Thursday, January 25, 2024

Lucas 17:20-37 El reino de Dios, ¿Cuándo y Dónde?

 

El reino de Dios, ¿Cuándo y Dónde?

Lucas 17:20-37

 

Objetivo: Escuchar con limpio corazón las respuestas de Jesús, a fin de prepararnos para el reino de Dios.

 

Versículo a memorizar: “Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.” Lucas 17:33

 

Introducción: Jesús viene de haber limpiado a 10 (diez) leprosos, y solo uno de ellos, que era Samaritano, regreso a Jesús alabando y dando gracias, mientras los 10 (diez) fueron sanados, solo ese ex-leproso que regresó a Jesús fue salvado por medio de la fe.

 

Desarrollo:

20 Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir (llegar) el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia (aviso),

21 ni dirán: Helo (mírenlo) aquí, o helo (mírenlo) allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.

Los fariseos que eran adversarios de Jesús, por lo que esa pregunta no la hacen con buena intención, más bien parece como una exigencia, como un amanera de desafiarlo, de mostrarle a los demás que si Jesús era el Mesías, ya debería de estar reinando, ya que los judíos en general y los fariseos en particular, esperaban la venida del Reino; es decir, que cuando el Mesías llegara se estableciera como rey de la nación de Israel y por consiguiente desplazara al imperio romano que los tenía subyugados.

 

Esa idea la obtenían de algunos pasajes que hablan del Mesías como el rey de un reino que no tendría fin como dice Daniel 7:14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido, o como dice Jeremías 23:5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra; sin embargo, no habían entendido que el Mesías primero vendría a sufrir y morir (como dice el Salmo 22), como sucedió en la primera venida, y después regresaría a reinar en su segunda venida.

 

Cuando ese reino espiritual se manifieste en lo físico, ya que ciertamente Jesús regresará a ejercer el dominio sin fin como profetizaron aquellos profetas (Daniel, Jeremías), va a implementarse sin ningún aviso o advertencia previa, no sería necesario que alguien dijera, que el reino de Dios esta por acá o por allá, ya que, de hecho, el reino de Dios ya estaba entre ellos.

 

Jesús les contesta que el reino de Dios no es un lugar en específico, sino es cualquier lugar donde el rey (Jesús) de ese reino se encuentra, por eso les dice que ya está entre ellos, el reino de Dios es Jesús mismo, lo tenían allí y no lo podían ver, ya que para ver el reino de Dios, que es espiritual (Jn. 18:36), se debe de nacer de nuevo (nacimiento espiritual) como Jesús le dijo a uno de esos fariseos llamado Nicodemo en Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios, cuando creemos en Jesús como salvador, el Espíritu Santo nos sella y habita en nosotros, poniendo en nuestro corazón el reino de Dios que es espiritual (Col. 1:9-14)

 

22 Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá (llegará el tiempo) cuando desearéis (anhelarán) ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.

23 Y os dirán: Helo (mírenlo) aquí, o helo (mírenlo) allí. No vayáis, ni los sigáis.

24 Porque como el relámpago que al fulgurar (brillar) resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.

Jesús partiría de ellos en poco tiempo, sabiendo eso, ahora se dirige a sus discípulos para advertirles que cuando Él ya no esté, van a extrañar esos días cuando estuvo con ellos, pero que no se deben dejen engañar, que cuando escuchen del regreso del “Hijo del Hombre”, que es un título mesiánico (Dn 7:13) que Jesús lo aplicaba para si mismo, que cuando digan que está en algún lugar, no deben prestar oídos a esos engaños de falsos maestros o profetas, más bien deben saber que cuando ese día llegue, todas las personas de la tierra lo sabrán, será tan evidente como cuando un relámpago brilla y hace resplandecer todo el cielo y todos lo notan, como dijera el apóstol Juan en Apocalipsis 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

 

25 Pero primero es necesario que padezca (sufra) mucho, y sea desechado (rechazado) por esta generación (la gente de este tiempo).

Jesús les insiste que antes de regresar a gobernar, era necesario que padeciera en la cruz para el beneficio de los pecadores como ya había dicho en Lucas 9:22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día, que era necesario primero venir como el Mesías sufriente y después regresar como el Mesías reinante.

 

26 Como fue (pasó) en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.

27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio (inundación) y los destruyó a todos.

28 Asimismo como sucedió (pasó) en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban (sembraban), edificaban (construían);

29 mas (pero) el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.

30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste (aparezca).

