Thursday, November 23, 2017

Génesis 35 Levántate, Sube y Quédate allí




 
Objetivo: Ayudar al jóven a saber que Dios nos da instrucciones sencillas que debemos de seguir por fe para habitar con Él.

Versículo a memorizar: “Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.” Génesis 35:3

Introducción: En el capítulo anterior, todos los personajes determinaron no tomar en cuenta a Dios y sus actos solo sumaron deshonra, engaño, homicidio, robo, soberbia etc.

Desarrollo:
Vs. 1-5. La Salida
1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el <Casa de Dios>, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
La Gracia y Misericordia de Dios se manifiesta aquí cuando despues del capítulo pasado donde nadie considero a Dios en sus actos, Dios aún se acerca a Jacob y le da 4 instrucciones claras:

-Levántate. Lo que implica que estaba caido, tirado, sobre todo emocionalmente y con temor de que los pueblo alrededor le atacaran y mataran después de la masacre que hicieron sus hijos en Siquem.
-Sube a Bet-el. Es ese lugar donde Dios le aparecio en un sueño de una escalera (Gn 28), que para Jacob representa la presencia de Dios.
-Quédate allí. Que no fuera solo de visita a ese lugar sino que se quedara allí a vivir.  
-Haz un altar. Que contruyera con unas piedras un altar para invocar el nombre de Dios y para ofrecer algún sacrificio.  

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad (cambiar) vuestros vestidos.
3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
Jacob recibe las intrucciones de parte del Dios creador del universo y conoce que Dios aborrece los ídolos, por lo que le pide a su familia y a todos sus siervos que los quiten.

Esos ídolos eran imágenes de ellos adoraban, sin embargo un ídolo es todo aquello que toma el primer lugar en nuestra vida, por lo que puede ser un video juego, una serie de television, algunas amistades, algun deporte, etc, todo lo que te este alejando de Dios, ese puede ser un ídolo que Dios nos dice que los dejemos.

También les mando limpiarse que nos recuerda lo que dijo Pablo en 1 Corintios 5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Y les indico la necesidad de cambiarse los vestidos, de llegar a la presencia de Dios sin ídolos, limpios y con ropas de justicia como dice Efesios 4:22-24 22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.



4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.
5 Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.
El temor que tenía Jacob de que los pueblos alrededor los mataran por lo que paso en Siquem, Dios les puso ese mismo temor a esos pueblos, por lo que no atacaron a Jacob y a su familia, ya que tenían temor del Dios de ellos.


Vs. 6-8. La Llegada
6 Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba.
7 Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, [el Dios de Bet-el] porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.
8 Entonces murió Débora, ama (nana, nodriza) de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina (árbol de encino), la cual fue llamada Alón-bacut. [la encina del llanto]
Jacob obedeció todo lo que le había mandado Dios, sin embargo una dificil prueba llegaría a su vida con la muerte de la nana de Rebeca, su madre, quizá para Jacob había hecho la funcion de la abuela y había también cuidado de el desde pequeño, lo que lo lleva a entristecerse y llorar.


Vs. 9-15. El Pacto
9 Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.
10 Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob (engañador); no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel (gobernado por Dios) será tu nombre; y llamó su nombre Israel.
11 También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
12 La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.
13 Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él.
Dios viene de nuevo a Jacob en un momento de dolor y angustia para él, y le reconfirma que El es su Dios, que le ha cambiado el nombre a Israel, que Dios es un Dios que todo lo puede y le manda a creecer y multiplicarse, es decir; a madurar en el conocimiento de Dios y en pasar ese conocimiento a su descendencia.

Dios termina de hablar con Jacob reconfirmando el pacto que hizo con Abraham e Isaac sobre la tierra que Dios mismo les había dado.

14 Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación (dedicación, consagración), y echó sobre ella aceite.
15 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el.
Jacob volvió a poner otra señal en ese lugar donde Dios le había vuelto a aparecer y le llamo Bet-el (casa de Dios), lo que nos recuerda que la casa de Dios no es un lugar fisico, sino cualquier lugar donde la presencia de Dios se encuentre.

Vs. 16-26. La Desobediencia
16 Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua (2.4 Km) de tierra para llegar a Efrata (Belén), cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto.
17 Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; [Hijo de mi dolor o tristeza] mas su padre lo llamó Benjamín. [Hijo de la mano derecha]
19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
20 Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy.
21 Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar.
Otro trágico acontecimiento ocurrio a Jacob y a su familia, la muerte de su amada esposa Raquel que al dar a su 2º hijo (12º hijo varon de Jacob) falleció cuando ellos iban de camino a Belén. Sin duda esto debió haber afectado a Jacob muy profundamente.

22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:
Al parecer Jacob vivia con Raquel, y a la muerte de ella, se debía haber ido a vivir con su esposa Lea, pero no lo hizo así, sino que se fue a vivir con Bilha quien era la sierva de Raquel, quizá por el sentimiento de amor que tenía por Raquel, lo que hizo que Lea se sintiera despreciada y Ruben se molestara tanto por esa accion de su padre que tomo una mala decisión, la de dormir con Bilha y deshonrar a su padre, esto le costará perder los derechos de su primogenitura mas adelante.

23 los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.
24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín.
25 Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí.
26 Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.

Vs. 27-29. La Despedida
27 Después vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac.
28 Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años.
29 Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.
La vida de Isaac llego a su fin, pero la Biblia cuenta sus años en dias, ya que cada el Señor tuvo cuidado de él.

Aplicación Práctica:
Aprender a recibir las instrucciones sencillas que Dios nos da y obedecerlas prontamente.

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