lunes, 15 de septiembre de 2025

Romanos 15:14-21 Todo lo he Llenado del Evangelio

 

Todo lo he Llenado del Evangelio

Romanos 15:14-21

Objetivo: Inspirarnos en la obra del Espíritu Santo en Pablo, para cumplir con gozo (Hch. 20:24) la gran comisión de llenarlo todo con el Evangelio de la gracia de Dios (Hab. 2:14).

 

Versículo del objetivo: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” Hechos 20:24; “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.” Habacuc 2:14

 

Introducción: Pablo nos exhortó a recibir unos a otros como Cristo nos recibió, mostrando que la verdadera unidad de la iglesia se fundamenta en la gracia y no en méritos humanos. Cristo nos acogió cuando éramos débiles, pecadores y enemigos de Dios, y lo hizo para glorificar al Padre. Así, cada creyente es llamado a reflejar esa aceptación en la iglesia y la familia, demostrando que fuimos creados y salvados para la gloria de Dios. Pablo explicó que Cristo vino como siervo de los judíos para mostrar la fidelidad de Dios, confirmar las promesas hechas a los padres y extender misericordia a los gentiles. Para respaldarlo, citó Salmo 18:49, Deuteronomio 32:43, Salmo 117:1 e Isaías 11:10, demostrando que siempre estuvo en el plan divino que todas las naciones participaran en la salvación. La conclusión es clara: todos hemos sido recibidos en Cristo para glorificar a Dios en unidad.

 

Desarrollo:

14 Pero estoy seguro (convencido) de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros (instruirse, aconsejarse) los unos a los otros.

Pablo se dirige personalmente a los creyentes en Roma. Aunque todavía no los conoce en persona, reconoce que la iglesia en Roma tiene tres características:

 

·       Llenos de bondad. La palabra ‘bondad’ es la palabra griega <agathōsynē> (Strong 19), que significa, virtud, disposición a lo recto y útil; una actitud que busca el bien del prójimo. La bondad es evidencia de la obra del Espíritu en el corazón de cada creyente, como dice Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe.

·       Llenos de conocimiento. La palabra ‘conocimiento’ es la palabra griega <gnōsis> (Strong 1108), que habla de la comprensión práctica de la verdad divina, no solo información teórica. La Iglesia en Roma habían crecido en doctrina y entendimiento de la fe.

·       Capaces de amonestarse. La palabra ‘amonestarse’ es la palabra griega <noutheteō> (Strong 3560), que significa advertir, instruir, exhortar con firmeza y amor, buscando corregir y edificar. Por lo que no dependían exclusivamente de Pablo, sino que estaban capacitados por Dios para exhortarse en comunidad.

 

Debe haber un equilibrio entre conocimiento y amor, ya que, sin bondad, el conocimiento enorgullece; sin conocimiento, la bondad se vuelve ingenua. El conocimiento y la bondad en equilibrio, nos llevan a poder amonestarnos mutuamente como dice Colosenses 3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

 

Aplicación práctica: Este versículo muestra la importancia de la mutua edificación, como Pablo lo mencionó en Romanos 14:19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. La edificación no un ministerio exclusivo de líderes, sino una responsabilidad de todos los miembros del cuerpo de Cristo.

 

15 Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada

Pablo explica que, aunque reconoce su madurez, les ha escrito con cierta franqueza o audacia, no para reprender, o no porque les falte enseñanza, sino para recordarles las verdades del evangelio. Además, Pablo no habla desde sí mismo, sino desde la gracia que le fue dada como apóstol a los gentiles. Reconoce que su autoridad proviene de Dios, no de su propio mérito.

 

La exhortación cristiana no siempre busca traer “nueva información”, sino reforzar lo que ya conocemos. El creyente necesita ser recordado continuamente de la gracia de Dios, porque tendemos a olvidar y desviarnos como dice 2 Pedro 1:12-13 12Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 13Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación.

 

16 para ser ministro (siervo) de Jesucristo a los gentiles (no judíos), ministrando (sirviendo) el evangelio de Dios, para que los gentiles (no judíos) le sean ofrenda agradable (aceptable), santificada por el Espíritu Santo.

