Alabaré a Jehová con todo el corazón Salmo 111:1-10 |
Versículo a memorizar: “Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos.” Salmo 111:1
Introducción: Los salmos 111 y 112 son de autor desconocido y ambos son poemas acrósticos hebreos; es decir, que cada línea comienza con una letra del alfabeto hebreo en forma consecutiva, este estilo literario y la continuidad del desarrollo lógico el temor de Dios y las características de las personas que tienen ese temor de Dios, han hecho pensar a muchos estudiosos que provienen el mismo autor, o por lo menos, de la misma escuela de pensamiento y por consiguiente, de la misma época, que podría ser la de después del exilio. Se cree que se cantaba en algunas celebraciones anuales como la fiesta de los Tabernáculos y que estaban escritos en acróstico para una fácil memorización y enseñanza.
Desarrollo:
V. 1. Alabaré al Señor
¡Aleluya! (alabad a Jehová)
El salmista comienza alabando a Dios antes de escribir el salmo. La palabra "alabar" significa expresar elogio, admiración o gratitud hacia Dios, exaltando y reconociendo la grandeza de Sus obras, Su carácter o Sus favores para con los Suyos.
La alabanza a Dios no se limita a cantar o a adorar a Dios, también le adoramos cuando oramos y le agradecemos, cuando leemos y meditamos en la Palabra de Dios, cuando obedecemos Sus mandamientos, cuando servimos a los demás, cuando ayudamos a los necesitados y cuando compartimos el evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús.
1 Alabaré (daré gracias, exaltar) a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos (reunión con su pueblo).
Alabaré a Jehová con todo el corazón. El salmista sabe que no se puede alabar a Dios con un corazón dividido, sino con amor verdadero y con adoración sincera, con un corazón agradecido a nuestro Dios, sin ninguna reserva; de hecho, de no hacerlo así, sería una alabanza superficial y eso sería una deshonra, ya que Dios merece todo nuestro corazón, nuestra mente y nuestro espíritu; en sí, todo nuestro ser cuando le adoramos.
Antes de que nuestros labios le alaben y antes de que nuestras manos se levanten en alabanza, Dios quiere nuestro corazón como dice Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos, ya que se puede cantar a Dios y levantar las manos, pero sin el corazón, o con el corazón dividido; o, en ocasiones, podemos alabar al Señor con todo nuestro corazón, pero no con nuestra mente, y tener todo el anhelo de adorar a Dios, pero distraernos fácilmente, con y durante el tiempo de adoración a Dios estar pensado en otra cosa, lo que haría inefectiva dicha adoración ya que Dios juzga la mente y el corazón como dice el Salmo 7:9b … porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.
En la compañía y congregación de los rectos. El salmista ha decidido alabarle no solo en lo íntimo, sino alabarle en público. La palabra para compañía y la palabra para congregación indican grupos de diferentes en tamaño, la primera se refiere a un grupo más pequeño, más privado, como de familiares o amigos, mientras que congregación se refiere a las reuniones más grandes del pueblo de Dios. Es como si el salmista dijera hoy, que alabaría al Señor en las reuniones pequeñas en casa entre semana y en la reunión de Iglesia el domingo, y en ambas, lo haría con todo su corazón.
V. 2. Por Sus obras
2 Grandes (asombrosas) son las obras de Jehová, buscadas (consideradas, apreciadas) de todos los que las quieren (aman).
Grandes son las obras de Jehová. La creación de Dios no solo es grande en tamaño (como la galaxia, los planetas o las grandes montañas, un paisaje, un atardecer), también es grande en número (como las estrellas, o la diversidad de animales en tierra o del mar) y es grandes en diseño, ya que aun las cosas pequeñas son grandiosas (como las células, el cerebro, en general todo el cuerpo humano muestra el maravilloso diseño de Dios).
Las actuales ideas de atribuir el origen del universo a causas naturales como el Big Bang y la evolución, solo le quitan la gloria a Dios, que este salmista exalta, y no solo él, este mismo sentir estaba en David cuando escribió el Salmo 139:14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien, y en Pablo cuando escribió en Romanos 1:19-20 19porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Buscadas de todos los que las quieren. La grandeza de la creación de Dios invita a un estudio detenido de cada una de ellas, o por lo menos a meditar en ellas, entre más buscamos la grandeza en las obras de Dios, más vamos a observarlas y a apreciarlas; y nos llevara a alabar a nuestro Dios.
