|
Versículo a memorizar: “Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios.” Lucas 9:20
Introducción:
El reconocimiento de la correcta identidad de Jesús, es producto de una necesaria revelación de Dios, como dice Juan 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero, que no solo demanda una declaración verbal, sino una rendición incondicional a la verdad revelada en las Escrituras como dice Juan 7:37-38 37En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva, a cerca de quien es Jesús, quien soy yo y cuál es mi propósito, razón por la cual, todo nuestro patrón de vida se ve sujeto a un cambio de prioridades.
Vs. 18-20a. La Pregunta. “¿Y vosotros, quién decís que soy?”
V. 20b. La Respuesta. “El Cristo de Dios.”
Vs. 21-27. Las Implicaciones
21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente (mucho),
El tiempo de declarar quien era Jesús estaba cerca, aún faltaba el precioso día donde los pecados del mundo fueron puestos en la Cruz del calvario, la evidencia del poder de Dios se manifestará en la resurrección de Jesús de entre los muertos y el otro consolador, el Espíritu Santo, viniera sobre ellos para que a partir de ese día confesaran que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Además de que tanto los apóstoles como el pueblo judío estaban esperando que el Mesías fuera un rey libertador, por lo que si ahora comentaban que Jesús era el Mesías, quizá lo quisieran hacer Rey como ya había pasado en Juan 6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo, pero no era el tiempo, aún era necesario morir y resucitar.
22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca (sufra) muchas cosas, y sea desechado (rechazado) por los ancianos (jefes), por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Jesús les da la razón por la cual les ha mandado guardar silencio sobre que Jesús es el Mesías esperado, usando para sí el título mesiánico de “el Hijo del Hombre” del que escribió el profeta Daniel (Dn. 7:13) y diciéndoles que era necesario; es decir, algo que no podía evitarse, ya que estaba profetizado y Dios así lo había determinado, que sufriera muchas cosas como golpes y maltratos como había profetizado Isaías 52:14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, que fuera rechazado por los líderes políticos y religiosos de la nación, que eran impíos con apariencia de piedad y se oponían a la verdad de Dios; y que moriría en una cruz, como Jesús mismo le reveló a Nicodemo en Juan 3:14-15 14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna, y como estaba profetizado en el Salmo 22:14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, y en Isaías 53:7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca, pero que el plan de salvación estaría completo con su resurrección al tercer día, mostrando que tenía autoridad sobre la muerte, que era último enemigo a vencer como lo dice 1 Corintios 15:26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese (olvídese) a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Y decía a todos. En el relato de Lucas parece que solo están sus discípulos, pero el en relato paralelo de Marcos dice que las siguientes palabras se las dirige a la gente y a sus discípulos (Mr 8:34).
Si alguno quiere venir en pos de mí. Jesús hace una invitación y una advertencia al mismo tiempo, primero la invitación de venir a él, de ir a donde Jesús esta, a caminar donde Él camina.
Niéguese a sí mismo. Y la advertencia es que para ir en pos de él, se debe abandonar el camino propio por el que los hombres andan, que el camino donde Jesús esta y el de los hombres no es el mismo, que es necesario dejar uno para ir al otro, que se debe renunciar al camino personal, a su forma de vida, a olvidarse de sus objetivos temporales en esta tierra. Pablo lo diría de la siguiente manera en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí,
se trata de identificarse completamente con Cristo, que la vida, pensamientos, sueños y metas propios, quedan a un lado para seguir los de Cristo, es negarse al “yo” egoísta, al “autosuficiente” que todo lo puede, para depender de la gracia y misericordia de Dios solamente. Pero eso es imposible desde la condición caída del hombre, es necesaria la intervención de Dios y la regeneración del Espíritu Santo en el corazón de los hombres para poder decir como dice Filipenses 1:21a Porque para mí el vivir es Cristo.
Tome su cruz cada día. No les dice que tomen la cruz de Cristo, esa solo Él como el Santo de Dios la podía tomar, si no que cada uno tome su propia cruz, el significado es claro, la cruz en esa época era un símbolo de sufrimiento y muerte, lo que les está diciendo es que para ir en pos de Jesús, aparte de negarse a sí mismo, también es necesario tener la disposición de sufrir, de ser menospreciados, de ser rechazados e incluso; para algunos, ser perseguidos o morir. El andar en la Verdad nos pondrá en contra de este mundo de mentiras y tiniebla y eso traerá aflicción en nuestro andar como Jesús dijo en Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo, o como diría Pablo en Colosenses 1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.
