|
Versículo a memorizar: “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:24
Introducción:
Mientras los 3 primeros capítulos nos hablaron de lo que Dios nos ha dado en Cristo Jesús, el capítulo 4, 5 y 6 nos dirá, lo que, en respuesta a ese entendimiento de la gracia de Dios, nosotros, que somos Su pueblo, como debemos de comportarnos, y comenzó con un llamado a esforzarnos en mantener la unidad del Espíritu aun teniendo diversidad de dones, que producirá madurez en la Iglesia que glorifica a Cristo y ahora nos hablará de la necesaria renovación de nuestra mente.
Desarrollo:
El viejo hombre. (Vs. 17-19)
17 Esto, pues, digo y requiero (pido) en el Señor: que ya no andéis (vivan) como los otros gentiles (no judíos, paganos), que andan (viven) en la vanidad de su mente (de acuerdo a sus equivocadas ideas),
Digo y requiero en el Señor. Pablo habla ahora con la autoridad apostólica que Dios le dio para, no hacer una sugerencia, sino emitir un requerimiento, y no de Pablo, sino viniendo del Señor mismo.
Que ya no andéis. El requerimiento es a no andar, a no caminar a no vivir como vivían antes.
Como los otros gentiles. Los cristianos de la Iglesia de Éfeso, ciertamente habían sido gentiles (no judíos) y se comportaban como tal, la situación de los gentiles fue definida por Pablo mismo en Efesios 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Que andan en la vanidad de su mente. Ahora Pablo comienza a definir a esos gentiles que andan sin el verdadero Dios en el mundo, su primera característica es que tienen una mente vacía con respecto a las cosas de Dios, una mente vacía no se refiere al intelecto de las cosas del mundo, o de ciencia o de alguna especialidad de la cual pueden saber mucho y ser expertos, sino de una mente vacía del conocimiento de Dios, de la esperanza que hay en Dios, de los pactos de Dios, de la ciudadanía del pueblo de Dios, y es porque están sin Cristo.
18 teniendo el entendimiento entenebrecido (oscurecido), ajenos (alejados) de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza (necedad, insensibilidad) de su corazón;
Teniendo el entendimiento entenebrecido. La condición natural de un hombre sin Dios, es que, para las cosas espirituales, su entendimiento esta en tinieblas, para el o ella esas cosas espirituales le parecen locura como dice 1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Ajenos de la vida de Dios. Alejados de la vida donde Dios es considerado, por lo que sus planes, deseos y decisiones, las hacen de acuerdo a lo que piensan o lo que sienten, pero no de acuerdo a la voluntad de Dios ya que la desconocen.
Por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Esa vida alejada de Dios, viene como consecuencia de su ignorancia espiritual, de desconocer la Palabra de Dios, y la razón es la dureza de su corazón, dureza que no pueden ellos cambiar, sino hasta que Dios les quite ese corazón duro de piedra y les de uno de carne como dice Ezequiel 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad (vergüenza), se entregaron a la lascivia (vicios, inmoralidad) para cometer con avidez (sin freno) toda clase de impureza (indecencias).
Los cuales. Es decir, los gentiles de los que viene hablando
Después que perdieron toda sensibilidad. La naturaleza humana caída del hombre tiene poca sensibilidad a las cosas de Dios, pero conforme el pecado va avanzando, esa sensibilidad se va perdiendo cada vez mas, hasta que se pierde por completo.
Se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Y una vez sin sensibilidad, se entregan por completo a sus pasiones desbordadas, la lascivia es la sensualidad usada de manera equivocada y sin autocontrol, mientras que avidez es un deseo fuerte y desmedido por conseguir algo que quiere, es este caso toda clase de impurezas.
El revestimiento. (Vs. 20-24)
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo.
Mas vosotros. Aquí hace Pablo una separación de los creyentes de Éfeso, ellos eran exgentiles, pero ya no más, ahora pertenecen a la familia de Dios, adoptándolos como hijos, como dijo desde Efesios 1:5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
No habéis aprendido así a Cristo. Pablo no se pone de modelo, ni pone a ninguno de los patriarcas, reyes o profetas, sino a Cristo mismo que es el único modelo de la Iglesia
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
Pablo ahora pone un si condicional, la Iglesia de Éfeso son verdaderamente la Iglesia, si han sucedido dos cosas, han oído de Cristo y de Su Palabra y han sido enseñados, así que no basta solo con oír la Palabra de Dios, sino que se anide en nuestro corazón y produzca fruto.
Es el mismo principio que aprendemos en la parábola del Sembrador, los cuatro tipos de tierra (que representas los cuatro tipos de corazones) recibieron la semilla (oyeron la Palabra), pero solo una fue la que cayó en buena tierra, que es la que no solo oyó, sino la que entendió lo que oyó como dice Mateo 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos (quitarse) del viejo hombre, que está viciado (corrompido) conforme a los deseos engañosos,
La pasada manera de vivir. Se refiere a la vida sin Cristo que no tomaba en cuenta a Dios, que debe de ser diferente a la presente y futura manera de vivir, ya que Jesucristo no es algo que le agregas a tu manera de vivir, sino es para quien vives y eso hace que vayas dejando la forma de vivir que teníamos antes de que Jesús llegara a nuestras vidas.
Despojaos del viejo hombre. Esa pasada manera de vivir, Pablo la asemeja a un hombre, y le llama viejo no por la edad, sino por que ya hay uno nuevo, y la instrucción es de despojarnos de ese ”viejo hombre”, de esa antigua manera de vivir.
