martes, 2 de diciembre de 2025

Salmo 119:57-64 Mi Porción

 


Mi Porción

Salmo 119:57-64


Objetivo: Aprender a disfrutar la presencia de Dios y el compañerismo con mis hermanos (el cuerpo de Cristo).


Versículo para atesorar:Mi porción es Jehová; he dicho que guardaré tus palabras.Salmo 119:57


Introducción: El Salmo 119 es un salmo acróstico que exalta la supremacía de la Palabra de Dios. Esta sección es la octava estrofa del Salmo 119, marcada por la letra hebrea Chet (ח), el salmista expresa una entrega total a Dios y una determinación renovada de obedecerle.


Vv. 57-60. La presencia

V. 57. “Mi porción es Jehová; he dicho que guardaré tus palabras.”

Mi porción es Jehová. Mi porción’, viene del hebreo <jéleq> (Strong H2506), que significa parte asignada, herencia, propiedad, porción de una heredad. 


En Israel, la “porción” se refería a la tierra heredada por cada tribu (Jos. 14–19). Pero los levitas, aquellos que servían en el altar, no recibieron tierra; su porción era Jehová mismo como vemos en Números 18:20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel; Esto significaba que, a diferencia de las otras tribus, los levitas: no recibieron tierra, no recibieron una heredad física, Dios mismo era su herencia.


La frase “Mi porción es Jehová” no era exclusiva de los levitas, aunque nació en el contexto levítico. Con el tiempo se convirtió en una declaración espiritual para todo el pueblo fiel de Dios, especialmente para aquellos que buscaban a Dios de corazón. Así lo vemos en el profeta Jeremías, quien, aunque era de la tribu de Benjamín, dijo en Lamentaciones 3:24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. En el contexto de Lamentaciones, se describe la destrucción de Jerusalén. El pueblo lo había perdido todo: tierra, templo, casas, nación, seguridad y estabilidad; y en medio de esa pérdida, Jeremías proclama que, aunque habían perdido todo, no habían perdido a Dios.


El salmista se identifica espiritualmente con esa frase. No busca posesiones; Dios mismo es su más grande tesoro. Es como si dijera: “El Señor es todo lo que necesito; Él es mi completa satisfacción; en Él está mi seguridad y esperanza.”


Esta es una verdad válida para todos los siervos de Dios. Nuestra herencia no es el dinero, ni las posesiones, ni las relaciones. Nuestra seguridad no está en el trabajo ni en la salud. Nuestra porción eterna es Dios mismo: una herencia que no se pierde.


Quien tiene a Cristo, lo tiene todo. Quien pierde todo pero tiene a Cristo… no ha perdido nada.


He dicho que guardaré tus palabras. La porción del creyente determina su obediencia. Porque el Señor es su porción, entonces: “Guardaré tus palabras.” Un siervo que verdaderamente tiene al Señor como su porción demuestra esta realidad al comprometerse a guardar Su palabra.


En el orden bíblico: 1. Dios se da a Su pueblo → 2. Su pueblo responde en obediencia. No al revés.


V. 58. “Tu presencia supliqué de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.”

Tu presencia supliqué de todo corazón. La palabra ‘presencia’ viene del hebreo <pané> (Strong H6440), que significa, rostro, presencia, favor. El salmista desea no solo conocer a Dios y sus verdades doctrinales, desea una comunión personal con Él, por eso lo hace con todo su corazón; es decir, con la totalidad del ser interno: mente, afectos y voluntad. De la misma manera que Jesús enseñó en Marcos 12:30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.


Ten misericordia de mí según tu palabra. La súplica por la presencia de Dios exige venir con temor reverente, consciente de la propia indignidad. Se debe implorar misericordia, como la mujer que vino "temblando y temiendo" como vemos en Marcos 5:33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.


Observemos que el siervo de Dios tiene una búsqueda apasionada: “Tu rostro busqué”; muestra una entrega total: “con todo mi corazón”; con una súplica humilde: “ten misericordia de mí”; y se basa en la Escritura “según tu palabra”.


