Monday, September 23, 2024

Salmo 34:1-22 Temed a Jehová, vosotros sus santos

 

Temed a Jehová, vosotros sus santos

Salmo 34:1-22

Objetivo: Recordar que Dios desea que Su pueblo le tema, ande en todos Sus caminos, le ame y le sirva de todo corazón, y guarde Sus mandamientos (Dt. 10:12-13).

 

Versículo a memorizar:Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.” Salmo 34:18

 

Introducción: Este es uno Salmo de David, y es un poema acróstico hebreo; es decir, que  cada verso comienza con una letra del alfabeto hebreo en forma consecutiva, el título dice que David lo escribió “cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue”, lo que significa que hace referencia al suceso relatado en 1 Samuel 21 cuando David, alertado por su amigo Jonatán de que su padre el rey Saúl lo quiere matar, se va apresuradamente a esconderse y sin comida ni armas a la tierra hostil de los filisteos, y en el camino paso por Nob visitando al sacerdote Ahimelec a quien le pidió pan y alguna arma, el sacerdote solo le pudo ofrecer pan sagrado y la espada con la que David había matado a Goliat el filisteo, y de allí llego a la tierra filisteo Aquis rey de Gat, llamado también en la Biblia Abimelec y el relato continua en 1 Samuel 21:10-15 10Y levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y se fue a Aquis rey de Gat. 11Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿no es este de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, y David a sus diez miles? 12Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat. 13Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba. 14Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, veis que este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí? 15¿Acaso me faltan locos, para que hayáis traído a este que hiciese de loco delante de mí? ¿Había de entrar este en mi casa?

 

El temor de Dios proviene de un corazón transformado que comprende el carácter de Dios incluyendo su santidad, soberanía, omnisciencia, y juicio por el pecado. El temor de Dios produce obediencia, reverencia, y adoración por la obra redentora de Jesucristo (Sal. 130:4).

 

Desarrollo:

Vs. 1-7. El temor de Dios produce alabanza

1 Bendeciré (alabaré) a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo (siempre) en mi boca.

El salmista comienza el salmo reconociendo su anhelo de bendecir y alabar a Dios en todo tiempo; es decir, cuando las cosas van bien, y eso es fácil, pero también bendecir y alabar a Dios cuando las cosas, desde nuestro punto de vista no van bien, eso es bendecir y alabar siempre.

 

2 En Jehová se gloriará (se enorgullecerá) mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.

Cuando David habla de su alma, es una forma de referirse a toda su vida, y nos dice que ha entendido que la única razón por la que se sentiría orgulloso, es por el Señor en su vida, de la misma manera que Pablo enseñó en 2 Corintios 10:17-18 Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba y eso lo oirán los mansos, aquellos que están pasando dificultades poniendo su fe y esperanza en el Señor, y al oír el testimonio del salmista, se alegrarán.

 

3 Engrandeced a (Proclamen las grandeza de) Jehová conmigo, y exaltemos (enaltecer, elogiar) a una su nombre.

El salmista invita al pueblo a unirse a él en expresiones que exalten el nombre de Dios, que proclamen lo grandioso que es el Dios que tenemos.

 

Muy probablemente esa invitación la hace David a los 400 que se juntaron con él en la cueva de Adulam, que estaban afligidos, endeudados y con amargura de espíritu como dice 1 Samuel 22:1-2 1Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. 2Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

 

4 Busqué (oré, recurrí) a Jehová, y él me oyó (respondió), y me libró de todos mis temores.

5 Los que miraron a él fueron alumbrados (quedan radiantes de alegría), y sus rostros no fueron avergonzados (defraudados).

6 Este pobre clamó (gritó), y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias (dificultades).

7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen (honran), y los defiende (protege).

David relata cómo es que Dios intervino en su vida cuando el estaba en peligro y oro a Dios y pasaron varias cosas, primero, le quitó sus temores, temores naturales de morir según el relato de 1 de Samuel 21, pero después como esa confianza que Dios le dio al haberle orado, produjo en él un rostro radiante de alegría, como cuando Moisés bajo con un rostro radiante después de haber estado con Dios en el Sinaí (Ex. 34), muy lejos del rostro de vergüenza que pensó que tendría cuando estaba lleno de temores.

 

David se consideraba como pobre delante de Dios, como lo describió Jesús en Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos, y considerándose o autonombrándose como pobre es cuando David clamó a Dios y Dios le contestó, quitándole de todas las dificultades en las que estaba metido, y la forma en que Dios lo hizo, fue enviándole al ángel de Jehová para defenderlo, quien protege a los que temen y honran a Dios.

 

Ese “ángel de Jehová”, no es otro que una representación de Dios mismo (Gn 16:7, Gn. 22:11-12, Ex. 3:2-5, Ex 14:19); en otras palabras, la manifestación previa de Cristo en el Antiguo Testamento. David lo presenta como un guerrero militar, por lo de “acampa alrededor” con la función de proteger y defender a los que temen a Dios.

