Tuesday, November 26, 2024

Romanos 3:1-8 Nuestro fiel y justo Dios

 

Nuestro fiel y justo Dios

Romanos 3:1-8

 
Objetivo: Comprobar la fidelidad de Dios; confesando nuestros pecados.

 

Introducción: Pablo confrontó la hipocresía religiosa de los judíos que confiaban en su identidad como pueblo escogido y en la posesión de la Ley, pero no vivían en obediencia a ella. Destacó que no basta con tener la Ley o realizar ritos externos, como la circuncisión, para ser justos ante Dios. La verdadera justicia y relación con Dios dependen de una transformación interna, la “circuncisión del corazón”, que es realizada por el Espíritu Santo.

 

El apóstol Pablo recalcó que tanto judíos como gentiles serán juzgados por sus acciones y no por rituales externos. Argumentó que sí un gentil que vive conforme a la voluntad de Dios, aunque no tenga la señal externa de la circuncisión, es más justo que un judío que desobedece la Ley. Esto deja claro que la verdadera identidad espiritual no depende de tradiciones o apariencias externas, sino de una vida fe y de obediencia genuina.

 

Dios busca corazones obedientes y no solo conocimiento intelectual o prácticas religiosas. La verdadera alabanza y aprobación deben provenir de Dios, no de los hombres, como mencionó en Romanos 2:28-29 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne, sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

 

Desarrollo:

Pablo lleva más de 25 años en el Evangelio, ha hecho tres viajes misioneros implantando varias iglesias, muchas veces llego a las sinagogas judías a presentar el evangelio de Cristo y ha de haber escuchado varias objeciones, ahora en su carta a la Iglesia de Roma, Pablo se adelanta a aquellos que plantarán objeciones, y el mismo las dice y las contesta.

 

1¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha (valor tiene) la circuncisión?

Objeción 1. Pablo aborda una pregunta que surge tras su argumento en el capítulo dos: si la circuncisión externa y la pertenencia al pueblo judío no garantizan justicia ante Dios, ya que como dice Gálatas 5:6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor, ¿tienen alguna ventaja ser judío o el rito/ceremonia de la circuncisión?

 

Recordemos que la circuncisión era una señal externa del pacto de Dios con su Pueblo, pero su verdadero significado era interno; es decir, la transformación del corazón; siempre fue así, como lo vemos en Deuteronomio 30:6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas, y en Jeremías 4:4a Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón.

 

El hecho de ser descendientes de Abraham, conocer la ley de Dios y ser circuncidados, no les tenía asegurado un lugar en el cielo; por el contrario, esas bendiciones los hacían más responsables de obedecer al Señor.

 

2 Mucho, en todas (muchas) maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra (el mensaje) de Dios.

Respuesta a la objeción 1. Si tiene ventaja el judío, pero no en la salvación, la salvación es solo por medio de Cristo. Pablo asegura que la ventaja de ser judío es significativa, ya que fueron los receptores de la Palabra de Dios. La palabra “palabra” viene del griego Strong 3051 <logion> que significa, palabras u oráculos, en el sentido de declaraciones que vienen de la boca de Dios.

 

Dios le dio Su revelación a Israel como dice el Salmo 147:19-20 19Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel. 20No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; Y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Aleluya, y eso es un privilegio incomparable, como Dios se les dijo en Deuteronomio 7:6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. Ser parte del pueblo de Dios trae bendiciones espirituales, pero para salvación, se necesita la justicia de Dios que es en Cristo Jesús, y esa la necesitan por igual tanto judíos como griegos.

 

Aplicación Práctica. Dios confió Su Palabra a los judíos, no solo para preservarla, sino también para obedecerla y compartirla con las naciones, de la misma manera nosotros estamos llamados a vivir y compartir la Palabra con fidelidad como dice en Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos, y en Mateo 28:19-20 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén, es un inmenso privilegio que debemos valorar y ejercer.

 

3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula (dejará anulada) la fidelidad de Dios?

Objeción 2. Pablo se anticipa al argumento de que la incredulidad de algunos judíos no debería de anular las promesas de Dios, sabiendo que algunos judíos no habían creído, o por lo menos no habían sido fieles a Dios, llevaría a algunos a preguntarse si esas fallas humanas puedan invalidaban las promesas de Dios.

 

Pablo responde enfáticamente en el siguiente versículo que la fidelidad de Dios no depende de la fidelidad humana, la fidelidad de Dios es parte de Su carácter; por lo tanto, es inmutable (no cambia) como dice 2 Timoteo 2:13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo. Esa incredulidad o infidelidad de algunos no representa el fracaso del plan de Dios, sino la evidencia de la necesidad de la gracia de Dios en sus vidas.

 

4 De ninguna manera (¡Claro que no!); antes bien sea Dios veraz (actúa siempre en la verdad), y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado (serás tenido por justo) en tus palabras, Y venzas (ganarás, triunfarás) cuando fueres juzgado.

Respuesta a la objeción 2. La fidelidad de Dios se muestra en perdonar la infidelidad humana de aquellos que se arrepientan. “De ninguna manera”, es una manera peculiar de escribir de Pablo para rechaza de manera categórica la idea, en este caso, la de que la incredulidad de los hombres pueda afectar la fidelidad de Dios, ya que el carácter es inmutable, Su plan y Sus promesas se cumplen independientemente de las acciones de los hombres.

