Objetivo: Ayudar al Jóven a identificarse con el pueblo de Dios,
en la necesidad de crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro SEÑOR.
Versículo a memorizar: “iremos, pues,
ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios al SEÑOR
nuestro Dios” Éxodo 5:3
Introducción: Moisés ha estado
hablando con Dios en la zarza que arde sin quemarse, y cree que el pueblo de
Israel no creera que Dios se le ha aparecido, por lo que Dios le da dos Señales
y una acción para ellos:
1)
La vara de pastor que se convierte en serpiente y se vuelve a convertir en vara
de pastor. Que probablemente representa como Cristo, siendo el Buen Pastor, se
vistió de hombre y fue a la cruz tomando sobre si el pecado del mundo (como
serpiente en un madero) pero resucitó y regresó a su función del Buen Pastor.
2)
La Mano que al ponerla en el pecho
(corazón) se pone, leprosa y al ponerla de nuevo se vuelve carne normal. Que quizá
represente como cuando nuestra mano toca nuestro corazón de piedra, leproso (en
pecado), está lleno de llagas, pero debido al Pastor/Serpiente/Pastor podemos
volver a poner la mano en el corazón y ahora tener un corazón de carne, limpio por
la sangre de nuestro Señor.
3)
El agua convertida en sangre que NO se
regresa a agua. Esta ya no es una señal, sino la manifestación del juicio de
Dios para aquellos que rechazaron al pastor y su corazón se quedó leproso, el
agua que representa la vida, se convierte en sangre, es decir en juicio y esa
sangre ya no regresa a ser agua.
Finalmente
Moisés junto con su hermano Aarón que Dios le ha mandado para que vayan juntos,
se presentan ante los hebreos y creen a sus palabras y obras, pero aún les falta
presentarse ante el Faraón.
Bosquejo:
Vs. 1-5. Encontrados
1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y
le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme
fiesta en el desierto.
Presentarse
delante del Faraón no ha de haber sido una tarea fácil, ya que no tienes acceso
directo al rey de un imperio, sobre como lo lograron la Biblia no nos da
detalles, pero finalmente pudieron dar al Faraón el mensaje de parte de Dios.
2 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su
voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.
Faraón
conocía muchos dioses, de hecho el mismo se consideraba como un dios, por lo
que en forma despectiva dice que no sabe quien es el Dios de Israel, que no le conoce
y por lo tanto que no le obedecerá.
3 Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado;
iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos
sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o
con espada.
Moisés
y Aarón le dicen que es el Dios de los hebreos y con su respuesta le indican
que no han venido a perdirle permiso al Faraón, sino a avisarle lo que su Dios
les ha mandado hacer, y que en caso de no obedecerle, plagas o muerte puede
llegarles, este presagio se cumplira con las plagas que Dios mandará a Egipto
como pestes y aún la de la muerte del primogénito de todo Egipto.
4 Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por
qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.
5 Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es
ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.
Las
preocupaciones de Faraón era claras; que eran muchos los hebreos, y que al
dejarlos ir al desierto, dejarían de hacer el trabajo de construir ladrillos
que estaban usando para edificar las ciudades de almacenaje de Pitón y Rameses.
Vs. 6-14. Asediados
6 Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del
pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo:
7 De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer
ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja.
8 Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían
antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la
voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.
Faraón
no dejó pasar más tiempo, ese mismo día, quizá aun con mucha molestia, les dio
instrucciones a los encargados de los hebreos que incrementaran el trabajo de
lo hebreos, ya que consideraba que el querer ofrecer sacrificios a su Dios era
ocio, es decir; una perdida de tiempo.
9 Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en
ella, y no atiendan a palabras mentirosas.
Faraón
consideraba las Palabras de Dios, dichas por Moisés y Aarón como mentirosas.
10 Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces,
hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.
11 Id vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada
se disminuirá de vuestra tarea.
12 Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de
Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja.
La
carga de trabajo hizo que en lugar de paja para los tabiques, usaran rastrojo
que es como hojas secas, que no produciría tabiques de la misma calidad que la
paja, por lo que bajo la calidad debiso a la alta presión de producción que les
pusieron los egipcios.
13 Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad
vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja.
14 Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los
cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis
cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?
Los
cuadrilleros (encargados de cuadrillas o grupo de gentes) que eran Egipios,
presionaban a los capataces hebreos e incluso les golpeaban para que terminaran
el trabajo asignado.
Vs. 15-21. Equivocados
15 Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y
se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?
16 No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced
el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el
culpable.
Quizá
los capataces no creían que una orden así viniera del Faraón, pensaban que a lo
mejor eran los cuadrilleros que lo habían inventado ya que a ellos son los que
los culpan de la desagradable situación en la que se encuentran, pero en lugar
de clamar a Dios por ayuda, prefireron equivocadamente negociar con el Faraón.
17 Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso
decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová.
18 Id pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis
de entregar la misma tarea de ladrillo.
19 Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en
aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la
tarea de cada día.
Faraón
les confirmó que esa orden había salido de él y que la situación no cambiaría
nada, lo que produjo en los capataces una terrible aflicción o tristeza.
20 Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista
de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,
21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues
nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la
espada en la mano para que nos maten.
La
aflicción de los capataces termina en molestia para con Moisés y Aarón,
echándoles a ellos la culpa de la situación y aún deseando que Dios los juzgara
por tales hechos.
Vs. 22-23. Equivocados
22 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por
qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?
23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu
nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.
A
diferencia de los capataces, Moisés viendo lo difícil que estaba la situación
del pueblo se había agravado mucho, hizo lo acertado, oró al SEÑOR, mostrándole
sus dudas e inquietudes, ya que hasta ese momento él no entendía bien los
tiempos en el plan de Dios.
Aplicaciones Prácticas:
1)
Dios siempre nos encuentra, nosotros no le buscamos, Dios
siempre toma la iniciativa de venir a
los suyos
2)
Una vez que Dios te encuentra y te revela quién es Él,
quieres conocerle mas y adorarle, pero el mundo, representado en Faraón se pone
en tu contra, considera que eso es solo una perdida de tiempo.
3)
El mundo sin Dios al igual que Faraón ponen en duda la
veracidad de la Palabra de Dios, y la llaman palabras mentirosas, aunque para
los hijos de Dios es nuestro gozo.
4)
Cuando tengas problemas, no vayas primero a tratar de
negociar con el mundo como lo hicieron los capataces de los hijos de Israel,
sino ve primero con Dios, como lo hizo Moisés, Dios siempre inclina su oido a
la necesidad de sus hijos.
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