Monday, June 24, 2024

Lucas 22:39-46 Orad que no entréis en tentación

 

Orad que no entréis en tentación

Lucas 22:39-46

Objetivo: Entender la bienaventuranza de la oración para vencer la tentación (Stg. 1:12).

 

Versículo del Objetivo:Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” Santiago 1:12

 

Versículo a memorizar:Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.” Lucas 22:40

 

Introducción: Estando en el aposento alto, Jesús les recordó a sus discípulos como los líderes del mundo ejercen autoridad sobre las naciones, enseñoreándose sobre ellas, y les dijo que en el reino de Dios, no sería así, sino que, el mayor entre ellos debería de comportarse como un sirviente, que la autoridad en el reino se ejerce sirviendo, y eso fue lo que le encargó a Pedro, cuando le comentó que Satanás había pedido zarandear como a trigo a los once discípulos, pero que Jesús había rogado por él, para que su fe no faltara y le indicó que, aunque iba a tropezar, Pedro sería restaurado, y le encargó que cuando eso pasara, le sirviera a sus hermanos fortaleciéndoles en su fe, y más aún, sabiendo que este mundo es hostil al evangelio y a los principios bíblicos establecidos en la Palabra.

 

Desarrollo:

39 Y saliendo (del aposento alto), se fue, como solía (costumbraba), al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.

La cena había terminado, y las instrucciones finales a sus discípulos estaban hechas, por lo que salieron del aposento alto que estaba en Jerusalén, y salieron por alguna de las puertas que dan al torrente Cedrón como dice Juan 18:1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos, ese huerto a donde se dirigieron y que se encuentra en el monte de los Olivos, es el que se llama Getsemaní como dice Mateo 26:36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Lucas registra que era una costumbre del Señor ir a ese lugar, ya que por las mañanas enseñaba en el templo, por las noches se iba al monte de los olivos (Lc. 21:37), donde seguramente pasaba un tiempo con sus discípulos, y después de allí pasaba la noche en Betania donde le ofrecían hospedaje sus amigos Lázaro, Marta y María (Mr. 11:11).

 

Esa parece ser la razón por la que Judas, conociendo esa práctica de Jesús, de pasar un tiempo con sus discípulos en aquel Huerto de Getsemaní, no le fue difícil encontrarlo. El nombre de Getsemaní, significa prensa de aceite, o lagar de aceite, se cree que era un huerto cerrado donde había un plantío de árboles de Olivos frente al monte del Templo, y en ese lugar se presionaba las aceitunas para extraer su aceite y muy probablemente, le pertenecía, como el aposento alto, era de un conocido de Jesús, quizá de algún discípulo de los tantos que Jesús tenía aparte de los doce.

 

40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis (caigan) en tentación.

Llegando al huerto Jesús, les dio instrucciones para que se dedicasen a la oración con la finalidad de que no entrarán en tentación, ya les había enseñado eso mismo en la oración del monte de los olvidos de Mateo 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

 

Satanás había pedido sacudirlos, y esa era la tentación en la que iban a entrar, la fidelidad de los discípulos a Cristo iba a ser puesta a prueba en unas horas más, la oración no era para evitar la tentación, sino para no caer en ella, para poder permanecer firmes en la prueba que se les avecinaba.

 

41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,

Al parecer, según los relatos paralelos, el Señor deja a ocho discípulos quizá a la entrada del huerto y se aleja a una distancia como la de tirar una piedra, pero toma un poco más cerca, a tres de ellos como dice Marcos 14:33-34 33Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 34Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad, estos tres estaban en el circulo mas cercano del Señor, y ya había sido tomados solo ellos cuando Jesús resucitó a la Hija de Jairo (Lc. 8:51) y cuando le visitaron Elías y Moisés y Jesús se transfiguró (Lc. 9:28) y ahora en esta ocasión, quizá siempre buscando los dos o tres testigos de los acontecimientos como demandaba la ley, y ahora estaban siendo testigos de la profunda angustia del Señor.

 

Lucas relata que Jesús estuvo orando de rodillas, y Marcos añade que no solo estaba de rodillas sino con el rostro en tierra (Mr. 14:35), contrario a la forma en la que había orado otras veces levantando los ojos al cielo (Lc. 9:16), todo eso nos indica la intensidad de la oración del Señor en ese lugar.

 

42 diciendo: Padre, si quieres, pasa (líbrame) de mí esta copa (trago amargo, de sufrimiento); pero no se haga (cumpla) mi voluntad, sino la tuya.

