Objetivo: Ayudar al jóven a saber que
Dios nos ha dado vida en Cristo, para
servirle cada día, mediante el poder de su gracia.
Versículo a memorizar: “Ellos respondieron: La vida
nos ha dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de
Faraón” Génesis 47:25
Introducción: En el capítulo pasado Jacob salió de Hebrón rumbo a
Egipto con toda su familia (70 pesonas sin contar a las esposas de sus hijos) y
se fue con todo lo que tenía, sin embargo; cuando llego a la Ciudad de
Beerseba, que es la última ciudad habitable en Canaán antes de mucho camino de
desierto, Jacob se detiene y hace sacrificios al Dios de su padre Isaac para
buscar la dirección de Dios. Dios le dice que si puede ir a Egipto y que Dios
estará con él y que algún día lo regresara a Canaán que es la tierra que Dios
le prometio a su abuelo Abraham.
Después de un emotivo
encuentro de Jacob con su hijo José a quien creía muerto y no lo veía desde
hace 22 años, ambos lloraron por largo tiempo. José busca que Faraón deje a su
familia habitar en la mejor tierra de Egipto que es la tierra de Gosén, donde
además estarán alejados de los egipcios lo que les ayudará a no mezclarse con
ellos.
Desarrollo:
Vs. 1-6. Los pastores de ovejas
1 Vino José y lo hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis
hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la
tierra de Canaán, y he aquí están en la tierra de Gosén.
2 Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y
los presentó delante de Faraón.
3 Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y
ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros
como nuestros padres.
4 Dijeron además a Faraón: Para morar en esta tierra hemos
venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es
grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que permitas que
habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
José se presenta ante
Faraón con 5 de sus hermanos, buscando poder dejarlos instalados en la tierra
de Gosén, que es la mejor tierra de Egipto y donde no se mezclarían con los
egipcios, ya para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas (gn 46:34)
lo que ellos son.
5 Entonces Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus
hermanos han venido a ti.
6 La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la
tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén;
y si entiendes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales del
ganado mío.
Faraón guiado por Dios
les permite habitar esa tierra y más aún, le dije a José que sean sus hermanos
quien administren el ganado del Faraón.
Vs. 7-12. El peregrino que bendice
7 También José introdujo a Jacob su padre, y lo presentó
delante de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón.
8 Y dijo Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de
tu vida?
9 Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi
peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los
años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis
padres en los días de su peregrinación.
Jacob en este momento
tiene 130 años, pero dice que su vida no ha sido fácil, ya que tuvo que salir
de casa de su padre Isaac cuando su hermano lo quería matar y se fue sin bienes
a vivir con su tio Labán, para quien trabajo 7 años por una hija, 7 años mas
por la otra hija y 6 años mas para poder salir de Harán y regresar a Canáan,
donde Dios se le apareció y terminó descoyuntándole el muslo de la pierna, por
lo que quizá Jacób cojeaba después de ese encuentro, y dice que aún no ha
vivido tanto como su padre Isaac que vivió 180 (Gn 35:28), ni lo que vivió su
abuelo Abraham 175 (Gn 25:7).
Jacob tenía claro que
tanto su pasar por esta tierra como la de sus padres, era solo un peregrinar,
es decir que solo estaban de paso ya que verdadera morada, estaba en los cielos
con Su Dios, así deberiamos nosotros vivir también, sabiendo que solo estamos
de paso, y que nuestra morada eterna es en los cielos y no en esta tierra, eso
nos debería llevar a no poner demasiado interes en las cosas materiales de este
mundo que se quedarán en nuestra partida, sino en las cosas espirituales que
son eternas.
10 Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de la presencia de
Faraón.
Dos veces se menciona
que Jacob es el que bendijo a Faraón, ya que anque el Faraón era el rey de
Egipto que era el imperio mas grande en esa época, lleno de riqueza, poder y
prosperidad, Jacob era aún mayor que él, ya que siempre el mayor bendice al
menor, debido a que Jacob era de entre los dos el único que conocía al Dios creador
de la tierra y Dios lo había escogido para hacer de la descendencia de Jacob el
pueblo de Dios.
11 Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les
dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de
Ramesés, como mandó Faraón.