Para ser ministro de Jesucristo a los gentiles. Pablo dijo que escribe con atrevimiento “por la gracia que de Dios le fue dada”. Ahora especifica esa gracia: ser ministro de Jesucristo a los gentiles. Cristo lo llamó específicamente para llevar el evangelio a los gentiles (las naciones) como dice Hechos 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.

 

Ministrando el evangelio de Dios. La palabra ‘ministrando’ viene de la palabra griega , <hierourgeō> (strong 2418), que se usa para cuando alguien ejerce funciones sacerdotales; Pablo lo aplica a proclamar el evangelio, describe su misión en términos sacerdotales: predicar el evangelio no es un oficio humano, sino un acto de adoración a Dios.

 

Para que los gentiles le sean ofrenda agradable. Los convertidos a los que Pablo les predicaba, son como un sacrificio vivo (Rom. 12:1), presentados como ofrenda santa delante de Dios.

 

Santificada por el Espíritu Santo. La palabra ‘santificada’ viene de la palabra griega <hagiazō> (Strong 37), que significa puesta aparte o consagrada. Esas conversiones no eran obra de Pablo, sino del Espíritu Santo, quien transforma y consagra a los gentiles para Dios.

 

17 Tengo (Tengo razón), pues, de qué gloriarme (sentirme orgulloso) en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere.

Pablo acaba de describir su ministerio como un sacerdocio espiritual, donde predicar el evangelio es presentar a los gentiles como una ofrenda a Dios, santificada por el Espíritu Santo. Ahora declara que eso es motivo para sentirse orgulloso, pero esa gloria no es personal, sino “en Cristo Jesús”.

 

Todo lo que ha logrado como plantar iglesias, predicar el evangelio, ver gentiles convertidos, etc. es “en lo que a Dios se refiere”, por lo que no se jacta de sus logros personales, sino que se regocija en Cristo, quien es la fuente y el poder de su ministerio. La misma idea tiene lo que le escribió a la iglesia de Corinto 1 Corintios 1:31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor; y en 1 Corintios 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

 

Aplicación práctica: No debemos gloriarnos en nosotros mismos, pues todo talento, don o fruto en nuestra vida es pura gracia de Cristo; por eso, en cada logro ministerial o personal hemos de dar la gloria a Dios, reconociendo su obra en nosotros. Al mismo tiempo, debemos cultivar un contentamiento santo, alegrándonos como Pablo en ser instrumentos en las manos de Dios.

 

18 Porque no osaría (me atrevería a) hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles (no judíos)

Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí. Pablo deja claro que no hablará de lo que él mismo ha logrado, sino solo de lo que Cristo ha hecho a través de él. Su ministerio entre los gentiles fue efectivo no por su elocuencia o esfuerzo humano, sino porque Cristo mismo obró en su predicación y en sus hechos.

 

Para la obediencia de los gentiles. El resultado de la predicación de Pablo fue "la obediencia de los gentiles”; la palabra ‘obediencia’, viene del griego <hypakoē> (Strong 5218), literalmente significa “oír bajo”, “escuchar con sumisión”. Tiene el sentido de obediencia que resulta de escuchar atentamente y responder con sumisión; por lo que no habla de aquellos que escucharon el evangelio, sino de los que se sometieron al evangelio,

mostraron una fe genuina y una vida transformada, como dice Romanos 1:5-6 5y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; 6entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.

 

18b … con la palabra y con las obras,

19 con potencia (poder) de señales y prodigios (milagros), en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta (la región de) Ilírico, todo lo he llenado del (anunciando el) evangelio de Cristo.

Pablo explica cómo se manifestó esa obra de Cristo:

 

·       Con la palabra y con las obras. Pablo predicaba el evangelio con fidelidad (palabra), pero su vida y acciones (obras) confirmaban lo que decía. La coherencia entre mensaje y testimonio daba credibilidad.

