Reconciliados en Cristo Efesios 2:11-22
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Versículo a memorizar: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.” Efesios 2:13
Introducción:
El capítulo 1 nos detallo 7 bendiciones espirituales:
1 Elección en Cristo
2 Adopción como Hijos por medio de Cristo
3 Aceptación en el Amado
4 Redención por la sangre de Cristo
5 Sabiduría e Inteligencia
6 Herencia como anticipo
7 Sello de propiedad
Y una oración de acción de gracias y de petición de Espíritu de Sabiduría y revelación para tres cosas:
A) Conocer mas a Dios.
B) Conocer la esperanza a la que fueron llamados y las riquezas de la herencia.
C) Conocer la grandeza de Su poder:
El capítulo 2 nos revelará la abundante riqueza de la gracia de Dios producto de su bondad en tres formas para con los hombres; “nos dio vida”, “nos resucitó” y “nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”.
Y en el final del capítulo nos muestra la comunión que hay en Cristo entre judíos y gentiles.
Contexto Bíblico Histórico para comprender mejor esta porción:
En la época Bíblica donde las 12 tribus de Israel estaban instaladas en la tierra prometida y eran gobernadas por jueces (se relata en el libro de los jueces) pidieron tener rey, y Dios les concedió a Saúl, luego a David y después a salomón, esa época de los 3 primeros Reyes se le conoce como el reino unido, pero después de Salomón el reino se dividió entre el norte y el sur, cada territorio con su propio rey, en el norte quedaron 10 tribus y en el sur 2 tribus (Judá y Benjamín), a los del norte se les conoce en la Escritura como Efraín, Israel, la casa de Israel o la casa de Efraín y a los del sur como Judá, o la casa de Judá, donde se encuentra la ciudad de Jerusalén.
Pero ambos pueblos pecaron abandonando a Dios y a sus instrucciones; y sufrieron el juicio de Dios, en el año 722 aC el imperio Asirio ataco, devasto y disperso a los del Norte (también conocido como Israel o la casa de Efraín), esas 10 Tribus fueron esparcidas y se dispersaron entre entre las naciones, se mezclaron con los pueblos a donde fueron enviados y nunca mas supimos de ellas (hasta ahora que Dios las esta llamando a casa de Israel o Efraín de entre los Gentiles).
El imperio Asiria no alcanzo a conquistar a La casa del Sur (Judá), pero 136 años después, en el año 586 aC fueron conquistados por el imperio Babilónico, pero Babilonia a diferencia de los Asirios, no esparcía a sus conquistados, sino que selecciono a los mejores y mas jóvenes, y se los llevo cautivos a Babilonia, dejando a los ancianos en Jerusalén (que ya estaba destruida junto con el templo que también destruyeron) y se llevo a los jóvenes a Babilonia.
Los de la tribu de Judá y la tribu de benjamín (Judíos y Benjaminitas) estuvieron cautivos durante 70 años en Babilonia y Dios les permitió regresar para reconstruir la ciudad y el templo, siendo la tribu de Judá la mas grande, cuando regresan a ese pueblo que reconstruye la ciudad de Jerusalén se le comienza a llamas Judíos (porque venían de la tribu de Judá).
Cuando viene Jesús a la tierra, comienza su ministerio y visita a Jerusalén, allí habitan solo los judíos (de la tribu de Judá), ciertamente mezclados con los de Benjamín que era una tribu muy pequeña, y por algunos levitas, por lo que siempre predomino el nombre de Judá, y de allí es continuo hasta hoy, y se le conoce como el pueblo Judío.
Nota 1: NO confundir con la religión judía que se creo en los 400 años antes de Cristo donde los de Judá no tuvieron profeta y crearon leyes y rituales que Dios nunca había mandado.
Nota 2: Es pueblo que Dios se forma de entre las naciones, es un pueblo de fe, como la que tuvo Abraham que creyó y le fue contado por Justicia (Gn 15:6), no de linaje o de sangre o de genes como claramente lo dice Juan 1:12-13 12Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
En resumen: Las 10 tribus del norte fueron esparcidos por las naciones, es decir; entre los gentiles, mientras las 2 tribus del sur conocidas como Judá, son las que regresaron de la cautividad y se mantuvieron como un pueblo hasta el dia de hoy, pero Dios ha ido llamando a salvación a Su pueblo de entre las naciones (gentiles) y los va a hacer un solo pueblo con los de Judá, y ambos pueblos tendrán a Jesús como su único pastor como el mismo Jesús dijo en Juan 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Referencias Adicionales: Mateo 15:24, Juan 7:34-35, Jeremías 31:9, 31-33, 1 Pedro 1:1-2, Santiago 1:1, Ezequiel 37:15-22, Isaías 43:5-7.
Desarrollo:
Vs. 11-13. Cristo Jesús nuestra identidad.