V. 59. “Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios.”

Consideré mis caminos. El salmista hace una auto-evaluación espiritual honesta, es un acto de búsqueda de sabiduría, antes de volver a Dios, primero examina sus caminos, de la misma manera que dice Jeremías en Lamentaciones 3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová.


Y volví mis pies a tus testimonios. El examen honesto del salmista lleva a una acción concreta, toma una decisión: regresar a Dios. El siervo vuelve sus pies a los testimonios de Dios para ser hecho sabio, pues el testimonio del Señor es fiel y hace sabio al sencillo, como dice el Salmo 19:7b … el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo, no se vuelve sus emociones, ni la cultura, ni su experiencia, sino la Escritura, ya que en ella esta su delicia y sus consejeros como dijo en el Salmo 119:24 Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.


La vida del siervo de Dios es un constante “volver al evangelio”; y siempre el arrepentimiento verdadero siempre produce un cambio visible en la dirección de la vida.



V. 60. “Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos.”

La palabra ‘apresuré’, viene de la palabra hebrea <jush> (Strong H2363), que significa moverse rápidamente, actuar con urgencia y prontitud. Implica una respuesta inmediata, sin excusas ni demoras. El salmista hace una doble declaración de la misma idea al insistir en “no me retardé”. La palabra ‘retardé’ es la palabra hebrea <ajar> (Strong H309), que significa tardar, retrasarse, postergar, demorarse deliberadamente.


El salmista muestra una obediencia urgente, que viene como resultado de buscar en la presencia de Dios y Su misericordia, así como del gozo que le producen Sus mandamientos, como dice el Salmo 19:8a Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón… 


Un afecto santo del siervo de Dios, lo lleva a tomar acciones rápidas y resueltas hacia la obediencia, sabe que retrasarse en obedecer es desobediencia.


Vv. 61-64. El compañerismo

V. 61. “Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley.”

Compañías de impíos me han rodeado. La palabra ‘rodeado’, viene del hebreo <jebel>, significa lazo, cordel, trampa, red, atadura. Tiene la idea de algo que oprime, atrapa o restringe. 


El salmista está siendo rodeado, presionado o perseguido por los malvados. Esto puede incluir; persecución directa, burla, presión social, tentaciones o cualquier influencia del mal para hacerlo caer.


Mas no me he olvidado de tu ley. A pesar de estar rodeado por la impiedad y sujeto a un sistema mundano, el siervo se mantiene fiel. Su palabra es el ancla firme del alma que le impide olvidar Su ley, como lo dijo en el Salmo 119:16 Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras, prefiere padecer que deliberadamente olvidarse de la Palabra, de la misma manera que hicieron los hombres de fe, como se menciona en Hebreos 11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado. 


V. 62. “A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios.”

La palabra “medianoche” indica el momento más profundo de la noche, usualmente de mayor cansancio, quietud y vulnerabilidad. El salmista muestra que su vida entera, incluso el descanso nocturno, estaba rendida a Dios.


Levantarse "a medianoche para alabarte" Implica intención, decisión y esfuerzo. No es algo accidental, y evidencia que los juicios de Dios son el mayor tesoro del siervo, más deseables que el oro y más dulces que la miel que destila del panal como dice el Salmo 19:9-10 9El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal.


El motivo primordial del siervo de Dios es la alabanza, no es su bienestar personal, sino los justos juicios de Dios. Esto es una adoración madura, centrada en el carácter de Dios.


El salmista encuentra en la noche la oportunidad para volverla un altar a Dios, como dice Salmo 63:6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche.


V. 63. “Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.”

Compañero’, viene del hebreo <javer> (Strong H2270), que significa amigo íntimo, aliado, alguien unido por propósito o pacto.


El salmista no tiene una relación superficial, sino asociación de vida, una unión moral y con los que tienen temor de Dios. La presencia de Dios (v. 58) se vive en la comunión de los santos, lo que exige separarse de malas compañías como dice el Salmo 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.


Aquí vemos la combinación bíblica inseparable: Temor interno + obediencia externa. Este es el verdadero andar del siervo de Dios.


