Objetivo: Ayudar al jóven a saber que la fidelidad de Dios en
nuestras vidas produce obediencia para el cumplimiento de sus promesas.
Versículo a memorizar: “y circuncidó Abraham a su hijo
Isaac de ocho días, como Dios le había mandado” Génesis 21:4
Introducción:
Este pasaje parecería dificíl de entender si no tuvieramos Gálatas 4:21-31,
donde nos dice claramente el Espíirtu Santo por medio de Pablo que estos
eventos de Génesis 21 son una Alegoría, es decir; una representación en la que
las cosas tienen un significado simbólico, por lo que los 4 personajes de esta
historia, a decir, Sara, Isaac, Agar e Ismael tienen un significado simbólico
que se puede resumir en el siguiente cuadro:
Desarrollo:
1-2. La visita del Señor.
1 Visitó Jehová a Sara, como había
dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
2 Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo
en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
Dios visita a Sara como
lo había dicho, hizo con ella lo que había hablado en Génesis 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado
volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.; y ella
concibe y da un hijo a Abraham en el tiempo que Dios había dicho. La promesa de
Dios siempre se cumple como El dice.
3-4. El regreso a la obediencia.
3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo
que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.
4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de
ocho días, como Dios le había mandado.
La visita de Dios
produce obediencia en Abraham: Llamó el nombre de su hijo Isaac, como Dios le
había dicho en Génesis
17:19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu
mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto
con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él;
circuncidó a su hijo de ocho días, como le había mandado en Génesis. 17:12a Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre
vosotros por vuestras generaciones.
5-7. El gozo de la promesa cumplida.
5 Y era Abraham de cien años cuando nació
Isaac su hijo.
6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho
reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que
Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.
El nacimiento de Isaac
transformó la risa incrédula de Sara en un gozo contagioso. La promesa se había
cumplido, Sara estaría amamantando su hijo ¡a los noventa años!
8-12. En Isaac te será llamada descendencia.
8 Y creció el niño, y fue destetado; e
hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.
9 Y vio Sara que el hijo de Agar la
egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo
Isaac.
10 Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta
sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi
hijo.
11 Este dicho pareció grave en gran
manera a Abraham a causa de su hijo.
12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te
parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere
Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.
Dios confirma que la
simiente de salvación (descendencia) vendría por medio de Isaac, por tanto
debía despedir o renunciar a cualquier otro medio (Ismael) que no fuera el que
había prometido. Pablo ilustra en Gálatas. 4:21-31 esta promesa con una
alegoría de los dos pactos y de cómo la promesa de la gracia nos libra de la
esclavitud de la ley, tambíen entendemos que es necesario “despedir” a la Ley
(Agar) y a la carne (Ismael), ya que solo el espíritu (Isaac) es el que
recibirá la promesa (Sara).
13-21. Dios protege Su promesa a Agar.
13 Y también del hijo de la sierva haré
una nación, porque es tu descendiente.
14 Entonces Abraham se levantó muy de
mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su
hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante
por el desierto de Beerseba.
15 Y le faltó el agua del odre, y echó al
muchacho debajo de un arbusto,
16 y se fue y se sentó enfrente, a
distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y
cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
17 Y oyó Dios la voz del muchacho; y el
ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No
temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
18 Levántate, alza al muchacho, y
sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación.
19 Entonces Dios le abrió los ojos, y vio
una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.
20 Y Dios estaba con el muchacho; y
creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
21 Y habitó en el desierto de Parán; y su
madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
Abraham sige mostrando
obediencia al hacer lo que Dios le pidio y diligencia al hacerlo “muy de mañana”.
Siendo Ismael hijo de
Abraham, Dios estaba con él y lo protege como su descendiente y cumple Su
promesa de hacer de el una gran nación como le dijo en Génesis 17:20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le
bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce
príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.
22-34. El pacto con el amigo de Dios.
22 Aconteció en aquel mismo tiempo que
habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está
contigo en todo cuanto haces.
23 Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que
no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que
yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado.
24 Y respondió Abraham: Yo juraré.
25 Y Abraham reconvino a Abimelec a causa
de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.
26 Y respondió Abimelec: No sé quién haya
hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a
Abimelec; e hicieron ambos pacto.
28 Entonces puso Abraham siete corderas
del rebaño aparte.
29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué
significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30 Y él respondió: Que estas siete
corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé
este pozo.
31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba;
porque allí juraron ambos.
32 Así hicieron pacto en Beerseba; y se
levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los
filisteos.
33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en
Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.
34 Y moró Abraham en tierra de los
filisteos muchos días.
Abraham hace una alianza
con el rey de Gerar (Abimelec) quien observa Dios esta siempre con Abraham y deja
establecido ese lugar como “Beerseba” que quier decir; “lugar del juramento”,
donde nuevamente invoca el nombre del Dios eterno. La fidelidad de Dios produce
nuevamente obediencia y comunión con El.
Aplicación práctica:
1)
De Abraham: Obedecer y hacerlo con diligencia y prontitud
2)
De la Alegoría: Que nosotros somos hijos de la promesa de
gracia, y que debemos desechar la ley (Agar) con la que es imposible aceracrse
a Dios y que solo nos esclaviza, y
debemos también desechar la carne (Ismael) que lo único que hará es burlarse de
nuestro Espíritu (Isaac) que es el único heredero de la Jerusalen de arriba
(Sara).
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