Monday, November 27, 2023

Lucas 14:25-35 Si alguno viene a mi

 

Si alguno viene a mi

Lucas 14:25-35

Objetivo: El que tiene oídos para oír, oiga.

 

Versículos a memorizar:Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:27

 

Introducción: Jesús fue invitado a comer en casa de un gobernante que era fariseo en día de reposo, allí sano a un hombre hidrópico, y les recrimino a los líderes religiosos su hipocresía, después les enseño a los presentes en el banquete la actitud de humillación que deben de tener en las reuniones y en el reino de Dios, al terminar les hablo de la gran cena (bodas del Cordero) que habrá en el cielo y como los invitados originales despreciaron la invitación, que representan a los líderes religiosos que estudiaban las Escrituras y quienes debían haber podido identificar a Jesús como el Mesías esperado; y como después el siervo de la historia que representa al Espíritu Santo, fue enviado a traer a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos que había en la ciudad y sus calles principales, representando al pueblo judío que no era parte de los líderes religiosos y que tenían ciertas incapacidades espirituales para poder identificar al Mesías, y por último cuando ellos entraron y había más lugares en la cena, el siervo  fue enviado a los lugares más lejanos, donde estaban los gentiles, para traerlos y forzarlos a entrar a la gran cena. Y es en ese contexto que Lucas escribe lo que Jesús exigía de sus discípulos.

 

Desarrollo:

25 Grandes multitudes iban (caminaban, le seguían) con él (Jesús); y volviéndose, les dijo:

Grandes multitudes iban con él. Conforme Jesús se iba a cercando a Jerusalén, las multitudes (ahora el plural) que iban en camino a la fiesta de la Pascua, escuchaban de Jesús, o le veían de camino y se iban uniendo para seguirle.

 

Y volviéndose, les dijo. Jesús voltea hacia ellos para darles un mensaje personal, en ese grupo estaban los religiosos adversarios de Jesús que lo seguían para asecharle, los verdaderos discípulos del. Señor, y un gran grupo de los que le seguían por algún interés personal, quizá solo por curiosidad, alguno buscando ver o recibir alguna sanidad o milagro, quizá hasta otros sin saber porque van allí, simplemente están siguiendo a la multitud.

 

26 Si alguno viene a mí, y no aborrece (ama menos) a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Si alguno viene a mí. Las multitudes iban detrás de Jesús, le seguían por un tramo de camino, pero Jesús aquí se refiere a los que realmente quieran seguirle a Él, como persona, como maestro, como Salvador, con una relación íntima de discipulado, no solo para verle hacer milagros o escuchar alguna de sus enseñanzas, sino con una entrega incondicional, ya que la frase “viene a mi” implica dejar todo atrás.

 

Y no aborrece. Viene de la palabra griega Strong 3404 <miséo> que significa odiar o detestar,  amar menos, descuidar o desatender, menospreciar.

 

No está hablando de que debemos odiar a los padres, si la escritura habla de honrarlos (Dt. 5:16), tampoco de odiar a la esposa, si nos manda amarla (Ef. 5:33), o de odiar a hijos y hermanos, si por el contrario nos ha invitado a amar al prójimo (Lc. 10:27-28), así que claramente se refiere a amar menos como esta implícito en el pasaje paralelo de Mateo 10:37-38 37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

 

Así que no está mandando a odiar a nadie, sino que esta frase, así de fuerte, enfatiza la lealtad que Jesús requiere para ser su discípulo, como diciendo “debes tener un amor tan grande por Jesús, que parecerá que a tus seres cercanos los aborreces, aunque los ames.”

 

A su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas. El discípulo debe estar dispuesto a renunciar, de ser necesario, a los lazos humanos más grandes que tiene, como padres, cónyuges o hijos, si ellos se vuelven un obstáculo para serle fiel a Cristo.