V. 64. “De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.”

De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra. La palabra ‘misericordia’ en hebreo es <hesed> (Striong H2617), es uno de los términos más ricos del AT, que habla de amor inquebrantable de Dios, la fidelidad de Su pacto, de una compasión activa, de Su gracia que actúa.


El mundo está quebrantado, pero aún refleja la misericordia de Dios, como dice Lamentaciones 3:22-23 22Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.


Enséñame tus estatutos. Después de contemplar la misericordia de Dios, el salmista siente una necesidad profunda de aprendizaje espiritual. Es como si dijera: “Tu amor llena todo. Enséñame cómo vivir en respuesta a tu misericordia”.


Esta declaración final resume la vida del siervo. Todo, incluida la comunión, se fundamenta en la misericordia de Dios, razón por la cual el siervo pide ser enseñado en Sus estatutos.


Conclusión. La porción del siervo no es una idea etérea, sino una realidad objetiva: es el Señor mismo, experimentado a través de Su Palabra y vivido en la comunión del cuerpo de Cristo. Esta relación íntima y comunitaria es la fuente de la que emanan la misericordia, la sabiduría y el gozo, delineando así el carácter y la vida del auténtico siervo de Dios.


martes, 25 de noviembre de 2025

Salmo 119:49-56 Tu Promesa, Mi Esperanza



Tu Promesa, Mi Esperanza

Salmo 119:49-56


Versículo para atesorar:Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.Salmo 119:49


Introducción: En esta séptima estrofa del Salmo 119, marcada por la letra hebrea Zaín (ז), el salmista medita en cómo la Palabra de Dios sostiene su vida en medio de la aflicción, el menosprecio y la presión del mundo. Aquí recuerda las promesas divinas como su consuelo, afirma que los mandamientos le dan vida y se mantiene firme aun cuando los impíos se burlan de él. Esta sección revela a un siervo que, lejos de ceder al desánimo, encuentra en la fidelidad de Dios una fuente constante de esperanza, fortaleza y gozo espiritual.


V. 49. “Acuérdate de la palabra (promesa) dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.”

Acuérdate de la palabra dada a tu siervo. La palabra ‘acuérdate’, viene de la palabra hebrea <zakar> (Strong H2142), que significa recordar, traer a la memoria, actuar en consecuencia del recuerdo. El salmista no implica que Dios olvida, es más bien una petición para que Dios actúe conforme a Su carácter y promesas en favor de él, que se presenta como siervo, en humildad y dependencia al Señor.


La memoria de Dios es salvadora, cuando Dios “se acuerda”, actúa, como lo vemos en: Génesis 8:1 Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. 


En la cual me has hecho esperar. La palabra ‘esperar’, viene de la palabra hebrea <yajal> (Strong H3176), que significa esperar con paciencia, confiar con anticipación, tener esperanza sostenida. El salmista reconoce que Dios mismo es el autor de su esperanza, ya que es Dios quien produce en nosotros la fe y la espera.


La esperanza cristiana nace de lo que Dios dijo, no de lo que vemos o sentimos. El salmista no dice “espero”, sino “me has hecho esperar”, como dice Romanos 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.


V. 50. “Ella es mi consuelo en mi aflicción (dolor, tristeza), porque tu dicho (promesa) me ha vivificado.”

Ella es mi consuelo en mi aflicción. La palabra ‘consuelo’, viene de la palabra hebrea <nejam> (Strong H5162), que significa aliviar, dar esperanza, confortar, producir descanso interior. El consuelo no viene de que las circunstancias mejoren, sino de la Palabra.


El salmista no niega su sufrimiento, que puede ser angustia, miseria, opresión, dolor emocional o físico; al contrario, lo reconoce y lo presenta delante de Dios. Muchos en la aflicción se alejan de Dios, pero el salmista corre hacia Él.

Porque tu dicho me ha vivificado. La Palabra no solo consuela, sino que vivifica, como dice Hebreos 4:12a Porque la palabra de Dios es viva y eficaz... La Palabra no es un texto motivacional, sino vida espiritual activa, como Jesús dijo en Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.


