Objetivo: Enseñar
al jóven a esperar en todo tiempo, con paciencia asidos de la esperanza
puesta delante de nosotros.
Introducción: El escritor de
Hebreos les dijo que siguen con necesidad de leche, debiendo
estar preparados para llevar a cabo la gran comisión, que siguen siendo
dependientes como niños. Y que la forma de madurar no es volviéndoles a enseñar
los de nuevo lo que ya saben, sino ejercitándo el uso de los sentidos; es
decir, prácticando lo que aprendemos y así tener mejor entendimiento para
diferenciar entre el bien y el mal como dice Santiago 1:25b no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra.
Desarollo:
Vs. 1-3 Vamos
a la madurez, Si Dios lo permite
1 Por tanto, dejando ya los rudimentos (enseñanzas elementales) de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la
perfección (madurez); no echando otra vez el fundamento (cimiento) del arrepentimiento de obras muertas (malas acciones), de la fe en Dios,
Rudimentos, principios básicos e impresindibles que se deben convertir en algo
natural en nuestro andar en Cristo, no son para desecharlos, sino usarlos
cotidianamente y con ellos perseguir la madurez, la santificación en nuestras
vidas.
Perfección, significa completo, maduro; avanzamos hacia allá cuando nos sometemos
a yugo de Dios.
2 de la doctrina (enseñanza) de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección
de los muertos y del juicio eterno (juicio final).
Seis
cimientos que deben estar como base de nuestra fe:
1) Arrepentimiento de obras muertas
o de malas acciones. Entender que las malas acciones ofenden a Dios y que para
poder reconciliarnos con Él, nos es necesario arrepentirnos; es decir,
confesarle nuestros pecados y comenzar a caminar al sentido contrario a ellos.
2)
La
fe en Dios, que para tener comunión con Dios, debemos primero
creer que Él existe y que ha trazado un plan de salvación, y esa salvación solo
viene por medio de la muerte resurección de Cristo.
3)
La
doctrina de los bautismos, que cuando creemos en Cristo somos
bautizados en Él por medio del Espíru santo y que mostraremos nuestra unidad a
Jesús por medio del bautismo en agua, cediendo nuestros derechos e
identificándonos con Él.
4)
La
imposición de manos, que era usada cuando la iglesia
ordenaba a alguien para ir a anunciar las buenas nuevas de salvación a otros
lugares
5)
La
resurección de los muertos, que Cristo murió y que fue
sepultado y que resucitó al tercer día y que esa resurección nos garantiza que
los que hemos creido en Él, también resucitaremos.
6)
El
juicio eterno, que ciertamente al final de los tiempos habrá
un juicio eterno, que los que creyeron en Cristo resucitarean para vida eterna
y los que le rechazaron, resucitarán para muerte eterna.
3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo
permite.
Y esto haremos, dejaremos los rudimentos y avanzaremos a la madurez a un
mayor entendimiento, solo si Dios lo permite, ya que la salvación y la
santificación provienen de Él y de su gracia impartida a nuestras vidas como
dice Efesios
2:4-9 4Pero Dios, que es rico
en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en
los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras,
para que nadie se gloríe.
vs. 4-6 Imposible
renovar a los que recayeron
4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y
gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes (han tenido parte) del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron (experimentaron) de la buena palabra de Dios y los poderes del
siglo venidero,
Pocas veces aparece la palabra “imposible” en
la Biblia, en el libro de Hebreos aparece tres veces (He. 6:4; 18; 11:6) , y en
todas ellas nos muestran verdades que no cambian, y habla de aquellos que
tuvieron parte con Cristo, y su palabra y recayeron.
Jesús dijo en Juan 8:12 Yo soy la Luz de del
Mundo, y los que caminaron con el fueron iluminados pro esa luz, y gustaron del
don celestial; es decir, de la gracia de Dios para el mundo que es Cristo
Jesús, fueron participes (socios, hechos uno) del Espíritu Santo, viendo el
poder de Dios, gustaron de la Palabra dada por Jesús, y gustaron de los poderes
siglo venidero, viendo una muestra del reino sin dolor, sin enfermedad.
6 y recayeron (apartaron), sean otra vez renovados para
arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y
exponiéndole a vituperio (verguanza pública).
