Tuesday, May 14, 2024

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

 

Levantando los ojos

Lucas 21:1-6

Objetivo: Aprender a poner los ojos en Aquel que ha puesto sus ojos en nosotros (Heb. 12:2).

Introducción: Después de todas las preguntas que le hicieron a Jesús, Él les hizo una pregunta muy importante para que pudieran identificar su identidad, de no solo descendiente de David, sino Su identidad de Dios, de Señor de David, por lo que citó el Salmo 110:1 donde el rey David, insertado por el Espíritu Santo, escribe una conversación entre Dios Padre y Dios Hijo y lo pone como “Jehová dijo a mi Señor (Adonai)”, ese título de “Adonai”, solo se aplica a Dios en el antiguo Testamento, mostrándoles que el Mesías que esperaban, era Dios en la carne, como lo relatan muchos otros pasajes de la Escritura.

Esa enseñanza la dio en el Templo, y antes de terminar, les advirtió a sus discípulos que se cuidaran de los escribas, que eran los intérpretes de la ley y los que enseñaban en las sinagogas y en el templo, porque aparentaban ser piadosos, pero en realidad eran hipócritas además de codiciosos de bienes materiales.

Desarrollo:

1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca (cofre) de las ofrendas (del Templo).
Jesús se encontraba sentado delante del arca de la ofrenda (Mr. 12:41), lo que lo ubicaría en el atrio (patio) y de frente a la “sala del tesoro” llamada “gazofilacio”, donde según los historiadores, había 13 (trece) recipientes en forma de trompeta, y cada uno de los cofres tenía un rótulo o leyenda que identificaba el destino que se la daría a esa ofrenda como “para aves para el holocausto”, “madera”, “incienso”, “oro para la placa del altar” y varias eran para ofrendas generales que por rótulo decían simplemente “ofrendas voluntarias”

Jesús observó primordialmente a los ricos que ponían cantidades considerables en cada uno de esos recipientes, al caer las monedas producían un sonido que quizá ocupaban los ricos para buscar ser alabados por su generosidad.

2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas (“leptas”, monedas de mas bajo valor) .
De la misma manera, Jesús observó también a una mujer, que además de ser viuda, lo que ya la colocaba en una situación vulnerable ante la sociedad, también era pobre, la palabra que Lucas uso para pobre no es la de una persona que no tiene recursos y que trabaja muy fuerte para poder conseguirse un sustento, sino que usa la palabra griega Strong 3998 <penijrós> que habla de alguien pordiosero, que se está muriendo de hambre, lo que da a entender la pobreza extrema de esta mujer, de a que no sabemos si era anciana o no, ni como obtenía los pocos recursos con los que se sustentaba cada día.

Aquella mujer echo a las “trompetas” dos monedas de cobre que eran las de menor valor del sistema monetario de ese momento, entre as 2 monedas sumaban un “cuadrante” (Mr. 12:42), 64 (sesenta y cuatro) de esos cuadrantes formaban un denario, que era el equivalente a 1 día de trabajo, por lo que podemos deducir que aquella viuda, monetariamente había dado muy poco, sus 2 moneditas pasarían desapercibidas comparada con las muchas monedas de los ricos.

3 Y dijo: En verdad os digo (les aseguro), que esta viuda pobre echó (dio) más que todos. 4 Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía (todo lo que tenía para vivir).
Jesús llamando a sus discípulos (Mr. 12:43), les dijo una verdad espiritual sobre este acontecimiento, comenzando con mucha solemnidad, de mucha importancia, diciendo “en verdad os digo”, como asegurándoles que lo que sigue es verdad, ya que los discípulos quizá no sabrían nada de aquella mujer, pero Jesús con su omnisciencia, no solo sabía que la mujer era viuda, sino que también era pobre y que había echado en las ofrendas más que todos.

