Hebreos 5:1-10 Eterna Salvación para todos los que le Obedecen

Objetivo: Ayudar al jóven a obedecer a la fe de nuestro Señor y Salvador Jesucristo quien también es nuestro sumo sacerdote.

Versículos a memorizar:

“Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”. Hebreos 5:8-9

Introducción: El escritor de Hebreos nos ha mostrado que Jesús es superior a 6 personajes del AT:

1) Los Pofetas, 2) Los Ángeles, 3) Moisés, 4) Josué y 5) Aarón, y al mismo tiempo nos ha dado 4 advertencias o exhortaciones; 1) De no descuidar la Palabra de Dios, 2) No endurecerse contra la Palabra de Dios, 3) temer a Dios y a Su Palabra y, 4) Acercarse a Dios confiadamente.

Ha dejado claro que, Jesús el Hijo de Dios, es nuestro Gran Sumo Sacerdote, en los siguientes 3 capítulos nos mostrará la superioridad del Sumo Sacerdocio de Cristo sobre el de Aarón.

Desarollo: 

Vs. 1-3. La constitución

1 Porque todo sumo sacerdote tomado (escogido, elegido) de entre los hombres es constituido (nombrado) a favor (en representación) de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;

El escritor de Hebreos habla ahora de la primera condición para poder ser Sumo Sacerdote, que debía ser tomado de entre los hombres, y es que debería de ser necesariamente un hombre para poder representar a los hombres delante de Dios, esa función no la podía hacer un ángel por ejemplo, ya que al no ser hombre no podía representar a los hombres frente a Dios.

La función del Sumo sacerdote era la de ser constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere; Dios fue el que designó a Aarón de la tribú de Leví como el primer Sumo Sacerdote y a su descendecía para que llevará esa función de representar al pueblo delante de Dios, ellos, siendo hombres como el resto del pueblo, conocían sus condiciones de vida, sabían las pruebas que pasaban, las limitaciones que tenían y aún los pecados que cometían, por lo que podían representar muy bien al pueblo.

Esa representación la llevaban acabo por medio de presentar ofrendas y sacrificios por los pecados, recordemos que había distintas ofrendas establecidas en la Ley ceremonial, holocaustos que eran animales totalmente quemados, ofrendas de animales parcialmente quemados y la otra comidos, pero también había ofrendas de harina y otros vegetales, pero los sacrificios por el pecado siempre eran hechos con derramamiento de sangre (He 9:22).

Probablemente en la mente del escritor de los Hebreos este el sacrificio de expiación que podía ser ofrecido solo por el Sumo Sacerdote una vez al año y cuya sangre se colocaba en el propiciatorio que se encontraba en el lugar Santísimo.

2 para que se muestre paciente (compasivo) con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;

El sacerdote necesitaba mostrarse paciente; es decir, capaz de sentir compasión, padecer o dolerse con el dolor el ajeno, sentir simpatia y afecto por el pecador. Así que no estaba solo para realizar las funciones rituales sino para mostrar sentimientos compasivos con sus hermanos que venían a él. El Sumo Sacerdote no tenía funciones de Juez sino de mediador, por lo tanto era de mucha ayuda para los que ofrecían sacrificos a Dios.

La razón de esa compasión que traían, se basaba a que ellos mismos estaban también rodeados de debilidad, al haber sido elegidos de entre el pueblo, ellos mismos tenían y padeciían las mismas debilidades de sus hermanos.

Aplicación Práctica: Nosotros hemos sido llamados a ser sacerdotes de Dios, y debemos también ser pacientes con los extraviados, no tener una actitud de hacer juicio sobre las personas, sino presentarles al gran Sumo Sacerdore de nuetsra fe, a Cristo Jesús para que puedan tener vida eterna.

3 y por causa (por esa razón) de ella (su propia debilidad) debe (tiene que) ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.

Y por esa causa, se refiere a la debilidad humana de los que los Sumos sacerdotes tenían, él antes de ofrecer sacrificios por el pecado del pueblo, debía de ofrecer sacrificios por sus propios pecados, y ya limpio podía entonces representar al pueblo delante de Dios.