 

Dios es siempre fiel, y Su verdad prevalece siempre, y Su verdad es absoluta, a pesar de la incredulidad de los hombres. Pablo cita el Salmo 51:4b Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio, este salmo fue escrito por David confesando su pecado y pidiendo misericordia de Dios como dice el Salmo 51:1-4 1Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. 3Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. 4Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio, resaltando que la fidelidad de Dios está en perdonar a todo aquel que se arrepienta de su pecado, como dice 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Aplicación Práctica. Debemos confiar en la fidelidad de Dios en lugar de desanimarnos por la incredulidad que veamos a nuestro alrededor, tomando el consejo de Pablo a los Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, no debemos permitir que las fallas humanas, nos hagan dudar de las promesas de Dios para nuestra vida, sino más bien, venir siempre a buscar el perdón de Dios que nos ha prometido siempre darnos por los méritos de Cristo en la cruz.

 

5 Y si nuestra injusticia (pecado, maldad) hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre (desde un punto de vista humano).)

Objeción 3. Pablo se adelanta al posible argumento que algunos podrían decir; nuestro pecado cumple un buen propósito porque muestra a otros lo justo que es Dios. ¿No es injusto, entonces, que Dios nos castigue? Pablo dice “hablo como hombre”, para aclarar que está exponiendo esta objeción desde la perspectiva humana limitada, no desde la verdad absoluta de Dios.

 

6 En ninguna manera (¡Claro que no!); de otro modo (si Dios fuera injusto), ¿cómo juzgaría Dios al mundo?

Respuesta a la objeción 3. Dios utiliza incluso el pecado humano para revelar Su gloria, pero esto no anula la necesidad de justicia. “En ninguna manera”, volvió a responder Pablo a la idea de que el pecado humano en realidad sirve para resaltar la justicia y la misericordia de Dios, implicando que un mayor pecado conduce a una mayor manifestación de la gloria de Dios, es solo un intento de justificar el pecado en lugar de enfrentar la necesidad de arrepentimiento. La justicia de Dios es perfecta, nunca es injusto cuando castiga el pecado, Pablo concluye que, si Dios no fuera completamente justo, ¿cómo tendría autoridad para juzgar al mundo?

 

7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó (destacó) para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?

 

 

8¿Y por qué no decir (como se nos calumnia (difama, desacredita), y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes (lo bueno)?

Objeción 4. Pablo plantea el cuarto posible argumento que algunos podrían decir; si Dios se glorifica a través de nuestras fallas, entonces no debería haber juicio contra nosotros y si el pecado resalta la gracia y la gloria de Dios, entonces ¿por qué no pecar más para que Su gracia sea aún más evidente?

 

Pablo ya ni les contesta esta pregunta, más bien les reclama que una lógica errónea que había estado siendo atribuida a él al predicar de la salvación por gracia. Es sorprendente notar cómo la mente no regenerada, choca de frente con la realidad de la salvación sólo por gracia, a menos que intervenga el Espíritu Santo contristando la vida del pecador (2 Co. 7:9-12), este, en lugar de entender la gracia como la única verdad que nos guía al arrepentimiento (Ro. 2:4-5), la ve como una amenaza a la moral parcial y sin fundamento (1 Co. 3:10-15).

 

Respuesta a la objeción 4. Los que promueven esta falsa idea de “hacer el mal para que venga el bien” están bajo condenación, ya que ese razonamiento contradice la santidad de Dios. La respuesta a esa última pregunta de que, si deberíamos hacer males para que vinieran bienes, Pablo la contesta en Romanos 6:1-2 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?, justificar el pecado con fines supuestamente positivos, demuestra una incomprensión del carácter santo de Dios y de Su gracia.

 

Aplicación Práctica. Todos los intentos humanos de racionalizar o minimizar el pecado son inútiles. En lugar de ello, debemos reconocer nuestros pecados y nuestra necesidad de la gracia de Dios y venir a Cristo en arrepentimiento

 

Conclusión: Ceñirnos a la verdadera alabanza conforme a la ley.

 

 

Resumen de las 4 objeciones de Romanos 3:1-8

 

Vs.1-2. Objeción 1. ¿Tienen alguna ventaja ser judío?

Respuesta. Si tiene ventaja el judío, pero no en la salvación, la salvación es solo por medio de Cristo.

 

Vs.3-4. Objeción 2. La incredulidad de algunos judíos no debería de anular la fidelidad de Dios.

Respuesta. La fidelidad de Dios se muestra en perdonar la infidelidad de aquellos que se arrepientan.

 

Vs.5-6. Objeción 3. Nuestro pecado cumple el propósito que otros vean lo justo que es Dios. ¿No es injusto, entonces, que Dios nos castigue?

Respuesta. Dios utiliza incluso el pecado humano para revelar Su gloria, pero esto no anula la necesidad de justicia.

 

Vs.7-8. Objeción 4. Si Dios se glorifica a través de nuestras fallas, entonces no debería haber juicio contra nosotros; y si el pecado resalta la gracia y la gloria de Dios, entonces ¿por qué no pecar más para que Su gracia sea aún más evidente?

Respuesta. Los que promueven esta falsa idea de “hacer el mal para que venga el bien” están bajo condenación, ya que ese razonamiento contradice la santidad de Dios.

 

 

 

 

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