Y sígame. Seguir a Jesús en forma constante, a seguir sus pisadas como dice 1 Pedro 2:21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas, no se trata de algo estático, como llegar a un lugar, sino de algo dinámico, que está en constante avance, tenemos los ejemplos bíblicos de Pedro y Andrés su hermano, cuando eran pescadores y el Señor les llama y “ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mt. 4:20) y lo mismo con Juan y Jacobo que remendaban sus redes con la barca con su padre y “Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron” (Mt. 4:22) o cuando llamó a Levi (Mateo) que estaba sentado al banco de los tributos públicos y “dejándolo todo, se levantó y le siguió” (Lc. 5:28)
24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.
Quizá algunos consideraron muy drásticas las demandas para seguirle, por lo que Jesús ahora les da razón por las que esas demandas eran necesarias por medio de una paradoja (algo que parece contrario a la lógica).
Para poder decir como Pablo en Hechos 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
El que quiera salvar su vida presente y temporal, perderá la vida espiritual y eterna, mientras que el que se niega a sí mismo, toma su cruz cada día y siga a Jesús; es decir, que pierda su vida presente y temporal por causa de Cristo, se salvará eternamente.
En otras palabras, salvar la vida en este mundo es rechazar a Cristo y a su llamado, lo que tendrá consecuencias eternas, pero ir en pos de Cristo y seguirle, donde se pierde la vida que este mundo ofrece, terminará siendo un ganador para Dios.
25 Pues ¿qué aprovecha (de que le sirve) al hombre, si gana (adueña de) todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?
Jesús continúa dando las razones de sus demandas para seguirle y ahora usa una metáfora (pensamiento que se expresa por medio de conceptos contrarios) en forma de pregunta. De que sirve si se gana la vida conforme a la que el mundo ofrece, aun ganándolo todo y siendo, famoso, exitoso y en plenitud en todos los aspectos temporales de la vida, si se termina perdiendo la vida eternamente, por lo que la respuesta es que de nada es provechoso, de nada sirve. Pablo lo expresa de la siguiente manera en Filipenses 3:7-9 7Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria (poder), y en la del Padre, y de los santos ángeles.
Esta es la conclusión de la enseñanza, como avergonzarse en lo contrario a sentirse orgulloso, lo que esta diciendo Jesús es que el que quiera vivir una vida diferente a la de ir en pos de Él, negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirle, es equivalente a avergonzarse de Jesús y de lo que dijo, por lo que ese mismo trato recibirá cuando Jesús regrese en su gloria, la del padre y la de los ángeles que le acompañaran en su segunda venida, ya que ese mismo que es rechazado por los hombres, volverá como el Juez justo y les dirá como dice Mateo 7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
27 Pero os digo en verdad (les aseguro), que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán (sufrirán) la muerte hasta que vean el reino de Dios.
La frase clave es “hasta que vean el reino de Dios” es lo que determina de que estaba hablando Jesús, y aunque el reino de Dios se había acercado en la persona de Cristo (Mr. 1:15), habla de un evento posterior a esta enseñanza, podría referirse, casi con seguridad al evento de la transfiguración de Jesús (Lc. 9:28-36) mostrando la gloria de Su reino, que sucederá 8 (ocho) días después donde Pedro, Juan y Jacobo (que serían los algunos de los que están aquí) fueron los únicos que lo presenciaron, o quizá se podría estar refiriendo a lo que dijo que era necesario que Jesús sufriera, fuera rechazado, muriera y resucitará al tercer día (Lc. 9:22), esa obra que ellos verían daba acceso al reino de Dios, o quizá a la llegada del Espíritu Santo en el día del Pentecostés, que también verían y donde se iniciaría el tiempo de la Iglesia como poseedora del reino de Dios (en estos últimos dos eventos, Judas Iscariote ya no estaría presente).
Aplicación Práctica: Responder a la pregunta planteada por Jesús, considerando todas sus implicaciones.
No comments:
Post a Comment