Friday, November 22, 2019

Marcos 1:16-45 Porque Para Esto He Venido


Objetivo: Entender perfectamente el propósito por el cual Jesús vino a la tierra, y venir a Él con la perspectiva correcta.

Versículo a memorizar: “El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.” Marcos 1:38

Desarrollo:

Vs. 16-20. El Encuentro
16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
El mar de Galilea es un lago al norte de Israel, Simón es el mismo al que Jesús le cambiará el nombre a Pedro, tanto él como su hermano Andrés eran pescadores y Jesús los vio trabajando en su oficio.

17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Jesús les dice sigan al Él, y que el andar con Jesús los hará pescadores de hombres, ese llamado que les hace Jesús de seguirle a Él es único, ya que mientras los profetas del AT decían que siguieran a Dios o a siguieran las Escrituras, Jesús les hace un llamado diferente, un llamado a seguirle a Él, notemos que ser pescadores de hombres viene como consecuencia de seguir e Jesús.

18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.
Esos hermanos ya habían conocido a Jesús unos meses atrás en el ministerio inicial de Jesús en Judea, allí les había hecho un llamado para conocerle, ahora les hace un llamado a seguirle, lo cual lo hacen de inmediato, así es el llamado de Dios, es irresistible para aquellos a los que Dios les ha dado fe para creer.

19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.
En el mismo lago de Galilea encontró a Jacob y Juan que eran hermanos y eran de la misma profesión que Pedro y Andrés, a ellos también los encontró trabajando, solo que ellos lo que hacían era remendar las redes, una función muy importante ya que es indispensable que la red este entera, para que cuando se eche la red no se salgan los peces.

20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
Al igual que los otros 2 hermanos, le siguieron de inmediato, sin preguntar nada más, sin preguntarles a donde irían o de que vivirían, el solo hecho de saber que iban con Jesús era suficiente para dejar todo y seguirle. Parece que Zebedeo, el padre de Jacobo y Juan tenía una empresa de pesca mucho mas formal Pedro y Andrés, ya que incluso cuenta con jornaleros para hacer ese trabajo.

Aplicación Práctica: El llamado de Jesús a seguirle es irresistible, y solo nos debe de importar estar con Él, ya que estando bajo Su cuidado, el se encargará de ser el buen Pastor y de que nada nos falte.

Vs. 21-28. El Desencuentro
21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
Capernaum es una ciudad al norte del mar de Galilea, poblado donde se encuentra la casa de Pedro y donde Jesús se instalará para hacer desde allí su ministerio en la parte norte de Israel por 3 años.

Las sinagogas eran unos centros de estudio de la Palabra que estaban construidas casi en todos lo poblados de Israel, en ellos es que iba Jesús los días de reposo (Sábados) y la función que hacía era enseñarles sobre la Palabra de Dios, lo que sería Su función principal durante todo Su ministerio.

22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Los escribas eran aquellos que transcribían la Palabra de Dios de un rollo a otro, era un trabajo muy especializado y eran los encargados de la enseñanza de las Escrituras en esos pequeños poblados donde había sinagogas; sin embargo, cuando enseñaban citaban a los rabinos (maestros judíos) que tenían interpretaciones de los pasajes de la Escritura. Pero Jesús no hacía eso, Él enseñaba con autoridad, ya que el era el Creador de todas las cosas, el Inspirador de las Escrituras y el cumplimiento de lo que estaba Escrito.

Un ejemplo de la autoridad con la que hablaba la vemos en el Sermón del Monte donde varias veces dice “Oísteis que fue dicho … pero yo os digo” y no citaba a nadie más sino que daba la perfecta interpretación que cada pasaje tenía, lo que hacía que la gente se admiraba de su enseñanza (doctrina).

23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
Estando Jesús enseñando en la Sinagoga, se manifestó un espíritu inmundo que estaba dentro de un hombre, esos espíritus les gusta estar escondidos; sin embargo, parece que la verdad que es Jesús y Su predicación que también es verdad, no la pudo soportar y comenzó a gritar.

24 diciendo: !!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
Todas las palabras que este espíritu inmundo (sucio) dijo eran verdad, y evidencian que conocían bien a Jesús, llamándole nazareno, y Santo de Dios, además que también saben cual será su desenlace al final de los tiempos, donde serán juzgados por Jesús.

25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: !!Cállate, y sal de él!
Jesús no dejó que ese espíritu inmundo dentro de aquel hombre difundiera verdades sobre Él, ya que los que pueden dar testimonio de Jesús son el Padre y el Espíritu Santo, como en Su bautizo, así como la Palabra de Dios da testimonio de Jesús, y al ser un privilegio, no se les ha dado a esos espíritus inmundos.

26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
El espíritu inmundo no tuvo otra opción mas que obedecer la instrucción dada por Jesús, no sin antes hacerlo con violencia y dando gritos.

27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
Todos quedaron asombrados ante tal hecho, y se hacían preguntas que para ellos no tenían respuesta, ya que no habían todavía identificado a Jesús como Dios mismo en carne.

28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
Ese evento hizo que la fama de Jesús se esparciera por toda esa región del Norte de Israel, fama que Jesús no estaba buscando y que más bien le estorbará en su función principal de enseñar la Palabra de Dios.

Vs. 29-31. La Restauración
29 Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
A pesar de que mucha gente se maravillo y se regreso a sus casas, Pedro hizo algo más, llevó a Jesús a su casa, y los otros discípulos les acompañaron.

30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.
La Biblia nos habla solo de la suegra de Pedro, lo que infiere que estaba casado, pero no se nos dice nada de los otros discípulos, que al parecer, eran unos jovencitos en esa época por lo que se cree que ninguno mas tenía esposa todavía.

