Objetivo: Acercarnos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los
cuerpos con agua pura.
Desarollo:
Vs. 1-4 La sombra de la
ley
1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros,
no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se
ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Teniendo la sombra de
los bienes venideros: La idea de que el Antiguo Pacto (la ley) es solamente una sombra de la sustancia del Nuevo
Pacto también es mencionada en Colosenses 2:17 y Hebreos 8:5. Sombra significa
que la ley comunicaba el esquema y la figura del cumplimiento en Jesús, pero no
era la imagen misma de las cosas.
2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan
este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.
De otra manera cesarían
de ofrecerse: El autor de Hebreos repite un argumento conocido: la repetición de un sacrificio
muestra su inherente debilidad. Si
el sacrificio animal hubiera “solucionado” el problema del pecado, entonces
hubieran cesado de ofrecerse.
3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los
pecados;
Cada
repetición del sacrificio era en memoria
de los pecados. Traía conciencia
de pecado a las personas una y otra vez. ¡Pero la obra de Jesús en
la cruz elimina
el pecado!, la culpa del pecado cuando
nos salva, el efecto del pecado mientras nos va santificando, y la presencia
del pecado cuando estemos en Su presencia.
4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no
puede quitar los pecados.
El
sacrificio de animales en el Antiguo Pacto podía cubrir el pecado. La palabra hebrea para expiación es kophar, que literalmente significa “cubrir.” Pero el sacrificio animal nunca
podría quitar los pecados. Sólo
Jesús, el sacrificio perfecto del Nuevo Pacto, quita el pecado.
Vs. 5-9. Las
declaraciones del Hijo
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y
ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.
Por lo cual
Dice: Esta cita es tomada del Salmo 40:6-8 y muestra que Jesús declaró
proféticamente el carácter insuficiente del sacrificio del Antiguo Pacto y
declaró su voluntad de ofrecer un sacrificio perfecto bajo el Nuevo Pacto.
Mas
me preparaste cuerpo: Nos habla del plan de Dios
de encarnar en un cuerpo y ser el verdadero y perfecto sacrificio que agrada a
Dios.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
Los
sacrificios animales, hechos bajo la ley, no agradarían a Dios cuando son
comparados con el sacrificio perfecto de Cristo en la Cruz.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu
voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.
He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: La
sumisión de Jesús ante la voluntad del Dios Padre tuvo su máximo cumplimiento
en su obediencia en la cruz. Este deseo de hacer la voluntad de Dios fue
mostrado en el huerto de Getsemaní (Lucas 22:39-44).
8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y
expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se
ofrecen según la ley),
9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu
voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad: El
sacrificio de Jesús fue predestinado antes de la fundación del mundo (1 Pedro
1:20; Apocalipsis 13:8). Pero aún era un acto voluntario el someterse a la cruz
en el tiempo designado y en esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.
Nuestra
santificación, se basa en la voluntad de
Jesús, no en nuestra voluntad. Está basada en la ofrenda de Jesús, no en nuestras ofrendas o sacrificios para
Dios.
Vs. 10-14. La ofrenda de
Cristo
10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
Una
vez para siempre: Éstas son palabras importantes de este pasaje,
y el autor de Hebreos repite la frase una y otra vez: una vez para
siempre, por lo que no se nececita hacer continuamente como las sacrificios
en el tabernáculo terrenal.
11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando
y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados;
12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un
solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean
puestos por estrado de sus pies;
Todo sacerdote está día tras
día ministrando: Los sacerdotes tenían que estar de
pie continuamente en su trabajo. Su trabajo continuaba diariamente y
se tenían que ofrecer sacrificios muchas veces. ¡Los sacerdotes nunca
podían sentarse!, Pero Jesús se ha sentado a la diestra de Dios, y eso muestra
que su trabajo está terminado. Él no necesita estar de pie día tras día y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios como lo tenían que hacer
los sacerdotes en el Antiguo Pacto.
Sin
embargo, Jesús aún ministra en el cielo, Él tiene un ministerio de intercesión
por Su pueblo. Pero ese ministerio viene de Su obra terminada, Él se ha sentado
a la diestra de Dios.
14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a
los santificados.
Esto
deja claro quela obra de Jesús es efectiva solo para los santificados. La obra
de Jesús puede salvar a todo ser humano, pero solo es efectiva en salvar a los
santificados (apartados para Dios).
Vs. 15-18 El testimonio
del Espíritu Santo
15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después
de haber dicho:
En
este pasaje, al autor de Hebreos claramente identifica que el Espíritu Santo es
igual al Señor, Jehová en el Nuevo Testamento. Cuando el Espíritu
Santo habla, el Señor habla.
16 Este es el pacto que haré con ellos, Después de aquellos
días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las
escribiré,
El pacto. En
este pasaje el escritor de Hebreos cita de nuevo a Jeremías 31:33 y nos
recuerda las mejores promesa que este tendría
Que haré con ellos después
de aquellos días: El Nuevo Pacto es nuevo,
ciertament vino después de aquellos días.