11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles (no judíos) en cuanto a la carne (de nacimiento), erais llamados incircuncisión (los no circuncidados) por la llamada circuncisión (los circuncidados) hecha con mano en la carne (el cuerpo).
Los judíos que habían mantenido la señal del pacto que Dios hizo con Abraham haciendo en los varones la circuncisión, que estaba hecha en su cuerpo, pero no en su corazón, y además estaban muy orgullosos de eso, y ellos, a todas personas de todas las naciones, les llamaban “los no circuncidados”, pero notemos que eran ellos los que nos llamaban así, no era Dios, ya que Dios desde antes de la fundación del mundo los había elegido en Cristo Jesús (Ef 1:4)
12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados (excluidos) de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Siempre hemos sido parte de Su pueblo, pero al desconocerlo y al estar mezclados entre las naciones, nos amoldamos tanto a ellas que nos comportábamos de la misma manera que ellos, ciertamente estábamos sin Cristo, sin saber cual era nuestra verdadera identidad, sin conocer que éramos parte de una promesa de Dios por la que había hecho un pacto, y vivíamos desesperanzados y sin Dios en medio de las naciones.
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Pero un día nos fue predicado el evangelio de salvación en Cristo Jesús y todo cambió, éramos ovejas perdidas mezcladas entre las naciones, pero un día escuchamos la voz de Jesús nuestro Pastor, y supimos que éramos ovejas (aunque nos comportábamos como cabras, como cerdos o como perros) y supimos que teníamos un pastor, las que no son ovejas no creen en Jesús, pero las que son ovejas creen, escuchan la voz del pastor y le siguen como Jesús mismo lo explico de esa manera en Juan 10:26-28
26pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Cuando estábamos lejos de Dios, Dios mismo nos acercó por medio de Cristo, no dice que nosotros nos acercamos, sino que fuimos hechos cercanos, es decir; Dios, por medio de Su gracia, nos acerco a Cristo.
Vs. 14-18. Cristo Jesús nuestra paz.
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared (muro) intermedia de separación,
Jesús es nuestra paz, nuestra reconciliación, no solo con Dios, sino nuestra reconciliación con el pueblo de Judá que y de los 2 pueblos, el del norte que se disperso entre las naciones y los del Sur que permanecieron, esta haciendo un solo pueblo, la pared que los dividía fue derribada.
15 aboliendo (anuló, puso fin) en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
Jesús, que cumplió perfectamente la Ley de Dios, y murió en la cruz para rescatar a los hombres, quito las enemistades que entre Dios y los hombres y entre el pueblo del norte y el pueblo del sur, haciendo de los dos pueblos un solo y nuevo hombre.
16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando (poniéndolo fin) en ella las enemistades.
La forma en la que Jesús llevó acabo esa reconciliación entre todas las partes, fue por medio de la Cruz, donde derramó Su sangre con la que podía rescatar a los hombres.
17 Y vino y anunció las buenas nuevas (noticias) de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
Jesús mismo anunció el precioso evangelio de la salvación a los del Norte que estaban alejados y esparcidos entre las naciones, y lo anunció también a los del Sur, a los de la tribu de Judá que estaban cerca, ya que ellos no fueron esparcidos.
18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Pero la entrada al reino es una sola, sin importar de que parte del pueblo somos, tanto los del Norte (Efraín), como los del Sur (Judá), todos necesitamos entrar por el único camino de salvación que Dios determinó, por Jesucristo, como el mismo lo dijo en Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Vs. 11-13. Cristo Jesús nuestra piedra angular.
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos (intruso), sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Así que, ahora en Cristo Jesús, hemos recuperado nuestra identidad que siempre habíamos tenido, pero que la desconocíamos, que somos de la familia de Dios y los dos pueblos ciudadanos del mismo reino, no venimos como extranjeros e ilegales en el reino de Dios, siempre hemos sido ciudadanos del reino, solo que lo desconocíamos hasta que nos fue predicado Cristo como nuestro Salvador.
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo (principal) Jesucristo mismo,
21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo (dedicado) en el Señor;
22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada (habitación) de Dios en el Espíritu.
Pablo ahora usara otra analogía para presentarnos la unidad de estos dos pueblos en uno, dice que somos como un templo que esta siendo construido, que la piedra angular que sustenta todo el edificio es Cristo mismo, y que los cimientos de esa construcción son los profetas que profetizaron de Cristo y los apóstoles que proclamaron las enseñanzas de Cristo y nosotros, sin importar de que tribu somos, somos esas piedras o tabiques vivos con los que se esta construyendo el templo, templo donde es la habitación del espíritu de Dios.
Aplicación Práctica: Conocer nuestra identidad, que siempre hemos sido el pueblo de Dios, saber que estamos reconciliados con Dios y son los que son Su pueblo y sobreedificar nuestras vidas sobre el fundamento de la Escritura (apóstoles y profetas), siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo; nuestro Salvador.
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