Humanamente, la ofrenda de la vida había sido la más pequeña de ese o de muchos días, no se podía comparar con lo que dieron otros y mucho menos con lo que dieron los ricos, ya que “muchos ricos echaban mucho” (Mr. 12:42); sin embargo, espiritualmente no significaba mucho, ya que esos ricos echaban de lo que les sobraba, tenían mucha abundancia, y aun dando mucho, no representaba para ellos ningún sacrificio, a diferencia de la vida, cuya ofrenda no la había hecho desde su abundancia, sino desde su pobreza y necesidad, había entregado como ofrenda lo que tenía para vivir, todo lo que tenía para sustentarse. Pudiendo quedarse con una de las moneditas y ofrendar la otra, no lo hizo así, dio todo lo que tenía como un acto de verdadera adoración a Dios y mostrando que tenía fe en que su Dios le daría el sustento necesario y que Dios sería fiel a su promesa de sustentar al huérfano y a la viuda (Sal. 146:9) como también dice Proverbios 15:25 Jehová asolará la casa de los soberbios; pero afirmará la heredad de la viuda.

Siguiendo el corazón de Dios, la primera iglesia tuvo especial cuidado de las viudas (Hech. 6:1- 6), que es una evidencia de una relación con Dios como dice Santiago 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

5 Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas (de votos, dedicadas), dijo:
Según en el relato paralelo de Mateo, esos “unos” que admiraban el lujo del templo, eras los discípulos (Mt. 24:1), que se lo mencionaron a Jesús al salir todos ellos del Templo.

Les llamó la atención lo magnifico del Templo, específicamente las enormes piedras de caliza cortadas a la perfección con las Herodes había construido ese majestuoso Templo que había remplazado al sencillo templo que había reconstruido Zorobabel después de que pudieron regresar del cautiverio de Babilonia 500 años atrás, Herodes había reforzado los cimientos, construido un Templo muy vistoso y en una perímetro del doble de tamaño que el anterior, que incluida vistosos pórticos o entradas como el pórtico de Salomón que se menciona en la Escritura (Jn. 10:23, Hech. 3:11).

Las ofrendas votivas, habla de los adornos que se ponían por encima de las piedras, y parece referirse los adornos que se les colocaba que incluso podía ser de oro como estaba recubierta la puerta del principal del Templo.

6 En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán (llegará el día) en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.
Jesús les enseña que no se deben dejar impresionar por las piedras y los adornos que formaban aquellas majestuosas edificaciones que había visto, al adelantarles cuál sería su final cercano,

toda esa grandeza sería destruida, y no quedaría piedra sobre piedra, lo que terminó sucediendo 40 (cuarenta) años después, ya que en el año 70 (setenta) cuando las fuerzas del Imperio Romano, comandadas por Tito Vespasiano, quién después se convirtiera en Emperador, devastaría Jerusalén con todos sus majestuosos palacios, sus grandes construcciones y su Templo, no dejando piedra sobre piedra, y no solo la ciudad, sino también los habitantes fueron destruidos, ya que no pudieron escapar y fueron asesinados, así como sus registros genealógicos fueron desintegrados en su totalidad; según el historiador Josefo más de 1 millón de personas murieron en ese acontecimiento.

Esas palabras de Jesús impactaron e inquietaron a sus discípulos, ya que pare ese momento el Templo no había sido terminado todavía, según los historiadores, el proceso de construcción del Templo de Herodes se prolongó hasta el año 63 d.C, solo 7 (siete) años antes de su destrucción, muy probablemente fueron entre ellos comentando sobre esta declaración de Jesús mientras subían el monte de los olivos en camino a Betania donde pasarían la noche, por lo que en algún momento del camino, o al llegar al lugar de hospedaje le preguntaron “¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?” (Lc 21:7)

Aplicación práctica:

Aprender a poner los ojos en Aquel que ha puesto sus ojos en nosotros

(Heb. 12:2). “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

Colosenses 3:1-2

Tuesday, May 7, 2024

Lucas 20:41-47 ¿Quién es el Cristo?