Como Jesús en su casa, Pedro o alguno de los discípulos pudo hablarle de la condición de enfermedad en la que se encontraba su Suegra (quizá por esa enfermedad es que en ese momento estaba viviendo en casa de Pedro).

31 Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.
Jesús la sana de inmediato, y aunque por la pura palabra de Jesús podía sanarse, Jesús muestra mucho amor, misericordia y afecto con la suegra de Pedro, ya que se acerca a ella, la toma de la mano y la ayudo a levantarse, notemos que acto seguida al levantarse sana la suegra de Pedro les servía, quizá se refiere a que les preparo la comida o algo así.

Vs. 32-39. Lo Importante
32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;
Como era día de reposo y ese día terminaba a la puesta del sol, parece que todos estaban esperando al cambio de día para poder cargar a sus enfermos y a los endemoniados y llevárselos a Jesús esperando que les curara.

33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta.
Toda la gente del pueblo, que no era poca, se junto a la puerta de la casa de Pedro.

34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
En su gran amor y misericordia, Jesús se tomó el tiempo para sanar a muchos, de los cuales algunos de los demonios querían hablar, quizá como el de la sinagoga y Jesús no les dejaba.

Dice que sano a muchos pero no a todos, y no era por que Jesús no pudiera hacerlo, más bien nos lleva a pensar que Dios en ocasiones permite enfermedades con un propósito en las personas y si ese propósito no se había cumplido en ellos, no era el tiempo de que recibieran su sanidad, un ejemplo es Lázaro, el amigo de Jesús del cual Él dijo: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios” (Jn 11:4) o cuando dijo del ciego de nacimiento “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él” (Jn 9:3).

35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
A pesar de que el día anterior había sido muy largo y de mucho trabajo ministerial para Jesús, Él se levantó de madrugada para orar a solas, uno pensaría que para recuperar las fuerzas perdidas lo mejor sería descansar y dormir, pero Jesús nos muestra que la verdadera forma de encontrar reposo en a los pies de Padre en oración.

Aplicación Práctica: Si Jesús necesitaba orar y buscar la dirección de Dios todos los días, cuanto más nosotros la necesitamos mucho mas.

36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban;
37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.
Cuando los discípulos se despertaron, vieron dos cosas, la primera que mucha gente estaba de nuevo a la puerta de la casa de Pedro esperando encontrar a Jesús; y segundo, que Jesús no estaba, por lo que fueron en su búsqueda, muy probablemente ellos sabía cual era ese lugar a donde Jesús había ido por que quizá era una práctica cotidiana que el hacía.

Le avisan a Jesús que todo le buscan, quizá como diciéndole que Su ministerio va muy bien, que esta muy exitoso, que la gente lo conoce, que ya tiene mucha fama, como si le dijera que es el mejor momento de su ministerio.

38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
Sin embargo, como Jesús sabía que le buscaban para ser sanados, les contesta que es mejor ir a las otras aldeas a predicar de las Buenas Nuevas de Dios, y les dice que para predicar del evangelio de Dios es que Él había venido, por lo que entendemos que las sanidades y la liberación de demonios eran solo señales que apuntaban a su autoridad sobre todas las cosas, pero que no era su principal función, que esa era la de predicar la salvación de Dios.

39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Y eso que Jesús les dijo fue lo que hizo, predicar en las sinagogas de toda esa región del norte de Israel, y si se manifestaban demonios los echaba fuera pero su principal ministerio era la predicación, ya que como la fe viene por el oír, es necesario hablar que alguien les hablara de esas buenas noticias como dice Romanos 10:14b ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Vs. 40-45. Lo Incorrecto
40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica producida por una bacteria que afecta, especialmente, al sistema nervioso, a la piel y los ojos, de la que en ese tiempo no había cura, razón por la cual a los enfermos los apartaban de la ciudad y lo mandaban a vivir en lugares desiertos para evitar que las demás personas se contagiaran.

Con mucha probabilidad ese leproso pudo llegar a Jesús en medio de la gente que le rodeaba porque al ser leproso, la gente de apartaba de él para no contagiarse, y se inclinó de rodilla delante de Jesús creyendo que tenía toda la autoridad dada por Dios para sanarle, pero que lo que no sabía era si era Su voluntad hacerlo.

41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.
42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
El leproso recibirá su sanidad solo por la misericordia de Jesús sobre él, y una vez más observamos el afecto de Jesús, ya que no tenía que tocarlo para sanarlo, con la pura palabra fue sanado, pero le tocó, ese toque de Jesús fue quizá para ese leproso el primer contacto físico que tenía en años.

43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego,
44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
Jesús no necesitaba mas fama en ese lugar, más bien quería mandar un mensajero a los sacerdotes en Jerusalén, quienes estaban preparados para hacer una ceremonia a los que fueran limpios de lepra, pero eso nunca había pasado, ellos sabían que solo Dios podía limpiarles, así que cuando llegara ese ex-leproso sería una evidencia para ellos de que el Mesías esperado había llegado.

45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
El ex-leproso no obedeció la rigurosa petición de Jesús, comenzó a divulgar mucho lo que Jesús había hecho con Él, y no parece que haya ido a los sacerdotes como Jesús le mandó, esa desobediencia podría mostrar que no hubo una verdadera conversión en él y además esa desobediencia limitó el ministerio de Jesús en las ciudades, aunque de cualquier forma, la gente venía a Él de todas partes.

Aplicación Práctica: Considerar seriamente lo que Dios nos ha mandado y que no estamos obedeciendo, aún cuando; como el leproso, hemos recibido de Él solo amor y misericordia.

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