Monday, January 27, 2020

Marcos 5:21-43 Quebranto y Verdad para Salvación


Objetivo: Aprender acerca del maravilloso quebranto que es según Dios para salvación. 2 Co. 7:9-11.

Introducción:
El contexto de Marcos 4 donde se desarrolla este relato es que Jesús viene de enseñar 4 parábolas acerca del Reino de los cielos, despide a la multitud y se va con sus discípulos al otro lado del mar de Galilea, como si primero les hubiera dado una clase teórica del Reino y ahora los lleva a sus clases prácticas donde les mostrara que Jesús tiene poder sobre la naturaleza (en este pasaje), tiene poder sobre los demonios (en el relato que continua del endemoniado gadareno), que tiene poder sobre la enfermedad (en el relato inmediato después de la mujer con 12 años de flujo) y que Jesús tiene poder sobre la muerte (en la historia de la hija de Jairo que Jesús resucita)

Desarrollo:
21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.
Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla. Jesús viene de ser rechazado por los Gadarenos en la región de Decápolis, quienes le rogaron que se fuera de sus contornos, regresa ahora casi con seguridad a Capernaúm, donde llevó acabo la mayor parte de su ministerio de Galilea.

Se reunió alrededor de él una gran multitud. Jesús era tan popular entre los Galileos en ese momento, que se juntaban multitudes alrededor de Él, como sucedió en Marcos 4 cuando les enseño sobre una barca acerca de las parábolas sobre el reino, y antes de ir a Gadara, había despedido a la multitud, ahora saben que se encuentra de regreso, quizá lo vieron le lejos acercarse sobre la barca y ese hecho se esparció rápidamente, lo que generó que una multitud viniera de nuevo a Su encuentro con gozo como dice Lucas 8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.

Aplicación Práctica: Que contraste entre los que le rechazan y le suplican que se aleje de ellos; y los que le esperan y lo reciben con gozo, ¿en cuál de los dos grupos estamos?

Y él estaba junto al mar. Recordemos que desde el evento cuando sanó a un hombre con la mano seca en la Sinagoga, los fariseos y los herodianos se habían unido con el fin de destruirle, desde ese tiempo Jesús no ha regresado a enseñar en esos lugares, ha transferido Su ministerio de enseñanza a la orilla del mar de Galilea (Lago de Genesaret).

22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,
Uno de los principales de la sinagoga.  La sinagoga. Una asamblea, era un lugar de reunión donde los judíos se juntaban a estudiar la Palabra de Dios en día de Reposo, no se nos dice donde estaba ubicada esta sinagoga, pero parece ser que es la de Capernaum, los mismos pobladores determinaban a los encargados o los principales de las Sinagogas, eras los que guardaban el orden y coordinaban las actividades de la Sinagoga, generalmente que eran laicos (que no se dedicaban 100% a enseñar la Palabra de Dios), pero que era gente de buen fama y generalmente de un nivel económico alto, normalmente ellos no enseñaban, sino los Escribas y los Fariseos que eran conocidos como los maestros de la Ley, eso hacía que los principales de la sinagoga tuvieran una estrecha relación con ellos, y a este punto de la historia, esos fariseos se han se han convertido en adversarios de Jesús.

Jairo era uno de tantos que esperaba el regreso de Jesús a Galilea, con mucha probabilidad Jairo había escuchado las enseñanzas de Jesús que quien enseñaba con autoridad y no como los Escribas, casi con seguridad había estado presente cuando Jesús sanó al hombre de la mano seca, quizá había escuchado acerca de la sanidad que había recibido el hombre paralítico que había bajado por el techo de una casa allí en Capernaum.

Luego que le vio, se postró a sus pies. Para Jairo ha de haber sido muy difícil el proceso anterior a este momento, el sabía que los líderes religiosos despreciaban a Jesús y lo tenían por endemoniado (Mr. 3:22), quizá hasta él había participado en eso; y por otro lado ha presenciado tantas cosas de Jesús que señalan que es verdaderamente el Hijo de Dios, el Mesías esperado.

