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Versículo a memorizar: “Y el mismo Dios de paz os santifique por
completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Tesalonicenses 5:23
Introducción:
Al comienzo del capítulo 5, Pablo pidió que estuviéramos animándonos unos a otros a no dormir como los que no consideran a Dios, a no estar enfocados en lo temporal, descuidado lo eteno, sino a velar y ser sobrios, compartiendo la Palabra de Dios como un siervo fiel y prudente, edificándonos unos a otros sobre la esperanza de la inminente venida del Señor y ahora pasa a mencionar como se vive esa vida cristiane de velar y ser sobrios en la práctica diaria.
Desarrollo:
12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a (sean considerados con) los que trabajan entre vosotros, y os presiden (guían, dirigen) en el Señor, y os amonestan;
13 y que los tengáis en mucha estima (respeto) y amor por causa de su obra (trabajo). Tened paz entre vosotros.
Pablo les ruega a los Tesalonicenses que reconozcan y valoren a los líderes espirituales de su iglesia, y no por su posición o por la personalidad, sino por su función que hacen entre ellos, por el trabajo de guiarlos en el Señor, por el interés que muestran al darse el tiempo de amonestarlos cuando se desvían de los caminos del Señor, eso es un trabajo agotador y que requiere esfuerzo, a lo que Pablo le dice a la Iglesia que sean considerados con ellos y que tengan paz, que no se conflictúen con ellos, que no estén murmurando ni causándoles problemas adicionales, ya que la motivación de su servicio es el amor.
14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis (reprendan) a los ociosos (desordenados, indisciplinados), que alentéis (estimulen) a los de poco ánimo (desanimados), que sostengáis (ayuden) a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
La iglesia de los Tesalonicenses tenis tres grupos que necesitaban atención, los ociosos/desordenados, los de poco ánimo/desanimados y los débiles/nuevos en la fe y Pablo le ruega a la Iglesia, no solo a los líderes, que las siguientes acciones:
Los ociosos son aquellos que no trabajan; sin embargo, la palabra griega para ocioso es la Strong 813 <átaktos> significa “no arreglado” por lo que tiene una connotación más amplia y hace referencia a los que andan en desorden, que caminan irregularmente, que son indisciplinados con las cosas del Señor, a los cuales les dice Pablo, se les debe de amonestar, esta palabra viene del griego Strong 3560 <noudsetéo> que significa “poner en la mente” y por implicación habla de advertir, exhortar, regañar amorosamente a alguien.
Los de poco ánimo o que se encuentran desanimados por alguna situación física, emocional o espiritual que estén pasando, Pablo ruega que se les aliente, se les de ánimo por medio de recordarles las promesas de Dios en la Escritura, como la venida del Señor como Pablo mencionó en 1 Tesalonicenses 4:18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Los débiles, parece hacer referencia a los débiles en la fe, que serían aquellos que tienen todavía mucha tendencia a dejarse arrastrar por lo que el mundo ofrece, por lo que podría claramente referirse a los que recién se hayan convertido a Cristo, sobre los cuales Pablo ruega a la Iglesia que los sostengan mientras pasan esas pruebas, que no los abandones; más bien, que los ayuden crecer en el Señor para que dejen de ser débiles.
En todos los casos se debe de ser paciente, esperando la obra de Dios en sus vidas, sabiendo que no todos avanzan en el Señor a la misma velocidad.
15 Mirad (tengan cuidado) que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid (procuren) siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
La gracia del Señor que hemos recibido, se debe reflejar en nuestro caminar cotidiano y Pablo menciona como debe de ser esa hermanda en Cristo:
Que ninguno pague a otro mal por mal. El tomar venganza o represalias cuando nos ofenden, es una práctica de la naturaleza humana, sin embargo, para los que hemos recibido la gracia y el amor de Dios, no debería de ser la forma en la que nos comportamos, sino que debemos de seguir el ejemplo de Jesús, de pagar bien por mal, que además lo dejó dicho como un mandato en Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.
16 Estad siempre gozosos (alegres, contentos).
No habla de un gozo o alegría temporal que podemos tener por algo que gratamente nos suceda, sino del gozo de nuestra salvación, del gozo de que Cristo nos tomó y nos hizo parte de Su reino, de ese gozo que no está sujeto a las circunstancias que estemos pasando, sino al gozo de sabernos en unidad con el Señor, como lo expresa Pedro hablando de Jesucristo en 1 Pedro 1:8-9 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable (indescriptible) y glorioso; 9obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
17 Orad sin cesar (en todo momento).
La práctica o el hábito de la oración debe de ser algo constante en los hijos de Dios, ya que muestra que queremos estar dependiendo de Dios en todo momento de nuestras vidas.
18 Dad gracias en todo (cualquier circunstancia), porque esta es la voluntad de Dios (lo que Dios quiere) para con vosotros en Cristo Jesús.
