Andando por el Espíritu (2ª Parte) Gálatas 6:1-10
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Versículo a memorizar: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. Gálatas 6:2
Introducción:
Unos falsos maestros judaizantes se habían metido a las Iglesias de Galacia a enseñar que, además de creer en Jesús, era necesario circuncidarse y guardar la ley para poder ser salvos, lo que originó esta carta de Pablo a lo Gálatas ya que era contrario al verdadero evangelio de la gracia donde hay salvación solo por la fe en Cristo Jesús.
En los capítulos uno y dos de esta carta, Pablo relató su experiencia personal con el verdadero evangelio de la gracia, en los capítulos tres y cuatro enseña sobra la doctrina de esa gracia, demostrando que la Escritura da testimonio que de la salvación siempre fue solo por fe, sin ninguna obra de la Ley.
En los últimos dos capítulos (cinco y seis) nos dirá como se practica en la vida cotidiana esa gracia recibida en nuestras vidas, pero no con el esfuerzo humano, sino por el poder del Espíritu Santo que nos ha sido dado, por un lado andando en el Espíritu y no satisfaciendo los deseos de la carne y ahora por otro lado, amando y sirviendo a los demás para así cumplir la ley de Cristo.
Desarrollo:
Vs. 1-5 Restaurando y sobrellevando
1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta (pecado), vosotros que sois espirituales, restauradle (corregirse) con espíritu de mansedumbre (actitud humilde), considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado (puesto a prueba).
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta. En contraste con el versículo anterior de Gálatas 5:25 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros, Pablo ahora enfatiza cual debería de ser la actitud de un cristiano maduro; pone un ejemplo de una persona que, sin haber planeado deliberadamente caer, peca, se extravía del camino y es el mismo “sorprendido” en una transgresión, no significa que lo “cachan”, sino que hasta el mismo es sorprendido en esa situación.
Vosotros que sois espirituales. Evidentemente, la persona que cayo en una falta y continua en ella, no está en una etapa de madurez espiritual, por lo que Pablo no se dirige a ella, sino a los mas maduros espiritualmente.
Restauradle. La palabra restaurar viene de la palabra en griego <katartizó> que significa arreglar, remendar, acondicionar, por lo tanto, habla de una acción positiva, cuya finalidad es regresar al hermano al estado adecuado (estado anterior de integridad) que le permita dar gloria a Dios.
Con espíritu de mansedumbre. La instrucción es de restaurarle, no de criticarle, no de reclamarle, no de deshabilitarle para siempre, ni de estigmatizarle, sino de restaurar al que cometió la falta, por eso dice que, con un espíritu de mansedumbre, con un espíritu de dulzura, controlando la ira y sus efectos desordenados.
Considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. A la hora de restaurar, no debemos llegar con una actitud religiosa o arrogante, mas bien con una actitud de humildad, sabiendo que, teniendo esa misma naturaleza pecadora, nosotros podríamos estar en esa posición de necesitar ser restaurados en alguna falta como Pablo le dijo a la Iglesia de Corinto en 1 Corintios 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Jesús habló de como debemos de ayudar al hermano cuando esta en alguna falta en Mateo 7:1-5 1No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. A veces en este pasaje se hace mucho énfasis en no ser hipócritas, y que bueno, pero la instrucción final del Señor no es solo no ser hipócritas, sino que además de no serlo, ayudarle al hermano a sacar la paja del su ojo; es decir, restaurarle.
2 Sobrellevad (ayúdense a llevar) los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Sobrellevar no significa aguantarnos unos a otros, o tolerarnos por ser hermanos en Cristo, sino poner el hombro para soportar el peso de la carga en cada hermano, la palabra carga aquí es la palabra en griego <baros> que significa algo que tiene peso, habla de cualquier aflicción que pasemos, debe ser compartida con los hermanos cercanos para que nos ayuden a cargarla colectivamente y así podamos cumplir la ley de Cristo, que podríamos resumirla en Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros o en las palabras de Santiago 2:8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis.
3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
La presunción o la arrogancia espiritual es un engaño, ya que no somos nada, todo lo que tenemos viene de parte del Dios dador de salvación, dador de gracia, dador de dones, todo lo que tenemos es por gracias y misericordia, este reconocimiento de nuestra incapacidad humana nos hará humildes, mansos y generosos, y aplica para ambos lados, el hermano que debe ser restaurado debe de ser humilde en reconocer su falta y saber que necesita ayuda para regresar al camino que honra a Dios, pero también en que le toca restaurar debe de tener esa humildad para saber que el también tiene toda la capacidad para caer en una falta.
4 Así que, cada uno someta a prueba (examine) su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse (presumir) solo respecto de sí mismo, y no en otro (comparándose con otro);
Pablo dice que antes de presumir de algo, debemos de someternos a un examen de nuestra propia obra, vernos en el espejo de la Escritura y compararnos con el ejemplo de Cristo, y no compararnos con otras personas, ya que tenemos la tendencia a compararnos con personas con las cuales nosotros salgamos mejor calificados.
Al compararnos con nosotros mismos, realmente estaríamos reconociendo la obra que el Señor ha realizado en nuestro corazón, y de eso podemos gloriarnos (presumir) y no por habernos comparado con otros.
5 porque cada uno llevará su propia carga (responsabilidad).
La palabra carga aquí, es diferente a la del versículo dos, es la palabra en griego <fortíon> que significa factura, tarea o servicio, podría referirse a una mochila pequeña, en algunas traducciones la pusieron como “responsabilidad”, por esa es una carga que cada quien debe de cargar.