Pero ahora tenía la necesidad de que su hija sea sanada, por lo que no le importó lo que pensara el pueblo ni los líderes religiosos, y fue y se postró a los pies de Jesús, ese era un acto de humillación para Jairo y de reconocimiento de quien se había vuelto Jesús para él. Quizá a partir de ese momento ya no sería en tan respetable hombre de la comunidad, quizá incluso perdería ese puesto de principal en la sinagoga, pero no le importó.

Aplicación Práctica: A veces el orgullo, la vergüenza, el “que dirán” y cosas semejantes, nos estorban para venir a Jesús y arrodillar nuestros corazones y nuestras rodillas delante de Él.

23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
Y le rogaba mucho. Así que allí, arrodillado a los pies de Jesús, le suplicaba por la sanidad de su hija, Jairo tenía suficiente fe en Jesús podía sanar a su agonizante hija con un solo toque de sus manos sería salva, y viviría.

Jesús podía sanarle a distancia, con solo decir una palabra como lo hizo con el siervo del centurión (Lc. 7:1-10) o con el hijo del oficial del rey en (Jn. 4:43-54); sin embargo, aún quería enseñarles algo mas a Jairo y a Sus discípulos, que Jesús no tenía solo autoridad sobre las enfermedades, sino también autoridad absoluta sobre la muerte.

24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.
Fue, pues, con él. Jairo quizá tuvo cierto descanso de su angustia, su hija aún estaba enferma, pero ya iba en camino con Aquel que podría sanarle, nos imaginamos que Jairo intentaba abrirse paso entre la multitud, para que Jesús pudiera avanzar en camino de su casa, en una angustia inimaginable.

25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
Pero en el camino a casa de Jairo, había otra mujer enferma que también estaba buscando a Jesús, ella padecía desde hacía 12 años de Flujo de sangre que el equivalente a la regular menstruación que presentan las mujeres solo que este flujo lo padecía en forma continua.

No se nos indica se esta mujer era judía o gentil, en Capernaum ciertamente estaba habitada por judíos, pero habían venido a buscar a Jesús también de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón (Mr 3:8)

26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
El Flujo de Sangre como padecimiento físico conlleva a la debilidad en el cuerpo y mucho agotamiento, por el bajo nivel de hemoglobina en la sangre (Anemia), además de que había sufrido mucho por los tratamientos que les daban los médicos; en lo material había terminado con sus recursos económicos intentando tratar ese padecimiento, gastando todo lo que tenía y sin tener ninguna mejoría; en lo emocional, sin duda su ánimo se había minado ya que llevaba muchos años con esa enfermedad y lejos de mejorar, iba empeorando; en lo espiritual, si esta mujer era judía; ese flujo de sangre le impedía por ley (Lv. 15:25-27) asistir a las sinagogas o al Templo, ya que se consideraba como una situación de inmundicia (impureza ceremonial), y no solo ella, sino, su ropa y todo lo que tocare se “contaminaba” de impureza ceremonial, incluso a las personas que tocaba, ellos necesitaban un ritual de limpieza para dejar de estar impuros, eso ocasionaba que no tuviera una vida de adoración y enseñanza de la Palabra de Dios como los demás, y había causado en ella mucha soledad también; así que, su condición general era muy deplorable y su esperanza casi nula.

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
Oyó hablar de Jesús. Ella escucho hablar de Jesús, probablemente de los tantos milagros que había hecho, pero también de la opinión adversa que tenían los líderes religiosos de Jesús.

