Objetivo: Ayudar al jóven a presentarse
delante de su creador quien lo adopta como hijo y lo bendice para continuar a
través de su vida su plan de redención.
Versículo a memorizar: “Respondió José a su padre:
Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: acércalos ahora a mí, y los
bendecire.” Génesis 48:9
Introducción: Dios permitió Faraón permitiera a la familia de
Jacob habitar en lo mejor de la tierra de Egipto en una región llamada Gosén
debido a que eran pastores de Ovejas y eso les permitió no mezclarse con los
Egipcio, y al mismo tiempo creecer y multiplicarse.
José seguía siendo el
primer ministro de Egipto y administrador de la comida que habían guardado
durante los años de abundancia, continuó vendiendoles a los egipcios y cananeos
hasta que el dinero se les terminó, por lo que los egipcios le cambiaron por
comida sus ganados, sus tierras y ellos mismos se vendieron como siervos con
tal de no morir de hambre.
Desarrollo:
Vs. 1-13. La bendición recibida
1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí
tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.
2 Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José
viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,
3 y dijo a José: El Dios Omnipotente (todo poderoso)
me apareció en Luz <Bet-el> en la tierra de Canaán, y me bendijo,
4 y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y
te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después
de ti por heredad perpetua
Jacob tiene 147 años,
sabe que morirá pronto, por lo que aprovecha la visita de José quien tiene 59
años y sus dos hijos Manasés y Efraín que tendrían alrededor de los 20 años de
edad, para recordarles la promesa que Dios le hizo directamente a Jacob cuado
estaba en Bethel (Gn 28:13-14).
5 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te
nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto,
míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.
6 Y los que después de ellos has engendrado, serán
tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.
Jacob tiene el plan de
darle a José el derecho de la primogenitura que contenía la doble porción de la
herencia, y lo hará adoptando a los dos hijos de José como si fueran de Jacob
mismo, le aclara a José que los otros que tenga serán de José, que solo
adoptará a sus dos hijos mas grandes y a estos les tocará ser cabeza de tribus
y tendrán herencia en la tierra de Canáan a la que regresarán algunos años mas
tarde.
7 Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió
Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra
viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.
Jacob le relata a su
hijo José como recuerda el fallecimiento de su madre Raquel cuando dio a luz a
su hermano menor Benjamín y donde quedo sepultada (Gn 35:16-20).
8 Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son
éstos?
9 Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios
me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.
Jacob por medio de la
bendición adoptaría a sus dos nietos como hijos por lo que le pide a Jose que
los acerque.
10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la
vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les
abrazó.
Jacob no había
reconocido a sus nietos debido a que sus ojos se habían agravado por la vejez,
pero con mucha probabilidad los había visto muchas veces durante esos 17 años
que ha vivido cerca de José y sus hijos.
11 Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y
he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia.
Jacob tiene un corazón
agradecido para con Dios, y recuerda que por 22 años penso que su hijo José
estaba muerto y no le vería mas, y ahora Dios le ha permitido vivir cerca de el
17 años y aún ver a sus nietos.
12 Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se
inclinó a tierra.
13 Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda
de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.
En esta escena parece
que Jacob esta sentado en la cama, mientras que Manasés y Efraín se encuentran
en el piso abrazando los pies de su abuelo, por lo que José los saca de allí
para acomodarlos para la bendición que hara el patriarca Jacob sobre ellos para
nombrarlos como herederos directos de las promesas de Dios para con él.
Vs- 14-20. La bendición
transmitida
14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso
sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la
cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede (intencionadamente),
aunque Manasés era el primogénito.
En la cultura de esa
época, la mano derecha representaba poder y autoridad, por lo que Jacob guiado
por Dios, puso su mano derecha sobre Efraín que no era el primogenito.
15 Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia
anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy
hasta este día,
16 el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos
jóvenes; y sea perpetuado (para
siempre) en ellos mi nombre, y el nombre de mis
padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.
El adoptar a los hijos
de José y bendecirlos para que heredarán el nombre de sus padres y fueran
cabezas de tribus, era realmente una bendición para José, que ahora tendría en
sus hijos la doble porción de la primogenitura como dice 1 Crónicas 5:1-2 1Los hijos de Rubén
primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como violó el lecho de
su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo
de Israel, y no fue contado por primogénito; 2bien que Judá llegó a
ser el mayor sobre sus hermanos, y el príncipe de ellos; mas el derecho de
primogenitura fue de José);
17 Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha
sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto (molestia);
y asió (agarró) la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a
la cabeza de Manasés.
18 Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque
éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
José piensa que su padre
se ha equivocado de hijo debido a su falta de visión, y trata de corregirlo
para que la bendición principal caiga sobre su hijo mayor Manasés.
19 Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo
sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su
hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de
naciones.
20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá
Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes
de Manasés.
Jacob intencionalmente
había bendecido con su mano derecha a Efraín aunque era el menor, poniéndolo a
el con mas importancia que a su hermano Manasés.
Vs- 21-22. La bendición
prometida
21 Y dijo Israel a José: He aquí yo muero; pero Dios
estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.
Jacob sabe que pronto
morirá, pero que la promesa que Dios le hizo de darle la tierra de Canaán a sus
descendientes se va a cumplir porque Dios siempre cumple lo que promete, y les
recuerda que Dios estara con ellos y los regresara a la tierra que Dios le dio
a Abraham, a Isaac y a Jacob por heredad perpetua.
22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus
hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.
Parece que Jacob se
refiere aquí a la tierra que conquistarán sus descendientes cuando salgan de
Egipto y llegen a la tierra de Canaán y la conquisten y allí será que cada uno
de estos 2 hijos tendrán su propia tierra.
Aplicación
práctica:
1) Presentarse delante de Dios para ser adopado en Cristo
Jesús, y recibir las promesas que Dios tiene solo para sus hijos, así como
Jacob adoptó a Efraín y Manasés para poder darles herencia con los otros hijos
de Israel.
2) Tener un corazón agradecido como el de Jacob que
agradeció a Dios el haber podido ver a su hijo José con vida y más aún, haber podido
convivir durante 17 años con sus nietos. Agradezcamos siempre a Dios todas las
cosas, la pasta de dientes, el agua caliente para bañarse, el techo debajo del
cual dormimos, la cobija con la que nos cubrimos, etc etc, ya que todo lo
tenemos por la Gracia de Dios.
3)
Recordar
que Dios siempre cumple sus promesas, no siempre lo hará de la forma en que
nosotros queremos o imginamos, pero siempre la cumplirá, para Jacob era el
regresar a su descendencia a la tierra de Canaán, la que le había dado a
Abraham, pasado a Isáac y reconfirmado al mismo Jacob.
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