (cuerpos celestiales) serán conmovidas (sacudidos).
El Señor pasó del detalle sobre la destrucción de Jerusalén, a enseñar a Sus discípulos sobre los eventos que sucederán antes de Su segunda venida, que es cuando terminaría “tiempo de los gentiles” (Lc. 21:24). Las señales de las que nos advierte son de naturaleza cósmica, ya que afecta al sol, a la luna y a las estrellas, que tendrá una repercusión con el ruido que hace el mar y las olas. El pasaje paralelo dice que el sol y la luna se oscurecerán (Mt. 24:29), lo que indica grandes cambios en la creación antes de la venida del Señor, como lo describe Apocalipsis 6:12-13 12Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Todos esos fenómenos fuera de lo normal, y el hecho que los cuerpos celestes sean sacudidos, generarán que las personas en la tierra tengan miedo, la angustia se apoderará de las personas en esos días, los habitantes de la tierra estarán todos confundidos e incluso desfallecerán; es decir, se desmayarán, asumiendo que es el “fin del mundo”.
27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Al final de todos esos cataclismos cósmicos sobrenaturales, se manifestará Jesús, el Hijo del Hombre viniendo en una nube (Dn. 7:13), esta será la última y definitiva señal del cielo, la segunda venida del Señor, como lo dijeran los dos varones con vestiduras blancas que estaban presentes en la ascensión del Señor en Hechos 1:9-11 9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
En su primera venida al mundo llego con humildad, como un hombre entre los hombres, por lo que fue despreciado como dice Juan 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron, pero en esta segunda venida vendrá con poder y gran gloria; es decir ya no se presentará como el Siervo sufriente sino el Rey eterno, con todo el dominio, gloria y reino (Dn. 7:14), y en esa ocasión a la vista de todos como dice Apocalipsis 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
Vs. 28-33. La actitud de los discípulos
28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos (anímense) y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención (liberación) está cerca.
Notemos cómo el Señor Jesús cambia su mensaje de hablar en tercera persona (ellos) a hablar en segunda persona (ustedes), indicando que el enfoque de la enseñanza vuelve a ser para los discípulos (Mt. 24:3), a quienes les da palabras de aliento, que cuando todas esas cosas comiencen a suceder, levanten la cabeza con esperanza, ya que estaría cerca la segunda venida; es decir, la manifestación del Señor a la tierra para reinar con los Suyos.
Lucas usa la palabra redención, del griego Strong 629 <apolútrosis> que significa liberar, salvar o rescatar, que hace referencia a la completa liberación de los cristianos, ya que la salvación comprende tres etapas, cuando somos:
a) Justificados por la sangre de Cristo, y eso nos separa efecto del pecado que es la muerte eterna.
b) Santificados por el Espíritu durante nuestro caminar con el Señor, lo que nos va separando del poder del pecado, y
c) Glorificados cuando estemos en la presencia del Señor con cuerpos inmortales, lo que nos separará de la presencia del pecado.
29 También les dijo una parábola (comparación): Mirad (fíjense en) la higuera y todos los árboles.
30 Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos (sus propios ojos) que el verano está ya cerca.
31 Así también (igualmente) vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
La parábola que el Señor ilustra, nos enseña la necesidad de estar atentos a lo que viene, de la misma manera que se debe de observar a la higuera y a los árboles hasta notarles cuando comiencen a florecer, que normalmente es en primavera, y entonces poder concluir que la estación de la cosecha, que es el verano, ya está cerca, de la misma manera debemos observar a Israel que simbólicamente representa esa higuera (Jer. 24:4-6, Os. 9:10), el Israel que no dio fruto y que desechó a Jesús en su primera venida, y que fue esparcido por toda la tierra, sería restaurado al final de los tiempos, y en su momento de primavera dará hojas que se convertirán en frutos en verano, y eso indicará que el reino de Dios está cerca.
En nuestra época estamos viendo el resurgimiento de Israel como nación, el país de Israel, como ningún otro, fue formado en un día como lo anunció el profeta en Isaías 66:8 ¿Quién oyó cosa semejante?, ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos, y eso sucedió cuando Israel proclamó su independencia el 14 de Mayo de 1948, el final del mandato británico y en acuerdo al plan previsto pro las Naciones Unidas, esto aconteció después de más de 70 años de esfuerzos políticos y diplomáticos para establecerse como nación en las tierras bíblicas. Por lo que nos está tocando ver a la higuera resurgir y comenzar a florecer, lo que indica que el reino de Dios está cerca.
