Objetivo: Ayudar
al jóven a dar gracias a nuestro Dios por Su fidelidad, que a pesar de nuestras
tinieblas, hace resplandecer en cada momento la luz de Su amor en nuestros
corazones.
Versículo a memorizar: “Aconteció
cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a
mi lugar, y a mi tierra.” Génesis 30:25
Introducción: En el capítulo
anterior vimos que Jacob trabajo 7 años para poder casarse con Raquel a quien
amaba, pero su tio y suegro Labán lo engaño el dia de la boda, dándole a su
hija mayor Lea por esposa, y una semana después de dio a Raquel con el acuerdo
de que se quedara a trabajar otros 7 años mas para él.
Lea fue
la primera que tuvo hijos que fueron Rubén <ver,
un hijo>, Simeon <Oir>, Leví <unir> y Judá <Alabanza>
y en éste capítulo veremos que en un periodo de 7 años, Jacob tendrá en
total 11 hijos y una hija que nacerán en Padam-haran donde se encuentran,
después Jacob tendrá a su último hijo que se llamará Benjamín <a mi diestra> una vez que regrese a su tierra
en Canaán.
Desarrollo:
Vs. 1-5. Las mujeres de Jacob
1 Viendo Raquel que no
daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o
si no, me muero.
A pesar
de que Raquel era mas hermosa que su hermana, esta vez tuvo celos de ella
porque Lea estaba dando hijos a Jacob y ella no. La envidía de cualquer tipo
nunca es buena, solo deja contaminado el corazón y aquí vemos a Raquel incluso
pensando en querer morirse si no tuviera hijos y reclamándole a Jacob por ello,
en lugar de hacerle como Rebeca que tampoco podía tener hijos y le pidio a su
esposo Isaac que fuera con Dios y orara para poder concebir (Gn 25:21).
2 Y Jacob se enojó contra
Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?
Jacob
se molesta ya que entiende que el no tiene la culpa de que Raquel no tenga
hijos, el ya ha comprobado con los 4 hijos de Lea, que el no es el de el
problema por lo que concluye que es Dios el que le ha impedido tener hijos y
ciertamente fue Dios quien por un tiempo no le dejo tener hijos (Gn 29:31)
3 Y ella dijo: He aquí mi
sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también
tendré hijos de ella.
4 Así le dio a Bilha su
sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella.
5 Y concibió Bilha, y dio
a luz un hijo a Jacob.
Raquel
en su desesperación, hace lo mismo que Sara, al ofrecerle a su sierva por mujer
a Jacob, en esa cultura y en esa época, esta práctica era algo normal y
aceptado, y de hecho cuando la sierva daba a luz, la ama recibía al hijo y era
considerado como hijo legitimo de la ama. Sin embargo eso nunca ha estado en el
plan de Dios que desde el principio ha establecido que el matrimonio sea
solamente entre un hombre y una mujer (Gn 2:24)
Vs. 6-24. Los hijos de Jacob
6 Dijo entonces
Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó
su nombre Dan <juicio>.
7 Concibió otra vez
Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.
8 Y dijo Raquel: Con
luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre
Neftalí <luchas, contiendas>.
Raquel
al igual que su hermana Lea cuando tuvo hijos, los fue nombrando de acuerdo a
las circustancias en las que ellos nacían, y así es que nombro a los 2 hijos
que Jacob tuvo con su sierva Bilha.
9 Viendo, pues, Lea,
que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por
mujer.
10 Y Zilpa sierva de
Lea dio a luz un hijo a Jacob.
11 Y dijo Lea: Vino
la ventura; y llamó su nombre Gad <bienaventurado>.
12 Luego Zilpa la
sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob.
13 Y dijo Lea: Para
dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser <dicha, felicidad>.
Lea ya
no estaba teniendo hijos de Jacob, pero observó que Raquel le había ofrecido a
Jacob por esposa a su sierva Bilha, por lo que Lea hizo lo mismo con su sierva
Zilpa la cual le dio 2 hijos más a Jacob y Lea también los nombro de acuerdo a
las circunstancias de su nacimiento.
14 Fue Rubén en tiempo de la siega (cosecha) de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea
su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu
hijo.
Rubén
para esta época tendría quizá unos 5 años de edad y era aproximadamente el mes
de mayo que es cuando se cosecha el trigo en esa tierra del oriente.
Las
mandrágoras son una planta que tiene fruto y raíz que se creía en ese tiempo
que ayudaba a la fertilidad, es decir; a poder tener hijos, por eso es que
Raquel, que no ha podido tener hijos, le ruega a su hermana que le de algunos
de los que ha encontrado Rubén.
15 Y ella respondió:
¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las
mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las
mandrágoras de tu hijo.
Lea
muestra molestia de que su esposo Jacob, al parecer solo se quedaba a dormir en
casa de Raquel y a Lea ya no la visitaba de allí su reproche de que Raquel le
haya “tomado a su marido”, pero le hace una oferta, Lea le ofrece las
mandrágoras a cambio de que Raquel no impida que Jacob duerma esa noche en cada
de Lea.
