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Versículo a memorizar: Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. Lucas 5:28
Introducción: La sanidad del paralítico en Capernaum, es la que precede este relato, al que bajaron por el techo de la casa donde Jesús estaba enseñando, y donde Jesús mostró su autoridad no solo sobre la enfermedad, sino su autoridad para perdonar pecados, reconfirmado su deidad.
Desarrollo:
Vs. 27-29 Rendirse a Cristo cambia mis prioridades
27 Después de estas cosas salió, y vio a un publicano (recaudador de impuestos) llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos (donde cobraba los impuestos), y le dijo: Sígueme.
Después de estas cosas salió. Marcos relata que después de salir de la casa, presumiblemente de Pedro, donde estaba enseñando y donde sano al paralítico que le bajaron por el techo, Jesús salió al mar de Galilea, donde había llamado a sus primero 4 (cuatro) discípulos (Mr 1:16); es decir, a Simón Pedro, Andrés, Juan y Jacobo; y de acuerdo al Evangelio de Juan (Jn 1:35-51) también había llamado a Felipe y a Natanael, y es allí donde continuó enseñando a la gente que venía a Él como dice Marcos 2:13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba, ya que ese era su ministerio principal (Lc 4:43-44)
Y vio a un publicano. Era un cobrador de impuestos, ellos eran “contratistas” que compraban el “derecho de recaudación” sobre importaciones y exportaciones mediante el pago de una suma de impuestos que el gobierno requería y a partir de allí, lo que recaudara de más, era para él. Los publicanos judíos eran considerados como traidores, ya que se habían puesto al servicio del imperio Romano para cobrar tributos de sus mismos familiares y compatriotas, y además los consideraban como apóstatas, ya que habían renunciado a las promesas que Dios había dado a los padres, como consecuencia, los rabinos los habían excluido de sus sinagogas y de la vida religiosa de Israel es por esta razón se veían en la necesidad de buscar la compañía de otros notorios pecadores, y frecuentemente eran asociados con las prostitutas.
En la época de Juan el Bautista, algunos publicanos se bautizaron en el arrepentimiento para perdón de sus pecados y confesaron sus pecados, Juan les avisó seriamente a cerca de los abusos que cometían como dice Lucas 3:12-13 12Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado, con eso, Juan el Bautista enseñó que no había nada malo en la recaudación de impuestos a favor del poder imperial; el mal radicaba en el abuso, en el fraude y la extorsión que los publicanos practicaban, oro ejemplo conocido es Zaqueo, que de hecho, era Jefe de los Publicanos (Lc 19:2) y que cuando Jesús lo alcanzó, no dejó su profesión, sino que dejó las malas prácticas que hacía y más bien promovió la restitución de lo dañado.
Llamado Leví. Leví, era Hijo del Alfeo (Mr 2:14), y su nombre significa “que une a los suyos”, se cree que es el mismo que aparece en los evangelios como Mateo, que significa “regalo de Dios”, y sería el mismo que escribe el evangelio que lleva su nombre.
Sentado al banco de los tributos públicos. Cuando Jesús vio a Leví/Mateo, tenía su banco; es decir, su puesto de tributos públicos, allí en Capernaum, junto al mar de Galilea, todos los publicanos de allí estaban servicio de Herodes Antipas (Tetrarca de Galilea y Perea e Hijo de Herodes el Grande). Capernaum junto con Cesarea y Jericó eran los principales puestos de recaudación debido a su ubicación geográfica, siendo pueblos fronterizos y también centros aduaneros de comercio de caravanas entre Siria y Egipto, (Incluido el Mar Mediterráneo para transporte por barco a otros países).
Y le dijo: Sígueme. Una sola palabra basto para transformar la vida de Leví/Mateo, quien quizá, desde su puesto de trabajo, había observado en varias ocasiones a Jesús mientras predicaba o sanaba enfermos, desde allí, veía como las multitudes ansiosas venían a Capernaum con aquella gran variedad de enfermos y endemoniados, a los que Jesús concedía alivio inmediato.
Quien le hacía este llamado no era como los grandes rabinos, quienes rechazaban y menospreciaban a los publicanos. Leví/Mateo no se sentía rechazado por él, por el contrario, es muy probable que más bien le cautivaba la persona de Cristo, de hecho, esa sola palabra de “sígueme”, le penetro en su corazón y su conciencia.
