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Versículo a memorizar: “Someteos unos a otros en el temor de Dios.” Efesios 5:21
Introducción:
Mientras los 3 primeros capítulos nos hablaron de lo que Dios nos ha dado en Cristo Jesús, el capítulo 4, 5 y 6 nos dirá, lo que, en respuesta a ese entendimiento de la gracia de Dios, nosotros, que somos Su pueblo, como debemos de comportarnos, despojando al viejo hombre, renovando nuestra mente y vistiéndonos del nuevo hombre que fue creado a imagen de Dios es justicia y santidad de la verdad y Pablo continuara con ejemplos prácticos sobre ese comportamiento que representa al Dios que tenemos.
Desarrollo:
21 Someteos unos a otros en el temor (por reverencia) de Dios.
Someteos. Viene de la palabra en griego <Hypotasso> que significa ponerse por debajo de alguien, sujetarse voluntariamente.
Sumisión no implica inferioridad, sino reconocimiento y obediencia voluntaria a orden establecido por Dios
Unos a otros. Este sometimiento no es de todos a todos, o de todas las mujeres a todos los hombres, de todos los hijos a todos los padres, o de todos los siervos a todos los amos, la sujeción es de cada uno a quien se debe sujetarse en el orden establecido por Dios, en el contexto, las casadas a sus respectivos esposos, los hijos solteros a sus padres, los siervos a sus respectivos amos.
Jesús mismo estaba sujeto a sus padres cuando vivía con ellos como nos muestra Lucas 2:49-51 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos.
Temor de Dios. Significa reverenciar a Dios; en otras palabras, el sometimiento del que habla este pasaje debe estar dentro de los limites establecidos por Dios en Su Palabra. Si la autoridad nos manda a hacer algo que Dios prohíbe o nos prohíbe hacer algo que Dios manda, debemos sujetarnos primero a Dios y no a los hombres.
22 Las casadas (esposas) estén sujetas a sus propios maridos (esposos), como al Señor;
Las casadas. Le habla a las mujeres casadas, pero esta enseñanza bíblica es importante que la conozcan las mujeres solteras, ya que habla del orden y la voluntad de Dios para los matrimonios en Cristo.
Estén sujetas a sus propios maridos. Cada esposa a su propio marido, la sujeción no es inferioridad, no es mantenerse en silencio, no es falta de participación, al contrario, es buscar la llenura del Espíritu Santo para ser creativa, santa, y la ayuda idónea que fue el plan de Dios desde el principio como dice Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Como al Señor. Esa sujeción hay que hacerla como al Señor, eso no significa “como si fuera al Señor” eso sería idolatría, poner al esposo en el lugar de Cristo, sino sujetarse a la misión dada por Dios en el matrimonio, la mujer no debe de pensar en es ponerte debajo de su marido, si no debajo de la misión que Dios estableció en el matrimonio que es glorificar a Dios en él.
Notemos que tampoco las esposas se deben de sujetar solamente a los buenos maridos cristianos, la sujeción es para sus Maridos, ya que ese es el plan original de Dios, por eso las mujeres solteras deben de ser sabias para escoger esposos que estén sujetos a Dios primeramente para que con facilidad puedan sujetarse a ellos.
La sujeción no tiene que ver con la inteligencia o carácter del esposo, ni en su economía o en su obediencia al Señor; mas bien, la sujeción al esposo es por obediencia, amor y respeto a Cristo.
Si la esposa camina en luz, si es hija amada, el sujetarse a su marido no debería de ser una carga, sino más bien un motivo de gozo.
23 porque el marido (esposo) es cabeza (autoridad) de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
El orden que Dios estableció es que la autoridad de la esposa es el esposo, pero la autoridad del esposa es Cristo como dice 1 Corintios 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Así como la Iglesia no cuestiona la autoridad de Cristo sobre ella, ya que fue establecida por Dios, así mismo la autoridad del Esposo sobre la esposa fue establecida por Dios desde el principio de la creación como vemos en Génesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Esto habla solo de un orden en el funcionamiento del matrimonio, no de que uno tenga mas valor que otro como lo confirma 1 Corintios 11:11-12 11Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
En todo. Es dentro de los límites establecidos por Dios, no se debe de sujetar al marido si la quiere forzar a hacer algo pecaminoso, o si la maltrata física o emocionalmente, allí la sujeción primaria es a Dios como dijo Pedro cuando les pidieron no predicar a Cristo en Hechos 5:29 Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
25 Maridos (esposos), amad a vuestras mujeres (esposas), así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo (dio su vida) por ella,
La instrucción de Dios para los esposos es clara, amar a su esposa (solo a su mujer), como Cristo amó a Su iglesia y mostró ese amor dando su vida por ella.