 

Los valores más altos de la vida del hombre, deberán pasar a segundo plano en el corazón del verdadero discípulo, el profundo amor que tengamos por nuestros familiares, deberá subordinarse al amor que profesemos por Cristo. Si en algún momento nos encontramos en la disyuntiva de negar a Cristo o ser negado/rechazado por nuestros familiares (como pasaba en la Iglesia del primer siglo, y aún hoy en países árabes e incluso en Israel), el discípulo debe de preferir perder el afecto de su familia, que perder el favor de Dios y la comunión con Cristo.

 

Y aun también su propia vida. Jesús avanza más su requerimiento, diciendo que el verdadero discípulo amará al Señor aún más que su propia vida, que el amor por Cristo deberá estar por encima de sus propios sueños, anhelos, emociones, deseos, placeres, etc, que obstaculicen el seguir a Cristo.

 

No puede. Notemos que no dice “no debe”, sino que “no puede” ser discípulo, por lo que habla de una imposibilidad absoluta, se sigue al Señor con una entrega incondicional o no se le sigue.

 

Ser mi discípulo. Viene de la palabra griega Strong 3101 <madsetés> que significa alumno, aprendiz, seguidor.

 

27 Y el que no lleva (toma, carga) su cruz y viene en pos de mí (me sigue), no puede ser mi discípulo.

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí. Jesús lleva su requerimiento a su máxima expresión, el verdadero discípulo debe de estar dispuesto, no solamente a renunciar al amor familiar o personal por el de Cristo, sino a morir a su “yo”, ya que es necesario que lleve, tome, cargue voluntariamente su cruz y vaya en pos de Cristo, ya había dicho lo mismo pero en forma positiva en Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame, si la frase “viene a mi” implica lo que el discípulo deja atrás, la frase “viene en pos de mi” implica lo que el discípulo adquiere, a Crismo mismo.

 

Llevar la cruz no significa pasar por sufrimientos o penalidades como la gente cree, porque además esas no se buscan voluntariamente, sino que, la cruz tenía el claro significado de negarse a sí mismo, en el contexto histórico en el que se menciona aquí, la muerte en la cruz era asignada a los perores delincuentes en el imperio romano, era una forma de ejecución publica muy dolorosa que llevaba a la muerte de una manera muy lenta (con la finalidad de disuadir a la gente a cometer crímenes parecidos), durante el trayecto a su ejecución, los romanos acostumbraban dar latigazos y obligar al condenado a muerte a cargar un yugo de madera sobre sus hombros (solo el travesaño), de modo que la gente que veía al reo cangando su cruz, entendía que estaba vivo pero que iba en camino a una muerte segura, esa persona estaba siendo completamente humillada. Pero como Jesús lo menciona, esa humillación sería voluntaria, no forzada como en Roma, sino que habla de una humillación consciente, de tomar voluntariamente la cruz e ir en camino a Cristo donde moriría completamente el “yo”.

 

Jesús puso el ejemplo más grandioso, Él siendo Dios, estuvo dispuesto a humillarse en una condición de hombre, y estando así, incluso se humillo más yendo a la muerte de cruz como dice Filipenses 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

 

Pablo lo entendió claramente y se lo dijo a la Iglesia de Galacia en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

 

No puede ser mi discípulo. Una vez más Jesús menciona la misma frase, la negativa de no querer humillarse voluntariamente, imposibilita el poder ser discípulo de Cristo.

 

28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar (construir) una torre, no se sienta primero y calcula los gastos (costos), a ver si tiene lo que necesita para acabarla  (terminarla)?

En este momento quizá algunos de entre la multitud estarían dispuestos a volverse discípulos de Cristo, por lo que el Señor explicará por medio de dos parábolas alto costo de seguir a Cristo, y el costo más alto que se pagaría si no se le sigue.

