Friday, August 31, 2018

Éxodo 19:1-25 Entre el Sinaí y Sión


Objetivo: Ayudar al jóven a a establecer su vida en el monte correcto y así formar parte del especial tesoro de Dios.

Introducción: Moisés tenía un ministerio (servicio a Dios) muy importante en ese tiempo, solo unos meses atrás había sido usado por Dios para sacar el oueblo de Israel de la esclavitud de Egipto donde se encontraban, sin embargo; todos andaban en familia, menos Moisés quien al parecer había regresado a su esposa e hijos a que vivieran con su suego Jetro desde el incidente donde Dios queire quitarle la vida (Éx 4), así que Dios por medio de Jetro le trae a la familia de Moisés para que vivan con él, cuando llegan Moisés aprovecha para dar testimonio a Jetro del poder y maravillas del Dios de Israel lo que lleva a Jetro a adorar a Dios, al día siguiente Jetro observa las actividades de Moisés y le dice que esta cometiendo un error al tratar de resolver los problemas del pueblo el solo y le da un consejo, de que ponga a mas personas debajo de él, que les instruya sobre la voluntad de Dios y ellos se encargen de los problemas cotidianos y menores y Moisés solo atienda los problemas mas grandes, Moisés toma el consejo de su suego y lo implementa.

Desarrollo:
Vs. 1-8 El mensaje de Misericordia
1 En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
Este versículo nos ubica el lugar y el tiempo de lo que se nos relata, sin embargo la frase “en el mismo día” hace diícil ubicar el tiempo preciso, ya que podría suponerse que sería el primer dia del mes tercero, o el mismo dia que salieron de Egipto que era el día 15, o el mismo dia que salieron de Refidim, pero lo cierto es que solo han pasado unos meses de su salida de la esclavitud donde se encontraban.

2 Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
En Refidim es donde habían luchado contra el elercito de los amalecitas, y Dios les había dado la victoria por medio de Josúe, llegaron al Sinaí donde estaba la peña (roca) de Horeb donde Dios por medio de Moisés de una forma milagrosa había sacado agua, así que sin duda llegaron allí, bebeieron agua ellos, sus hijos y sus ganados y se instalaron en un valle frente al monte Sinaí, allí estarán cerca de 1 año.

3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Dios comienza un diálogo con Moisés, pero también se dejará escuchar a todo el pueblo.

4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Las palabras de Dios a Moisés comienza recordándole Su misericorida y dándole una análogia de  como las agúilas tratan a su crías.

Las águilas construyen sus nidos en precipicios escarpados de las montañas, en lugares libres del peligro de animales rapaces. Al crecer los aguiluchos, los padres agitan la nidada empujándolos al vacío, fuera de la seguridad del nido, para obligarlos a intentar volar. Antes que el aguilucho, chillando y batiendo las alas caiga sobre las rocas, la madre, en una bajada repentina lo recibe sobre su espalda y, con la fuerza de sus alas enormes, lo lleva de vuelta a la seguridad del nido. Sin embargo, repite la experiencia una y otra vez hasta que el aguilucho aprende a extender sus alas y a volar sobre las corrientes de aire con serenidad. Así es como aprende a elevarse por encima de las tormentas que suelen abatir los picos y valles abajo. Muchas veces el Señor tiene que trabajar así con los suyos. Agita la nidada como dice Dt 32:11 y nos lleva sobre sus alas.

5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
El pueblo de Israel ya tenía un pacto con Dios, aquel que unilateralmente Dios hizo con Abraham (Ex 15) y que era incondicional para su descedencia, ahora haría otro pacto sobre ese mismo que si el pueblo cumplia se volvería 3 cosas para Dios, Su especial tesoro, un pueblo de sacerdotes y una nacion santa, es decir; apartarda para Dios.

7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.
8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.
El pueblo acepta, aún sin conocer las condiciones de esta alianza, y es que Dios ya les ha manifestado su amor y cuidado todo este tiempo, librandolos de sus opresores y proveyéndoles comidida, agua y hasta victoria sobre un pueblo que les atacó.