En el caso de Cristo que fue sin pecado (He 4:15), el no tuvo que ofrecer sacrificio para el mismo, eso ya lo hace un mejor Sumo Sacerdote que Aarón y sus descendientes.

Vs. 4-6. El llamado

4 Y nadie toma para sí (por iniciativa propia) esta honra, sino el que es llamado por Dios (al que Dios llama), como lo fue Aarón.

La función de Sumo Sacerdote era de mucha honra, ya que era el único ser humano que podía representar al pueblo delante de Dios, pero la persona que llevaría a cabo esa función era designada directamente por Dios, requería ser llamado de Dios, nadie se podía elegir, no había votaciones, no se elegía de entre los sabios del pueblo, Dios eligió a Aarón y a su descendencia para que llevaran a cabo esta función como dice Éxodo 28:1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón.

5 Así tampoco Cristo se glorificó (no se nombró) a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo (Dios le dio ese honor): Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado (te doy a conocer como mi Hijo) hoy.

Así como Dios mismo eligió a Aarón, y no Aarón mismo, Jesús tampoco se nombro Sumo Sacerdote por el mismo, sino que Dios lo glorificó nombrándolo Sumo Sacerdote cuando resucito de entre los muertos, el autor de hebreos vuelve a citar el Salmo 2:7 donde Dios lo da a concer al Hijo.

6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden (clase) de Melquisedec.

Ese otro lugar de la Escritura, es el Sal 110:4, donde menciona que había un sacerdocio según el orden de Melquisedec y ese sacerdocio sería para siempre.

Mientras que el sacerdocio Levita de Aarón y sus hijos era temporal, ya que se teminaba al muerte o incapacidad de ellos, el sacerdocio de Cristo que no era levita sino de la tribu de Judá, sería para siempre, ese no tendría fin.

El detalle de lo que es el sacedocio según el orden de Melquisedec, lo estudiaremos a profundidad en el capítulo 7 de Hebreos.

Vs. 7-10. La satisfacción

7 Y Cristo, en los días de su carne (de su vida motal,mientras estuvo en la tierra), ofreciendo ruegos (oraciones) y súplicas con gran clamor (voz fuerte) y lágrimas al que le podía librar (salvarlo, rescatarlo) de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente (obediencia).

En los días de su carne, significa los dias en los que Jesús estuvo en la tierra, donde Dios mismo se encarnó, al final de esos 33 años que camino con nosotros, hubo un momento en le Jardín de Getsemaní (que significa prensa de aceitunas) que Jesús hizo la siguiente oración según Lucas 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya, parece hablar de la copa de la ira de Dios que caería sobre Jesús en la cruz, sin embargo teminó la oración diciendo que se hiciera la voluntad de Dios, y es parte es la que fue oida por Dios y se llevo a cabo el perfecto plan para la redención del hombre en la cruz del calvario.

8 Y aunque (a pesar de que) era Hijo, por lo que padeció (sufrió) aprendió la obediencia (lo que es obedecer siempre a Dios);

9 y habiendo sido perfeccionado (consumada la perfección), vino a ser autor (fuente, salvador) de eterna salvación para todos los que le obedecen;

Jesús siendo Dios sabía perfectamente lo que es la obediencia, pero Jesús en Su humanidad no lo sabía, padeció esos fuertes momentos antes de la cruz, pero fue obediente a Dios, aprendió la obediencia y al mismo tiempo eso resultó en venir a ser el autor, la fuente de salvación, pero no para todos, sino para todos aquellos que le obedecen, es decir que creen que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres.

10 y fue declarado (nombrado) por Dios sumo sacerdote según el orden (clase) de Melquisedec.

Jesús no fue declarado como Sumo Sacerdote de Dios por ser Hijo, sino por su obediencia, y ese csacerdocio no pertenece a la orden de Leví, sino a una orden anterior a la de Leví dada en el Sinaí, a la orden de Melquisedec.

Conclusión: Nosotros tenemos un mediador y Sumo Sacerdote enlos cielos, a Jesus el hijo de Dios, que para eso se hizo hombre para poder representarnos delante de Dios, quien es paciente para con nosotros y el autor de nuetsra eterna salvación, !No Podemos tener un mejor mediador!