V. 3. Por Su justicia
3 Gloria (esplendorosa) y hermosura (majestuosa) es su obra, y su justicia permanece para siempre (nunca falla).
Gloria y hermosura es su obra. El salmista habla ahora de una obra (en singular), ya no de las obras en plural del versículo anterior, lo que indica que hace referencia a una obra en específico, y por el contexto parece que se refiere a la obra de justicia (justificación), la cual la describe como esplendorosa, majestuosa y que permanece para siempre.
Y su justicia permanece para siempre. La justicia de Dios habla de un comportamiento de rectitud y equidad, pero conforme los estándares de Dios; que es tan alto, que ningún hombre o mujer puede alcanzar por sí mismo, pero que Jesucristo, al ser perfecto y sin pecado, si alcanzó y que, los que estamos en Cristo se nos ha concedido esa justicia como dice 2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. En la cruz, Jesús cambió nuestro pecado por Su perfecta justicia, por medio de la cual pudimos ser reconciliados con Dios como dice Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, y eso sin ningún mérito humano, completamente basado a la gracia de la obra de salvación que hay Cristo Jesús como dice Romanos 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
V. 4. Por Sus atributos
4 Ha hecho memorables (inolvidables, recordables) sus maravillas; clemente (tierno, perdonador) y misericordioso (compasivo, bondadoso) es Jehová.
Ha hecho memorables sus maravillas. El salmista se refiere a las obras de Dios como maravillas inolvidables, quizá el salmista tenga en mente las portentosas obras de Dios en Egipto con las que saco a Su pueblo de la esclavitud en la que se encontraban, ya que Dios se refiere varias veces a esas obras como señales y maravillas como en Éxodo 7:3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas, pero no es menos verdad que las obras de Dios en nuestras vidas son memorables, que sus maravillas han quedado en nuestra memoria, como el día en el que nos salvó, o el tiempo en el que pasó con nosotros alguna tribulación, o como olvidar las veces que Dios ha sostenido nuestro matrimonio, etc.
Clemente y misericordioso es Jehová. El salmista menciona dos de los tantos atributos del carácter de Dios que lo hacen digno de ser alabado, en específico que es clemente, que viene de la palabra hebrea Strong H2687 <kannún> que significa “gracia”; es decir, inclinarse en bondad hacia alguien inferior, favorecer, y también que es misericordioso, que viene de la palabra hebrea Strong H7349 <rekúm> que significa “compasivo”; es decir, amar con compasión.
Un Dios que muestra Su gracia, que es tierno, perdonador, que es misericordioso, que trata a Su pueblo con bondad, cuando ese pueblo por su infidelidad merecía ser destruido, sin duda es digno de ser alabado siempre.
V. 5. Por Su provisión
5 Ha dado alimento a los que le temen (honran); para siempre se acordará de su pacto.
Ha dado alimento a los que le temen. El salmista reconoce a Dios como el proveedor de las necesidades básicas, quizá nuevamente traiga a su mente el maná que Dios le dio a Israel en el desierto para sostenerlos todos los días hasta que entraran a la tierra prometida, y se los dio sin importar el comportamiento voluble que en ocasiones mostraba el pueblo. De la misma manera hoy Dios sigue proveyendo para los suyos las necesidades básicas como enseñó el Señor Jesús en el sermón del monte cuando dijo en Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?, y en Mateo 6:28-29 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Para siempre se acordará de su pacto. El salmista menciona la fidelidad de Dios a sus pactos, no solo siendo el proveedor de las cosas temporales, pero también de las cosas eternas, quizá esté pensando en el pacto que Dios hizo con Su pueblo en el monte Sinaí (Pacto Mosaico), sino quizá, más aún, en el pacto que hizo con David, de que de su descendía vendría el Mesías que salvaría al mundo (2 Sam. 7:13), Jesús, quien sería el verdadero maná, el verdadero pan que descendió del cielo como el mismo dijo en Juan 6:31-35 31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
V. 6. Por Su cuidado
6 El poder de sus obras manifestó a su pueblo, dándole la heredad (la tierra) de las naciones.
Dios tuvo cuidado de Su pueblo, no solo al sacarlos de la esclavitud en Egipto, abriendo el Mar Rojo, y sostenerlos durante cuarenta años en el desierto, pero también al pasando al pueblo en seco por el rio Jordán, y metiéndolos a la tierra que le había sido prometida a Abraham, aun cuando estaba ocupada por pueblos enemigos, Dios les dio su heredad con mano poderosa y brazo extendido (Dt. 11:2).