 

Vs. 8-14. El temor de Dios produce obediencia

8 Gustad (prueben), y ved que es bueno Jehová; dichoso (feliz) el hombre que confía en él.

9 Temed (Honren) a Jehová, vosotros sus santos (apartados, consagrados), pues nada falta a los que le temen (honran).

David extiende una invitación a que prueben orar a Dios en las dificultades para que puedan comprobar que es bueno, que son muy bendecidos, felices y dichosos los que confían en el Señor sin importar la situación en la que se encuentren.

 

David anima a tener un temor reverente por Dios, a que le honren todos aquellos que Dios ha tomado y ha apartado para Sí, y poner toda su confianza en Dios, ya que nada le falta a los que le temen, esa bondad de Dios es la que nos ha llevado al arrepentimiento como dice Romanos 2:4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

 

10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

El salmista menciona que incluso leones jóvenes que se caracterizan por sus capacidades de caza y su autosuficiencia, en algún momento pueden pasar necesidad y tener hambre, pero aquellos que temen y confían en Dios, deben esperar de Él la provisión divina, ya que no tendrán falta de nada de lo que necesiten, quizá les falten cosas que desean, pero no cosas que necesiten, que es el mismo principio que enseñó el Señor Jesús en el sermón del monte cuando dijo en Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?, y en Mateo 6:28-29 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

 

Notemos como David usa frases que son sinónimos en estos versículos como “los que le temen”, “el hombre que confía en Él”, “Sus santos”, “los que buscan a Jehová”, hablan del mismo tipo de personas, aquellos que confían en Dios y en forma práctica obedecen sus mandamientos como dice 1 Juan 2:3-5 3Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

 

11 Venid, hijos, oídme (escúchenme); el temor de (la honra a) Jehová os enseñaré.

El salmista menciona que procederá a enseñar sobre el temor reverente que debemos tener a Dios, y es que el temor a Dios es el principio de la sabiduría como dice Proverbios 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

 

La palabra de Dios entonces, es la fuente de donde vendrá el temor de Dios como dice Hebreos 4:12-13 12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

 

12 ¿Quién es el hombre que desea (larga) vida, que desea muchos días para ver el bien (la prosperidad)?

13 Guarda (refrena) tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño (de decir mentiras).

14 Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.

Los beneficios de aplicar en nuestra vida el temor a Dios es una larga vida y una vida próspera, como es el principio de la sabiduría y la sabiduría es fundamentar todas las decisiones a los principios de la Palabra de Dios, es entonces que encontramos plenitud de vida.

 

De una forma práctica David menciona que esa vida abundante está en hablar la verdad y apartarse habar engaño, que es el mismo principio que encontramos en Santiago 3:6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

 

Las personas que rechazan el engaño y la mentira como un estilo de vida son las que habítan con el Señor como dice Salmo 15:1-3 1Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?, ¿quién morará en tu monte santo? 2El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. 3El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino y es entonces que tienen la paz con Dios, no por sus obras, sino por medio de la implantación de la justicia de Dios que es Cristo en sus vidas, desarrollaran un estilo de vida que propicie la justicia, la verdad. De allí es que nos exhorta el apóstol Pablo también a hacer el bien, buscar la paz y seguirla, aunque con otras palabras en Gálatas 6:9-10 9No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

 

Vs. 15-22. El Señor guarda y redime a los que le temen

15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.

16 La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos.

Por un lado, Dios ve y escucha el clamor de la gente que procura la justicia, y en contraste, la ira de Dios está sobre aquellos que hacen el mal; es decir, los que rechazan la revelación de Cristo como Señor y Salvador como dice Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

 

17 Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.

18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.

19 Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.

Los justos son aquellos que han sido justificados por Dios por medio de Cristo como dice Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; es decir, aquellos a los que Dios ha hecho Su pueblo, los que han venido a Él en arrepentimiento con un corazón quebrantado y con tristeza de espíritu se duelen de su condición de pecado, y Dios, como un buen Padre, está atento a sus necesidades y los libra de todas sus aflicciones, aun cuando esas angustias sean muchas.

 

20 Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.

Esta expresión alude a una calamidad extrema cono una enfermedad u opresión intensa, de la que Dios también tiene cuidado de Sus hijos. Recordemos que Dios no nos ha prometido que no pasaremos por adversidades, sino que nos librará de ellas como dice Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

 

Este se versículo también se refiere de forma profética al suceso de la muerte de Jesús donde no le quebraron ningún hueso, como si sucedió con los dos malechores que fueron crucificados al lado suyo, Juan hace referencia a este salmo en Juan 19:36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.

 

21 Matará al malo la maldad, y los que aborrecen al justo serán condenados.

22 Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían.

Finalmente, el salmista afirma que la gente a la que Dios salva o redime, manifiesta plena confianza a su Señor, caso contrario que sucederá con el malo, que terminará siendo condenado. Esa bondad recibida de Dios nos debe de llevar a vivir una vida que refleje que tenemos temor de Dios como dice Hebreos 12:28-29 28Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29porque nuestro Dios es fuego consumidor.

 

Conclusión:

19

 Recordar que Dios desea que Su pueblo le tema, ande en todos Sus caminos, le ame y le sirva de todo corazón, y guarde Sus mandamientos (Dt. 10:12-13).

 

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