El salmista afirma que solo la Palabra trae el consuelo que su alma necesita. Se vuelve el bálsamo sobrenatural que trae vida donde hay desesperación como dice en Proverbios 4:22 Porque (las palabras de Dios) son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. La Palabra restaura la vida, nos fortalece y sostiene aun cuando las fuerzas humanas se agotan.


La Palabra de Dios es veraz e inconmovible, porque proviene del Dios que no miente ni cambia y permanece para siempre, como vemos en Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?, y en Isaías. 40:8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.


Algunas citas de la palabra del Padre dada a Su Siervo, el Hijo:

  • El Padre declara que Su Hijo justificará a muchos en Isaías 53:11-12 11Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
  • Lo exalta a Su diestra y somete a Sus enemigos en Hechos 2:33-35 33Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
  • Afirma Su humillación obediente hasta la muerte de cruz en Filipenses 2:5-8 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
  • Y que el Hijo es superior, digno de adoración y heredero de todas las cosas en Hebreos 1:1-6 1Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.


Algunas citas de la palabra del Padre dada a Sus siervos: 

  • El Padre promete vida eterna a quienes permanecen en el Hijo en 1 Juan 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
  • Asegura Su presencia y autoridad mientras hacen discípulos en Mateo 28:18-20 18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
  • Promete honra a quienes sirven a Cristo en Juan 12:26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
  • Garantiza Su compañía y consuelo aun en el valle de sombra de muerte en Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
  • Y declara que los redimidos descansan de sus trabajos, pero sus obras siguen dando fruto aun después de morir en Apocalipsis 14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.


V. 51. “Los soberbios (arrogantes, insolentes) se burlaron mucho de mí, mas (pero) no me he apartado de tu ley.”

Los soberbios se burlaron mucho de mí. Soberbios’, viene de la palabra hebrea <zed> (Strong H2086), que significa arrogantes, altivos, insolentes, los que se rebelan contra Dios por orgullo. Los soberbios simbolizan los impíos que desprecian la Palabra, como vimos en el Salmo 119:21 Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.


En este caso, al salmista le hacían burla maliciosa, con intención de humillar y desanimar, para mostrarle su desprecio al mofarse de él, e intentar dejarlo en ridículo. La burla es un arma antigua del maligno para quebrar la fidelidad, de la cual también nos advirtió Pablo en 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. Los soberbios se burlan de los piadosos porque la luz que ellos reflejan expone sus tinieblas.


Mas no me he apartado de tu ley. El salmista no contraataca; declara perseverancia a pesar de la presión social, y es debido a que la Palabra es el ancla que mantiene la fidelidad en el mar de la burla.


El cristiano debe estar preparado para ser objeto de burla por sus convicciones. Ejemplos actuales incluyen la moral sexual, la defensa de la vida, la integridad laboral, la visión bíblica del matrimonio y disciplinas espirituales como orar, estudiar la Biblia e ir a la iglesia. Por eso debemos permanecer asidos, aferrados, a la Palabra de Dios a pesar de la burla y del sistema de valores de este mundo como dice Filipenses 2:16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.


Sin embargo, en ello también hay bienaventuranza, como dice 1 Pedro 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.


V. 52. “Me acordé, oh Jehová, de tus juicios (realizados en tiempos) antiguos, y me consolé.”

Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos. Este “recordar” no es accidental, es activo, deliberado. El salmista decide traer a su mente la obra de Dios, de cómo Dios ha juzgado, protegido y guiado desde la antigüedad, uniendo pasado con presente.


Y me consolé. El salmista se consuela al ver que Dios ha sido fiel en el pasado, y por lo tanto lo será ahora, como dice Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. La frase ‘me consolé’, viene del hebreo <naham> (Strong H5162), que significa ser confortado, recibir alivio, descansar emocionalmente. El consuelo proviene de que sus circunstancias hayan mejorado, sino del carácter inmutable de Dios manifestado en Su historia con Su pueblo.


El salmista no recuerda experiencias vagas, sino la revelación escrita de los actos de Dios, como la liberación de Egipto (Éx. 14), el pacto que hizo con Su pueblo (Éx. 19–20), la fidelidad mostrada en el desierto (Deut. 8) y el juicio sobre el mal que había en la tierra (Gén. 6–9), entre otros. 