La tierra de Ramasés es
un sinónimo de la tierra de Gosén donde les permitieron habitar.
12 Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la
casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.
Sabiamente José no les
daba una porción por familia o una porción para que todos de allí tomarán, sino
que les repartía según el número de personas que cada familia tenía y eso
evitaría muchos problemas entre ellos.
Vs- 13-27. La progresión
hacia el servicio
13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave,
por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.
14 Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de
Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió
José el dinero en casa de Faraón.
15 Acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de
Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos
delante de ti, por haberse acabado el dinero?
16 Y José dijo: Dad vuestros ganados y yo os daré por
vuestros ganados, si se ha acabado el dinero.
17 Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio
alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las
vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le
dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado;
también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro
señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como
nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos
nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y
no muramos, y no sea asolada la tierra.
20 Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón;
pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre
sobre ellos; y la tierra vino a ser de Faraón.
21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo
al otro del territorio de Egipto.
22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por
cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían la ración que
Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
José recaudo todo el
dinero de Egipto y de Canaán a cambio de comida que el administraba, y cuando
se acabo el dinero, comenzo a recibir ganado, y cuando este se terminó, comenzó
a recibir las tierras y aún a las personas se vendían como siervos para no
morir de hambre.
23 Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy, a
vosotros y a vuestra tierra, para Faraón; ved aquí semilla, y sembraréis la
tierra.
24 De los frutos daréis el quinto a Faraón, y las cuatro
partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y
de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos
gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón.
26 Entonces José lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de
Egipto, señalando para Faraón el quinto, excepto sólo la tierra de los
sacerdotes, que no fue de Faraón.
En el último año de la
hambruna, cuando José ya sabía que era tiempo de sembrar y que por fín despues
de 7 años de hambre la tierra permitiria que pudieran cosechar lo sembrado, les
hizo una oferta a los siervos que se habían vendido por comida, y la oferta era
que regresaran a las que antes eran sus tierras, las trabajaran y dieran el 20%
al Faraón y se quedarán con el 80% para su sustento, el de sus familias y para
volver a sembrar, lo que agrado mucho a los siervos que estaban agardecidos de
no haber perdido la vida por hambre.
27 Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de
Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran
manera.
La familai de Jacob que
había venido a vivir a Egipto con José no tuvo hambre esos 5 años, ni tuvieron
que vender nada, ni ser siervos, mas bién se instalaron en la tierra que les
habían dado y se multiplciaban, recordemos que entraron 70, y cuando salgan de
Egipto por la mano de Moisés algunos años después saldran aproximadamente 2
Millones.
Vs- 28-31. El privilegio de
un hijo
28 Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años; y
fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
29 Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José
su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas
tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que
no me entierres en Egipto.
30 Mas cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y
me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré como tú dices.
31 E Israel dijo: Júramelo. Y José le juró. Entonces Israel
se inclinó sobre la cabecera de la cama.
José honrará a su padre
Jacob de muchas maneras durante esos últimos 17 años de la vida de Jacob, José
le a suplido su necesidad de alimento a Jacob y a toda su familia, le ha hecho
venir a vivir cerca de él y aquí hace un juramento de ir a enterrar a su padre
a a la cueva de Macpela donde estan enterrados sus ancestros, y José acepta
auqnue eso fuera muy costoso, pero era una forma de honrar a su padre como bien
nos recurda Pablo que todos deberíamos hacer con nuestros padres en a nuestros Padres ya que además hay una prmesa
de bienestar y logevidad aunada a ese mandamiento como lo explica en Efesios 6:2-3 2Honra a tu padre y a tu madre, que es el
primer mandamiento con promesa; 3para que te vaya bien, y seas de
larga vida sobre la tierra.
Aplicación
práctica:
1) Saber que somos solo
peregrinos en esta tierra y que nuesta verdadera casa esta en el cielo.
2) Recordar que Jesús
nos ha comprado y que hemos de entregar todo al Señor como los siervos que
somos: Nuestros recursos, tiempo, trabajo, casa y escuela porque él nos ha
COMPRADO con Su sangre y todo es de Él.
3) Honrar a nuestros
Padres ya que es el primer mandamiento con promesa de que nos ira bien y seremos
de larga vida sobre la tierra.
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