16 Cuando, pues,
Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí,
porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con
ella aquella noche.
17 Y oyó Dios a Lea;
y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.
A Lea
si le resulto el plan, ya que esa visita de Jacob a su casa termino en que ella
se embarazara y diera a luz a su 5º hijo de Lea, que sería el 9º para Jacob.
18 Y dijo Lea: Dios
me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su
nombre Isacar <recompensa>.
19 Después concibió
Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.
20 Y dijo Lea: Dios
me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a
luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón <morar,
habitar>.
21 Después dio a luz
una hija, y llamó su nombre Dina <juicio>.
Lea
entonces tiene su 6º hijo y una hija y a todos les sigue poniendo nombre en
base a las cosas que ella esta viviendo cuando da a luz.
22 Y se acordó Dios
de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.
23 Y concibió, y dio
a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta (deshonra);
Raquel
había confiando en la Mandrágoras que no le habían servido de nada, pero Dios
muestra su fidelidad, se acuerda de ella, y le concede un hijo.
24 y llamó su nombre
José <Dios, añada>, diciendo: Añádame
Jehová otro hijo.
Raquel
seguramente se encuentra muy contenta, pero no esta satisfecha, no tiene
contentamiento, ya que apenas acaba de tener un hijo y quiere que Dios le añada
otro mas.
Vs. 25-43. La heredad de Jacob
25 Aconteció cuando
Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi
lugar, y a mi tierra.
26 Dame mis mujeres y mis
hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los
servicios que te he hecho.
Cuando
Jacob tiene su 11º hijo varón, pero el 1º de su amada Rebeca, quiere regresar a
su tierra, en Canaán, además debido a que ya se habían cumplido los otros 7
años de trabajo que había a cordado con Labán por Rebeca.
27 Y Labán le respondió:
Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha
bendecido por tu causa.
28 Y dijo: Señálame tu
salario, y yo lo daré.
Labán
se ha dado cuenta de que ha sido prosperado en sus bienes, y que esa
prosperidad viene por tener a Jacob trabajando con él, por lo que trata de
retenerlo ofreciéndole un sueldo que el mismo Jacob escoga.
29 Y él respondió: Tú
sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.
30 Porque poco tenías
antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con
mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?
Para Jacob
es también claro que la riqueza que ahora tiene Labán se debe a que Dios ha
bendecido a jacob en su trabajo, pero como 11 hijos varones y 1 mujer ahora
quiere trabajar para su propia casa, es decir; para hacer una herencia que
dejarle a sus hijos.
31 Y él dijo: ¿Qué te
daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a
apacentar tus ovejas.
32 Yo pasaré hoy por todo
tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y
todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre
las cabras; y esto será mi salario.
33 Así responderá por mí
mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere
pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha
de tener como de hurto.
34 Dijo entonces Labán:
Mira, sea como tú dices.
Jacob
rechaza solo trabajar por un salario, y le hace una contra oferta a Labán que
consistía en quedarse con los animales de bajo valor, aquellos que estuvieran
pinatadas, que tenían manchas, que eran oscuras, es decir; las que casi no
tenían valor, a lo que Labán acepto gustoso.
35 Y Labán apartó aquel
día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y
salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las
de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.
36 Y puso tres días de
camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.
Sin
embargo Labán que se ha caracterizado por ser un engañador, no dejó que Jacob
apartara a esos animales como él había dicho (v32) sino que Labán mismo fue ese
mismo dia y aparto a todos los animales pintados, manchados y oscuros, para que
no se repodujeran y le dieran ganancia a Jacon y se los dío a sus hijos y los
puso a mucha distancia de Jacob que apacentaría el ganado de Labán.
37 Tomó luego Jacob varas
verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras
blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
38 Y puso las varas que
había mondado (limpiado) delante del ganado, en
los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las
cuales procreaban cuando venían a beber.
39 Así concebían las
ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados
de diversos colores.
40 Y apartaba Jacob los
corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro
del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de
Labán.
41 Y sucedía que cuantas
veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante
de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas.
42 Pero cuando venían las
ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las
más fuertes para Jacob.
Jacob usa una estrategía para producir animales rayados, pintados y
salpicados con lo que producía mucha ganancia para el y poca para Labán, sin
embargo es Dios mismo el que produjo que esos animales nacieran así como se lo
dice más adelante en Génesis 31:11-12 11Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob.
Y yo dije: Heme aquí. 12Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a
las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo
lo que Labán te ha hecho.
43 Y se enriqueció el
varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Dios entonces produjo que Jacob prosperara en sus
bienes muchísimo.
Aplicación Práctica:
Observar la fidelidad de Dios para con los Suyos,
ya que vemos en esta familia de Jacob en la que hay celos, enojos, luchas,
malas decisiones y que a pesar de todo eso; Dios hace resplandecer en cada
momento la luz de Su amor en sus vidas y eso mismo puede hacer Dios en las
nuestras.
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