V. 53. “Horror (Indignación, molestia) se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley.”

La palabra ‘horror’ viene del hebreo <zal‘afah> (Strong H2152), que significa indignación ardiente, estremecimiento, turbación profunda, estremecerse por dolor o ira santa. No se refiere a miedo, sino a dolor santo mezclado con indignación moral lo que se apoderó del salmista. 


La palabra ‘inicuos’, viene del hebreo <rasha‘> (Strong H7563), que significa malvados, culpables, aquellos que viven en oposición a Dios, no por ignorancia sino por rebelión. Por lo que no describe simplemente personas imperfectas, sino personas abiertamente rebeldes que han abandonado voluntaria y conscientemente la ley de Dios.


Esta es la reacción natural de alguien verdaderamente celoso de la gloria de Dios, como lo vemos con Moisés en Éxodo 32:19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte, y con Elías en 1 Reyes 19:10 Él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida, de la misma manera que Jesús se indignó por la dureza de corazón de los fariseos que estaban en la sinagoga cuando sanó al hombre de la mano seca, como vemos en Marcos 3:5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 


Ese dolor santo, mezclado con indignación, también se apoderó del salmista Asaf como vemos en el Salmo 73:1-20 


V. 54. “Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero.”

La Palabra de Dios no solo instruye, sino que se convierte en el canto del creyente durante su paso por un mundo que no es su hogar. La verdadera doctrina siempre desemboca en doxología. El Salmista se reconoce como un viajero o fotastero que aún no está en su hogar definitivo, como ya lo dijo en el Salmo 119:19a Forastero soy yo en la tierra 


V. 55. “Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, y guardé tu ley.”

‘Me acordé’, es la misma raíz hebrea de ‘acuérdate’ del versículo 49, que significa recordar, traer deliberadamente a la memoria, actuar en consecuencia del recuerdo, por lo que el salmista no tiene recuerdo accidental, sino un acto espiritual consciente en la noche. Además de ser literal, la noche también representa: Soledad, ansiedad, momentos de dolor o preocupación, tiempos de incertidumbre o persecución. 


Cuando todo está oscuro y silencioso, las distracciones se acaban, y es allí donde se revela qué domina nuestro corazón.


Nombre’ en hebreo es <shem> (Strong H8034), que significa carácter, identidad, reputación, esencia revelada de Dios. Por lo que cuando el salmista recuerda el “nombre”, trae a su mente quién es Dios: Su carácter, Sus atributos, Su fidelidad.


No dice: “Guardé tu ley y luego recordé tu nombre”, sino: “Recordé tu nombre y guardé tu ley”. Porque primero es la comunión, luego obediencia; primero es la adoración, luego acción.


V. 56. “Estas bendiciones tuve (esto me ha acontecido) porque guardé tus mandamientos.”

La palabra ‘bendiciones’ en hebreo literalmente es “Esto ha sido para mí” o “Esta ha sido mi porción”. Aunque la palabra “bendiciones” no está explícita en hebreo, la idea es lo bueno, lo provechoso, lo favorable que él ha experimentado por obedecer.


Como si el salmista dijera: “Este privilegio tuve…” o  “Esta recompensa he experimentado…”


La obediencia trae bendición espiritual verdadera. El salmista afirma que la bendición experimentada no es circunstanciaL, sino resultado de vivir bajo la Palabra de Dios. La obediencia no obtiene la bendición; la obediencia ya es en sí la bendición, como dice Juan 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.


El salmista puede obedecer porque Dios primero lo vivificó (vv. 49–50). La obediencia es fruto, no raíz.


Conclusión. El siervo de Dios encuentra esperanza, consuelo y fortaleza en las promesas del Señor. Aunque haya burla, aflicción o noches de angustia, la Palabra permanece firme y vivifica el corazón. Al recordar lo que Dios ha dicho y obedecer Sus mandamientos, el siervo es sostenido, guiado y bendecido, confiando en la fidelidad inmutable de su Dios.


Idea principal. Acordarnos en todo tiempo de las promesas de nuestro Dios, a fin de fortalecer nuestra esperanza.


Salmo 119:57-64 Mi Porción

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