Wednesday, June 12, 2024

Lucas 22:7-23 En memoria de mí

 

En memoria de mí

Lucas 22:7-23

Objetivo: Prepararnos con el gozo de la perspectiva correcta para participar de la cena del Señor (1 Co. 11:23-29).

 

Versículo a memorizar:Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”  Lucas 22:19

 

Introducción: A dos días de la fiesta de la pascua, Satanás había entrado en Judas, lo que lo llevó a ir con los líderes religiosos que querían matar a Jesús, y acordó con ellos entregarles a Jesús en un momento y lugar donde no hubiera mucha gente para que no se hiciera un alboroto, por ello le pagaron 30 monedas de plata, y Judas se comprometió y se fue a buscar ese momento oportuno.

 

Introducción histórica-cultural: Dios instituyó la fiesta (solemne celebración) de la Pascua en Éxodo 12, y para las cenas familiares mencionó con precisión que debía haber un cordero asado (Ex. 12:9), menor de un año y sin defecto (Ex. 12:5), que se comería con hierbas amargas y con panes sin levadura (Ex. 12:8); sin embargo, cuando leemos sobre la Pascua que realizó el Señor Jesús con sus discípulos, observamos más elementos, como copas de vino (Lc. 22:17,20, Mt 26:27, Mr. 14:23), y como el cántico de himnos (Mt. 26:30).

 

Eso MUY PROBABLEMENTE se debe a que, en la Mishná (compendio de enseñanzas de los rabinos) se estableció que al menos “cuatro copas de vino” deben formar parte de “la comida de la fiesta de la noche de pascua”. La razón de las cuatro copas de vino está basada en la interpretación rabínica del Éxodo, donde se emplean cuatro términos diferentes de liberación: “Los sacaré… los libraré… los redimiré… los tomaré a ustedes por mi pueblo”, como dice Éxodo 6:6-7 6Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré (rescataré pagando un precio) con brazo extendido, y con juicios grandes; 7y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Al haber cuatro copas, los rabinos se querían asegurar que, en la celebración, no dejaran de mencionar las cuatro promesas que Dios les había dado; sacar, libertar, redimir y tomarlos como pueblo.

 

La cena de pascua, llamada “Seder” se celebraba (y aún se sigue celebrando por el pueblo judío en la actualidad) de la siguiente manera <en términos generales, ya que puede haber variantes>:

 

Se sirve la cena de Pascua, pero antes de comer, se bebe la primera copa, la que está relacionada a la primera promesa, la de; “los sacare de debajo de las tareas pesadas de Egipto”, que es con la que inicia la celebración. En seguida, el padre de familia relata la historia de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, como fueron protegidos por la sangre del cordero puesta en los postes y el dintel de sus casas cuando pasó el ángel de la muerte e hirió a todos los primogénitos de hombres y de animales de los egipcios, pero no murió nadie del pueblo de Israel, al final del relato se bebe la segunda copa, que está relacionada a la segunda promesa; la de; “os libraré de su servidumbre”.

 

Después se come la cena; el cordero, las hierbas amargas y el pan sin levadura, y durante la cena o casi siempre al final de ella, se toma la tercera copa, la que esta relacionada a la promesa de; “os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes”, en seguida y por último se canta uno o varios salmos, comprendidos entre el Salmo 113 al 119 y se finaliza la ceremonia de Pascua bebiendo la cuarta copa, la que esta relacionada a la promesa de; “y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios.”

 

En la cena de Pascua de Jesús con sus discípulos que es mencionada en los cuatro evangelios, podemos observar lo siguiente:

 

Lucas menciona la primera copa en Lucas 22:17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros, y menciona la tercera copa, la que es durante o después de la cena en Lucas 22:19-20 19Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama, que es cuando Jesús le da un nuevo significado a la cena de Pascua. Es la misma tercera copa a la que hacen referencia también los evangelios paralelos, mencionado que instituyó esta ordenanza “mientras comían” como dice Mateo 26:26-28 26Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo 27Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados, y Marcos 14:22-24 22Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. 24Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.