Aplicación Práctica: Para que ella oyera hablar de Jesús, alguien le tuvo que hablar, y esa es nuestra función todo el tiempo como dice Romanos 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Vino por detrás entre la multitud. Dadas las implicaciones religiosas de su enfermedad, aquella mujer si era judía, nunca habría ido a la sinagoga que presidía Jairo, así que, difícilmente se conocían, pero ambos se encontraban igualmente necesitados de Jesús, solo que mientras Jairo vino de frente a Jesús y se le arrodilló para implorarle Su favor, esta mujer quiso pasar desapercibida, quizá sabiendo que tocaría mucha gente y que si descubrían que era ella y la enfermedad que padecía, quedarían impuros ceremonialmente, y se abrió camino entre la multitud y llegó a Jesús por detrás.

Tocó su manto. Lo que había escuchado produjo en ella fe y decidió tocar el bode de las vestiduras de Jesús, Mateo y Lucas relatan que lo que tocó fue el borde de su manto (Mt 9:20, Lc 8:44), la ropa que usaban los judíos en ese tiempo tenía en las extremidades 4 borlas o franjas de color blanco con azul, que se siguen usando hasta ahora, que era parte de lo que Dios les mando poner en su ropa (Nm. 15:37-41) para recordarles que los mandamientos que Dios les había dado, eran para ponerlos por obra.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
Quizá había oído que Jesús era el Mesías que el pueblo de Dios estaba esperando, muchos tenían esa expectativa de la llegada del Mesías.

El libro de Malaquías es el último libro del AT, el último de los profetas que Dios mando a Su pueblo (400 años después mandó a Juan el Bautista), y es los últimos capítulos de Malaquías se profetizaba le venida del Mesías, por ejemplo en Malaquías 3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. Nos dice que habría un mensajero (Juan el Bautista) que prepararía el camino del Jesús, que Jesús visitaría el templo y que sería mensajero (Ángel) del nuevo pacto.

Así mismo Malaquías 4:2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas (rayos o extremidades) traerá salvación (sanidad); y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Nos dice que nacería el Mesías, y que en el borde de su vestimenta traería sanidad, quizá eso es lo que ella creyó, y por eso se decía “Si tocare tan solamente su manto, seré salva (sana)”.

Así que ese deseo de tocar el borde del manto de Jesús, no era una superstición, sino una evidencia que solamente traería el Mesías y nadie mas, más adelante en el versículo 34 Jesús le dice a esta mujer que su fe es la que la ha salvado y sanado, así que no fue la vestimenta de Jesús en sí, sino la fe que Dios le dio a esa mujer para creer que Jesús era el tan esperado enviado de Dios.

29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
La sanidad fue inmediata, ella misma lo percibió así en su propio cuerpo, supo que ese toque al borde del manto de Jesús la había sanado, por tanto, ese a quien había tocado era el enviado de Dios, pero quería seguir pasando desapercibida entre la multitud.

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
Poder que había salido de él. Esto nos lleva a entender que cuando Jesús sanaba, había en Él, por decirlo así; un cierto “degaste”, un poder que salía de Él, un precio que Él tenía que pagar, así como lo hizo con nosotros, pagando el precio de la cruz para poder ser reconciliados con Dios Padre.

Eran muchas las personas que iban con Jesús y que incluso le apretaban, pero sólo una de ellas tocó con fe a Jesús y fue sanada, y de allí es que viene la pregunta ¿Quién ha tocado mis vestidos? Y no parece ser que Jesús no sepa quien haya sido, más bien esta preparando un escenario de enseñanza para los discípulos y para la misma mujer, que bien podía irse sana de vuelta a su casa, pero Jesús le ayudara a que sea restaurada en la sociedad, al todos saber que ya ha sido sanada, pero, sobre todo; a que sea reconciliada con Dios, a que sea salva.

31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
Hasta este momento los discípulos y la multitud ignoraban lo que estaba pasando, y es Pedro (Lc 8:45) quien toma el sentir de los discípulos y expresa su extrañeza a esa declaración de Jesús, la frase no parece ser muy respetuosa, para ellos también habrá una enseñanza en todo esto.

32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
Jesús ignoró el comentario de Pedro y siguió buscando alrededor a quién le había tocado, con la intención de no exhibirla frente a todos, sino esperando que ella misma viniera delante de Jesús, recordemos que para su sanidad había venido por detrás.