La palabra amor viene de la palabra en griego <Agape> que habla de un amor sacrificial, no un amor sentimental, sino un amor de decisión que se muestra al poner las necesidades y deseos de la esposa por encima de los del esposo,
Ese amor sacrificial se describe el 1 Corintios 13 diciendo que ese amor es sufrido (paciente y tardo en responder), benigno, sin envidia, sin jactancia (enaltecido), sin vanidad (orgulloso o altanero), no hace lo indebido (ni con ella, ni sin ella), no busca lo suyo, no se irrita, no es rencoroso, no es injusto, es verdadero (Cristo), cubre, respeta y confía.
Se entregó. La palabra entrego viene del griego <Paradidomi> que significa ceder, dar, ponerse por debajo; es decir, es aquel que ve primero por las necesidades físicas, emocionales y/o espirituales de su esposa, sometiéndome a la voluntad de Cristo.
A sí mismo por ella. Cristo amo sacrificialmente a la Iglesia hasta morir por ellas como dice Efesios 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
26 para santificarla (para hacerla santa, para apartarla), habiéndola purificado (limpiado) en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin (para) de presentársela (regalársela) a sí mismo, una iglesia gloriosa (radiante), que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha (e intachable).
El Propósito del amor sacrificial de Cristo es presentarse una esposa santa y sin mancha, Cristo salvó a la Iglesia de ira de Dios y la presento delante del Padre sin mancha alguna, pero el poder del Espíritu Santo la sigue limpiando a través de Su Palabra en los días de su peregrinación en esta tierra como Jesús mismo le dijo a sus discípulos en Juan 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
El esposo debe de amar sacrificialmente a su esposa sin importar su diligencia, su sujeción, que tan cariñosa es con él, o que tan buena cocinera es, si es o no buena administradora, más bien la amara sacrificialmente por obediencia, amor y respeto a Cristo.
Si el esposo camina en luz, si es hijo amado, el amar sacrificialmente a su esposa no debería de ser una carga, sino más bien un motivo de gozo.
Los esposos deben tener interés y cuidado de la vida espiritual de sus esposas, como sacerdotes de sus hogares, deben ayudarle a mantenlas limpias para el Señor, siendo primero en ejemplo de comunión y santidad delante del Señor ellos mismos.
28 Así también los maridos (esposos) deben amar a sus mujeres (esposas) como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer (esposa), a sí mismo se ama.
29 Porque nadie aborreció (despreció) jamás a su propia carne (cuerpo), sino que la sustenta (lo alimenta) y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Así como la Iglesia es el cuerpo de Cristo y no se pueden separar, así mismo la esposa y el esposo son parte de un solo cuerpo. Así como el esposo procura su propio cuerpo, alimentándolo y cuidándolo, así debe hacerlo con su esposa, no deben de verse como dos personas casadas, sino como una sola persona delante de Dios, las cosas que el afectan al uno deben de afectarle al otro, que es lo mismo que pasa con Cristo y Su Iglesia.
31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne (cuerpo, persona).
Pablo cita las palabras dadas por Dios en el Edén en Génesis 2:21 y repetidas por Jesús en Mateo 19:5 cuando le preguntaron sobre el divorcio, para hacer énfasis en la mas intima relación que dos personas pueden tener que es el matrimonio, ambas partes dejan a sus padres y madres que hasta el momento del matrimonio son sus relaciones personales mas cercanas, para unirse es una relación aún mas excelsa con su pareja y ambos se vuelven un solo cuerpo, como usa sola persona delante de los ojos de Dios.
32 Grande es este misterio (cuerpo, persona); mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Misterio. En la Biblia es algo que antes estaba oculto y que ahora es develado, aquí se nos dice que el matrimonio en el Señor tiene el privilegio mostrar visiblemente el amor extravagante de Cristo por su Iglesia; es decir, el matrimonio es una representación de Cristo (esposo) amando sacrificialmente a la Iglesia (esposa) y esta sujetándose esa autoridad.
Cuando la esposa se sujeta al esposo y cuando el esposo ama sacrificialmente a la esposa, muestran el misterio de Cristo y la Iglesia y eso traen gloria al Señor.
33 Por lo demás (por esta causa), cada uno de vosotros ame también a su mujer (esposa) como a sí mismo; y la mujer (esposa) respete a su marido (esposo).
La mujer tiene una necesidad de amor que solo su esposo debe de llenar, así como el amor de Cristo llena a Su Iglesia, así mismo, el esposo tiene una necesidad de ser respetado que solo la esposa puede llenar, así como la Iglesia debe respetar la autoridad de Cristo.
Aplicación Práctica: Aprender las razones fundamentales, por las que debemos someternos unos a otros en el temor del Señor, y en esta porción del esposo y la esposa, la razón principal es que, al llevar a cabo la sujeción y el amor sacrificial, develan la relación de Cristo con la Iglesia.
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