De la misma manera, que con ese mismo poder, Dios nos ha reservado nuestra herencia como dice 1 Pedro 1:3-4 3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, siendo esa herencia la vida eterna como dice 1 Juan 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
Vs. 7-8. Por Sus mandamientos
7 Las obras de sus manos son verdad y juicio (justas y buenas); fieles (confiables) son todos sus mandamientos,
8 Afirmados (firmes) eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud (integridad).
Las obras de sus manos son verdad y juicio. El salmista nos recuerda que todas las obras de las manos de Dios son verdad y juicio; es decir, que son justas y buenas, que todo lo que creó tiene un propósito, de mostrarnos Su gloria como dice el Salmo 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud. Los mandamientos de Dios en Su Palabra también tienen el propósito de mostrar Su gloria, ya que revelan el carácter perfecto de Dios, pero además tienen principios verdaderos que no cambian por el paso del tiempo o las modas como dice Lucas 21:33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán, y sirven para guiar a Su pueblo a llevar una vida de acuerdo a la voluntad de Dios, no son reglas arbitrarias, sino un reflejo de Su amor y justicia. David los describió de la siguiente manera en el Salmo 19:7-10 (NTV) 7Las enseñanzas del Señor son perfectas; reavivan el alma. Los decretos del Señor son confiables; hacen sabio al sencillo. 8Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir. 9La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial. 10Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal.
V. 9. Por redención
9 Redención ha enviado (dio libertad, rescató) a su pueblo; para siempre ha ordenado (garantizado) su pacto; Santo y temible (imponente) es su nombre.
Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto. El salmista exalta la redención del pueblo de Dios, redención significa ser libertado o rescatado de una esclavitud, probablemente refiriéndose a la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud que tenía en Egipto, y de la libertad que les dio de la cautividad de Babilonia tiempo después, pero guiado por el Espíritu Santo, hace referencia a que Dios ha ordenado para siempre Su pacto, no un pacto como el pacto mosaico que el pueblo invalidó, sino un pacto eterno de redención en Jesucristo quien nos redimió (rescató) de la esclavitud más grande que el hombre puede tener, la del pecado como dice Efesios 1:7 en quien (Jesucristo) tenemos redención (rescate) por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
Ese pacto eterno en Cristo, que duraría para siempre, y que fue ordenado por Dios, ya estaba profetizado en el Antiguo testamento en Jeremías 31:31-34 31He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Santo y temible es su nombre. El salmista resalta dos características del Nombre; es decir de Su del carácter (identidad); la primera que es Santo, eso significa apartado de todo, que no puede ser comparado con ningún otro ser, pero especialmente, que está apartado del pecado ya que es moralmente perfecto, ese solo atributo merece una reverencia como la de los serafines que dicen según Isaías 6:3 el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. El otro atributo es el de temible, que no significa que debemos tenerle un temor paralizante, sino un temor reverente, un temor que reconoce que Dios es imponente, un profundo respeto a la santidad, poder y justicia de Dios.
V. 10. Su sabiduría
10 El principio (base) de la sabiduría es el temor (la honra) de Jehová; buen entendimiento (juicio) tienen todos los que practican (obedecen) sus mandamientos; Su loor (alabanza) permanece para siempre.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Este mismo principio lo encontramos en Proverbios 9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia, el temor reverente de Dios, implica que lo reconocemos como el creador de todas las cosas, que nos sometemos voluntariamente a su autoridad y buscamos vivir de acuerdo a su voluntad expresada en Su Palabra. Cuando tenemos ese temor (entendimiento) reverente a Dios, allí es donde comienza la sabiduría, porque ese temor nos lleva a vivir de manera que honremos a Dios en todas nuestras decisiones y acciones.
Buen entendimiento tiene todos los que practican sus mandamientos. Vivimos en una cultura donde se enaltece la sabiduría humana y terrenal, y aunque en ocasiones pudiera no ser mala, si es limitada, pero la sabiduría infinita de Dios está establecida en Sus mandamientos, y cuando no solo los conocemos intelectualmente, sino los practicamos (obedecemos), tenemos un buen entendimiento; es decir; tenemos discernimiento espiritual para diferenciar lo bueno y lo malo, lo que conviene y lo que no conviene, además de que experimentamos la bendición de vivir de una manera que agrada a Dios.
Su loor permanece para siempre. El salmista termina recordándonos que la alabanza a Dios es eterna, de la manera que también dice otro salmista en el Salmo 117:1-2 1Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadle 2Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.
Conclusión:
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