Quizá Jairo en ese momento esta desconcertado, la caravana que se dirige a su casa se ha detenido, y ahora están buscando a alguien que ha tocado a Jesús.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
Temiendo y temblando. Con temor en su mente por haber tocado a quien consideraban como un rabino y quizá esperaba una reprensión por parte de Jesús o de los que con Él estaban y tenía también temblor en su cuerpo, que mostraba una angustia de no saber cual sería la reacción de Jesús y de la gente si era descubierta, pero ella sabía en ese momento que estaba libre de su enfermedad y vino y ahora si, se postró delante de Él, tanto Jairo como esta mujer tuvieron que venir de frente y postrarse delante de Jesús, y ella se confesó y le dijo toda la verdad, y se cumplió en ella como dice Romanos 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. No se nos dice que dijo ella, quizá de como había padecido esa enfermedad, de los doctores que no le había podido ayudar, de la quiebra financiera que pasaba, quizá incluso de lo mal que lo estaba pasando en su alma y de como alguien le hablo de Jesús y como planeó su encuentro a escondidas, que había sido sanada inmediatamente había tocado el manto de Jesús, etc.

Jairo sigue allí, quizá desesperado ya que con mucha probabilidad la plática fue extensa, tanto tiempo pasó que cuando Jairo regresa a su casa, ya había mujeres que contrataban para hacer lamentos y flautistas que también contrataban en los funerales.

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
Hija. Este es el único registro en la Escritura de que Jesús se haya dirigido así a una mujer, es una forma cariñosa de mostrarle su amor, ella esperaba una reprensión y lo que recibió fue una manera tierna de hablarle.

Tu fe te ha hecho salva. Ya estaba ella sanada, pero ahora, después de la confesión delante de Jesús de toda la verdad, ahora ha quedado salva y puede ir en paz, en paz para con Dios y en paz con los hombres, que ya la aceptaran en las sinagogas y en el templo, Jesús le reconfirma que esa sanidad en su cuerpo no sería temporal, sino permanente al decirle “queda sana de tu azote”.

35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
Jairo seguía allí, consumiéndose en su angustia, escuchando lo que Jesús le decía a esa mujer y quizá preguntándose una y otra vez si ya podrían avanzar rumbo a su casa, cuando vino de la casa de Jairo alguien, quizá un familiar, quizá un siervo a darle la trágica noticia de que su hija ya había fallecido.

Ellos creían que Jesús podía ayudar mientras la niña vivía, pero ahora que ya había fallecido, ya no podía hacer nada, por eso le pedían que no molestara mas al Maestro, que era como muchos veían a Jesús hasta ese momento.

36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Jairo se encuentra devastado con la noticia de que ha fallecido su única hija (Lc 8:42), ha perdido toda esperanza, ya que el también creía que Jesús solo podía ayudarle mientras su hija vivía.

Jesús volteó a ver a Jairo y le pidió que no temiera, que creyera solamente; vimos que Jairo ya había creído en Jesús, pero ahora la instrucción es que siguiera creyendo, a pesar de las circunstancias.

Jesús les quiere mostrar a Jairo y a sus discípulos que no solo era el gran Maestro, como le llamaban algunos, que no solamente tenía autoridad sobre la naturaleza, los demonios y la enfermedad, que había mostrado hasta este momento, sino que Él es el mismo dador de vida, que la muerte no lo puede resistir, y que resucitará a la hija de Jairo, cosa que todos los demás hombres consideran que es imposible.

37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
Ya no dejó que le siguiera la multitud ni todos los discípulos, solo tomó a tres de ellos, quizá para que hubiera 2 ó 3 testigos como requería la ley para dar fe de los hechos que ocurrirían, quizá porque sabía que ya había mucha gente en casa de Jairo.

