Salmo 116:1-19 |
Objetivo: Orar a Dios con confianza para hablar de Dios con certeza.
Versículo a memorizar: “Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de Jehová.” Salmo 116:13
Introducción:
· La palabra hebrea para Salmos es תְּהִילִים, <Tehilim>; que significa Alabanzas
· Los autores de los Salmos; 73 de los 150 Salmos son de David, 12 de Asaf, 11 de los Hijos de Coré, 2 Salomón, 1 de Moisés, 1 de Henán, 1 de Etán y los 49 restantes de autor desconocido.
· Fueron escritos en un periodo de 900 años del 1400 aC al 500 aC aprox.
· De todas las citas del AT en el NT; más de 1/4 parte son de los Salmos.
· En la época de David había 4,000 músicos para alabar en el Templo con instrumentos musicales (1 Cr. 23:5)
· Los instrumentos con los que se tocaban los Salmos eran entre otros; instrumentos de cuerda como el arpa o el decacordio (Sal. 92.3), de viento como la flauta (Sal. 150:4), percusiones como címbalos (Sal. 150:5), solo de voces agudas (Sal. 46).
· Los salmos están escritos en poesía hebrea, lo que hace difícil su traducción, siendo esta la razón por la que encontramos variantes importantes en las diferentes traducciones de la Biblia.
· Este salmo 116, es parte de un grupo de salmos que van del 113 al 118, que al ser salmos que contienen alabanza y agradecimiento, se tomaron para cantarlos en las festividades hebreas como la pascua, después de que regresaron de la cautividad de Babilonia, debido a eso; ese grupo de salmos son conocidos como el Hallel (alabanza) egipcio, o los salmos egipcios, no porque se hayan escrito en Egipto, sino porque en la pascua se celebraba la salida del pueblo de Israel de Egipto.
· Al ser uno de los salmos de pascua, casi con seguridad podemos decir que fue cantado por el Señor Jesús en el aposento alto, la noche que cenó la pascua con sus discípulos (Mr. 14:26), lo que es muy representativo, ya que todo el significado de este salmo se cumplió en el Señor Jesús, en los padecimientos del arresto, sentencia, crucifixión, pero, sobre todo, en el triunfo sobre la muerte.
· Se desconoce el autor del Salmo 116, unos creen que pudo ser escrito por Ezequías porque muestra cierta semejanza con la enfermedad de muerte que sufrió el rey, registrada en Isaías 38, de la cual Dios lo sanó. Otros se lo atribuyen al rey David, que quizá lo escribió cuando estaba siendo perseguido por Saúl o cuando su hijo Absalón se rebeló contra él, o en alguna situación similar de peligro y dolor.
· El Salmo 116 nos muestra el amor de Dios para Sus hijos, al escucharnos, al salvarnos y al librarnos de tropezar, así como la respuesta práctica que debemos mostrar ante ese amor de Dios, en gratitud; proclamar Su Nombre, servirle y alabarle en medio de Su pueblo.
Desarrollo:
Vs. 1-11. El amor de Dios
1 Amo a Jehová, pues ha oído, mi voz y mis súplicas (oraciones que piden misericordia);
El salmista comienza confesando su amor a Dios, pero sabemos que ese amor de nosotros por Dios, es el resultado del amor de Dios por nosotros como dice 1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero, aquí el salmista lo confirma, declarando inmediatamente la razón de ese amor, es debido a que es un Dios cercano, un Dios que escucha su voz y sus suplicas; es decir, que cuando el salmista oró a Dios en clamor, en esa época de desesperación en la que pasaba, Dios le respondió su oración.
David lo hace de la misma manera en Salmo 18, confesando su amor por Dios y declarando la razón de ese amor; Salmo 18:1-2 1Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
2 Porque ha inclinado a mí su oído (me ha prestado atención); por tanto, le invocaré en todos mis días (le oraré toda mi vida).
Como el salmista ha comprobado que Dios le escucha y le contesta, que es un Dios que le ha inclinado Su oído como Ezequías se lo pedía en Isaías 37:17a Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; el salmista reconoce que tiene un Dios que presta atención a las necesidades de sus hijos, y por ello, ha determinado invocarle todos los días de su vida; anhela tener una comunión continua con Dios, que es lo mismo que Dios quiere, tener una relación con los Suyos, una relación tan cercana como la de un Padre a un hijo, por eso cuando Jesús nos enseñó que al orar, nos dirigiéramos a Dios como nuestro Padre en Mateo 6:9a Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro.
Por tanto, como hijos de Dios, debemos saber que Dios, como un Padre amoroso, nos escucha, y nos contestará si oramos de acuerdo a Su voluntad como dice 1 Juan 5:14-15 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho, este es un privilegio que tenemos como hijos ya que Dios no escucha a todo el mundo como dice Juan 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.