 

Esa tercera copa estaba relacionada a la promesa de “os redimiré”, redimir significa; rescatar o liberar algo o a alguien pagando un precio, y es aquí cuando Jesús les dice que, a partir de ese momento, en esta celebración, ya no harán memoria de la sangre del cordero de pascua que los liberó de que no hubiera muerte en sus casas cuando estaban en Egipto, ya que ese cordero solo era sombra de los bienes venideros; es decir, el cordero de pascua era solo una figura de Jesús, quien es la imagen completa y no la sombra (Heb. 10:1) de la celebración, por tanto, a partir de ese momento, la celebración sería en memoria de Jesús, de su sangre del nuevo pacto que sería derramada en la cruz con la que perdonaría nuestros pecados.

 

Jesús fue presentado por el profeta Juan el bautista como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29), y Pablo lo presenta a la Iglesia como nuestro sacrificio de Pascua como dice 1 Corintios 5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros, y que a diferencia del cordero de pascua (la sombra o la figura) que se sacrificaba cada año, Jesús (la imagen misma y no la sombra) fue sacrificado en la Cruz una sola vez, y ese sacrificio sirve para siempre como dice Hebreos 10:12,14 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

 

Esta ordenanza de celebrar la cena con una copa de vino, es porque ese vino representa la sangre derramada de Jesús con la que fuimos rescatados (redimidos) como dice 1 Pedro 1:18-20 18sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros; y se celebra con pan sin levadura, ya que representa su cuerpo que fue entregado voluntariamente por nuestros pecados, para poder tener acceso al Lugar Santísimo (a la presencia de Dios) como dice Hebreos 10:19-20 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne.

 

Los tres evangelios sinópticos registran que Jesús ya no tomó la cuarta copa, que esa la tomaría; “hasta que el reino de Dios venga” (Lc. 22:18), “hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios” (Mr. 14:25), o como registra Mateo que parece ser el más preciso al relatar que después de esas palabras de Jesús, inmediatamente cantaron “el himno” (salmo) y así dio por terminada la celebración de Pascua como dice Mateo 26:29-30 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 30Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos, ya que esa cuarta copa estaba relacionada a la promesa de “y os tomaré por mi pueblo”, Jesús la reservó para una celebración de Pascua más con los suyos, cuando venga en “una nube con poder y gran gloria” (Lc. 21:27) y estemos con Él en el reino como su pueblo.

 

Por otro lado, ninguno de los evangelios sinópticos registra el momento en que Judas salió de la cena para ir a entregar a Jesús, pero si lo hace el evangelio de Juan, quien nos muestra que es Jesús mismo quien le indica el momento de irse, y Juan registra que fue cuando estaban todavía comiendo como dice Juan 13:26-30 26Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquel es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. 27Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. 28Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. 29Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. 30Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. Judas salió cunado había tomado el bocado; es decir, cuando estaba comiendo, por lo que podemos concluir casi con seguridad, de que Judas no estuvo presente cuando Jesús tomo la tercera copa y les dijo “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama (Lc. 22:20), Judas no estaba en el “por vosotros” ya que era “el hijo de perdición” (Jn. 17:12).

 

Desarrollo:

Vs. 7-13. La Preparación

7 Llegó el día de los panes sin levadura (de los ázimos), en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.

Como en forma general a la fiesta de la pascua que era de un día (14 de Nisan o de Abib) donde se sacrificaba el cordero de pascua y a la fiesta de los panes sin levadura que era de 7 días (del 15 al 21 de Nisán o Abib) y ambas estaban seguidas, se le llamaba comúnmente con cualquiera de los dos nombres, se le llamaba como Pascua o como Panes sin levadura a esas dos celebraciones que juntas serían de 8 días. Lucas se refiere al día primer de los panes sin levadura, que técnicamente sería el día cuando se sacrificaba el cordero pascual; es decir, el 14 del mes de Nisán o de Abib.