Recayeron, de la palabra griega Paraptito; y es la que se menciona en el Nuevo Testamento y
significa salirse por completo del camino, no es solo alejarse o pecar sino
irse y nunca volver.
Hay una diferencia entre alejarse y salirse y
se puede ilustar con los casos de David y de Pedro, que pecaron, que se
alejaron pero para los cuales el Señor proveyó arrepentimiento y restauración,
por lo que no “recayeron”. Pero por el otro lado se encuentra Judas, quien
caminó con el Señor, gusto del don espiritual, de la palabra de Dios y del
poder del mundo venidero y que cuando peco, “recayo” ya que no hubo para el
arrepentimiento.
Y entonces de quien esa hablando el autor de
Hebreos, ¿Porque no pueden ser renovados?, porque si niegas el único sacrificio
con el que podemos ser limpiados, ya no hay otro sacrificio más grande que el de
Cristo, ¿Qué otra sangre hay suficiente para cubrir nuestros pecados?, ¿Qué esperanza
queda? ¿Acaso volveremos a crucificar a Cristo y esperaremos a que resucite de
nuevo y se revele de nuevo en nuestras vidas?. Esta es la idea principal del
autor de Hebreos, mostrar que el sacrificio de Cristo es el mas grande que Dios
pudiera proveer y que no habrá ningún otro.
Pero, ¿Por qué es Imposible? Porque Si Dios
comenzó la obra, Él la va a completar, Él la va a perfeccionar como dijo en Filipenses 1:6 estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo y si Dios lo dijo lo cumplirá como dice Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo
de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo
ejecutará?.
vs. 7-10 Ejemplo de
la soberanía de Dios.
7 Porque la tierra que bebe la lluvia que
muchas veces (en abundancia) cae sobre ella, y produce (cosecha) hierba provechosa (útil) a aquellos por los cuales es
labrada (agricultor), recibe bendición de Dios;
8 pero la que produce espinos y abrojos (cardos) es reprobada (no vale nada), está próxima a ser maldecida,
y su fin es el ser quemada.
El ejemplo se resume en dos tipso de tierra, ambas reciben abundancia de
agua, pero una produce cosecha útil para bendición y la otra produce hieba
inútil para mandición.
9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados,
estamos persuadidos (convencidos) de cosas mejores (en el primer caso), y que pertenecen a la
salvación, aunque hablamos así.
El escritor de Hebreos con mucho amor les dice a los Hebreos que ellos
estan en el primer caso, de la tierra que produce buena cosecha, por lo que
pertenecen a la salvación.
Aunque hablamos así; es decir, que aunque los regañop y les hablo
fuerte, es por el bien de ellos mismos como dice Proverbios 27:5-6 5Mejor es reprensión manifiesta que amor
oculto 6Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los
besos del que aborrece.
10 Porque Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo
servido a los santos (creyentes) y sirviéndoles aún.
Dios es justo y no olvida el servicio que le hacemos como diría Pablo en
1 Corintios
15:58 Así
que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del
Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Aplicación práctica: Notemos que la obra y el trabajo que hacemos es por amor a Su nombre,
lo hacemos para Dios, pero los beneficiarios de ese servicio son los santos,
los hermanos de la Iglesia, en la ilustración Biblica donde Jesús es el novio y
la Iglesia la novia, la cual se esta preparando para la boda, nosotros le
estaríamos sirviendo por amor a Jesús, al novio, y le preguntaríamos ¿Cómo te
sirvo? A lo que Él respondería, “Yo no tengo necesidad de nada, pero me
sentiría muy complacidosi sirvieras a la novia, que la prepararas, y la
adornaras para el dia de la boda”, y eso es lo que hacemos, por amor al novio,
le servimos a la novia hasta que el novio venga por ella.
vs. 11-12 La
exhortación de servir hasta el fin
11 Pero
deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud (empeño, entusiasmo) hasta el fin, para plena (completa) certeza de la esperanza,
La certeza de nuestra esperanza es que podamos
seguir sirviendo a nuestros hermanos hasta el final de nuestrso días, ya que la
permanencia en la fe y el servicio de amor a Cristo, es una evidencía de
nuestra eterna salvación.