 

Primero explica el costo de la perseverancia, ilustrando en forma de pregunta una escena, la de un hombre que quiere edificar una torre; no se nos dice el uso de dicha torre, podría ser una construcción fortificada tipo atalaya en su propiedad para vigilar que no entren intrusos, quizá una torre de almacenaje, o alguna instalación agrícola, el hecho es que ese hombre se sienta y calcula los costos de la obra, primero debe tener claro que quiere construir, desde los altos costos de los cimientos, hasta la construcción en sí, y por último, determinar si tiene los recursos financieros para llevarlo a cabo.

 

Los que estaban evaluando seguir a Jesús, deberían de calcular el costo del discipulado, una vida de renuncia a todo para seguir a Jesús bajo cualquier circunstancia, que podría implicar perder el cariño de los seres cercanos, la estima o el aprecio de otros, e incluso a estar dispuesto a humillarse a sí mismo para mantener la comunión con Cristo, pero de la misma manera que la torre no se construye de un día a otro, de la misma manera el profundo amor por Cristo se va formando en el caminar diario con Él.

 

Jesús dijo que, como sus discípulos, en este mundo tendríamos aflicción (Jn. 16:33) y Pablo de dijo algo parecido a Timoteo en 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente (obediente a Dios) en Cristo Jesús padecerán persecución.

 

Esta ilustración de Jesús no es para que la gente desistiera de seguirle, sino una invitación con el previo conocimiento de lo que deberían de pagar.

 

29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla (terminarla), todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,

30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar (construir), y no pudo acabar (terminar).

La burla de aquellos que lo vieron comenzar su torre y no haber podido pasar de los cimientos, es el resultado de haber tomado una decisión a ligera.

 

Esa misma burla recibirían aquellos que quisieran seguir a Jesús si no consideraban seriamente que comenzarían a caminar contra el mundo, e incluso muchas veces, contra los de su propia casa, amigos y ambiente laboral o escolar.

 

Ahora bien, cuando decidimos seguir a Jesús y ser verdaderos discípulos, sabiendo el costo que eso implica, sin duda no será fácil, nos encontraremos con desánimo, pero es allí cuando entra la amorosa provisión de Dios como dice Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad, produciendo en los discípulos la perseverancia como también dice Hebreos 13:20-21 20Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

31 ¿O qué rey, al marchar (ir) a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente (defenderse) con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada (mensajeros) y le pide condiciones de paz.

Ahora Jesús explica el costo de no seguirle, en el ejemplo anterior se trata de construir (una torre), este segundo ejemplo habla de destruir un reino. El costo de la indecisión.

 

El rey del reino que esta por ser atacado, tiene un ejército menor al ejército del rey que esta por atacarle, por lo tanto, debe de evaluar bien sus posibilidades de salir victorioso antes de la batalla, y si considera que no puede, le es necesario pedir condiciones de paz; es decir, someterse al rey que viene a conquistarle, para no perder su vida y la de los suyos.

 

El rey débil representa a los hombres que naturalmente, debido a su condición de pecado, son enemigos de Dios (que es el Rey fuerte) como dice Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios, así que cuando evalúa que no podrá salir bien librado en el día del juicio, cuando este frente a Dios, debería de preferir rendirse voluntariamente a Dios, ser reconciliado con Él, como dice Romanos 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida, y esa reconciliación debe hacerse mientras el Rey fuerte está lejos, ya que una vez que esté cerca, no habrá tiempo y conquistará a todos sus enemigos como Pablo le dijo a la Iglesia de Corinto en 1 Corintios 15:25  Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.

 

El costo de seguir a Jesús es alto, hay que dejar todo lo que consideramos valioso, pero nos quedamos con la vida (sobre todo la vida eterna), pero el costo de no seguir a Jesús es más alto, lo perderíamos todo (incluso la vida eterna).

 

33 Así, pues (de la misma manera), cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee (tiene), no puede ser mi discípulo.