·       Con potencia de señales y prodigios.  Dios respaldó su ministerio con eventos sobrenaturales, confirmando que su mensaje era auténtico, como lo describe le escritor de Hebreos en Hebreos 2:3b-4 3b…La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

·       En el poder del Espíritu Santo. No fue Pablo el que produjo los frutos, sino el Espíritu obrando en él; por eso es que Jesús dijo que convenía que mandará al espíritu Santo en Juan 16:7-10 7Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más.

 

De manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico.  Pablo resume sus viajes misioneros (Hechos 13–21).

 

·       Jerusalén. punto de partida del evangelio y lugar donde comenzó la iglesia (Hech. 2).

·       Ilírico. Región situada al noroeste de Macedonia, en la costa oriental del mar Adriático. Corresponde a la actual Albania, Montenegro, Bosnia-Herzegovina y Croacia.

 

De esta manera, Pablo recorrió todo el arco del Mediterráneo oriental: Judea, Siria, Asia Menor (Turquía actual), Grecia y hasta la frontera de los Balcanes.

 

Todo lo he llenado del evangelio de Cristo. No significa que predicó personalmente en cada aldea, sino que estableció iglesias estratégicas en ciudades clave (Éfeso, Filipos, Corinto, Tesalónica, etc.). Desde allí, el evangelio se expandía a las regiones circundantes. Su estrategia era plantar comunidades misioneras que funcionaban como centros de expansión.

 

20 Y de esta manera me esforcé a (he procurado) predicar el evangelio (las buenas nuevas), no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,

La misión de Pablo era pionera: ir donde Cristo no había sido proclamado. No despreciaba el trabajo de otros como lo dijo en 1 Corintios 3:6-8 6Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor, pero entendía que Dios lo había llamado como apóstol a los gentiles para abrir caminos nuevos.

 

Su visión no era de competencia, sino de obediencia: plantar iglesias en regiones no alcanzadas y dejar que otros continuaran la obra de discipulado y edificación como dijo en 1 Corintios 3:9-10 9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

 

Aplicación práctica: Es necesario tener visión de reino, no limitarnos a nuestro entorno; unos comienzan obras nuevas, otros consolidan, pero todos son necesarios. No debemos compararnos con lo que otros estén haciendo o hayan hecho, sino ser fieles al llamado que Dios nos da, buscando siempre la gloria de Cristo y no la nuestra.

 

21 sino, como está escrito: aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán.

Pablo fundamenta su visión misionera de predicar en lugares no alcanzados en la Escritura, citando Isaías 52:15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído, este versículo es parte del cuarto cántico del Siervo sufriente, donde el Mesías sería revelado a los que nunca habían oído de Él. Pablo ve en este texto la confirmación de su ministerio apostólico entre los gentiles.

 

Aplicación práctica final: Inspirarnos en la obra del Espíritu Santo en Pablo, para cumplir con gozo (Hch. 20:24) la gran comisión de llenarlo todo con el Evangelio de la gracia de Dios (Hab. 2:14)..

martes, 9 de septiembre de 2025

Romanos 15:7-13 Como Cristo nos recibió

 

Como Cristo nos recibió

Romanos 15:7-13

Objetivo: Tener siempre muy presente la manera en que Cristo nos recibió, para poder recibir de la misma manera a quienes Él ha recibido.

 

Versículo a memorizar:“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.”  Romanos 15:7

 

Introducción: Pablo enseñó que los creyentes fuertes deben sobrellevar las debilidades de los débiles y no buscar complacerse a sí mismos, siguiendo el ejemplo de Cristo que no vivió para agradarse, sino que cargó con nuestros pecados. La verdadera fortaleza se mide en cuánto estamos dispuestos a renunciar por amor, edificando a los demás en la fe. Cada acción debe buscar el bien espiritual del prójimo, no en caprichos, sino en lo que realmente lo fortalece en Cristo. Las Escrituras fueron dadas para nuestra enseñanza, paciencia, consolación y esperanza, recordándonos que en la Palabra encontramos dirección y fortaleza en medio de pruebas. Dios, fuente de paciencia y consuelo, concede a la iglesia un mismo sentir en Cristo, para que con un mismo corazón y una sola voz glorifiquemos al Padre. La meta final es vivir en unidad cristocéntrica, edificándonos mutuamente y exaltando juntos a Dios.

