Su justicia permanece para siempre Salmo 112:1-10 |
Versículo a memorizar: “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera” Salmo 112:1
Introducción: Estos salmos (111 y 112) son de autor desconocido y ambos son poemas acróstico hebreos; es decir, que cada línea comienza con una letra del alfabeto hebreo en forma consecutiva, este estilo literario y la continuidad del desarrollo lógico sobre el temor de Dios y las características de las personas que tienen ese temor de Dios, han hecho pensar a muchos estudiosos que provienen el mismo autor, o por lo menos, de la misma escuela de pensamiento y por consiguiente, de la misma época, que podría ser la de después del exilio. Se cree que se cantaba en algunas celebraciones anuales como la fiesta de los Tabernáculos.
Desarrollo:
¡Aleluya! (alabad a Jehová)
Al igual que el salmo 111, el salmista comienza alabando a Dios antes de escribir el salmo. La palabra "alabar" significa expresar elogio, admiración o gratitud hacia Dios, exaltando y reconociendo la grandeza de Sus obras, Su carácter o Sus favores para con los Suyos.
La alabanza a Dios no se limita a cantar a Dios, también le adoramos cuando oramos y le agradecemos, cuando leemos y meditamos en la Palabra de Dios, cuando obedecemos Sus mandamientos, cuando servimos a los demás, cuando ayudamos a los necesitados y cuando compartimos el evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús.
V. 1. El principio de la sabiduría
112:1 Bienaventurado (feliz, dichoso) el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita (complace) en gran manera.
Bienaventurado. La palabra bienaventurado viene del Hebreo Strong H835 <esher> que significa feliz, dichoso, así es el hombre (y por extensión la mujer) que tiene temor de Dios.
El hombre que teme a Jehová. Ya hemos aprendido que ese temor de Dios no se refiere al miedo en sentido negativo, sino al temor reverente, a tener un profundo respeto a Dios, al considerar Su grandeza, Su santidad y Su poder; ese temor de Dios es el principio de la sabiduría como dice el Salmo 111:10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre. Ese temor reverente a Dios nos aparta del mal como dice Proverbios 3:7 No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal, y al mismo tiempo nos lleva a buscar conocer Sus mandamientos, pero eso es solo el principio de la sabiduría, la sabiduría realmente se obtiene cuando ponemos en práctica los mandamientos de Dios.
De una forma coloquial podemos decir que la inteligencia de obtienen de adquirir conocimiento, pero la sabiduría se obtiene hasta que se aplica ese conocimiento en la vida de cada uno. Por ejemplo, no te hace saludable el saber que la comida “chatarra” es mala para tu salud, el solo saberlo no hace ningún cambio, sino que es hasta que la dejas de comer, es que tu salud mejorará.
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Aquel que ha entendido el verdadero temor de Dios, para ponerse voluntariamente bajo Su autoridad y anhelar hacer Su voluntad, ve los mandamientos como una bendición, no como una obligación, no los obedece por miedo a las consecuencias, sino que encuentra gozo y satisfacción (deleite) en la Palabra de Dios, como dice el Salmo 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche, esa es la razón por la cual el rey David, cuando se refiere a la Palabra de Dios, no lo menciona como un conjunto de reglas arbitrarias o restricciones a su vida, sino como mandamientos que muestran el amor y la justicia de Dios como dijo en el Salmo 19:7-10 7La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
El hombre con temor de Dios, que se deleita en la Palabra de Dios y la práctica, se vuelve un hombre sabio, y esa sabiduría tiene frutos en todas las áreas de su vida, el salmista comenzará a describir varios de esos frutos de la sabiduría en la vida cotidiana de los hombres y las mujeres de Dios.
Vs. 2-10. Los frutos de la sabiduría
Sus hijos son bendecidos
2 Su descendencia será poderosa (exitosa) en la tierra; la generación de los rectos (justos) será bendita (bendecida).
El primer fruto de la sabiduría en una persona, se produce en el entorno familiar, ya que influye en su descendencia; en sus hijos, aunque la fe no se hereda, y cada uno de los hijos es responsable delante de Dios de sus hechos y de proceder al arrepentimiento para perdón de sus propios pecados, también es verdad que esos niños crecen en un hogar donde de honra al Señor, donde se estudia Su Palabra, donde se le sirve a Dios, donde los mandamientos de Dios son los principios de rigen el hogar donde viven.