32 De cierto os digo (les aseguro), que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca (suceda).
Jesús dice claramente que esa generación no pasaría hasta que todo lo que dijo sucediera, el problema radica en determinar cuál es esa “generación”; algunos creen que habla sobre la destrucción del templo en Jerusalén por los romanos, y que esa generación a la que pertenecían los discípulos de Jesús, viviría en aquellos días y sería testigos oculares de ese hecho.
Otros creen que debe de incluirse también los efectos cósmicos mencionado por Jesús, por lo que se referiría entonces a la generación que estaría viva después del resurgimiento de Israel como nación. Y otros más, que pareciera la interpretación más natural, es que se refiere a la generación de Israel como raza, pueblo o grupo étnico, esa generación sobrevivirá guerras, persecuciones, intentos de exterminio, pero llegará hasta el final de los tiempos, hasta la segunda venida del Señor para participar de las bendiciones del reino de Dios.
33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (no dejarán de cumplirse).
Jesús afirma n forma sólida y precisa, ya que las palabras de Dios tienen firmeza absoluta, el cielo y la tierra como los conocemos hoy cambiaran, ya que como dijo Jesús serán conmovidas, pero lo que queda fijo y sin cambio son las palabras de Jesús; es decir, que todo lo que profetizó tendrá un cumplimiento seguro y completo, ya que la palabra de Dios permanece para siempre (1 Pe. 1:23).
Vs. 34-38. La exhortación a los discípulos
34 Mirad (Tengan cuidado) también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de (se endurezcan, se hagan pesados, se hagan insensibles por la) glotonería (vicios) y embriaguez y de los afanes (las preocupaciones) de esta vida, y venga de repente (sin esperarlo) sobre vosotros aquel día.
35 Porque como un lazo (una trampa) vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra (todos los habitantes del planeta).
Jesús termina con una exhortación para Sus discípulos, que tengan cuidado de ellos mismos, que vigilen constantemente su corazón que fácilmente se puede llenar de carga, endurecerse y volverse insensible, y eso comienza con una vida afanada y ocupada en las cosas temporales de esta vida.
Comer y beber no es pecado, pero permitir que haya un desorden en eso se vuelve pecado, estar ocupado en las cosas de la vida no es pecado, pero el afanarse en ello ya habla de algo desordenado, desmedido que nos enfoca en lo temporal y nos desenfoca de las cosas celestiales y eternas, donde debe estar nuestra mirada. Por eso el apóstol Pablo exhortaba a desechar las obras de las tinieblas en Romanos 13:11-14 11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
El problema de esto, dice el Señor, es que los que vivan enfocados en las cosas temporales, serán sorprendidos por aquel día cuando el Señor regrese y los tome de desprevenidos, como ladrón en la noche, de la misma forma que tomará a los no cristianos que no están a la expectativa del regreso de Cristo, quienes estarán atrapados como en un lazo, en una trampa; exactamente como lo advierte también Pablo en 1 Tesalonicenses 5:1-6 1Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 2Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 3que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 4Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 6Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
36 Velad (Manténganse despiertos), pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie (presentarse) delante del Hijo del Hombre.
La invitación del Señor a los Suyos es a estar despiertos, expectantes a la higuera y a las señales, pero en oración en todo tiempo, pidiendo fortaleza para escapar de las cosas que han de suceder, lo que nos permitirá estar de pie delante del Señor cuando venga en la nube rodeado de poder y gran gloria.
El ser hallado digno, no habla de ningún mérito humano, ya que la salvación es por gracia, y solo por gracia estaremos de pie delate del Señor a Su regreso, sino que ser digno, habla de mostrar a Cristo en nuestras vidas, y con el testimonio de la transformación de nuestras vidas de parte de Dios, respaldar evangelio que predicamos como los fueron Juan y Pedro en Hechos 5:41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre, y de la manera que dijo Pablo en 2 Tesalonicenses 1:5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
37 Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.
38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.
Lucas regresa a ubicarnos en las actividades del Señor Jesús desde la entrada triunfal a Jerusalén montado en un burrito y hasta la crucifixión, esos cuatro días, Jesús los dedicaba a enseñar por las mañanas en el Templo a todos los del pueblo que iban a escucharle, y por la tarde/noche se iba al Monte de los Olivos, quizá al huerto de Getsemaní donde oraba. No necesariamente Jesús se quedaba a dormir en el monte, ya que los pasajes paralelos dicen que se iba a Betania, una aldea muy cercana donde le ofrecían a Él y a los doce, hospedaje sus amigos Lázaro, Marta y María (Mr. 11:11).
A pesar de las circunstancias difíciles que los enemigos de Jesús le presentaban, y aun sabiendo Jesús que estaba por morir en la cruz en pocos días, nunca dejo de estar enfocado en predicar y enseñar sobre el reino de Dios a los hombres, lo que debemos hacer también nosotros como Su Iglesia.
Aplicación práctica:
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