 

Desarrollo:

7 Por tanto, recibíos (acéptense) los unos a los otros, como también Cristo nos recibió (aceptó), para gloria de Dios.

Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió. La iglesia es llamada a reflejar el carácter de Cristo en la manera en que recibe a los demás. Cristo nos recibió no por nuestros méritos, sino por pura gracia, con el fin de glorificar al Padre. Del mismo modo, cuando nos recibimos con amor y paciencia, Dios es glorificado.

 

La palabra ‘recibíos’ viene del griego <proslambanō> (Strong 4355), que significa acoger, aceptar, recibir con ternura y cernanía. No es tolerar fríamente, sino acoger en comunión y amor, por lo que “como también Cristo nos recibió”, nos habla de que el estándar es Cristo mismo, quien nos acogió en gracia cuando éramos injustos, inútiles y no le buscábamos (Rom. 3:9-18), nos recibió cuando éramos débiles y pecadores como dice Romanos 5:6-11 6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación, y en la mayoría éramos lo necio del mundo como dice 1 Corintios 1:26-31 26Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

 

Para gloria de Dios. Este mandato se enmarca en el plan eterno de Dios: nos creó y nos salvó para mostrar sus atributos en nosotros y a través de nosotros.

 

Dios formó a su pueblo “para su gloria”. Cada creyente es diseñado para reflejar su grandeza como dice Isaías 43:6-7 6Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, 7todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.

 

Fuimos sellados con el Espíritu Santo como garantía de nuestra herencia, “para alabanza de su gloria como dice Efesios 1:13-14 13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

 

Dios preparó a los creyentes como “vasos de misericordia” para mostrar en ellos “las riquezas de su gloria como dice Romanos 9:22-23 22¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.

 

Aplicación práctica: En la iglesia no debemos elegir a quién amar o recibir, pues si Cristo me aceptó con mis defectos, debo acoger a mis hermanos con gracia; en la familia he de tratar a los míos con el mismo amor con que Cristo me recibió; y en medio de diferencias culturales y de opinión recordar que nuestra diversidad magnifica aún más la gloria de Dios, al mostrarse su poder unificador.

 

8 Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo (ministro) de la circuncisión (de los judíos) para mostrar la verdad (fidelidad) de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres (patriarcas),

9a y para que los gentiles (no judíos, naciones) glorifiquen a Dios por su misericordia,

Pablo ha exhortado a la unidad entre judíos y gentiles en la iglesia de Roma (15:1-7). Ahora fundamenta esa exhortación en la misión de Cristo: Él vino a servir al pueblo judío (circuncisión), pero con un propósito que trasciende: la salvación y glorificación de Dios entre todas las naciones.

 

Pablo nos menciona las tres razones por las que Cristo vino como siervo de la circuncisión:

·      Para mostrar la verdad de Dios. Cristo vino a revelar la fidelidad de Dios a su Palabra y a su carácter. Todo lo que Dios prometió es verdadero y se cumple en Cristo como Jesús dijo en Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

 

·      Para confirmar las promesas hechas a los padres. Las promesas dadas a Abraham, Isaac, Jacob y David encuentran cumplimiento en Jesús, como la que le hizo a Abraham en Génesis 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Cristo es el descendiente prometido en el cual todas las familias de la tierra serían benditas; así como la promesa hecha a David en 2 Samuel 7:12-16 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

 

·      Para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia. La salvación no se limita a Israel, sino que alcanza a las naciones. Los gentiles, que estaban fuera del pacto, son alcanzados por la misericordia de Dios y responden en adoración como muestra Efesios 2:12-13 12En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

 

9b como está escrito: Por tanto, yo te confesaré (alabaré) entre los gentiles (naciones), y cantaré a tu nombre.