Pondré mis leyes en sus
corazones: El Nuevo Pacto tiene que ver con una
transformación interior. Dios cambia el corazón del hombre, y escribe Su ley en
sus corazones.
17 añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y
transgresiones.
El
Nuevo Pacto ofrece perdón total. ¡El perdón es tan completo que Dios puede
decir que ni siquiera se acordará de nuestros pecados a la luz del Nuevo
Pacto!
Aplicación práctica: Los cristianos deberíamos
de esforzarnos por hacer con el pecado exactamente lo que Dios ha hecho:
olvidarse de él, dejar el pecado y olvidarse de él.
18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por
el pecado.
Donde
el pecado ha sido realmente olvidado y perdonado (eso significa remisión de pecados),
ya no debe haber una ofrenda por el pecado, por eso la ofrenda de Jesús fue una
sola vez y para siempre como lo ha estado menionando el escritor de Hebreos
varias veces.
Vs. 19-23. La invitación
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el
Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
Teniendo
libertad. Se nos ha dado acceso para acercarnos a Dios
con libertad. El punto es sencillo, debemos tomar ventaja de este acceso, y
tomarlo con libertad. En el Día de la Expiación, el Sumo sacerdote
entraba al Lugar Santísimo con temor y temblor, pero nosotros podemos entrar en el Lugar Santísimo con libertad.
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del
velo, esto es, de su carne,
El camino nuevo y vivo.
Si entráramos como lo hacia el sumo sacerdote en el Antiguo Pacto, con la
sangre de animales, no tendríamos libertad. Pero
con la sangre de Jesús dándonos
un camino nuevo y vivo que él nos
abrió, en verdad podemos venir ante la presencia de Dios con libertad.
A través del velo.
El velo separaba al Lugar Santísimo del Lugar Santo. Para entrar al Lugar
Santísimo, uno tenía que pasar a través del velo. Pero este velo que separaba
al hombre de la presencia íntima de Dios es abierto completamente por la
eternidad, al ser rasgado en dos, de arriba abajo como dice Mateo 27:51.
Esto
es, de su carne: El autor de Hebreos hace una analogía entre el
velo que se interponía entre Dios y los hombres y el cuerpo de Jesús. El cuerpo
de Jesús fue “rasgado,” y también lo fue el velo, cada uno indicando que ahora
podemos acercarnos a Dios con libertad.
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
Tenemos
un Sumo Sacerdote que preside sobre las cortes celestiales para asegurarse de
que el creyente tenga acceso total.
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de
fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con
agua pura.
Acerquémonos.
Con la purificación perfecta disponible para
nosotros, limpiando a nuestro hombre interior (purificados los corazones) y a nuestro hombre exterior (lavados los cuerpos)
podemos acercarnos a Dios de una manera que nunca estuvo disponible para
alguien bajo el Antiguo Pacto. La obra de Jesús nos permite de acercarnos en plena certidumbre de fe.
La
invitación que nos hace el escritor de Hebreos a acercarnos es por que lo
necesitamos. Los desalentados cristianos a quienes les escribe tenían muchos
problemas, estaban pasando persecución, algunos estaban siendo encarcelados,
otros estaban pasando tiempos difíciles economicamente al haberles quitado sus
pertenencias, pero su verdadero problema es que estaban lejos del Señor, por
eso la invitación a acercase a Dios sobre la base de lo que Jesús había hecho.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió.
Mantengamos firme, sin
fluctuar, la profesión de nuestra esperanza. El
desánimo los hizo moverse de la verdad, pero una renovada confianza en la
grandeza de Jesús y en el Nuevo Pacto los hará mantenerse firmes en la fe.
Porque fiel es el que prometió.
La razón por la que podemos mantenernos firmes es simplemente porque fiel es el
que prometió. Siemre será mucho mejor confiar en Su fidelidad que en la nuestra.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y
a las buenas obras;
El
desaliento los había hecho evitar la comunión en el momento en que más la
necesitaban. Jesús nos pide que nos consideremos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas, la comunión con los hermanos es
una herramienta espiritual que Dios nos ha provisto y haríamos bien en usarla.
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.
No dejando de congregarnos.
Dejar de congregarnos es una manera segura de dar espacio al desánimo. Este
desánimo comienza cuando en el pueblo de Dios no se exhortan unos a otros.
Y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca. Mientras el día del
regreso de Jesús se acerca, deberíamos estar más comprometidos con el
compañerismo con el pueblo de Dios, no dejando de congregarnos.
Aplicación práctica:
Muchas personas van a la iglesia o a las celulas si sienten que lo “necesitan”
en ese momento. Pero nuestra motivación para el compañerismo debe ser el
obedecer a Dios y el servir a otros. Debemos ir a la iglesia y/o a la célula buscando
alentar a otros a no rendirse contra una oleada de desánimo.
No comments:
Post a Comment