Dejen que los niños vengan a mí Lucas 18:15-17
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Introducción: Desde que los fariseos le preguntaron a Jesús el cuándo había de venir el reino de Dios (Lc. 17:20), Jesús enseñó a sus discípulos acerca de ese reino que vendrá, pero que también ese reino, donde Él es el rey, ya estaba entre ellos en la persona de Cristo (Lc.17:21), Lucas no ha cambiado de contexto, sigue hablando de lo que Jesús enseñó sobre el reino, de cómo pedirle al Dios justo que nos haga justicia de nuestro adversario, como hacía la viuda al juez injusto (Lc. 18:3), de cómo debe de ser la actitud de reconocimiento de pecado, de no creerse justos delante de Dios y poder orar a Dios para que sea propicio (misericordioso por medio del sacrificio de expiación), como lo hizo con el publicano de la parábola que contó Jesús (Lc. 18:13), y contrario a como creían los líderes religiosos, representado en el fariseo, que enseñaban que con una conducta moral y algunas prácticas religiosas, podrían agradar a Dios y tener la vida eterna.
Ahora Jesús enseñara que ese reino le pertenece los niños (Lc. 18:16), y a aquellos que entran con una actitud como la de esos niños (Lc. 18:17). Más adelante, sin cambiar de tema, enseñara lo difícil que es para un rico entrar en el reino de Dios con el encuentro que tendrá con el joven rico (Lc. 18:24).
Desarrollo:
V. 15. Acercar
15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron (reconvenir, regañar).
Traían a él los niños para que los tocase. Lucas no menciona quienes eran los que le traían a Jesús a esos niños, pero muy seguramente eran sus propios padres, ya que en el pasaje paralelo de Mateo 19 dice que la razón por lo que se los acercaban era para “para que pusiese las manos sobre ellos, y orase” (Mt. 19:13), y Marcos agrega que esa oración era para bendecirles (Mr. 10:16), mientras que Lucas solo dice que “para que los tocase”, lo que terminó haciendo como dice Mateo 19:15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
Mientras que Mateo y Marcos para la palabra niños usan la palabra griega Strong 3813 <paidíon>, que se usaba para referirse a un niño, Lucas es mas específico y usa la palabra griega Strong 1025 <bréfos> que se refiere a niños antes de nacer, o recién nacidos y hasta que reciben leche materna.
Para esos padres era muy importante acercar a los hijos a Jesús, lo consideraban como alguien que tenía acceso a Dios y lo era, ya que es Jesús el único medio de salvación que Dios ha provisto. Para esos padres no había una preocupación mas grande que la salvación de sus hijos,
Aplicación Práctica: De la misma manera que aquellos padres, los padres cristianos hoy, debemos estar inquietos en donde pasaran nuestros hijos la eternidad, para lo que es necesario que los ACERQUEMOS a los brazos de Jesús, como hacía estos padres, hacer con ellos sus devocionales, que oremos con ellos y por ellos, que los llevemos a todas las actividades de la Iglesia que podamos donde la Palabra de Dios es expuesta, que estemos al pendiente de quienes son sus amistades para que esos amigos sean de buena influencia en el reino de Dios, hasta ser cuidadosos en que escuela asisten, para que el precioso evangelio de salvación este cercano a ellos.
Lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. La forma del verbo imperfecto que usa Lucas para “traían”, implica una acción repetitiva, por lo que no fue algo de una sola vez, sino que la gente seguía trayendo y trayendo niños para ser bendecidos por Jesús, al parecer, esa cantidad de padres trayendo a sus hijos a Jesús fue la razón por la que los discípulos decidieron reprenderles, esa acción a ellos les parecía intrusiva y sin importancia, por lo que decidieron detenerlos, los reprendieron, esa palabra viene de la palabra griega Strong 2008 <epitimáo> que significa prohibir, censurar, amonestar, reconvenir, exigir severamente algo; quizá lo hicieron con la intención de proteger a Jesús, o quizá en su mente pensaban que solo estaban interrumpiendo el ministerio de enseñanza de Jesús y eso lo consideraban más importante.
V. 16. Aprovechar
16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
Mas Jesús, llamándolos. Jesús al observar eso, se indignó (Mr. 10:13), la palabra griega usada por Marcos es la Strong 23 <aganaktéo> que se aplica a alguien a quien algo le causa una grande aflicción y enojo, una ira santa y una indignación justa, pero no es una palabra menor, no hay muy cosas ocasiones que se relata en la Escritura el enojo de Jesús ante alguna situación, y esta es una de ella.
Y llamó a sus discípulos, la palabra que usa Lucas es la Strong 4341 <proskaléomai> que literalmente significa llamarlos hacia uno mismo, pero tiene la idea de mandarlos llamar para para darles alguna tarea o una exhortación, no se dirigió a los padres para que dejaran de traer a sus hijos o para decirles que habría un mejor tiempo para eso, sino que llamó y exhortó a sus discípulos por asumir equivocadamente que esa bendición a los niños era de menor importancia en el ministerio de Jesús.
Dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis. El regaño de Jesús a sus discípulos va en dos sentidos, el primero en forma positiva y en el presente, para decirles que dejaran a esos niños que se encontraban en ese momento y en ese lugar, ir a Él, y segundo; una instrucción en forma negativa y para el futuro, que no impidan a los niños ir a Jesús a partir de ese momento y nunca más.
