Objetivo: Embarcarnos con Cristo en la travesía
hacia la vida eterna, capacitándonos como marineros celestiales, a fin de
alcanzar el puerto anhelado
Versículo a memorizar: “Entonces temieron con gran temor, y se decían
el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?”. Marcos 4:41
Introducción:
Estudiaremos
a cerca de una prueba o tribulación que pasaron los discípulos de Jesús, por lo
que debemos comenzar sabiendo que las pruebas en las que Dios nos permite
pasar, tienen la finalidad de probar nuestra fe y llevarnos a conocer y
depender mas de nuestro Dios como dice Santiago 1:2-3 2Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas 3sabiendo que la
prueba de vuestra fe produce paciencia, donde además nos dice que
nuestra actitud antes tales pruebas debe de ser de mucho gozo, y no es por la
prueba en sí, sino en saber que esa prueba nos llevará a Dios más
profundamente.
V. 35-37 Su Palabra (El Ancla)
35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo:
Pasemos al otro lado.
Aquel día. Se
refiere a el día donde contó las 4 parábolas sobre el Reino de los Cielos.
Llegó la noche. Esta frase
no solo nos indica la hora del día, sino que está como indicándonos que en nuestras
vidas también caerá la noche de las pruebas o de las dificultades.
Pasemos al otro
lado. Ellos se encontraban en Capernaúm y cruzarían el Mar de Galilea para
llegar al otro lado, a la región de Gadara que esta a una distancia de unos 12
Km.
Lo importante a
notar aquí es que, si Jesús dijo que pasarían al otro lado del mar, eso iba a
pasar sin importar las circunstancias que se interpusieran. Lo que Dios dice
siempre se cumplirá, por eso Su Palabra se debe “El Ancla” que
tenemos en medio de las pruebas, debemos recordar lo que Dios nos ha prometido;
y que sin duda lo cumplirá. Los discípulos, cuando llego la tormenta; olvidaron
lo que Jesús les había dicho; que estarían del otro lado.
Una promesa de Dios
que debemos recordar siempre, y donde debemos anclarnos y sostenernos, es Filipenses 1:6
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron
como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
Jesús a la multitud
ya le había mostrado Su compasión y ya les había instruido a cerca del Reino de
los cielos en las parábolas, pero ahora las despide ya que a los únicos que
llevará para mostrarles quien es Él, es a los discípulos, notemos que a pesar
de que había más barcas en el lugar, ellos se subieron a la barca donde Jesús
estaba enseñando y en esa es en la que partieron.
37 Pero se levantó una gran tempestad de
viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
De repente se hizo
una mega tempestad, y a pesar de la mayoría de ellos eran pescadores expertos,
la tormenta era tan intensa que la barca se estaba hundiendo de tanta agua que
le entraba, que incluso pensaban que morirían allí mismo.
V. 38 Su Presencia (El Capitán)
38a Y él
estaba en la popa (parte trasera de la embarcación)
durmiendo sobre un cabezal (almohada) y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado
que perecemos?
La popa. Es la parte trasera de la
embarcación.
Un cabezal. Es una lugar
de la embarcación que se acolchonaba para que funcionara como una almohada.
Jesús
estaba con los discípulos y es algo que olvidaron pronto, se encontraba plácidamente
durmiendo en la parte posterior de la embarcación, el es “El Capitán” y debemos
recordar siempre que Su Presencia es algo que nos ha prometido Dios a
Sus hijos como dice: Mateo 28:20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén, y también nos
prometió la presencia del Espíritu Santo como dice Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre.
Notemos en
el relato de Marcos que Jesús nunca está preocupado, Él tiene una paz perfecta,
porque es soberano y está en control de todo, ya que tiene toda autoridad sobre
la naturaleza; y esa paz que Él tiene es la que nos puede dar a sus hijos como
dice Juan
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo
no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
A Jesús no
lo despertó el intenso movimiento de la barca, el fuerte viento con el que la
barca se enfrentaba, ni siquiera el agua que entraba en la embarcación, pero si
lo despertó el clamor de los discípulos, Jesús siempre estará atento al cuidado
y bienestar de los suyos
Los discípulos no
vinieron a pedir ayuda al Señor de la mejor manera, mas bien parece que le
reclaman su aparente desinterés, el apóstol Pablo nos sugiere llevar al Señor
nuestras peticiones con acción de gracias como dice Filipenses 4:6-7 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
V.39 Su Paz (Los Remos)
39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo
al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza
(tranquilidad).
Mientras todos
estaban asustados, Jesús despertó y tenía completa paz, con una sola frase de
la boca de Jesús, sucedieron dos milagros, el viento se detuvo de inmediato y
las olas que movían tanto la embarcación, se pusieron en calma de un solo
instante, mostrando Jesús que tenía absoluta autoridad sobre Su creación, y Su
Paz que el creo sería como “Los Remos” que les permitirán llegar al
otro lado del mar como Él lo había dicho.
Este es un buen
ejemplo de como Jesús no solo participó también de dificultades, sino que
observamos como de una manera práctica libró a los discípulos de la muerte, y
eso nos recuerda que así lo hizo espiritualmente con nosotros como dice Hebreos 2:14-15 14Así
que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, 15y librar a todos los que por el temor
de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
V.40-41 Su Propósito (El Timón)
40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así
amedrentados (asustados)? ¿Cómo no tenéis fe?
Jesús había
reprendido al viento y al mar, ahora reprende a Sus discípulos por tener miedo,
y ese miedo que venía de su poca fe, habían olvidado agarrarse de Su palabra,
y habían olvidado también la promesa de Su presencia que nos lleva a
tener de Su paz.
41 Entonces temieron con gran temor, y se
decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
Temieron con gran
temor. Los discípulos que hasta en ese momento había
categorizado a Jesús como un Maestro, un Señor, un Profeta, ahora se dan cuenta
que no encaja en ninguna de esas categorías, ya que la misma naturaleza esta
sujeta a su autoridad, lo único que queda era concluir que Jesús era Dios mismo
y eso fue lo que produjo en ellos gran temor de darse cuenta que estaban frente
a Su Creador.
Su Propósito para
nosotros en las pruebas es como “El Timón” que le da dirección a una
embarcación, y es que las pruebas nos llevan a conocer a Dios mas profundamente
como le pasó el apóstol Pablo en Colosenses 2:1-3 1Porque quiero que sepáis cuán gran lucha
sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que
nunca han visto mi rostro; 2para que sean consolados sus corazones,
unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin
de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3en quien
están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Jesús había dicho
que terminarían el recorrido del otro lado del mar, y así fue como finalmente
sucedió, como dice Marcos 5:1 Vinieron
al otro lado del mar, a la región de los gadarenos, por lo que podemos
concluir que todo lo que Dios dice siempre se cumple.
Aplicación Práctica:
1)
Tomarse
de la Palabra de Dios todos los días de nuestra vida; que es la única que nos
sostiene en las pruebas.
2)
Recordar
que Dios nos ha prometido su presencia permanentemente en nosotros y eso nos debe
dar consuelo en las tribulaciones.
3)
Que
Dios esta dispuesto a darnos de Su paz en medio de la tormenta.
4)
Conocer
que el propósito de las pruebas es conocer a Dios más profundamente.
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