 

¿Quién es el Cristo?

Lucas 20:41-47

 Objetivo: Aprovechar la oportunidad de identificar correctamente a Jesús, y así tener el privilegio, de ser hechos hijos de la resurrección.

 

Introducción: Los saduceos que no creían en la resurrección y que solo creen en los primeros 5 libros de la Biblia, llegaron a preguntarle con maligna astucia sobre un caso de una mujer que se había casado son tener hijos con 7 (siete) hermanos, y le preguntaron a Jesús que en la resurrección de quien sería esposa, a lo que Jesús les clarificó que en el reino de los cielos, no hay matrimonios, ya que no es necesaria la reproducción como se necesita en esta vida temporal, que en el cielo, aquellos que resuciten, será un número fijo y no cambiará, ya que no mueren y tampoco se reproducen, como es el caso de los ángeles.

 

Jesús aprovechó para mostrarle a los saduceos que aún en los escritos de Moisés (que eran los únicos que ellos consideraban como inspirados por Dios) se muestra la resurrección, y los llevó a donde Dios habla con Moisés en la zarza ardiendo y le dice que es Dios de los patriarcas, no le dijo, “era” Dios de ellos, sino que “soy” Dios de ellos, implicando que los patriarcas habían resucitado y se encontraban en la presencia de Dios.

 

Desarrollo:

V. 27. ¿Qué decía la gente?

41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo (Mesías, Ungido) es hijo (descendiente) de David?

Entonces él les dijo. Según los pasajes paralelos, allí se encontraban los discípulos de Jesús (Mt. 23:1) y los fariseos a los que le les hace esa pregunta como dice Mateo 22:41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, 42diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David y casi con seguridad los escribas que en su mayoría eran parte de los fariseos, ya que Jesús los menciona en Marcos 12:35 Enseñando Jesús en el templo, decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?

 

¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?  El Mesías que Israel esperaba tenía que ser descendiente del Rey David según la carne, como el profeta Natán le había dicho a David de parte de Dios en 2 Samuel 7:12-13 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino, promesa que se cantaba en los Salmos como en Salmo 89:3-4 3Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: 4Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah, Ciertamente Jesús era descendiente de David como lo demuestran las 2 (dos) genealogías (Mt. 1:1-16, Lc. 3:23-38).

 

El título de “hijo de David”, era claramente mesiánico, y así comenzaron a llamar a Jesús, por ejemplo, los dos ciegos gritaban; “¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!” (Mt. 9:27), la mujer cananea le decía; “Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio” (Mt. 15:22), el ciego Bartimeo le gritaba “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” (Mr. 10:46-47), y la misma gente en la entrada triunfal gritaba “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt. 21,9,15).

 

Los escribas y fariseos no estaban dispuestos a permitir que la gente llamara a Jesús “Hijo de David”, cuando eso comenzaba a suceder, relacionaban a Jesús como aliado de satanás, para persuadir a la gente que no le llamaran así, como dice Mateo 12:23-24 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será este aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios, pero Jesús les hace esta pregunta para que todos entendieran que el Mesías que esperaban era más que el descendiente de David prometido por Dios, era también Señor (Dios).

 

42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (derecha),

43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado (debajo) de tus pies.

Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,  Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

El salmo 110 es el más citado en el Nuevo Testamento (27 veces). Todo Israel conocía esta profecía mesiánica, ya que se trata del reino presente y futuro del Mesías, pero específicamente Jesús cita el versículo uno, Salmo 110:1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Este mismo salmo es tomado por Pedro en su predicación el día del pentecostés en Hechos 2:29-36 29Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo (descendiente)?

Jesús enfatiza en el hecho en que David le llama al Mesías Señor, del griego <Kurios> que significa dueño o amo, solo se aplica a Dios en el Antiguo Testamento, por tanto, todos aquellos que rechazaran a Jesús como Hijo de David, estaban también desechando al Señor de David.