Esta es la misma idea que expresó Pablo en 1 Corintos 7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos (alejados de la presencia de Dios), mientras que ahora son santos, que no quiere decir que el cónyuge incrédulo y los hijos sean salvos, sino que la influencia espiritual y el testimonio de la fe cristiano en ese matrimonio, generan un ambiente propicio para el cónyuge incrédulo y los hijos se acerquen a Dios, quienes estarán bajo la cobertura espiritual de por lo menos uno de sus padres que es cristiano, y mucho más si ambos son cristianos y los hijos reciben instrucción cristiana en casa, son en eso, bendecidos y serán exitosos espiritualmente.
Aun si esos hijos crecieran y se alejaran de Dios, el bienaventurado hombre que teme a Jehová y que se deleita en gran manera en sus mandamientos (Sal. 112:1), habrá dejado en ellos señales y majanos altos (Jer. 31:21); que son montones de piedras que se dejaban en los caminos y se servían como puntos de referencia para que las personas pudieran orientarse; en sentido simbólico, el profeta Jeremías lo usa decir que quedarán marcados los caminos correctos para regresar a Dios.
Su casa está bien equipada
3 Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia (generosidad, buenas acciones) permanece para siempre.
Bienes y riquezas hay en su casa. El andar en obediencia a Dios, sin duda llevará al hombre con temor de Dios a tener bienes y riquezas, tanto materiales como espirituales, materiales ya que, al andar en los mandamientos del Señor, no gasta en cosas superfluas, no sale fiador de nadie, honra a Dios con sus bienes, al igual que lo hace con sus padres y eso tiene promesas de bienestar, no se endeuda, etc, todo eso por sí solo genera que las riquezas que genera no se despilfarren. Y también están las riquezas espirituales como son el fruto del espíritu en su vida, Gálatas 5:22-23 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley (no hay leyes que encuentren algo incorrecto en ellas), además de tener una familia bendecida, relaciones saludables (no tóxicas), etc.
Y su justicia permanece para siempre. En contraste con los bienes temporales que pueden ser pasajeros, la justicia de Dios en el hombre que le teme, permanece para siempre, ya que le ha sido dada por Dios, que es quien tiene esa justicia para siempre como dice Salmo 111:3 Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre.
La justicia de Dios habla de un comportamiento de rectitud y equidad, pero conforme los estándares de Dios; que es tan alto, que ningún hombre o mujer puede alcanzar por sí mismo, pero que Jesucristo, al ser perfecto y sin pecado, si alcanzó y que, a los que estamos en Cristo. se nos ha concedido esa justicia como dice 2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. En la cruz, Jesús cambió nuestro pecado por Su perfecta justicia, por medio de la cual pudimos ser reconciliados con Dios como dice Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, y eso sin ningún mérito humano, completamente basado a la gracia de la obra de salvación que hay Cristo Jesús como dice Romanos 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
Es luz en medio de las tinieblas
4 Resplandeció (La luz brilla) en las tinieblas (oscuridad) luz a los rectos (justos); es clemente (bondadoso), misericordioso (compasivo) y justo (rectos).
Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos. Dios fue el que resplandeció a los rectos cuando estaban en tinieblas como dice 1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable, y ahora en la luz admirable, anuncia a Jesucristo quien es la luz del mundo como el mismo dijo en Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida, y estando en el reino de luz y anunciando a la luz del mundo, el mismo se vuelve luz en medio de las tinieblas para las personas que están a su alrededor como dijo Jesús en Mateo 5:14-16 14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Es clemente, misericordioso y justo. El hombre con temor de Dios que se deleita en los mandamientos, comienza a reflejar ell carácter de su Padre celestial, ya que son estos mismos atributos con los que el salmista describió a Dios en el Salmo 111:4 Ha hecho memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová. Clemente habla de un carácter tierno y perdonador, mientras que misericordioso refleja una compasión por los demás, un carácter bondadoso, y justo nos habla de su integridad, pero ninguna de esas características son naturales en ese hombre, simplemente comienzan a reflejar que pasa tiempo con el Señor, y se va dejando formar por Él.
