Tu fe te ha salvado Lucas 18:35-43
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Introducción: Jesús dijo que es imposible para el hombre ser salvo, pero lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios, ya que Dios mismo quien envío a Jesús como el único camino de salvación para los hombres, pero ese camino solo se podía dar mediante con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, por lo que el Señor separó a los 12 (doce) de entre la multitud y les recordó por tercera vez que todo eso pasaría en unos pocos días en Jerusalén.
Desarrollo:
35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando (pidiendo limosna);
Aconteció que acercándose Jesús a Jericó. En el pasaje paralelo de los evangelios sinópticos, Marcos y Mateo dicen que iba saliendo de Jericó, mientras que Lucas dice que iba llegando, los historiadores lo resuelven diciendo que había una Jericó antigua que estaba en ruinas y una Jericó que reconstruyeron muy cerca de la antigua que estaba habitada, por lo que los tres evangelistas simplemente hacen referencia al camino entre ambas ciudades con el mismo nombre que se encontraban a 27 kilómetros de Jerusalén, algunos otros creen que Jesús podría estar saliendo de la ciudad cuando ve a Zaqueo en un árbol (Lc. 19:1) y le dice que se hospedarán en su casa y se regresa a la ciudad, por lo que para un evangelista este evento ocurre al salir de la ciudad y para otro al entrar de nuevo a la ciudad.
Un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. A la entrada a la ciudad, que seguramente era un camino muy transitado en la época de pascua por los peregrinos que iban a Jerusalén, se encontraban 2 (dos) ciegos, según registra Mateo (Mt. 20:30), pero tanto Lucas como Marcos solo se enfocarán en uno de ellos, de hecho, Marcos registra que tenía por nombre Bartimeo (Mr. 10:46) que significa hijo de Timeo, quizá porque fue solo él quien al final del relato sigue a Jesús y se vuelve uno de sus discípulos.
Este ciego se encontraba pidiendo limosna, ya que era la única manera en la que podían tener un ingreso, comúnmente eran llevados allí por algún amigo o familiar en algún horario y recogidos más tarde, también recibían un estigma social ya que se creía que ese tipo de enfermedades venía como consecuencia de algún pecado, como cuando los discípulos le preguntaron la razón por la que estaba un hombre ciego de nacimiento como dice Juan 9:1-2 1Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?
36 y al oír a (el ruido de) la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello (que sucedía).
Es muy probable que, al haber perdido la vista, su sentido del oído se haya agudizado, pudiera ser que estaba acostumbrado a oír gente pasar con rumbo a Jerusalén, pero esa multitud le pareció diferente, quizá porque era muy grande o por el ruido que hacía, y al notarlo, pregunto que era aquello.
37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno (de Nazaret).
Quizá al ser una multitud muy grande, el contingente que iba delante le contestó que se trataba de Jesús a quienes identificaban como nazareno, el no usar apellidos en esa época, era común que identificaran a las personas por su lugar de residencia como María magdalena (de Magdala) o José de Arimatea, etc, de la misma manera identificaban a Jesús como el de Nazaret, porque allí creció, aunque había nacido en Belén.
38 Entonces dio voces (gritó), diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia (compasión) de mí!
El ciego no necesitó más referencias sobre Jesús, se entiende que ya había escuchado sobre Él, ya que le gritaba por su nombre de Jesús, pero con el título mesiánico de Hijo de David, como enseña 2 Samuel 7:12-14 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo.
Por lo que el ciego estaba reconociendo a Jesús como el Mesías, el ungido y enviado de Dios, además la fama de Jesús se había esparcido por todos los territorios, había erradicado todas las enfermedades por donde pasaba como dice Mateo 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo, por lo que el ciego entendió que si alguien podía quitarse su ceguera era Jesús, quien estaba pasando en ese momento por allí.
39 Y los que iban delante le reprendían (prohibían) para que callase; pero él clamaba (gritaba) mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Los que iban delante de aquella multitud, reprendían (amonestaban, prohibían), en forma continua al ciego para que se callase, los gritos de este les importunaban, o quizá creían que solo distraería a Jesús, pero el ciego entre mas le prohibían, mas gritaba la misma frase, y con mayor intensidad, reconociendo a Jesús como el Mesías, quizá era eso lo que le incomodaba a algunos (como a los escribas y fariseos). Bartimeo no tenía nada para intercambiar o para comprar el favor de Jesús, por lo que lo único que hace es pedirle de su misericordia, el ciego entendía que era un completo necesitado de la gracia y la misericordia de Dios.
