Monday, February 26, 2024

Lucas 18:18-30 Imposible para los hombres, posible para Dios

 

Imposible para los hombres, posible para Dios

Lucas 18:18-30

 

Objetivo: Maravillarnos al observar el más grande milagro en nuestra vida.

 

Versículo a memorizar: “Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.” Lucas 18:27

 

Introducción: Los discípulos reprendían a aquellos que traían a los niños al Jesús para que orara por ellos y los bendijera, por lo que Jesús se indignó y les dijo que dejaran a los niños ir a Él y que no se los impidieran y la razón fue muy clara y concreta, que de los niños es el reino de los cielos, y aprovecho para dar una enseñanza muy precisa, que debemos ser como niños para recibir el reino de Dios, de otra manera no se podrá entrar.

 

Desarrollo:

18 Un hombre principal (un líder de los judíos) le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar (alcanzar) la vida eterna?

Un hombre principal. Lucas no menciona ni lugar ni tiempo de este encuentro, pero los pasajes paralelos nos agregan más información, por ejemplo, Mateo registra que era joven (Mt. 19:20) la palabra griega utilizada para “joven” habla de alguien que no supera los 40 (cuarenta) años, Marcos dice que el joven vino corriendo (Mr. 10:17) en busca de Jesús, con mucha premura, quizá antes de que se alejara Jesús de esa zona, ya que si sabemos que Jesús va en camino a Jerusalén, y antes de hacerle aquella pregunta que quizá lo inquietaba por un tiempo, se hincó de rodillas delante de Jesús (Mr. 10:17), como implorándole que le contestara aquella pregunta que era de vital importancia para él.

 

Lucas si nos dice que era un hombre principal, es decir; que tenía una posición de liderazgo con los judíos, quizá algún jefe de una sinagoga o un magistrado (juez) o gobernante, que además de juventud y poder, era rico (Lc. 18:23).

 

Le preguntó, diciendo: Maestro bueno. Jesús ciertamente era un maestro, así era considerado por muchos, pero el énfasis de Lucas y de los otros 2 (dos) evangelios en el pasaje paralelo, es el hecho de que el joven rico le halla llamado también “bueno”, esa palabra viene del griego Strong <agadsós> que ciertamente significa bueno, pero que era un término que en esa cultura que solo se usaba solo para Dios, no se usaba para ningún rabino, el joven quizá lo usa para quedar bien con Jesús, o simplemente reconoce algo especial en Jesús de la misma manera que lo reconocían los líderes religiosos como lo mencionó Nicodemo en Juan 3:2  Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

 

¿Qué haré para heredar la vida eterna? La pregunta que el joven rico le hace a Jesús tiene que ver con su anhelo de la vida eterna; él sabía que había vida después de la muerte, no tenía paz en su corazón ni la seguridad de que podía alcanzar la vida eterna, aun cuando tenía juventud, dinero y poder.

 

Este joven, con su doctrina farisaica que había recibido de obras, quería alcanzar la vida eterna por medio de acciones determinadas, de allí su pregunta de “¿qué haré?”, por otro lado, quizá había escuchado a Jesús sobre el don del reino de Dios que se hereda por gracia, y en su confusión viene a Jesús para que le diga que hacer y poder tener segura la posesión de la vida eterna.

 

19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios.

Jesús le contesta con otra pregunta, de tal forma que el joven medite sobre el adjetivo de “bueno” que uso para referirse Jesús, el cual le corresponde solo a Dios, como diciéndole “si dices que soy bueno, entonces dices que soy Dios manifestado en carne y por consiguiente, harás lo que yo te diga, de lo contrario, solo estas usando ese término de “bueno” a la liguera”.

 

20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás (no robarás); no dirás falso testimonio (no mentirás); honra (valora, obedece y cuida) a tu padre y a tu madre.

El Señor va a confrontar con la ley moral de Dios, que sabía que ese joven conocía, para que pudiera entender que la vida eterna no se obtiene mediante obras que se hacen, ya que nadie puede cumplir la ley de Dios, la ley nos acusa de pecado y nos sirve como un maestro que nos lleva a Cristo como Salvador (Gal. 3:24).

 

Esos mandamientos los encontramos en Éxodo 20, los primeros 4 (cuatro) están relacionados a Dios y a su adoración y los segundos 6 (seis) tienen que ver con el prójimo, es de notar que de esos 6 (seis), Jesús solo le menciona 5 (cinco) y deja afuera el último que es el de “no codiciarás”, parece que fue con toda la intención ya que ese pecado es precisamente el que le aquejaba a aquel joven rico.

 

21 Él dijo: Todo esto lo he guardado (cumplido) desde mi juventud.