Vs. 9-19 El mensaje de Santidad
9 Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre.
Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.
Dios vuelve a hablar con Moisés y le advirtie como será cuando se les presente, sería con una nube que les impediría verle, ya que Dios esta más interesado en que lo esuchen, debido a que la fe viene por oir la Palabra de Dios como dice Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios, y se dejariá esuchar para que el pueblo confirme que Moisés es su enviado.

10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,
11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
La preparación para estar listos para el encuentro con el Señor requería santificarse durante 2 días y lavar sus vestidos, considerándo que escasea el agua en el desierto, el lavado de ropa requería un gran esfuerzo, pero era necesario ya que el Señor les estaba mostrando Su santidad, y el pueblo debía saber que que se requiere santidad y limpieza para acercarse a la presencia de Dios.

12 Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.
13 No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado (flechado); sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.
Dios mismo le puso limite al pueblo de hasta donde podían llegar, y que moriría cualqueira que transpasara ese límite, fuera un animal o una persona.

14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.
Moisés no solo bajo a decirles lo que Dios le había dicho, parece indicar que el mismo se aseguro que el pueblo se santificara y lavara sus vestidos.

15 Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.
Moisés agregó algo que Dios no le había dicho en relación a que no tocaren mujeres, quizá para mostrarles lo importante de estar santificados para el encuentro son Dios que aconterería al tercer día.

16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.
El tercer día, el Señor decendió sobre el monte Sinaí, que además de la nube espera de la que Dios ya les había hablado, hubo también relápagos, truenos y un sonido de bocina muy fierte, lo que aconteció que el pueblo tuviera temor.

17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
Parece que por el temor que sintieron, no querían salir al encuentro con el Señor, por lo que Moisés los fue a sacar de campamento donde estaban y llevarlos a la parte baja del monte Sinaí.

18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
Si ya la escena era de mucho temor para el pueblo, el hecho de que Dios descendiera a la punta del monte con fuego que hacía que hubiera humo, lo hacía mas impactante y cuando más cuando el mismo monte fue ahora el que comencio a tembrar.

19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.
Dios les había dicho que cuando sonara la bocina (que es un cuerno de algún animal con el que se emiten sonidos como de trompetas) sonara largamente (Éx 19:13), entonces el pueblo debería de subir, sin embargo, aquí parece que nunca hubo ese sonido de trompeta largo, solo sonidos que iban aumentando en extremo pero no largo, por lo que no tuvieron la posibiliad de subir nunca, y eso es debido a que no era ese monte donde se encontrarían con Dios, sino el monte Golgota (también conocido como el monte de la Calabera) donde Cristo murio por nuestros pecados.

Vs. 20-25 El mensaje de Justicia
20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.
El tercer día ha llegado y es el día del encuentro con el Señor, pero antes Dios le recuerda a Moisés lo tragico que sería si alguien no respeta los límites que Él puso.

22 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago.
Estos sacerdotes no pueden ser los levítas, ya que su sacerdocio comenzará mas adelante, así que con mucha probabilidad se identifican como los primogénitos de cada casa quienes tenían el privilegio de cuidar a su familia, material y espiritualmente también.

23 Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.
Moisés le dice a Dios que ya se había encargado de dejarle bien claro los límites a ese pueblo de cerca de 2 Millones de personas.

24 Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová, no sea que haga en ellos estrago.\ 25 Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo.
De cualquier forma Dios mandó a Moisés descender para que trajera a su hermano Aarón con él a la parte alta del monte y que el resto del pueblo, incluyendo los sacerdotes, se quedaran en la parte baja del monte. A lo que diligentemente obedeció.

El autor de Hebreos hace una comparativa entre los montes, este monte de Sinaí donde Dios les pone límites que no pueden pasar como dice Hebreos 12:18-19 18Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar (Sinaí), y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 19al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba … y lo compara con el monte de Sión dode Jesús fue crucificado y debido a esa muerte, nos da un camino al nuevo pacto  como dice Hebreos 12:22-23 22sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23… , a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24a Jesús el Mediador del nuevo pacto …

Aplicación práctica: Los israelitas habían conocido la misericordia de Dios, pero no había conocido lo que requiere Su santidad que es la Justicia de Dios que solo la podemos alcanzar en Cristo Jesús.

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