Jesús le hace la petición al Padre con la confianza de un hijo, Marcos relata que se dirigía a Dios como Abba, que significa padre, pero en el sentido de confianza y familiaridad que tiene un hijo a su padre en casa, como dice Marcos 14:36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú, antes de la petición, Jesús reconoce el atributo de omnipotencia de Dios, que para Él no hay nada imposible, pero al mismo tiempo se somete incondicionalmente a la voluntad de Dios como siempre lo hizo y lo declaró en Juan 5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

 

Esa copa que Jesús pide que de ser posible la aparte de Él, es la copa de la (juicio) ira de Dios (Jer. 25.15) por el pecado de los hombres, ya que, en la obra de la Cruz, Jesús estaría siendo sustituto de los que “por naturaleza son hijos de ira” (Ef. 2:3), para llevar en Él mismo la paga del pecado como dice Hebreos 9:26b … en la consumación de los siglos, (Jesús) se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado, tomando el pecado de la humanidad y llevándolo al sacrificio a la Cruz, quitar la responsabilidad penal del pecado de todos aquellos que crean en Él, como dice Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

 

43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle (darle fuerzas).

Dios escuchó la oración de Jesús que hizo con gran clamor y lágrimas como dice Hebreos 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente, fue oído en que se hiciera la voluntad del Padre que era llevar a cabo el plan de redención para la humanidad como dice Gálatas 4:4-5 4Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5para que redimiese (rescatase) a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos, pero no lo dejó solo, Dios le mandó un ángel desde el cielo para confortar al Señor en ese momento.

 

44 Y estando en agonía (gran angustia), oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Cristo, en su humanidad, ya que fue “hecho semejante a los hombres” (Fil. 2:7), pero sin pecado (Heb. 4:15), tenía un alma humana, que le permitía experimentar angustia y temor, por lo que siguió orando más intensamente, al grado de sudar gotas de sangre, ya que estaba frente a algo completamente desconocido en su humanidad, sería hecho maldición (Gal. 3:13) a causa del pecado. Fue en su humanidad, y no en su deidad, que llevo a la Cruz el pecado de los hombres como dice Filipenses 2:7-8 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

 

Esa angustia e intensidad en la oración del Señor se entiende mejor sabiendo que, en la Cruz, Jesús experimentaría no solo la muerte física, y sino también la muerte espiritual, que es la separación de Dios al llevar el pecado de los hombres, por lo que sufrió el abandono del Padre (Mt. 27:46), para abrir un camino a los redimidos, un camino nuevo y vivo como dice Hebreos 10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y pusiésemos ser justificados; es decir, declarados como justos por Dios como dice 2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

 

Al parecer, esa profunda angustia del Señor lo llevo a sudar sangre, una afectación que hoy en día se conoce como “hematidrosis”, en la cual, los vasos sanguíneos capilares que alimentan las glándulas sudoríparas se rompen, provocando que exuden sangre, y ocurre en condiciones de estrés físico o emocional extremo.

 

No hay registro bíblico de lo que el ángel le dijo a Jesús para fortalecerlo, pero eso, y el anhelo de llevar a cabo la voluntad de Dios de salvar a los hombres, produjo en Él gozo, con el que sufrió la cruz como dice Hebreos 12:2b … el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Cuando el Señor subió a la Cruz, ya lo hizo aceptando que cargaría con el pecado del hombre como dice 1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

 

Aplicación Práctica: No nos queda más que guardar silencio y decir; muchas gracias Señor Jesús.

 

45 Cuando se levantó (puso de pie) de la oración, y vino a sus discípulos, los halló (encontró) durmiendo a causa de la tristeza;

Lucas resume los acontecimientos como un solo evento, los evangelios sinópticos detallan que fueron en tres momentos de oración intensa como dice Mateo 26:40-44 40Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 42Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.

 

Mientras que Marcos relata que Jesús halló durmiendo a los discípulos porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño (Mr. 14:40), Lucas justifica que los discípulos se durmieron por un problema anímico, que estaban tristes. Jesús ya les había dicho que Su alma estaba muy triste (Mr. 14:34), y eso, además de que quizá estuvieron escuchando los gemidos y el llanto de Jesús en sus oraciones, les impactó en su ánimo, y aunado a que se encontraban a altas horas de la noche, no pudieron estar en vela, lo que sí es un hecho es que aquellos discípulos, que habían prometido fidelidad hasta la muerte (Mt. 26:35), no fueron capaces de permanecer despiertos acompañando a Jesús es su mayor momento de angustia, ni estuvieron orando por ellos mismos.

 

46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis (caigan) en tentación.

No sabemos cuánto tiempo duraron esas tres oraciones, pero al final de ellas, Jesús encuentra a los once discípulos dormidos, y les hace una cariñosa reprensión, y les vuelve a dar la misma instrucción que les había pedido cuando llegaron al huerto (Lc. 22:40), no solo la de mantenerse despiertos, sino la de orar para no entrar en tentación, y esa petición era a favor de ellos mismos. Marcos lo registra de la siguiente manera en Marcos 14:41-42 41Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega, y con ello termina el tiempo de la oración en Getsemaní y comienza el relato de la traición de Judas.  

 

Aplicación práctica:

19

 Entender la bienaventuranza de la oración para vencer la tentación (Stg. 1:12).

 

Versículo del Objetivo:Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”  Santiago 1:12

No comments:

Post a Comment

Romanos 3:21-31 Justificados por la fe

  Justificados por la fe Romanos 3:21-31   Objetivo: Exal...