Cuando Jesús venga a reinar, habrá un juicio también, separará a las ovejas (los que creyeron) de los cabritos (los que no creyeron) como dice Mateo 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos, y ese juicio tomará al mundo por sorpresa, de la misma manera que en los días de Noe (Gn. 6) la gente llevaba su vida normal, comiendo, bebiendo y casándose, e ignorando la advertencia que hacía Noe como pregonero de justicia (2 Pe. 2:5) les hacía que vendría un juicio de diluvio y no le creyeron, pero cuando llegó solo Noe y sus siete familiares se salvaron y los demás perecieron. De la misma manera sucedido con la gente de Sodoma y Gomorra, cuando los ángeles llegaron a rescatar a Lot y a su familia (Gn. 19) de una lluvia de fuego y azufre que Dios había determinado, la gente hacía su vida normal sin saber que el juicio estaba por llegar, hasta que ese juicio llego y perecieron sus habitantes.

 

 

De la misma manera dice Jesús, que será el día de su manifestación (segunda venida), la gente sin Cristo estará haciendo su vida normal, y sin ninguna advertencia para ellos, se van a encontrar con un juicio de Dios.

 

En ambos casos de Noe y Lot (y sus familias), los escogidos de Dios fueron salvados antes de la destrucción de todos, y es misma es nuestra esperanza para aquellos que hemos puesto nuestra confianza en Jesús como Señor y Salvador.

 

 

 

31 En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás (no regrese a casa).

32 Acordaos de la mujer de Lot.

En la época de Jesús, los techos de las casas eran planos. La gente subía por una escalera construida en la parte de afuera y en las noches de mucho calor, la gente prefería dormir en el techo de sus casas; entendiendo eso, Jesús dice que si cuando llegue ese día de Juicio y alguien se encuentre allí, que no entre a su casa en busca de sus bienes, eso solo mostraría que la persona tiene un apego a las cosas de este mundo, de la misma manera que lo mostró la esposa de Lot cuando volteo a Sodoma mostrando un aprecio a lo que estaba dejando y se convirtió en un pila de sal (Los ángeles ya les habían advertido que no voltearan), de allí la advertencia de Jesús de que debemos acordarnos de la mujer de Lot, que anhelando las cosas de este mundo, no se salvó del juicio de Dios.

 

Por eso decía el apóstol Juan en su primera carta lo siguiente; 1 Juan 2:15-17 15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 

33 Todo el que procure (trate) salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará (conservará).

Jesús concluye esta parte de su enseñanza a sus discípulos diciendo que el que quiera salvar su vida presente y temporal, perderá la espiritual y eterna. Querer mantener la vida como este mundo la ofrece, termina perdiendo lo que Dios tiene pare él/ella, pero aquel que esté dispuesto a perder la vida como este mundo dicta, y por el contrario, que tome su cruz cada día y siga a Cristo (Lc. 9:23), son los que tendrán la vida eterna.

 

34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado (llevado), y el otro será dejado.

35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada (llevada), y la otra dejada.

36 Dos estarán en el campo; el uno será tomado (llevado), y el otro dejado.

Jesús extiende con estos ejemplos lo que le sucedió a la esposa de Lot, que a pesar de estar casa con el justo Lot (2 Pe. 2:7), y a pesar de haber oído de los mismos ángeles la destrucción que vendría a Sodoma, que hospedó a esos ángeles en su casa, y que ellos les ayudaron a salir de prisa de Sodoma aun tomándoles de la mano, a Lot, a ella y a sus hijas, no se salvó, ya que la salvación es individual y no grupal, que no es suficiente con estar cerca de las personas de fe o asistir regularmente a la iglesia, sino que es necesaria una verdadera conversión del corazón.

 

37 Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el cuerpo (cadáver), allí se juntarán también las águilas (buitres).

Los discípulos querían saber dónde tendrían lugar los acontecimientos mencionados, pero Jesús les contesta con un proverbio (un dicho hebreo): “donde el cuerpo, los buitres”, simplemente para decir que será algo muy evidente, que no necesitan saber dónde, que para todos será muy claro, tan evidente como ver a unos buitres, que son aves rapaces que se alimentan principalmente de animales muerto, volando en círculos, el hecho solo de verlos se deduce que debajo de esos círculos que hacen en el aire, están un animal muerto o por morir.

 

Aplicación Práctica: Escuchar con limpio corazón las respuestas de Jesús, a fin de prepararnos para el reino de Dios.

 

 

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