 

8 Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos (hacer los preparativos para) la (cena de) pascua para que la comamos.

9 Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?

Jesús toma la iniciativa de enviar a dos de sus discípulos, a quienes Lucas los identifica como Pedro y Juan para hacer los preparativos con el fin de celebrar la cena de pascua en Jerusalén. Los dos discípulos pidieron instrucciones más precisas de dónde prepararla.

 

10 Él les dijo: He aquí (miren), al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,

11 y decid al padre de familia (dueño) de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento (la sala, el cuarto) donde he de comer la pascua con mis discípulos?

12 Entonces él os mostrará un gran aposento (cuarto grande) alto (en la planta alta) ya dispuesto (arreglado, amueblado); preparad allí.

Jesús les contesta a los discípulos con un “presten atención”, y en seguida les da instrucciones muy precisas que muestran que Jesús ya se había anticipado y había acordado con alguien el lugar de la cena, lo que considerando que son días de fiesta, y hay mucha gente que llegó peregrinado a la ciudad, los lugares para reunirse serían muy escasos. La referencia que les da es un hombre transportando agua en un cántaro, eso esa fuera de lo normal, ya que, según los historiadores, esa función la realizaban primordialmente mujeres, por lo que esa referencia les facilitaría el encuentro de ese hombre, a quien debían seguir y los llevaría el dueño de la casa, a quien le entregarían el mensaje del Señor y quien les mostraría el lugar que ya había preparado, probablemente con lugares para reclinarse, con mesa baja para comer, con agua para el lavamiento las manos y de los pies, con antorchas para alumbrase, mismo que estaría en una planta alta (aposento alto). Los dos discípulos debían de completar los preparativos; es decir, lo que se comería y bebería.

 

Es probable que Jesús mantuvo en secreto el lugar de la cena para que Judas no pudiera comunicárselo a los enemigos de Jesús, y la traición de Judas le impidiera celebrar esa cena de pascua. No se menciona en los evangelios el lugar de dicha cena, pero sin duda fue en la ciudad de Jerusalén o en sus alrededores, 

 

13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.

Pedro y Juan encontraron todo como Jesús lo había descrito, y prepararon la pascua; es decir, comprar el cordero, llevarlo al templo a ser sacrificado, asarlo, preparar las hierbas amargas, el pan sin levadura, el vino y agua. En ese tiempo no se utilizaban utensilios como cucharas o tenedores, la gente se recostaba sobre el brazo izquierdo con los pies alejados de la mesa, y tomaban los alimentos con la mano derecha.

 

De la misma manera que Pedro y Juan diligentemente prepararon la cena de pascua, es lo que nos pide la Escritura hacer por medio de la exhortación de Pablo a la Iglesia de Corinto en 1 Corintios 11:27-29 27De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí, evaluar cada uno nuestra condición delante del Señor, y si hay algo que la estorbe, venir en oración a pedirle perdón y limpieza a nuestro Dios y proceder a comer el pan y la copa.

 

Vs. 14-18. La Predicción

14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él (Jesús) los apóstoles.

La frase; “Cuando llegó la hora”, hace referencia a la hora de la cena de pascua como dice Marcos 14:17 Y cuando llegó la noche, vino él con los doce, pero también a la hora de la redención, que ya había llegado, que comenzó en la cena de pascual, se completaría en la cruz y se reconfirmaría en la resurrección.

 

15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado (querido) comer con vosotros esta pascua antes que padezca (muera)!

16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.

Jesús expresa su deseo de comer esa pascua con los apóstoles, ya que él mismo dice que sería la última hasta la venida del reino de Dios, cuando el Señor aparezca en la nube de poder y gloria (Lc. 21:27).

 

17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;

18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid (vino), hasta que el reino de Dios venga.

La que Lucas relata en este versículo, es la primera copa, que de bebe antes de la cena (aunque la cena si se sirve antes, pero no se come aún), y luego se va explicando la historia bíblica, y al concluir la explicación se toma la segunda copa y después se come la cena.