3 Me rodearon ligaduras de muerte (lazos de muerte me rodearon), me encontraron las angustias del Seol (del sepulcro, de la tumba); angustia y dolor había yo hallado (caí en ansiedad y aflicción).
El salmista pasa a relatar la gravedad de la crisis en la que se encontraba, lo describe en forma poética como si la muerte en forma agresiva agarra a su víctima y la ata con lazos y a la tumba como si quisiera tenerlo. El salmista describe cómo fue su experiencia en ese tiempo, un tiempo de angustia y de dolor, esos momentos de ansiedad y aflicción que llegan de repente a las vidas de las personas sin esperarlos, sea por enfermedad, heridas o persecución y que ponen la vida de cabeza.
Jesús al día siguiente de haber cantado este himno, experimentó angustia y dolor, y después de entregar el espíritu, fue enrollado en lienzos y vendas y colocado en un sepulcro como describe este salmo.
4 Entonces invoqué (clamé, rogué) el nombre de Jehová, diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma (sálvame).
En ese momento de angustia y dolor que experimentaba, el salmista clamó en oración a Dios, pidiéndole que le librará de esa aflicción.
Cuando nos encontramos en medio de una adversidad que produce tal angustia como la que describe el salmista en este salmo, rápidamente perdemos la paz y tratamos de buscar una solución en nuestras fuerzas y si no la encontramos, entramos en un estado de angustia en donde solo preferimos dormir como para que pase el tiempo, y dejamos la oración al Señor a un lado, o como una de tantas cosas por hacer para buscar la solución a nuestro problema, en lugar de que sea nuestro primer lugar de refugio y aplicar lo que dice Proverbios 3:5-6 5Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. 6Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
5 Clemente (compasivo, bondadoso) es Jehová, y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios.
El salmista reflexiona sobre la misericordia Dios, que tiene dos elementos, clemencia y justicia, la misericordia de Dios, que es que Dios no nos pague conforme a lo que merecemos, está basada a Su clemencia; es decir, a que Él es bondadoso, a que es compasivo, pero que al mismo tiempo y en la misma proporción, es Justo, y no tomará por inocente al culpable (Num. 14:18), debido a eso, primero nos justifica en Cristo Jesús, para luego hacer la paz con nosotros como dice Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por eso el escritor de Hebreos comparando a Jesús con Melquisedec dice en Hebreos 7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz, que primero es la justicia, para que pueda darnos la paz, y nos invita a que hagamos lo mismo al decir “nuestro Dios” en lugar de decir “mí Dios”.
6 Jehová guarda (protege) a los sencillos (con fe de niños); estaba yo postrado (sin fuerzas, débil), y me salvó.
El salmista estando postrado; es decir, estando el débil y sin fuerzas, experimentó la misericordia Dios, quien lo salvó de su angustia, pero reconoce que no fue por ningún mérito propio, no se exalta a sí mismo, pues se identifica con los sencillos, con los que tiene poca fe, con la fe de un niño, dándole a Dios toda la gloria, reconociendo que el favor recibido fue por la pura gracia de Dios. Es el mismo principio que encontramos en la enseñanza de Jesús en Mateo 18:1-4 1En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? 2Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos, por tanto, acerquémonos a Dios confiadamente como nos invita el escritor de Hebreos 4:15-16 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo (descanso, tranquilidad), porque Jehová te ha hecho bien (ha sido bueno contigo).
El salmista dialoga con su propia alma, por un tiempo, el enfrentar a la muerte había turbado su alma, por lo que ahora se hace un auto mandato, que descanse en Dios, como lo hace también otro salmista en el Salmo 42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío, el salmista le dice a su alma que vuelva a su estado de tranquilidad, se auto invita a reflexionar lo bueno que ha sido él, para que en eso su alma halle descanso, y es que el verdadero reposo de nuestra alma debe descansar en la generosidad de nuestro Dios, en saber que Dios tiene pensamientos de paz para con los Suyos como dice Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz (de bien), y no de mal, para daros el fin que esperáis (un fruto lleno de esperanza).
La Biblia está llena de exhortaciones de echar nuestras ansiedades sobre Él como dice 1 Pedro 5:6-7 6Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros, o en Filipenses 4:6-7 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús,
8 Pues tú has librado (rescatado) mi alma de la muerte (de morir), mis ojos de lágrimas (de llorar), y mis pies de resbalar (de caer).
El salmista declara la grandiosa liberación que recibió de Dios, recuerda como su alma desfallecía y como fue librado, trayendo consuelo a sus ojos llorosos y fortaleza sus pies que resbalaban.
Es conmoverá la idea de que Jesús cantó este salmo una noche antes de la cruz, sabiendo el sufrimiento que le esperaba, pero al mismo tiempo declarando como el salmista, la confianza en la liberación de la muerte y de las lágrimas y de resbalar.
