Friday, May 4, 2018

Éxodo 4 Señales de Redención


Objetivo: Ayudar al Jóven a regocijarse al identificar a nuestro Señor y Salvador, a través de estas maravillosas señales de redención.

Versículo a memorizar: “Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.” Éxodo 4:11-12.

Introducción: Moisés había vivido 40 años en Madian donde se caso con Séfora y tuvo 2 hijos, siendo de 80 años y pastoreando el rebaño de su suegro Jetro, Dios se le aparece en medio de una zarza ardiendo que no se consumía y lo llama para que vaya a su pueblo Israel y los liberte de la mano del Faraón de Egipto, Moisés comienza con dudas y Dios amorosamente le va costestando tus inquietudes, mismas que continuan en este capítulo.

Bosquejo:
Vs. 1-9. Las señales.
1 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
Dios le había dicho que los ancianos de Israel si oirían su voz, y Moisés mostrando falta de fe, contradice a Dios diciéndole que no lo harían.

2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
Dios animará a Moisés a que vaya a hacer lo que le ya le ha encargado y le proverá de dos señales para el pueblo y para el Faraón, comienza preguntándole lo que trae en la mano, que era una vara de pastor. Dios siempre usará lo que tengas a la mano para mostrar su poder y deidad.

3 El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.
Sin duda Moisés se impresionó de ver este milagro y el hecho de que huyera de la culebra nos confirma que era una serpiente real.

4 Si dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.
5 Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Dios le da instrucciones muy precisas a Moisés de tomar a la serpiente por la cola, lo que no era la forma en que se estila tomarlas, ya que al sujetarlas por la cola, se pueden voltear y morder, pero Moisés obedece y la culebra se convirtió en vara de pastor una vez mas.

Esta primera señal pudiera representar a Cristo, siendo el Buen Pastor, se vistió de hombre y fue a la cruz tomando sobre si el pecado del mundo (como serpiente en un madero) pero resucitó y regresó a su función del Buen Pastor.

6 Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.
Otra señal era la misma mano de Moisés que metía a su pecho y se convertia en una mano leprosa y al meterla de nuevo se vuelve carne normal.

Esta segunda señal, pudiera mostar como cuando nuestra mano toca nuestro corazón de piedra, leproso (en pecado), lleno de llagas, pero debido al Pastor/Serpiente/Pastor podemos volver a poner la mano en el corazón y ahora tener un corazón de carne, limpio por la sangre de nuestro Señor.

8 Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.
Moisés estaba siendo enviado con dos señales podigiosas para mostar y que evidenciara que Dios si se le había aparecido.

9 Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.
Dios le dice que si no creyeren a esas dos señales anteriores, hicera una acción mas, tomar agua del rio y vertirla en tierra, y esta se convertiría en sangre, pero esta vez esa sangre no se regresaría a ser agua.

Este acto ya no es una señal, sino la manifestación del juicio de Dios para aquellos que rechazaron al Pastor y su corazón se quedó leproso, el agua que representa la vida, se convierte en sangre, es decir en juicio; y esa sangre ya no regresa a ser agua.

Vs. 10-17. La promesa.
10 Entonces dijo Moisés a Jehová: !!Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
Moisés ha sido milagrosamente equipado para llevar a cabo la misión que Dios le dio, sin embargo Moisés ahora pone de pretexto que no es muy elocuente para llevar a cabo la tarea.

11 Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?
12 Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
Dios le hace preguntas retóricas a Moisés que implican que si Dios hizo la boca de los seres humanos, el puede hacer hablar a la boca de Moisés como el quiera, y le promete que así será.

13 Y él dijo: !!Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.
Moisés no teniendo mas pretextos que ponerle al Señor, simplemente le pide que envie a alguien mas para sacar a su pueblo de Egipto.

14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.
Dios termina enojado con Moisés y le proveerá a Aarón quien es el hermano mayor de Moisés, que si es elocuente en el hablar y le dice que se sumara a este proyecto con alegría.

15 Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.
16 Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.
Dios le dice a Moisés que el hecho de que le mandara a su hermano Aarón, no es para sustituirlo, ya que Dios le hablara a Moisés y Moisés se apoyara en Aarón, y que a pesar de que Aarón si habla bien, aún así Dios tendrá que estar en la boca de ambos, ya que la mejor elocuencia no sirve de nada si no es acompañada de la voluntad de Dios.


17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
Por último, Dios le instrute a Moisés que no vaya a olvidar llevar la vara para hacer las señales que le ha dado.

Vs. 18-31. El resultado.
18 Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz.
Moisés decide obedecer, regresa con su suego y le dice que quiere regresar con sus hermanos a Egipto, pero no le cuenta nada de lo que Dios le ha encargado, mas bien argumenta que quiere ir a ver si sus hermanos viven. Jetro lo deja ir en paz.

19 Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte.
Moisés probablemente estaba temeroso de emprender el viaje a Egipto ya que cuando salió huyendo de allí, 40 años atrás, lo querían capturar para matarlo, pero Dios se encarga de decirle a Moisés que ahora es el tiempo de regresar ya que habían muerto todos los que antes querían matarlo.

20 Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.
Moisés se había casado con Séfora y habían tenido a dos hijos, Gersón y Eliezer, mismo que los toma consigo para emprender el viaje a Israel.

21 Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.
22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
Dios le adelanta a Moisés que el mismo endurecerea el corazón de Faraón y que eso provocara que no deje ir a su pueblo, y le pide que le advierta que como Dios considera al pueblo de Israel como su primogénito, entonces matará al primogénito de Faraón por no dejarlo ir.

24 Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.
25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.
26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.
Estos tres versículos son misteriosos, parece ser que Moisés no había circuncidado a uno de sus dos hijos y eso provocó que Dios le quisiera matar, quizá con una enfermedad de muerte o de alguna forma que no le permitía hacer la circuncisión el mismo, por lo que su esposa Séfora la tuvo que hacer tomando un cuchillo y circuncidando al hijo.

Dios quiere mostrarle a Moisés que si el va a pedir al pueblo de Israel que obedezcan a Dios, debería primero obedecer Moisés en todo lo que Dios ya había mandado y el tema de la ciruncisión ya se lo había encargado a Abraham en Génesis 17 y le había pedido que su descendencia lo siguiera haciendo como una señal del pacto que Dios había hecho con ellos.

27 Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó.
28 Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado.
29 Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel.
Mientras tanto Dios instruyó a Aarón que fuera al encuentro con Moisés en el desierto, y los hace encontrarse exactamente en el monte Horeb (monte de Dios), y es Moisés entonces le puede contar todo lo que Dios le ha dicho en el mismo lugar donde habeian pasado los hechos y prosiguieron a obedecer a Dios al ir u reunir a los ancianos de Israel.

30 Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo.
31 Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
El resultado de todo esto fue que el pueblo creyo, se inclinaron y adoraron a Dios


Aplicación Práctica:

1)    Regocijarse a través de las maravillosas señales de redención que Dios le dio a Moisés
2)    Que no debemos de poner pretextos cuando Dios nos manda a hacer una tarea, ya que El siempre nos va a equipar para llevarla a cabo.
3)    Que Dios usara lo que tengas a la mano para poder mostrar su poder.
4)    Que el resultado de obedecer a Dios, producirá adoración a Dios.

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