Su respuesta muestra que tenía una idea religiosa del cumplimiento de la ley, en su concepto de sí mismo se consideraba como justo y cumplidor de la ley desde su juventud, refiriéndose desde que dejó de ser niño y tuvo uso de razón de las demandas de Dios, el consideraba que había vivido una vida ejemplar, pero aun así no tenía la certeza de la salvación, debido a eso es que mateo registra que le preguntó que le faltaba, como dice Mateo 19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?

 

22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo (repártelo) a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y (luego) ven, sígueme.

Marcos registra que Jesús al oír la respuesta del joven rico, “mirándole, le amó” (Mr. 10:21), necesitaba darse cuenta de su realidad, que las posesiones que tenía le estaban estorbando para cumplir con los primeros mandamientos de solo tener a Dios como Dios sobre cualquier otra cosa, y allí estaba Dios encarnado resumiendo en esta frase el no tener dioses ajenos como el dinero que este joven tenía, por lo que Jesús le dice que se deshaga de lo que le estorba y le siga , Marcos agrega que le dijo “ven, sígueme, tomando tu cruz” (Mr. 10:21); es decir, que le era necesario morir a él mismo y a sus posesiones para poder cumplir con el mandamiento de tener a un solo Dios sobre su vida y amarlo sobre todas las cosas.

 

23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

Esa petición de Jesús le resultaba muy difícil de cumplir, por lo que se puso muy triste, mostrando que las riquezas lo poseían a él, y que el joven rico amaba más sus posesiones temporales que la vida eterna, evidenciando que no estaba cumpliendo, como él creía, los mandamientos de la ley, y no es el dinero, sino el amor al dinero el que lo puso en esta posición de tristeza de no poder obtener lo que venía buscando, la vida eterna, por eso dijo Pablo en 1 Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

 

24 Al ver Jesús que se había entristecido (afligido) mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán  (Qué difícil será que entren) en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Jesús aprovecho ese incidente para hablarle a Sus discípulos, las riquezas de este mundo lejos de ser una ventaja como el mundo lo considera, muchas veces se vuelven un impedimento para entrar al reino de Dios, al amarlas más que a Dios.

 

25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Jesús usa una enseñanza en hipérbole, que es la figura donde un relato se aumenta exageradamente para enfatizar un punto, un animal tan grande como un camello es imposible que pase por el ojo de una aguja de coser, y así puntualiza Jesús la dificultad de que un rico entre en el reino de Dios, mostrando como las riquezas tienen el control de los corazones de las personas, por lo que la enseñanza es la misma, si un rico quiere entrar al reino, debe colocar sus posesiones temporales en un segundo nivel, por debajo de Dios y de Su Palabra.

 

Hay muchas interpretaciones sobre esta hipérbole, como de que se le decía aguja a una puerta pequeña en las grandes entradas de acceso a las ciudades amuralladas, donde podían pasar personas, pero no animales como los camellos a menos de que se arrastraran, pero realmente no ha habido evidencia histórica que lo apoye, paree que simplemente Jesús está hablando de una notoria imposibilidad y no solo una dificultad.

 

26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

Esas palabras de Jesús les causó asombro con Sus discípulos, interpretando lo dicho por Jesús, era imposible salvarse.

 

27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

Jesús no niega que así, nadie podría ser salvo como los inquietos discípulos preguntaron; más bien, lo confirma diciendo que ciertamente es imposible, pero imposible para los hombres sin importar su condición, si eras ricos o pobres, hombres o mujeres, judíos o gentiles, ningún ser humano puede hacer algo para obtener la salvación, pero no era imposible para Dios, a quien le pertenece la salvación como dice Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia, y lo hizo enviando a su Hijo al mundo para morir en una cruz por los pecados de los hombres que pusieran su confianza en él como dice Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

 28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones (cosas) y te hemos seguido.

Pedro toma la palabra después de lo sucedido con el joven rico y las declaraciones de Jesús, el rico no había dejado sus muchas riquezas, y ellos si habían dejado las suyas aunque no fueran tantas como las de aquel joven, y lo había dejado cosas para seguir a Jesús cuando les llamó a seguirles, aunque no habían vendido todo, Pedro seguía teniendo una casa en Capernaúm y tampoco se lo había dado a los pobres, así que Pedro se refiere a que pusieron en primer lugar al Señor sobre sus posesiones.

 

29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,

30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo (en la vida presente), y en el siglo (tiempo) venidero la vida eterna.

La respuesta de Jesús es muy clara y solemne con el “de cierto os digo”, nunca ha llamado a nadie a seguirle y que no tenga mayores bendiciones que superen todo lo que han tenido que dejar, incluyendo una familia espiritual con un mismo dios Padre y un mismo propósito, la gloria de Cristo, pero no solo en esta vida presente, sino, sobre todo, la provisión por gracia de la vida eterna como dice 1 Juan 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

 

Aplicación Práctica: Maravillarnos al observar el más grande milagro en nuestra vida.

 

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