12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino
imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Nos anima a imitar a aquellos que por la fe en Dios y la paciencia
heredaron las promesas, la Palabra de Dios ilustra la paciencia de la siguiente
forma en Santiago
5:7-8 7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del
Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando
con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía 8Tened
también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del
Señor se acerca.
Aplicación práctica: Así que no es una espera improductiva, sino paciencia activa, como el
labrador espera que la tierra, el agua y el tiempo le den fruto, pero de
semillas que el sembro, así también nosotros esperando en que Dios cumpla sus
promesas mientras esperamos sirviendole a Él
vs. 13-20 Ejemplo de la
fe y la paciencia de Abraham
13 Porque
cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor (superior) juró por sí mismo (por su propio nombre),
14
diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
El escritor de Hebreos les recuerda a su
aduciencia una historia que sin duda ellos se sabían desde pequeños, y es la
historia de Abraham que junto con Sara su esposa llegaron a la tierra prometida
sin descendencia, y que aún ellos siendo de edad avanzada.
Dios les prometió un hijo del que vendría una descendecia tan amplia
como la arena del mar y como las estrellas de los cielos, pero Dios no solo se
quedo allí, dándose esa promesa, sino que la ratificó con un juramento cuando
probó la fe de Abraham al pedirle que sacrificara a Su hijo en el monte Moriah,
juramento que lo encontramos en Génesis 22:16-17 16y
dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no
me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17de cierto te bendeciré, y
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que
está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
15 Y
habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Abraham le creyó a Dios cuando le
pidió que entregara a su hijo Isaac en sacrificio, sabiendo que Dios le había
dicho “en Isaac te será llamada descendencia”, por lo que Abraham sabía que Dios
era poderoso para levantar a Isaac aún de los muertos, para cumplir su pormesa.
Abraham murío esperando pacientemente esa
promesa de que en su descendecia serían benditas todas las familias de la
tierra, y de su descendencia vino Jesús y en el es que todas las naciones son
benditas ya que por medio de Jesús todos se pueden reconciliar con Dios,
nosotros mismos como hijos de Abraham por la fe, somos el cumplimiento de esa
promesa que Abraham espero pacientemente.
16 Porque los hombres ciertamente juran (invocan) por uno mayor (superior) que ellos, y para ellos el fin
de toda controversia (discusión) es el juramento para confirmación (garantia).
17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más
abundantemente (claramente) a los herederos de la promesa la
inmutabilidad (sin cambio) de su consejo, interpuso (lo garantizó por un) juramento;
18 para que por dos cosas (promesa y juramento) inmutables (que no cambian), en las cuales es imposible que
Dios mienta, tengamos un fortísimo (muy firme) consuelo los que hemos acudido
para asirnos (aferrarnos, sujetarnos) de la esperanza puesta delante de nosotros.
Dios no
puede mentir, pero por si fuera poco; además de la promesa, juro por si mismo para
mostrar a los herederos (nosotros) de la promesa no cambia, que lo que dijo y
lo hará.
19 La cual (la esperanza) tenemos como segura y firme
ancla del alma, y que penetra (transpasa) hasta dentro del velo (cortina del lugar santísimo),
Esa promesa
es Cristo, quien es de la descendecia de Abraham y por quien todas las familias
de la tierra son bendecidas, la obra de Cristo nos sirve como una segura y
firme ancla de nuestra fe, ya que Cristo transpasó los cielos y entro al lugar
santísimo del cielo para presentrar la ofrenda por nuestros pecados como dice Hebreos 4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó
los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
20 donde Jesús entró por nosotros como
precursor (abriendo camino), hecho sumo sacerdote para siempre según el
orden de Melquisedec.
Jesús es nuestro
gran Sumo Sacerdote, quien habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas (He 1:3b) el que realizo el único sacrificio que pudo librarnos de la
muerte y del poder del pecado y nos sustenta de forma segura para retener esta
tan grande y eterna salvación.
Aplicación práctica: Esperar en todo tiempo, en tiempo de tranquilidad o en tiempo de
persecusión, en tiempo de abundancia o en tiempo de necesidad, esperar con
paciencia, una paciencia activa de servicio s Dios por amor a Su nombre, pero
agarrados de la esperanza que es la salvación que nos fue otorgada por nuestro
gran sumo sacerdote, Jesús el Hijo de Dios.
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