Es necesario hacer esta aclaración de que son dos palabras diferentes en el idioma original en el que se escribió, de lo contrario; este versículo parecería contradecir lo dicho en el versículo dos, por un lado, debemos llevar juntos las cargar de peso entre unos y otros, pero la carga de responsabilidad que cada uno tiene delante de Dios es única, y de ello será responsable en el día del juico como Pablo lo dijo en Romanos 2:6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras, allí cada uno será responsable de su propia vida.
Vs. 6-10 Haciendo el bien
6 El que es enseñado (recibe instrucción) en la palabra, haga partícipe (comparta) de toda cosa buena al que lo instruye (enseña).
El que es enseñado en la palabra. Lo primero que observamos es que todos necesitamos ser enseñados y tener un espíritu enseñable para dejarnos instruir por hermanos maduros en la fe.
Haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. La palabra participe en griego es la palabra <koinonéo> que significa hacer participe, compartir, ¿Qué debemos de compartir con el o con los que nos instruyen en la Palabra de Dios?, la respuesta es, toda cosa buena; es decir, de todo el favor que recibimos de parte de Dios, y aunque ciertamente habla de poder compartir los bienes materiales con los que nos comparten los bienes espirituales en base al reciprocidad, como el mismo Pablo lo explicó en Romanos 15:27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales, también es necesario compartir con ellos, las bendiciones recibidas de parte de Dios, de la misma manera que los buscamos cuando tenemos una dificultad para pedirles que oren por nosotros o que nos ayuden a sobrellevar nuestras cargas, de la misma manera debemos de compartirles cuando pasan cosas buenas en nuestras vidas, cuando sales de alguna enfermedad, cuando te gradúas, cuando tienes nuevo trabajo, etc, etc.
Notemos que Pablo no esta pidiendo nada para él, sino para los maestros de la Palabra que había entre ellos, ya que sabía que este tipo de cosas reconfortan el corazón de los instructores.
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado (engañado): pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará (cosechará).
Pablo menciona este principio en forma de resumen de todo lo que les ha escrito en esta carta a los gálatas, el hecho de que Dios no puse ser burlado, la palabra burlado es la palabra en griego <mukterízo> que significa hacer muecas, ridiculizar, nadie puede hacer eso delante de Dios y no tener consecuencias, a lo que agrega que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará, es un principio que aplica para todos y en todos los tiempos, ya sean creyentes y no creyentes, debido a que es una ley espiritual que funciona tanto positivamente como negativamente como a continuación lo detalla.
8 Porque el que siembra para su carne (para agradar a su naturaleza pecaminosa), de la carne segará corrupción (destrucción); mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará (cosechará) vida eterna.
Porque el que siembra para su carne, sembrar para la carne significa dejar que la vieja naturaleza se exprese libremente dando rienda suelta a sus pasiones desordenadas y de la carne segará corrupción, como es una ley de siembra y cosecha, lo que se siembra es lo que se cosecha, por lo que la siembra de los deseos carnales producirá corrupción, esta palabra corrupción en el original es <fdsorá> que significa ruina, perdición, destrucción, lo que evidentemente no es bueno y no es algo que un verdadero hijo de Dios desee.
Mas el que siembra para el Espíritu, este es aquel que anda por el Espíritu (Gal 5:16) y es dirigido por el Espíritu (Gal 5:18) pues del Espíritu segará vida eterna, aplicando el mismo principio que lo que se siembra es lo que se cosecha, y trasciende incluso esta vida, ya que tiene repercusiones hasta la vida eterna.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos (cosecharemos), si no desmayamos (nos desanimamos).
No nos cansemos. Pablo se incluye en esta exhortación en el “nos”, sabiendo que el cansarse de hacer el bien sin ver resultados tan rápidos como quisiéramos, es parte de la naturaleza humana, que por medio del Espíritu es que podemos perseverar por gracia para no cansarnos.
De hacer bien. La palabra bien en el original griego es <kalós> que significa hermoso, bello, hacer lo que es virtuoso, que es valioso, que tiene honra.
Porque a su tiempo segaremos. Para poder cosechar, debe haber perseverancia, por eso Pablo guiado por el Espíritu Santo nos anima a no cansarnos de hacer el bien, de la misma manera que un labrador que ha sembrado debe esperar pacientemente el fruto como lo expresa Santiago 5:7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía,
Si no desmayamos. si en el transcurso desmayamos, o nos desanimamos antes de la cosecha, nos perderemos la posibilidad de verla completada.
En el contexto, el hacer el bien habla de restaurar al hermano caído, de sobrellevar la carga los unos de los otros, de examinarnos a nosotros mismos y no compararnos con los demás, participar de toda cosa buena con el que nos instruye en la Palabra.
10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente (especialmente) a los de la familia de la fe.
Siempre habrá oportunidades para hacer el bien, no las desaprovechemos, esas oportunidades no están limitadas solo a la Iglesia, por eso dice a todos, y mayormente a los de la familia de la fe, diferenciando entre estos dos grupos, no limitándolo a solo uno de ellos, pero si enfatizando un mayor cuidado a los que compartimos la misma fe, de los que dice que formamos una familia de fe.
Aplicación Práctica: Andar por el Espíritu en función de los demás, restaurando al hermano que fue sorprendido en alguna falta, sobrellevando las cargas los unos de los otros, participando de toda cosa buena con el que nos instruye en la Palabra y no cansándonos de hacer el bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe.
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