Tiene buen juicio
5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta (es generoso); gobierna sus asuntos (maneja sus negocios) con juicio (equidad, honradez),
El hombre de bien tiene misericordia, y presta. Este hombre de bien se destaca por su generosidad, no es egoísta, no es avaro, está dispuesto a compartir lo que tiene, y es debido a que sabe y confía en que Dios es su proveedor de las cosas temporales y eternas (Sal. 111.5); este hombre tiene misericordia; es decir, que ve por las necesidades de los demás sin buscar ningún un beneficio personal, y no solamente identifica esas necesidades, sino que ayuda a cubrirlas, contrario a lo que hacían algunos de los que habla Santiago 2:15-16 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Gobierna sus asuntos con juicio. Este hombre tiene buen discernimiento para manejar su vida, sus recursos y sus decisiones; es decir, no actúa de manera impulsiva o imprudente, sino con decisiones sabias, considerando las consecuencias; ese buen entendimiento no viene solo de temer a Dios y deleitarse en sus mandamientos, sino en poner en práctica esos mandamientos como dice Salmo 111:10b … buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos …
Tiene buen testimonio
6 Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna (recordado) será el justo.
Por lo cual no resbalará jamás. Como este bienaventurado hombre teme a Dios, se aparta del mal, y como se deleita en gran manera en los mandamientos de Dios y en ponerlos por obra, tiene una fe sólida y firme, lo que permite que no resbale; es decir, no dejará de confiar en Dios.
En memoria eterna será el justo. Sus acciones para con Dios y para con su prójimo perduran más allá de su vida terrenal, dejan huella en la vida de los que los rodean, como dice Apocalipsis 14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Es librado de todo temor
7 No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
Este hombre no vive en el temor de las circunstancias negativas que puedan presentarse, que sin duda vendrán, ya que Dios no nos ha prometido una vida sin problemas o sin malas noticas, esas son inevitables, pero su corazón está firme, confiado en Dios, en que todas las cosas, incluso las que parecen malas noticias, son parte de un plan bueno y perfecto para Sus hijos como dice Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a (cooperan para) bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
8 Asegurado (afianzado, firme) está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo (derrotados).
Asegurado está su corazón; no temerá. Su corazón está afianzado; es decir, tiene una firmeza emocional, no está inquieto ni lleno de temores, ya que el perfecto amor que es Cristo ha echado fuera todo temor como dice 1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Hasta que vea en sus enemigos su deseo. Contra sus enemigos no ejerce venganza personal, su corazón está confiado que Dios hará justicia, por lo que espera con paciencia y sin temor, el tiempo cuando Dios se encargue de sus adversarios como dice Romanos 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Es reconocido
9 Reparte, da a los pobres (necesitados); su justicia (generosidad) permanece para siempre; su poder será exaltado en gloria (levanta la frente con honor).
Reparte, da a los pobres; su justicia permanece para siempre. El salmista vuelve a reconocer el carácter de integridad del hombre que teme a Dios y como se manifiesta ese carácter públicamente en su generosidad y compasión por los que se encuentran en situación de vulnerabilidad, este versículo es el que toma Pablo cuando le escribe a la Iglesia de Corinto sobre el dar generosamente su ofrenda a los hermanos de Jerusalén que estaban en necesidad como dice 2 Corintios 9:7-9 7Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre, y no es otra cosa que la justicia de Dios que es Cristo en la vida práctica de este hombre.
Su poder será exaltado en gloria. Aunque llega a ser reconocido por los hombres y eso glorifica a Dios, el mayor reconocimiento es que Dios lo exalte en gloria, cuando reciba la vida eterna que tiene reservada para los hombres con temor de Dios como dice 1 Juan 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
Sus enemigos son humillados
10 Lo verá el impío y se irritará (enfurecerá); crujirá (rechinará) los dientes, y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá (se frustrará).
El salmista termina con un contraste entre los que tienen temor de Dios y entre los que no lo tienen, y es que el hombre que teme a Dios y obedece sus mandamientos será envidiado, perseguido y odiado por sus enemigos (Mt. 5:10-12), por causa de su testimonio y de los frutos andar en sabiduría que definitivamente apunta al Dios de su justicia, a Jesucristo, que produce que sus enemigos estén enfurecidos y frustrados, pero finalmente, sus deseos contra los hijos de Dios no prevalecerán, porque aún si llegaran a atentar contra su vida, les están reservadas las bendiciones eternas, como le dijeron los amigos de Daniel al rey Nabucodonosor cuando los estaba por pasar por fuego en Daniel 3:16-18 16Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.
Conclusión:
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