Tener un corazón agradecido para con Dios por todo lo que nos da y expresarle nuestro agradecimiento en oración a Dios y en acciones a nuestros prójimos es importante. Pero tener un corazón agradecido con Dios cuando estamos en aflicción, en angustia, en hambre, en escasez, en peligro, cuando nos sentimos deprimidos, cuando nos corren del trabajo, etc, es indispensable, porque debemos saber que esas pruebas Dios las permite en nuestras vidas, y nos ayudan a fortalecer nuestra de para alcanzar el propósito de Dios, como dice Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
19 No apaguéis al (el fuego del) Espíritu.
La forma en la que se puede “apagar” o entristecer al Espíritu, es menospreciar la Palabra de Dios como dice el siguiente versículo, o saber la voluntad de Dios para tu vida y no hacerla y peor aún pecar para con Dios, a lo que Pablo insiste en que es algo que no debemos hacer.
20 No menospreciéis (desprecien) las profecías.
Las profecías en su más simple definición, es hablar por inspiración divina, como los profetas del Antiguo Testamento que eran instrumentos de Dios para decirle al pueblo cual era la voluntad de Dios para ellos, así como las consecuencias que tendrían si no se arrepentían del algún mal comportamiento.
En este tiempo que Pablo les escribe la carta a los Tesalonicenses, todavía se estaba formando lo que conocemos como el Nuevo testamento; es decir, los mensajes proféticos de Dios que traerían edificación y consuelo a Su Pueblo, por lo que Pablo les dice que no lo tengan en poco valor.
En la actualidad contamos con toda la escritura completa, todo el consejo de Dios para el hombre está escrito en la Biblia, por lo que, de la misma manera, no debemos menospreciar la Palabra de Dios.
21 Examinadlo todo (póngalo todo a prueba); retened (quédense con) lo bueno.
En el contexto donde se encuentra esta instrucción es en el de no menospreciar las profecías (versículo anterior), pero era necesario escucharla y examinarlas; es decir, ponerlas a prueba para ver si verdaderamente eran de Dios o no, y así distinguir entre los falsos profetas y los verdaderos, pero si eran verdaderos, había que retener y poner por obra lo bueno que hayan dicho de parte de Dios.
22 Absteneos (eviten) de toda especie de mal.
Al retener lo bueno que habían escuchado de parte de Dios y querer llevarlo a cabo, casi siempre les iba a ser necesario abstenerse de prácticas de maldad que estaban haciendo, por lo que Pablo les insta a dejar toda clase de mal.
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible (sin reproche, sin pecado) para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Es el Dios de paz el que nos santifica por completo, toda esta lista de instrucciones finales que Pablo dejo en su carta, no tenía la intención de que se llevaran a cabo con algún enfuerzo humano, sino usando la fuente de poder que tenemos en Dios para poder hacerlo, como también dice Judas 1:24-25 24Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Dios es el que santifica la tres partes de las que el hombre esta compuesto, espíritu, alma y cuerpo.
El espíritu es lo que Dios sopló en Adán para hacerlo un ser viviente, es lo que nos diferencia de los animales (que pueden tener alma, pero no tienen espíritu), es el espíritu que murió cuando Adán y Eva pecaron, y es el mismo espíritu al cual Dios le da vida cuando creemos en la obra de Salvación que hay en Cristo Jesús, por lo que habla del proceso de Salvación del espíritu.
El alma es la mente, los sentimientos, las emociones, los anhelos, etc. que (no todos los animales tienen alma, como los insectos por ejemplo, pero primordialmente los animales que se pueden domesticar y algunos otros animales salvajes, tienen alma, y es evidente porque tienen emociones y sentimientos), pero antes de venir a Cristo, esa forma de pensar, de sentir y de anhelar no tomaba en cuanta a Dios en nada, pero ahora es Dios mismo quien por medio de Su Palabra nos va limpiando y transformando nuestra manera de comportarnos, ese proceso es la Santificación de alma.
El cuerpo por último, pues es cuerpo físico de tenemos y que sirve de vehículo para el alma y el espíritu, son los cinco sentidos (gusto, tacto, olfato, visto, oído) que nos conectan a este mundo físico y de este cuerpo dios también se encargara de santificarlo por medio de la transformación de este cuerpo físico por un cuerpo espiritual cuando Cristo venga en las nubes, proceso que se conoce como la Glorificación del cuerpo.
El espíritu es salvado (pasado), el alma está siendo santificada (presente) y cuerpo será glorificado (futuro), y de todo eso se encargará Dios para presentarnos sin mancha para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
Lo que Pablo expuso en el versículo anterior, no solo un buen deseo de parte de él, sino que está seguro de que se cumpliría, ya que estaba garantizado por la fidelidad de Dios, los Tesalonicenses y nosotros no tenemos nada que temer, si Dios nos ha llamado (tiempo presente), el completara la obra en nosotros (tiempo fututo) como dice Filipenses 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
25 Hermanos, orad por nosotros.
26 Saludad a todos los hermanos con ósculo (beso) santo.
27 Os conjuro (les encargo) por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.
28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.
Pablo termina la carta pidiendo oración por él y sus consiervos, les pide a los Tesalonicenses que muestren entre ellos su afecto fraternal, al mismo tiempo que les encarga de una manera muy solenme que la carta sea leída a todos los hermanos y se despide de ellos con una bendición de despedida, anhelando que la Gracia del Señor este ellos.
Aplicación Práctica: Considerar las instrucciones finales a fin de ponerlas por obra, conforme a la fidelidad del que nos llama, el cual también lo hará.
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