28 Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. A pesar de todo el dinero que hubiera podido ganar, seguía habiendo un gran vacío en su corazón que necesitaba llenar, quizá lo había intentado llenar de muchas otras maneras, así que, cuando Jesús le llamó a seguirle, respondió inmediatamente a ese llamado irresistible de Dios, dejándolo todo.
Mateo/Leví abandonó su lucrativo negocio y tuvo que confiar en que Dios proveería para sus necesidades. Este “dejar todo” para él tenía más implicaciones que lo que dejaron los 4 (cuatro) pescadores llamados anteriormente, ya que, si algo no salía bien, todavía era posible para Simón, Andrés, Jacobo y Juan dedicarse a la pesca otra vez, pero para Leví/Mateo, regresar a su trabajo anterior era imposible, por lo que su sacrificio fue total, quizá debido a eso, él fue el único de los escritores de los evangelios que registro la parábola del tesoro escondido como dice Mateo 13:44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
El llamado de Leví/Mateo muestra la gran misericordia de Dios, y nos enseña que nadie está fuera del alcance de la salvación. Leví/Mateo no fue solo uno de los apóstoles que siguió a Jesús y que escribió un evangelio, sino también, era el mismo una evidencia de la gracia divina manifestada en Cristo.
Ese llamado fue también una prueba para los otros discípulos, y en especial para Pedro, Andrés, Jacobo y Juan, que eran pescadores en esa zona, y seguramente tuvieron que pagar muchos impuestos injustos a Leví/Mateo.
Aplicación Práctica: El pasado de las personas no debe afectar el vernos como hermanos y obedecer el mandato de Dios de amarnos uno a otros, ya que como dice 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
29 Y Leví le hizo gran banquete (gran fiesta) en su casa; y había mucha compañía de publicanos (recaudadores de impuestos) y de otros que estaban a la mesa con ellos.
Lucas no entra a mucho detalle, pero parece indicar que Leví, estando muy contento, puso su casa y su dinero a la disposición del Señor, y organizó una gran fiesta, para tener una oportunidad de presentarle a sus compañeros de trabajo y a otras personas a Jesús, con la esperanza de que ellos también le pudieran conocieran personalmente como su Señor.
Vs. 30-35 Resistir a Cristo encubre mi condición
30 Y los escribas (maestros de la ley) y los fariseos murmuraban (criticaban) contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos (recaudadores de impuestos) y pecadores?
Los Escribas. Eran copistas de las Escrituras hebreas, muy cuidadosos en su trabajo, que con el transcurso del tiempo se hicieron eruditos en doctrina bíblica y en interpretaciones rabínicas; la gente les tenía mucho respeto y los consideraba como “Maestros de la ley”, y eran quienes enseñaban en las sinagogas los días de reposo. Por lo general, pertenecían a la secta de los Fariseos aunque también había algunos de la secta de los Saduceos.
Y los Fariseos. Eran una secta (partido religioso) muy importante del judaísmo en días de Jesús (otras sectas eran los Saduceos, los Esenios y los Celotes). La palabra, "fariseo", significa "separado", y al principio, la idea de estas personas, era la de separarse de todo pecado, y de las cosas que eran impuras ante Dios. Sin embargo, se volvieron terriblemente legalistas. Inventaron una serie de "tradiciones" a las que llamaban "la ley oral", supuestamente con el propósito aclarar cómo guardar la ley escrita dada por Moisés, pero con el tiempo, elevaron sus tradiciones al mismo nivel de la ley de Dios, volviéndose orgullosos; creyendo que ellos podían cumplir la ley y sintiéndose superiores a los demás, se volvieron legalistas; acusando a todos los que no la cumplían y también hipócritas; porque en realidad no la cumplían.
Murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Marcos relata que los vieron comer (Mr 2:16), quizá los vieron por alguna ventana, o los encontraron al salir del banquete y no solo murmuraron entre ellos, sino que los esos Escribas y Fariseos, estaban siempre listos y deseosos de encontrar fallas en Jesús, pero por lo general no era lo suficientemente valientes para criticarle cara a cara, y lo hacían por medio de la murmuración y critica a los discípulos.