Aplicación Práctica: Nosotros nos encontrábamos espiritualmente como Bartimeo, ciegos y necesitados de la misericordia de Dios, escuchando a cerca de Jesús, y clamándole por misericordia cuando Jesús pasó donde nosotros nos encontrábamos.
40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó,
Jesús no desatendió el clamor de misericordia, un clamor así nunca pasara desapercibido para el Señor como dice Salmo 34:15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos y Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jesús quien se detuvo, y por consiguiente la peregrinación de paró también. Cuando Jesús dio la orden de traer al ciego a su presencia, muy probablemente todo el alboroto de la multitud se convirtió en silencio, presumiendo que algo sobrenatural estaba por acontecer cuando Jesús la hace la pregunta a Bartimeo.
El registro de Marcos indica que el ciego dejó caer la capa (Mr. 10:50), que quizá era su pertenencia más valiosa, o por lo menos la más importante para guardarse del frio o cubrirse del calor o de la lluvia, en su bolsillo interior guardaba las limosnas que recibía, en ese momento nada de eso tenía valor para el ciego, sino el acercarse a la presencia del Señor.
41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga (que haga por ti)? Y él dijo: Señor, que reciba (recobre) la vista.
El Señor le pregunta al ciego que es lo que quiere recibir de Jesús, parecería una pregunta muy obvia, dejar de ser ciego, salir de su mendicidad; sin embargo, era necesario para el ciego confesar con su propia boca su necesidad, y así lo hizo, primero reconociendo a Jesús como Señor y en seguida poniendo su necesidad de recibir la vista, creyendo que Jesús podía hacerlo.
Con la pregunta también observamos al Señor sirviendo, al preguntarle de una manera muy amorosa ¿qué quieres que haga por ti? Rey del cielo, el Dios soberano y creador del universo, se ofreció a ser el siervo de este ciego necesitado, de la misma manera que les lavó los pies a sus discípulos (Jn. 13), recordándonos lo que Jesús mismo dijo en Mateo 20:28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos registra que la petición fue de recobrar la vista (Mr. 10:51), por lo que podemos deducir que no era un ciego de nacimiento, sino que en algún tiempo había visto y por alguna razón, de repente o paulatinamente había perdido la visión.
42 Jesús le dijo: Recíbela (Recóbrala), tu fe te ha salvado (sanado).
Jesús quiso contestar la petición de Bartimeo, quiso tener misericordia de él y le recuperó la vista, eso le había pedido el ciego y eso mismo recibió, sus ojos fueron abiertos de inmediato, sin embargo, Jesús no lo dejo allí, la fe dada por Dios a Bartimeo se mostró al reconocer a Jesús como el Mesías, el Señor, y el hacedor de milagros, por lo que por esa fe puesta en Jesús, le permitió alcanzar la gracia de la salvación, no solamente fue sanado sino salvado también.
La palabra “salvado” viene de la palabra griega Strong 4982 <sózo> que es la raíz de <Sóter> (Salvador), <sózo> significa poner a alguien fuera del peligro y a salvo, principalmente usada en la Escritura para referirse a los creyentes de ser rescatados de poder y consecuencias del pecado, algunas traducciones ponen “te ha sanado”, como también esa palabra puede traducirse, pero no parece ser la mejor traducción en este pasaje, ya que, al igual fue usada con el leproso que regresó reconociendo a Jesús como Señor fue salvo (Lc. 17:19), y ahora con Bartimeo que reconoció a Jesús como hijo de David y como Señor.
43 Y luego (al instante) vio, y le seguía, glorificando (alabando) a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.
Lucas registra que la curación del ciego fue inmediata, por lo que el milagro fue evidente para todos los allí presentes, Bartimeo no se fue a su casa, sino que seguía al Señor alabando constantemente a Dios por los milagros de la vista y de la salvación obtenidos.
Como el milagro fue muy evidente para todos, no solo los presentes que estaban entrando al pueblo, sino la gente del pueblo que conocía a Bartimeo, daba alabanzas a Dios, incluyendo aquellos que al principio del relato reprendían a ciego para que se callase, ahora eran parte de los que gratificaban a Dios.
Aplicación Práctica: Darnos cuenta que es solo por la fe, que podemos identificar a Jesús como nuestro Salvador.
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