Objetivo:
Ayudar al jóven a
entender que es llamado a ser el templo de Dios viviente, perfeccionando su
santidad en el temor de Dios.
Versículo a
Memorizar:
“Así que,
amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de
carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2 Corintios 7:1
Desarrollo:
14 No os unáis en yugo desigual con
los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?
¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
15 ¿Y qué concordia Cristo con
Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
El Yugo es
el instrumento de madera con que se unen los animales para el trabajo. A dos
bueyes que trabajan aunados, unidos por un yugo, se denomina yunta.
En en el
AT dice en Deuteronomio
22:10 No ararás con buey y
con asno juntamente. Lo interesante es que el Buey es animal limpio y
el Burro no (Lv 11) y no dice que no tengas burros o no los uses, solo que no
los juntes en yugo (para arar o trabajar), ya que no solo son 2 especies
diferentes, sino que a ojos de Dios uno es limpio y el otro inmundo.
Pablo nos muestra 5 contrastes agudos entre los santos
(creyentes) y los incrédulos (perdidos) cuando estos se unen en yugo
1. Justicia - injusticia
2. Luz - tinieblas
3. Cristo - Belial (Satanás)
4. Fe (creyente) - carencia de fe (incrédulo)
5. Templo del Dios viviente - ídolos
Esta
“unión desigual” sobre la que Dios nos advierte puede ser en relaciones
sentimentales como novio, novia, o esposo o esposa, pero también financieras
como asociarse para poner un negocio o empresa, y aún llega hasta las amistades
y relaciones cotidianas donde las personas comienzan a “caminar” juntas a hacia
un mismo lado.
16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo
de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como
Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi
pueblo.
Ya
Pablo había mencionado en 1 Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros? Que somos templos del Espíritu de Dios. el
reino de Dios no es una ciudad, sino es el lugar donde mora el Espíritu Santo
de Dios. Cuando recibimos a Jesús como Señor y Salvador su Espíritu viene a
morar en nuestro corazón y nos convertimos en portadores del Dios viviente, es
decir en su templo.
17 Por lo cual, Salid de en medio de
ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
Por
lo cual, es decir; debido a que somos templo del Espíritu del Dios viviente,
entonces:
1)
Salir de esos yugos desiguales.
2) Apartarse
de ellos
3)
No tocar lo inmudo (sucio)
18 Y seré para vosotros por Padre, Y
vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Y entonces
vienen las promesas de Dios, que tendrémos una relación con Dios como nuestro
padre y nosotros como Sus hijos.
1 Así que, amados, puesto que tenemos
tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Asi que, es
decir: debido a esas promesas.
1)
Limpiarse de toda contaminación de carne
2)
Limpiarse de toda contaminación de espíritu
3)
Perfeccionarse en la santidad en el temor de Dios
El temor de Dios es saludable; consiste en un sentimiento de profunda reverencia hacia el
Creador, y es un temor sano de
desagradarle por el aprecio que se tiene a su amor leal y bondad, y debido
también al reconocimiento de que es el Juez Supremo y el Todopoderoso.
Aplicación Práctica: Evaluar
nuestras “uniones” (yugos) y en caso de encontrarnos en una relación desigual,
Salir de ella, apartarnos y no volver a tenerla, y al mismo tiemo continuar
limpiándonos de toda contaminación de carne y de espíritu, procurando la
santidad en nuestras vidas icrementando nuestro temor de Dios.
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