Esos tres discípulos formaban el círculo mas cercano de Jesús, en dos ocasiones mas están también solo estos tres con Jesús; en la transfiguración y en Getsemaní, quizá les estaba dando una capacitación especial ya que ellos tres jugarían un papel muy importante en el desarrollo de la Iglesia, Pedro tomaría el liderazgo de los discípulos a la ausencia de Jesús, a Juan le estaba aguardando la revelación del apocalipsis, y Santiago sería el primero de los discípulos en morir a causa de su fe en Jesús.

38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Lucas relata que cuando llegaron a casa de Jairo había gente que tocaban flautas, y gente que hacía alboroto, esas que lloraban y se lamentaban mucho, al parecer; habían contratado “pleñaderas” que son las mujeres que se les paga por asistir y llorar en los entierros, lo mismo que los flautistas que había sido contratados para lo mismo.

39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.
Que hermosa parábola usa el Señor aquí para la muerte, asemejándola a dormir, ya que cuando duermes te desconectas de la realidad a tu alrededor, del ruido y de lo que esta pasando, pero es solo un estado temporal en lo que despertamos y todo volvemos a estar apercibidos de todo.

Pablo también usaba esta forma de decirle a los muertos en Cristo que estaban dormidos (1 Ts. 4:15), recordándonos que para nosotros la muerte es solo un paso intermedio, ya que resucitaremos en Cristo como Jesús mismo dijo en Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
Y se burlaban de él. Muchos de allí ya se habían asegurado que la niña estaba muerta, y ciertamente lo estaba, ya que cuando Jesús ora por ella dice Lucas que su espíritu volvió (Lc 8:55), así que se les hizo ilógico el comentario de Jesús, quien los termino sacando a todos de la casa y solo tomó a los padres de la niña y a los 3 discípulos que había llevado con Él y los llevó hasta donde estaba la niña.

41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.
Tomando la mano de la niña. Una vez más vemos el toque amoroso de Jesús, como lo hizo cuando sanó a la suegra de Pedro, a la que la tomó de la mano y la levantó (Mr 1:30) y con el leproso del que Jesús tuvo misericordia, le extendió la mano y le tocó (Mr 1:41).

La ley decía que si alguien tocaba un leproso, a una mujer con flujo o un muerto; quedaba ceremonialmente impuro por un tiempo, pero con Jesús no era así, el no se contaminaba de las impurezas de las personas, más bien las personas eran limpias cuando eran tocadas por Él.

Talita cumi. La forma tan amorosa y dulce con la que Jesús despertó a esa niña, se quedo grabada en la mente de Pedro (recordemos que Marcos era su escritor), que aún con el pasar de los años, lo recuerda hasta en el idioma arameo en lo que se lo dijo que significa “Corderita, levántate”.

42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente.
Se levantó y andaba. Este comentario nos indica que no necesitó de ningún tipo de reposo o terapia para su recuperación, sino que el Señor la sanó completamente al grado que recupero su vigor por completo.

Se espantaron grandemente. Los discípulos ya habían temido con gran temor cuando Jesús les reveló su autoridad sobre el viento y sobre el mar (Mr 4:41), y ahora están espantados grandemente, ya que les acaba de revelar su autoridad sobre la muerte, apuntando claramente que se encuentran frente a Dios mismo.

43 Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer.
Mandó mucho que nadie lo supiese. La Escritura no nos deja claro la razón de esta petición que a veces hacía Jesús, quizá porque aun faltaba la obra de la Cruz, que era necesaria para cuando la gente creyera.

Dijo que se le diese de comer. Con el espanto que tenían, el alboroto que había afuera, el gozo de tener de nuevo viva a su hija, a todos se les paso que había que darle de comer a la niña, menos a Jesús que siempre esta al pendiente aun de las necesidades mas trivialidades que sus hijos tenemos.

Aplicación Práctica: Es necesario el quebranto en nuestras vidas para poder arrepentirnos y venir a Jesús de frente a decirle toda la verdad.

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