9 Andaré delante (caminaré en la presencia) de Jehová, en la tierra de los vivientes (en el mundo de los que viven).
Ahora que el salmista se sabe rescatado, anhela caminar delante del Señor; es decir, caminar en luz, andar en santidad, buscando lo de Dios en esta tierra, como invita Pablo a la Iglesia de Corinto en 2 Corintios 6:14-18 14No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, 18Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
10 Creí (tuve fe); por tanto hablé, estando (a pesar de estar) afligido en gran manera.
El salmista recuerda como en la profundidad de su angustia, cuando quizá estaba en peligro de muerte, confió en Dios, este versículo lo tomó el apóstol Pablo para invitarnos a predicar a Cristo, a pesar de que estemos en apuros, como él, que vivía constante en peligro de muerte y escribió sobre este salmo, en 2 Corintios 4:13-14 13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
11 Y dije en mi apresuramiento (ansiedad, desesperación): Todo hombre es mentiroso.
En contraste a la fidelidad de Dios de la cual el salmista ha venido escribiendo, está la infidelidad del hombre. Este mismo principio lo encontramos en Romanos 3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado.
Vs. 12-19. Mi respuesta
12 ¿Qué pagaré (puedo ofrecer) a Jehová por todos sus beneficios (su favor, su bondad) para conmigo?
El agradecido corazón del salmista, se pregunta así mismo, como pagar o que ofrecer a Dios por todos los beneficios que ha recibido. Esos beneficios de Dios a nuestras vidas son muy variados, algunos de ellos son muy evidentes, pero sin duda, muchos de ellos se nos pasan desapercibidos, y aunque sabemos que no hay nada con lo que podamos pagar a Dios, si sabemos que está en su voluntad expresa, que tengamos un corazón agradecido como dice 1 Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
13 Tomaré (levantaré) la copa de la salvación, e invocaré (alabaré) el nombre de Jehová.
El salmista, quizá haciendo referencia al vino en las libaciones (ofrendas) de gratitud (Num. 15:10), toma la idea para reflejar en sentido figurado, que recibirá con alegría y agradecimiento la misericordia de Dios le conceda, y en gratitud por ella, anunciará el Nombre del Señor, de la misma manera que el Señor Jesús les dijo a Sus discípulos que les era necesario anunciar el evangelio en Su nombre en Lucas 24:47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
14 Ahora pagaré mis votos (cumpliré las promesas) a Jehová, delante (en presencia) de todo su pueblo.
El salmista anhela, como resultado de un corazón agradecido, cumplir las promesas que le haya hecho a Dios, en presencia de su pueblo, aunque debemos ser muy cuidadosos con lo que le prometemos a Dios y no tomarlo a la ligera como nos advierte Deuteronomio 23:21-23 21Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti. 22Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. 23Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
15 Estimada es (tiene mucho valor) a los ojos de Jehová, la muerte de sus santos.
El salmista está celebrando en este salmo que Dios lo libró de morir, pero sabía que la muerte física tendría que llegar en algún momento, y declara que Dios considerará la muerte de su pueblo como una cosa estimada, de gran valor, como dice Isaías 57:1-2 1Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo. 2Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios, o como lo expresaba Pablo en Filipenses 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
16 Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; Tú has roto mis prisiones (me has librado de mis cadenas).
El salmista se reconoce como siervo de Dios, hijo de una madre piadosa, que ahora vive en libertad de las cadenas de muerte que lo ataban, y que quiere usar esa libertar, no para vivir para él, sino para servir a Dios, de la misma manera que se presentaba Pablo en la mayoría de sus cartas, como ejemplo tenemos Romanos 1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.
17 Te ofreceré sacrificio de alabanza (agradecimientos), e invocaré el nombre de Jehová.
18 A Jehová pagaré ahora mis votos (cumpliré mis promesas), delante (en presencia) de todo su pueblo,
19 En los atrios (patios) de la casa de Jehová, en medio de ti, oh Jerusalén (en el corazón de Jerusalén). Aleluya.
El salmista recalca la necesidad de mostrar su agradecimiento, cumpliendo sus promesas a Dios (v. 14), e invocando en Nombre del Señor (v. 13), ofreciendo alabanza en medio del pueblo, de la misma manera que nosotros debemos de hacer, no solamente en la Iglesia, sino fuera de ella como dice Hebreos 13:13-15 13Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; 14porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. 15Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Aleluya: El salmo termina con Aleluya, que significa “Alabar a YAH (Dios)”, que es, tanto como una declaración de alabanza personal, como un llamado al pueblo de Dios a unirse a la alabanza a Dios.
Conclusión:
19 |
No comments:
Post a Comment