Aplicación práctica: Nos podemos encontrar impidiendo que nuestros hijos se ACERQUEN a Jesús, cuando no los acercamos a Su Palabra, pero también se los impedimos con nuestros actos y acciones que no están sujetas a los principios bíblicos. Más bien, tenemos que APROVECHAR que de ellos es el reino de Dios, y de una manera decidida y comprometida, llevarlos a la Palabra de Dios donde Jesús se encuentra, leer con ellos la Biblia, hacer con ellos sus devocionales, orar con ellos y por ellos, llevarlos a la Iglesia y a los estudios Bíblicos, modelarles una dependencia a Dios y a Su Palabra en nuestra vida cotidiana.
Porque de los tales es el reino de Dios. Jesús enseña un principio bíblico muy claro y sin ambigüedades, que el reino de Dios les pertenece a los niños, la palabra que Jesús usa aquí es la Strong 3813 <paidíon>, que no es la de recién nacidos, sino la de niños, por lo que extiende el rango de edad a los que esos niños les pertenece el reino de Dios.
Aplicación Práctica: El llevar a los niños a Jesús es responsabilidad de los padres, la Iglesia capacita a los padres en la enseñanza bíblica e incluso facilita los medios para que puedan los padres instruir a sus hijos, esto lo podemos confirmar en Deuteronomio 6:6-7 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Lo podemos resumir así:
· Mostrar con nuestros hijos vulnerabilidad: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”, es decir; que la Escritura primero tenga un efecto en nuestras vidas.
·
Ser Intencionales en la
enseñanza de la Escritura con nuestros hijos: “y
las repetirás a tus hijos”, por medio de un devocional diario,
asistencia a la célula y a la Iglesia.
·
Enseñar con Espontaneidad: ”y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes”.
APROVECHANDO cualquier circunstancia del día para instruirles en los
principios bíblicos.
Es importante entender la doctrina bíblica detrás de esta declaración, si un pequeño fallece antes de tener conciencia del pecado, sin importar si sus padres son judíos o gentiles, se irán a la presencia del Señor y tendrán vida eterna, por lo siguiente:
· El reino de Dios les pertenece a los niños no porque sean inocentes, ya que todos los seres humanos nacen con la condición de pecado como dice Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron, ya que la condición de pecado viene desde antes del nacimiento como dice el rey David en el Salmo 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
· El reino de Dios les pertenece a los niños porque son inconscientes (no tienen conciencia) del pecado, y esa falta de conciencia de no conocer a Dios y a su evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús, les excusa delante de Dios como dice Pablo en Romanos 2:12,15 12Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.
· El reino de Dios les pertenece a los niños ya que siendo pecadores pero inconscientes de su pecado, les es transferida la justicia de Cristo, de la misma manera que se les transfirió el pecado de Adán, sin ellos haber hecho nada, de la misma manera les es transferida la justicia de Cristo sin hacer nada como explica Pablo en Romanos 5:17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
El rey David lo entendía bien, ya que cuando enfermo el niño que tuvo con Betsabé, David ayunó y le rogó a Dios por la sanidad de su hijo, pero al séptimo día murió, y sus siervos no querían darle la noticia porque decían si cuando el niño vivía, el Rey estaba muy afligido, cuando le digamos que murió, se afligirá aún más, cuando David los escucho murmurar entre ellos supo que el niño había muerto, y entonces se levantó de la tierra donde se encontraba postrado, se lavó, se perfumó, cambio sus ropas y fue a la casa del Señor y adoró. Los siervos estaban muy confundidos y le preguntaron porque tenía esa actitud, si cuando el niño estaba enfermo el lloraba y ayunaba, y ahora que el murió regresó a hacer su vida normal, a lo que David contesto lo que se registra en 2 Samuel 12:22-23 22Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.
V. 17. Aprender
17 De cierto os digo (les aseguro), que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Jesús no se refiere a que el reino de Dios está compuesto solo por niños, este mensaje es para hombre y mujeres por igual, y lo confirma el pasaje paralelo de Marcos 10:15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Jesús aprovecha el incidente para dejar una enseñanza muy solemne al enfatizar el “de cierto os digo” como una firme y absoluta verdad, que la condición para recibir (entrar) del don de Dios del reino, es la ser como un niño, que recibe lo que le das, sin poner exigencias. De una manera muy similar Jesús se lo explicó a Nicodemo en Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios como ya había dicho antes en Mateo 18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Por eso debemos de APRENDER de los niños, tienen el espíritu adecuado para recibir el reino de Dios, son humildes y tiene la confianza de creer lo que se les enseña. Nadie mejor que un niño es el mejor ejemplo de un ser humano que es salvo por gracia, sin ningún mérito humano, un niño que no ha hecho nada para ganarse el reino, que no tiene un concepto de moralidad, que no ha hecho ningún ritual en ninguna religión, que no tiene conocimiento de Dios, que no ha obedecido nada de lo que Dios ha mandado, que no ha tenido ni un devocional con Dios, entonces es claro que es salvo por gracia y por gracia solamente.
Pero después de haber entrado reino como niños, debemos anhelar crecer en el Señor como dijo Pedro en 1 Pedro 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación y dejar de ser niños fluctuantes como escribió Pablo en Efesios 4:13-15 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
Aplicación Práctica: Poner mucho cuidado en esta delicada tarea.
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