 

Vs. 19-23. La Participación

19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por (a favor de) vosotros es dado (entregado a muerte); haced esto en memoria de mí.

20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto (alianza) en mi sangre, que por (a favor de) vosotros se derrama.

En algún momento de la cena, a la tercera copa, el Señor instituye esta ordenanza conocida como la “santa cena”, donde les dice a sus discípulos que la guarden en memoria de Él; es una simbología visible, pero ya no en memoria de su salida de la esclavitud de Egipto, sino del nuevo del pacto por medio de la sangre de Jesús que derramaría en la cruz para el perdón de pecados de los Suyos como dice Mateo 26:27-28 27Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

 

Al tomar el pan y el vino, haremos memoria de Su sangre que fue derramada en la cruz para ratificar el pacto de Dios con Su pueblo, mismo que debemos hacer para anunciar su muerte hasta que Él venga, como explicó Pablo en 1 Corintios 11:23-26 23Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

 

En el Nuevo Testamento solo tenemos dos simbologías, el bautismo que significa que hemos muerto y resucitado con Cristo (Rom. 6:4) y la “Santa Cena, partimiento del pan o la Cena del Señor” donde recordamos que, con su muerte, completó la obra de redención (salvación), y que el derramamiento de la sangre de Jesús, es para perdón de pecados para todo aquel que cree, no se pierda, más tenga vida eterna (Jn. 3:16).

 

21 Mas he aquí (sepan), la mano del que me entrega (traiciona) está conmigo en la mesa.

22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado (señalado); pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado (traicionado)!

Jesús en esta declaración se refiere a Judas Iscariote, quien tomado por Satanás había acordado con los líderes religiosos entregarles a Jesús a cambio de 30 monedas de plata (Lc. 21:3-6), es debió causar una conmoción entre los discípulos, ya que no era una posibilidad, sino una realidad anunciada con anticipación por el Maestro de que alguno de ellos no solo traicionaría a Jesús, sino que, en cierta manera, traicionaría a todos ellos. Quizá Judas pensó que allí mismo sería delatado, pero ni aun eso lo llevo a arrepentirse, según los pasajes paralelos, Jesús reveló a Juan y este a Pedro, quien era el traidor.

 

En este pasaje podemos ver muy claramente la soberanía de Dios, que no exonera al hombre de su responsabilidad. Podemos leer Isaías 53 y darnos cuenta con detalle de todo lo que habría de acontecer al Mesías (el Cristo) para redimir a Su pueblo de la esclavitud del pecado y de la muerte; desde su encarnación hasta su entronización; todo eso como un plan perfecto de Dios para la salvación de la humanidad como dice 1 Pedro 1:20 ya destinado (Jesús) desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros; esa lamentable traición ya estaba profetizada en el Salmo 41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar, pero eso no quito la responsabilidad de Judas por su actos, como enfatiza  Marcos 14:21 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido, Judas, ni después de haber escuchado esto, desistió, la culpabilidad solo se incrementó, ya que tuvo esta advertencia de Jesús a tiempo de devolver las monedas y no entregar a Jesús a las autoridades.

 

23 Entonces ellos comenzaron a discutir (preguntarse) entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto (quien sería el traidor).

Los discípulos comenzaron a preguntarle cada uno si serían ellos como detalla Mateo 26:21-25 21Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me va a entregar. 24A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho, Jesús no les contesta a cada uno, dejando que cada uno tenga tiempo para reflexionar sobre su fidelidad al Mesías, de la misma manera que nosotros debemos reflexionar y aun pedir a Dios lo que decía el salmista en el Salmo 26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, en el relato de Mateo, Jesús solo le responde a Judas, para que él supiera que lo que había hecho y estaba por hacer, no tomaría al Maestro por sorpresa.

 

Aplicación práctica:

19

 Prepararnos con el gozo de la perspectiva correcta para participar de la cena del Señor (1 Co. 11:23-29).

 

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