En aquellos días, los fariseos ejercían una tremenda influencia sobre la gente, y eran considerados los verdaderos líderes espirituales de Israel y en opinión de los fariseos, predicar a los publicanos era una cosa inútil, ya que creían que para pecadores como los publicanos no podía haber salvación, y comer con ellos era una conducta reprobable, les parecía algo tan malo que los fariseos intentaron destruir la reputación del Señor llamándolo "amigo de publicanos y pecadores" como dice Mateo 11:19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento (a que se vuelvan a Dios).
Aunque la crítica de los religiosos era contra los discípulos de Jesús, Él les respondió directamente para aclararles que cuando estaba cerca con gente de mala reputación, no lo hacía como compañero de maldades, o como dándoos a probación a sus malos hechos, su cercanía con ellos era más bien como la del médico que, sin contaminarse con las enfermedades de sus pacientes, se acerca a ellos a fin de traerles sanidad.
Esa fue una gran respuesta, nadie llamaría a un médico si todos se encuentran bien, el médico solo viene para atender a los que tienen necesidad de médico, a los enfermos. El Señor Jesús afirmó que Él no había venido para llamar a los justos, sino a los pecadores. En aquel día, solamente había allí una clase de personas, pecadores. De ninguna manera había allí algún justo; sin embargo, los fariseos pensabas que ellos sí eran justos.
El pasaje deja en claro que la invitación a la salvación, plena y gratuita, no se ofrece a “los justos”, es decir; a aquellos que se consideran dignos, sino a los que se consideran indignos y que están en gran necesidad. Fueron los pecadores, los perdidos, los desviados, los mendigos, los cargados, los hambrientos y los sedientos a quienes Jesús vino a salvar, llamándoles al arrepentimiento; a que se vuelvan a Dios.
Aplicación Práctica: Debemos de tener cuidado de no tener una conducta de Fariseo, que se cree “Justos y Sano”; más bien, la conducta de un publicano, que se reconoce como un enfermo pecador, y así poder sentarnos a la mesa junto con Jesús, el médico espiritual que no vino a llamar justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
33 Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos (seguidores) de Juan (el bautista) ayunan muchas veces (frecuentemente) y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?
En los otros 2 (dos) evangelios sinópticos, este relato no está inmediatamente después del llamado de Leví, al parecer, Lucas lo pone para enlazar el ataque que los religiosos hacían a Jesús, registrando otra pregunta que parece que le hicieron sobre la conducta de Jesús y sus discípulos en cuando al ayuno y las oraciones.
El ayuno, Es la privación total o parcial de comida y/o bebida durante un tiempo, generalmente por motivos religiosos o de salud, de acuerdo con la ley del Antiguo Testamento, solo se ordenaba un ayuno al año, en el día de la expiación (Yom-Kipur), y generalmente era como un acto de lamento y arrepentimiento. Pero los fariseos, que eran los religiosos en esa época, para mostrar su “espiritualidad” querían hacer más de lo que la ley pedía y promovían dos ayunos voluntarios a la semana, hay registros extra bíblicos que dice que ellos lo hacían los lunes y los jueves, pero lo hacían para que la gente viera que tan “piadosos” eran, y así conseguir el respeto o la admiración de las personas.
Notemos que, aunque los fariseos no estaban de acuerdo con las enseñanzas de Juan el Bautista, en este caso los usaron de ejemplo a sus discípulos para contrastarlos con el comportamiento de Jesús y de sus discípulos que era evidentemente diferente a la religión que ellos tenían.
34 Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están (invitados) de bodas ayunen, entre tanto que el esposo (novio) está con ellos?
Como el ayuno era una expresión de tristeza, el Señor les dice que; así como era ilógico e inapropiado que los invitados a una boda ayunaran durante la fiesta de bodas, donde se debe de mostrar solo gozo y alegría, del mismo modo era inapropiado que sus discípulos ayunaran mientras lo tuvieran a Él.
35 Mas vendrán días (Pero llegará el momento) cuando el esposo (novio) les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán.
Jesús les adelanta que llegaría un día donde ya no estaría con ellos, estaba hablando de la cruz, aunque en esos momentos ello no lo entendían, pero cuando eso pasara, y el esposo les fuera quitado, ahora si pasarían por tiempos de tristeza y les sería necesario ayunar.
