Objetivo:
Ayudar al jóven a
Aprovechar la angustia de nuestra condición actual, andando por fe y no por
vista, llevando una vida que agrade a Dios.
Versículo a
Memorizar:
“porque por fe
andamos, no por vista” 2 Corintios 5:7
Introducción:
18 no mirando nosotros las cosas que
se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas.
En el
versículo anterior el Espíritu Santo por medio de Pablo nos instruyó en donde
poner nuestra mirada como dijo en 2 Corintios 4:18 no mirando nosotros
las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son
temporales, pero las que no se ven son eternas. Jesucristo y Sus promesas son el objeto de nuestra
atención todo el tiempo y ese hará que las tribulaciones que tuvieramos en esta
tierra sean leves y temporales, la razón de poner nuestra mirada en Jesús es la
que Pablo desarrollará en los siguientes versículos.
Desarrollo:
1 Porque sabemos que si nuestra morada
terrestre, este tabernáculo (Choza, residencia temporal), se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de
manos, eterna, en los cielos.
La razón por
la que pondremos nuestra mirada en lo que no se ve que es eterno, es porque
sabemos; tenemos un conocimiento de lo que la Biblia dice a cerca de que este
cuerpo temporal se quedará en esta tierra, pero en el cielo tendrémos un cuerpo
glorificado como el que el Señor Jesus tiene.
2 Y por esto también gemimos (estar en aprietos, suspirar con
angustia), deseando ser
revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
Este no es el
gemido de quien sufre por las circunstancias externas, propias de la
persecución por causa de la justicia, sino por las internas, propias de
una naturaleza caída, incapaz de agradar a Dios por si misma.
3 pues así seremos hallados vestidos,
y no desnudos.
Aquellos en
quienes habita el Espíritu de fe, tienen la esperanza de un revestimiento
inmediato (resurrección), doctrina Escritural y firme, que echa por tierra las
falsas enseñanzas del limbo y del purgatorio. (1 Co. 15:51-54) (Mt. 22:31) (He.
9:27)
4 Porque asimismo los que estamos en
este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados,
sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Ahora tenemos
un cuerpo terrenal y un alma y espiritu que viven dentro de el, cuando dejemos
este cuerpo no andaremos “desnudos” “vagando” por alli, sino que se nos dara un
cuerpo celestial para que estemos “vestidos” y cuando eso pase, la vida eterna
absorvera la parte mortal y ya nunca mas volveremos a morir.
5 Mas el que nos hizo para esto mismo
es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
Este fue el
propósito de Dios al crear a la humanidad, que fueran salvados por Cristo y que
tuvieran un cuerpo celestial o glorificadocomo el que El tiene, y como arras;
es decir como “garantia” de que el nos dara un cerpo glorificado que pueda
estar en la presencia de Dios para siempre nos ha dejado a Su Espíritu viviendo
dentro de nosotros.
6 Así que vivimos confiados siempre,
y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del
Señor.
Esa “garabtia”
nos ayuda a estar confiados siempre, a no dudar y ahnelar tener ese cuerpo glorificado que nos
permita estar presentes con el Señor todo el tiempo.
7 (porque por fe andamos, no por
vista);
Esta
convicción no es en base a los que vemos en este mundo, ni a las obras que
pudieramos hacer, sino que esta basada a la fe en Jesucirsto que nos dio vida,
nos santifica, y nos glorificara cuando fuere tiempo.
8 pero confiamos, y más quisiéramos
estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
Debido a esa
confianza, quiseramos ya estar disfrutando de estar en la presencia del Señor,
no es un ahnelo a morir, sino a estar de regreso a casa con nuestro Señor
Jesucristo.
9 Por tanto procuramos también, o
ausentes o presentes, serle agradables.
Pero mientras
eso sucede, debemos procurar, esforzarnos en serle agradables a Dios en este
cuerpo terrestre mientras se nos da el celestial.
10 Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Y
la razón del porque esforzarnos en agradar a Dios, es que habrá un momento
donde rendiremos cuentas de nuestras obras a Jesucristo, aquí se llama “el
tribunal de Cristo”, no será para deteminar nuestra salvación ya que esa nos ha
sido dada ya por Gracia, sino será para determinar en base a nuestras obras
aquí en la tierra, las recompensas que nos dará, por tanto seamos santos como
El es Santo
Aplicación Práctica: Saber que con esta naturaleza pecadora no agraderemos a Dios, por lo tanto debemos siempre andar por fe y no por vista, ya que es solo por la fe que seremos agradables a Dios como dice Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
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