Para mostrar en la Escritura que los gentiles siempre han estado en el plan de Dios, Pablo cita un salmo de David, rey de Israel, donde anticipa que el nombre de Dios será confesado entre las naciones: Salmo 18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, y cantaré a tu nombre.

 

Cuando leemos “naciones” en el AT y “gentiles” en el NT estamos viendo la misma idea:

 

·      La palabra ‘naciones’ en el AT es la palabra hebrea <gôyim> (Strong 1471), que significa nación, pueblo, etnia; y se usa para refiere a los pueblos no israelitas, es decir, los gentiles.

 

·      La palabra ‘gentiles’ en el NT es la palabra griega <ethnos> (Strong 1484), que significa nación, pueblo, etnia, extranjeros; cuando se contrasta con Israel, <ethnos> significa "los gentiles", es decir, todos los pueblos no judíos.

 

El énfasis de Pablo al citar estos pasajes del AT es que todas las etnias fuera de Israel son llamadas a glorificar a Dios en Cristo. En otras palabras, toda la humanidad está incluida en el plan redentor.

 

10 Y otra vez dice: Alegraos, gentiles (naciones), con su pueblo.

Pablo ahora cita el Cántico de Moisés de Deuteronomio 32:43 Alabad, naciones, a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará expiación por la tierra de su pueblo. Desde la Ley misma, Dios anunció que las naciones participarían en su plan redentor.

 

11 Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles (naciones), y magnificadle (alabenle) todos los pueblos.

Para mostrar que la adoración a Dios no sería exclusiva de Israel, sino universal, Pablo cita un cántico del Gran Hallel (atribuido por la tradición judía a David): Salmo 117:1 Alabad a Jehová, naciones todas;  pueblos todos, alabadle.

 

12 Y otra vez dice Isaías: Estará (brotará) la raíz de Isaí, y el que se levantará a regir (gobernar) los gentiles (las naciones); los gentiles (las naciones) esperarán (pondrán su esperanza) en él.

Finalmente, Pablo cita una profecía de Isaías acerca del Mesías de la casa de David (la raíz de Isaí, padre de David): Isaías 11:10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera) a los pueblos, será buscada por las gentes (gentiles <gôyim>); y su habitación será gloriosa. El Mesías descendiente de la casa de David sería levantado como bandera para los gentiles, y ellos pondrían su esperanza en Él.”

 

Conclusión: Cristo vino como siervo para mostrar la fidelidad de Dios, confirmar las promesas hechas a Israel y extender su misericordia a los gentiles, a fin de que todas las naciones glorifiquen a Dios en unidad. En la iglesia no hay lugar para divisiones étnicas, culturales o de trasfondo, porque todos hemos sido recibidos por el mismo Salvador.

 

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Pablo en forma de oración, exhorta a judíos y a gentiles a creer a la Escritura, a fin de que el poder del Espíritu Santo, nos llene a todos de gozo y paz, mientras abunda en nosotros la esperanza en nuestro común Salvador (Rom. 5:1-2).

 

Y el Dios de esperanza. Pablo presenta a Dios como la fuente de la esperanza, ya que en Dios tenemos certeza en las promesas cumplidas en Cristo.

 

Os llene de todo gozo y paz en el creer. El creyente experimenta plenitud de gozo y paz al confiar (creer) en Dios. La fe es el canal por el cual recibimos esos frutos.

 

Para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. El resultado es que la esperanza no solo exista, sino que abunde (sobreabunde), sostenida por el poder del Espíritu Santo.

 

Aplicación práctica final: Cristo vino como siervo para mostrar la fidelidad de Dios, confirmar las promesas hechas a Israel y extender su misericordia a los gentiles, con el fin de que todas las naciones glorifiquen a Dios en unidad. En la iglesia, "no hay lugar para divisiones étnicas, culturales o de trasfondo, porque todos hemos sido recibidos por el mismo Salvador." La unidad en Cristo, reflejando cómo Él nos recibió, es esencial para la gloria de Dios y la abundancia de esperanza, gozo y paz en los creyentes.

Romanos 15:14-21 Todo lo he Llenado del Evangelio

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