Que está viciado conforme a los deseos engañosos. Ese viejo hombre esta corrompido, no se puede regenerar, por eso no nos dice que “mejoremos” ese “viejo hombre” sino que lo quitemos, como si fuera una prenda de vestir sucia y rota que no sirve y que nos es necesario quitárnosla para poder vestir la nueva vestimenta que Dios nos da.
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente (pensamientos),
Una vez que nos hemos dado cuenta de que nuestra vestimenta anterior, el “viejo hombre” esta sucia y rota y que nos la debemos de quitar, el siguiente paso es renovar nuestra mente; es decir, entender que nuestra pasada manera de vivir ensucia nuestra vestimenta y venir a la Palabra de Dios para renovar nuestro entendimiento, y sea como Dios dice y no como nosotros creíamos, o actuábamos.
Y es que si nos quitamos la vestimenta sucia, pero no renovamos nuestra mente, cuando nos pongamos la vestimenta limpia que Dios nos da, la vamos a volver a ensuciar, por eso es necesario, no solo despojarnos del “viejo hombre” sino también de renovar nuestros pensamientos con la Palabra de Dios.
24 y vestíos (ponerse el ropaje) del nuevo hombre, creado según (a imagen de) Dios en la justicia (vida recta) y santidad (pureza) de la verdad.
No es hasta que nos despojamos de la vestimenta antigua (viejo hombre), renovamos nuestra mente con la Palabra de Dios, que entra la tercera fase, vestirnos con el “nuevo hombre”; es decir, vivir de una nueva manera, ahora considerando a Dios en todos nuestros caminos y decisiones.
Esta vestimenta del “nuevo hombre” es creada por Dios y lleva sus atributos de Justicia y Santidad de la verdad, así, cuando andemos caminando en Justicia y Santidad, reflejaremos al Dios que tenemos por Padre y Él será así glorificado.
Aplicación Práctica: Despojarse, Renovarse y Vestirse, Dios no lo va a hacer por nosotros, Dios nos provee de la conciencia, de Su Palabra y de la vestimenta nueva, pero nosotros somos los que tenemos que hacer un plan de despojo, un plan de renovación y de revestimiento, como referencia tenemos un pasaje donde se muestra a la Iglesia como la novia que esta a punto de casarse y dice Apocalipsis 19:8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. La novia (Iglesia) se le ha permitido (concedido) y se le ha provisto de un vestido de lino fino, pero notemos que ella (la Iglesia) es la que se lo tiene que vestir, no dice que se le vistió de ese vestido, sino que se le concedió y se le dio, pero ella es la que se lo tiene que poner, y ese vestido representa la justicia y santidad de la verdad.
El nuevo hombre. (Vs. 25-32)
Pablo ahora va a poner unos ejemplos prácticos para poder ver que la vestimenta del “viejo hombre” la tenemos sucia y rota, nos dirá que debemos de cambiar o renovar nuestra mente con respecto a esa pasada manera de vivir, pero no lo dejará allí, sino que nos dirá como vestirnos del “nuevo hombre” para andar en Justicia y Santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desechando (dejando) la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros (de un solo cuerpo).
Despojarse del Viejo Hombre: La Mentira, la cual debemos de desechar
Renovación de la Mente: Entender que somos parte del mismo cuerpo y la mentira en la Iglesia es como si nos mintiéramos a nosotros mismos, lo cual no tiene ninguna lógica y ningún provecho.
Vestirse del Nuevo Hombre: Hablar verdad
26 Airaos (enójense), pero no pequéis; no se ponga el sol sobre (no les dure un día) vuestro enojo,
27 ni deis lugar (oportunidad) al diablo.
Despojarse del Viejo Hombre: Los pecados que produce el enojo (como amargura, golpes, gritos, venganza, etc etc)
Renovación de la Mente: Porque con ello le damos lugar al diablo.
Vestirse del Nuevo Hombre: No permitir que el enojo nos dure mas de 1 día.
28 El que hurtaba (robaba), no hurte (robe) más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno (honrado), para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Despojarse del Viejo Hombre: El Robo, quitárselo y no robar.
Renovación de la Mente: El trabajo honesto es bueno.
Vestirse del Nuevo Hombre: Dar del fruto del trabajo de nuestras manos a los que tienen necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida (mala, obscena) salga de vuestra boca, sino (por el contrario) la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia (beneficio) a los oyentes.
Despojarse del Viejo Hombre: Palabras corrompidas, que ya no salgan de nuestra boca.
Renovación de la Mente: Debemos de dar gracia a los oyentes.
Vestirse del Nuevo Hombre: Hablar lo que sea para buena edificación de los demás.
30 Y no contristéis (poner triste) al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención (liberación).
El Espíritu de Dios nos ha sellado como de Su propiedad y vive en nosotros, pero cuando andamos con el “viejo hombre”, se entristece, ya que tenemos toda la capacidad y recursos dados por Dios para andar como el “nuevo hombre” y no lo hacemos.
31 Quítense de vosotros toda amargura (tristeza), enojo, ira, gritería (gritos) y maledicencia (insultos), y toda malicia (maldad).
32 Antes (por el contrario) sed benignos (buenos) unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Despojarse del Viejo Hombre: Amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia
Renovación de la Mente: Dios nos perdonó en Cristo
Vestirse del Nuevo Hombre: Benignidad, misericordia y perdón.
Aplicación Práctica: Andar en nuestra nueva naturaleza espiritual, como evidencia de un genuino revestimiento celestial.
No comments:
Post a Comment