Jesús pasa a la conclusión, renunciar a los que se posee, ahora si habla de posesiones materiales, o emocionales o espirituales que impidan seguir a Cristo, no está diciendo que deben de deshacerse de las cosas que posees, sino que deben entender que, al ser seguidor de Cristo, ahora esas posesiones no son tuyas, sino de Él, de la misma manera que lo que tenía el Rey derrotado ahora son del rey conquistador.

 

El orgullo de una carrera o de un estatus social alto, pueden impedir el ser discípulo sino se lo entregas a Cristo, una religión o una filosofía que alguien tenga, puede detener a esa persona el seguir a Cristo, si primero no se renuncia a eso, de allí es que Jesús menciona por tercera vez esa imposibilidad “no puede ser mi discípulo.”

 

34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida (deja de estar salada), ¿con qué se sazonará?

Buena es la sal. La sal siempre fue considerada como algo muy valioso, de allí viene la palabra salario, ya que a los soldados y funcionarios romanos se les pagaba con sal. En el Antiguo testamento, algunas de las ofrendas que se sacrificaban, eran previamente sazonadas con sal (Lv. 2:13), incluso la Escritura habla de pactos o alianzas que se confirmaban con intercambio de sal (2 Cr. 13:5).

 

La sal ayuda a sazonas los alimentos y darles un sabor más agradable, pero también era usada para preservar alimentos perecederos como las carnes y los pescados ya que sirve como un antiséptico (que destruye los gérmenes) y evita la descomposición.

 

Jesús dijo que sus discípulos eran la sal de la tierra en Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres, en un sentido aquellos seguidores de Jesús, no solo le dan sabor moral a este mundo inmoral, cuando aprecia el matrimonio en una sociedad que lo desvaloriza, cuando honra a los padres en una sociedad que los desprecia, cuando son ejemplares trabajadores o empleadores en un ámbito laboral descompuesto, donde no usan palabra vulgares y groseras en una sociedad que cada vez normaliza más la corrupción del lenguaje, además también son los antisépticos para la sociedad, ya que están llamados a vivir vidas no contaminadas con la corrupción de este mundo, a tener una vida santa, con la nueva naturaleza que Dios les ha dado y siguiendo de cerca a Jesús como dice 2 Pedro 1:3-4 3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, pero sobre todo al predicar el evangelio de salvación que hay en Cristo Jesús, y hacer más discípulos como Él mando en Mateo 28:19-20 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén, siendo instrumentos para producir más sal en esta tierra.

 

Mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? El problema es cuando la sal deja de llevar a cabo su función, la palabra insípida viene del griego Strong 3471 <moraíno> que significa se hace simple, se hace necia o se desvanece (como se tradujo en Mt. 5:13), así que no habla de que pierda su composición química, la sal nunca deja de ser sal, pero si se desvanece, si el creyente se vuelve necio, deja de tener el efecto para lo que se le requiere.

 

35 Ni para la tierra ni para el muladar (abono) es útil; la arrojan (tiran) fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. Una sal insípida, es una sal que no es sal, es una persona que aparenta ser sal, pero no lo es, que puede estar convencido pero no convertido, en el contexto se sigue refiriendo a las multitudes que le siguen sin ser sus discípulos, por lo que no sirven para dar sabor o preservar, es solo arena que es arrojada a la basura, ya que no sirve para la tierra de cultivo a la cual se le ponía sal para fertilizarla, ni siquiera para el muladar; en esa época sal se mezclaba con estiércol para que sirviera de combustible, o como abono a la tierra, pero si no era sal, de nada serviría.

 

El que tiene oídos para oír, oiga. La conclusión de Jesús es solemne, todos los presentes tenían oídos, pero solo aquellos a los que Dios les hubiera dado el oído espiritual para escuchar con atención y entender el mensaje de Jesús responderían a esta clara invitación a seguirle.

 

Versículos de Cierre: 1 Pedro 4:2-3 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

 

Aplicación Práctica: El que tiene oídos para oír, oiga.

 

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