Los Fariseos ayunaban para ser vistos por los hombres y causar admiración o respeto por eso, por lo que no era un verdadero ayuno, la Escritura nos dice lo que sí es el verdadero ayuno en Isaías 58:6-7 6¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Aplicación Práctica: Hoy en día, hay cosas que nos consumen mucho tiempo de las cuales haríamos bien en ayudar por un periodo de tiempo para buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas, esas cosas pueden ser los videojuegos, por ejemplo, las redes sociales que tanto tiempo consumen, las series de televisión, etc, que aunque no son pecado en sí mismos, bien podríamos evitarlos por algún tiempo y ocupar ese tiempo en devoción a Dios y en ayuda al prójimo.
Vs. 36-39 Rendirse a Cristo produce una nueva naturaleza
36 Les dijo también una parábola (comparación): Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe (echa a perder) el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza (no queda bien) con el viejo.
La pregunta del ayuno ya se las contesto, pero el Señor entendía que había algo más profundo en sus cuestionamientos, la pregunta de trasfondo, es porque Jesús no encajaba con el sistema religioso de los Judíos, porqué decía ser el Hijo de Dios y no hacía lo que las tradiciones judías indicaban, por eso les presenta dos parábolas, en forma de ilustraciones, para mostrarles que Él no puede ser puesto dentro de ningún sistema religioso existente.
La primera ilustración es sobre un pedazo de tela nuevo cosido a una prenda desgastada o vieja, y es que la tela de esos tiempos era de lino o el algodón, y ambos tienen a encogerse después de que son lavados, por tanto; si se coloca un pedazo de vestido nuevo a un vestido viejo, para empezar no armonizan el uno con el otro, pero además cuando ese vestido sea lavado, el parche nuevo se encogerá y romperá el vestido viejo y la rotura se empeorará como dice Marcos 2:21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
Jesús se presenta como ese pedazo de vestido nuevo, que no puede ser puesto en una religión vieja, no son compatibles, Jesús no venía a ser parte de la religión judía que estaba llena de tradiciones puestas por lo hombres, sino a mostrar el único camino al padre que es Él mismo.
37 Y nadie echa vino nuevo en odres (cueros) viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá (reventará) los odres (cueros) y se derramará, y los odres (cueros) se perderán.
38 Mas (Por eso) el vino nuevo en odres nuevos (cueros) se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.
En aquellos tiempos, al no tener recipientes como los conocemos ahora, usaban las pieles de los animales cosidas, a eso se le llama odres, en ellos ponían el jugo de uva para que se fermentaba y se convirtiera en vino, esa fermentación que generaba gases que hacía que la piel de expandiera.
Si la fermentación la hacían en odres viejos y débiles, al tratar de expandirse, solo conseguirían que éstos se reventaran y se perdiera el vino y el odre.
Jesús se presenta en esta analogía como el vino nuevo, que no puede ser puesto en una religión vieja, sino en los odres preparados para el vino nuevo.
Aplicación Práctica: Jesús no es algo que añades a tu vida y que puedes seguir con tu forma de pensar y de comportarte; Jesús nos hace una persona completamente nueva (2 Cor 5:17), desecha el odre viejo y hace de nosotros un odre nuevo donde poder poner Su Espíritu.
39 Y ninguno que beba del añejo (vino añejo), quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.
Este es el cierre al a ilustración del vino, y con eso les mostrará la razón por la cual están rechazando a Jesús, ellos tienen una religión vieja, llena de ordenanzas de hombre y no de la Palabra de Dios, ese es el equivalente al vino añejo, lleno de legalismo, costumbres y formas que han hecho por mucho tiempo, y cuando Jesús se les presenta como el vino nuevo que pone la gracia de Dios sobre la ley, lo desprecian, porque no quieren cambiar nada de lo que ya tienen y de lo que han hecho por años.
A través de esta parábola, Jesús ilustra claramente que el pacto antiguo de (hacer y merecer) no convive en absoluto con el nuevo pacto de (creer y recibir). (Jer. 31:31-34) (Mr. 14:24) (1 Co. 11:25) (Heb. 8:13) (Heb. 9:15) (Heb. 12:24)
Aplicación Práctica:
Distinguir nuestra condición frente a Jesús, en base a nuestra actitud frente al nuevo pacto.