 

Jesús usa este versículo para mostrar su identidad como Dios, de lo que tenemos muchas referencias en la Escritura como Juan 1:3 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios o Juan. 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad, o cuando Jesús dijo que Él era el “YO SOY” en Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy, o cuando Tomás lo confesó como Dios en Juan 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

 

Después de la cruz, Jesús retomó el nombre soberano que siempre tuvo ante el cual se doblará toda rodilla como dice Filipenses 2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, por eso es que tiene el título que se describe en Apocalipsis 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

 

Dios había dicho por medio del profeta Ezequiel que Él mismo vendría por sus ovejas como dice Ezequiel 34:11-12 11Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. 12Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

 

Jesús termina con una respuesta final sin contestar, para que cada uno de sus oyentes la contesten individualmente.

 

45 Y oyéndole todo el pueblo (la multitud), dijo a sus discípulos:

Las siguientes palabras, Jesús las dirige a sus discípulos, pero lo dijo delante de todo el pueblo,

 

46 Guardaos (cuídense) de los escribas (los maestros de la ley), que gustan de andar con ropas largas (ostentosas), y aman las salutaciones (con respeto) en las plazas, y las primeras sillas (de honor) en las sinagogas, y los primeros asientos (de reconocimiento)  en las cenas (comidas, banquetes);

Guardaos de los escribas. Eran también conocidos como doctores de la ley, maestros de la ley o intérpretes de la ley, eran quienes transcribían las Escrituras, y al dedicarse a eso, se hacían expertos en la ley, por lo que eran los encargados de enseñar en las sinagogas, tenían buena reputación entre el pueblo, y muchos de ellos habían estudiado en alguna escuela rabínica que los acreditaba, la mayoría de los escribas era de grupo de los político/religioso de los fariseos, aunque también los había en el grupo contrario, en el de los saduceos, de ellos es que había que cuidarse por su hipocresía que es demostrada en su comportamiento.

 

Que gustan de andar con ropas largas. Vestían estolas, vestiduras amplias y largas que los griegos y los romanos llevaban sobre las camisas, y se diferenciaba de las túnicas, ya que éstas iban adornadas con una franja que se amarraba en la cintura y caía hasta el suelo y con ellas se destacaban del resto de la gente.

 

Y aman las salutaciones en las plazas. Esa búsqueda de honor también la tenían en los lugares públicos como las plazas, donde los saludaban con mucha reverencia, probablemente con inclinación de cabeza y saludos de distinción, un saludo respetuoso u honorable a los que enseñan no era el problema, sino que los escribas os iban a las plazas buscando ese reconocimiento, a recibir ellos la honra que solo Dios merece.

 

Y las primeras sillas en las sinagogas. Los asientos principales en las sinagogas es lo que se conoce como “la catedra de Moisés”, que era el lugar (silla) donde se sentaban a los maestros a impartir la enseñanza en la congregación (el resto de la gente estaba de pie), no solo era el lugar que estaba más cerca de a los rollos de la ley, sino que era considerado el lugar de más alto honor en las sinagogas. El lugar de honor no era el problema, sino el amor que tenían esos escribas por ese asiento de distinción, porque eso alimentaba su ego y les hacía sentir que todos necesitaban ser enseñados por ellos.

 

Y los primeros asientos en las cenas. Nada humildes, buscaban los asientos de más honor en las festividades y eventos sociales, donde esperaban recibir atenciones y honra superiores al resto de los invitados.

 

47 que devoran las casas (se apoderan de los bienes) de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación (castigo).

En lugar de ayudar a ese grupo socialmente desfavorecidos, hacían que las viudas confiaran en ellos mostrándose hombres piadosos y de mucha oración, para que ellas les dejaran administrar los bienes heredados de los cuales ellos sustraían o cobraban un alto costo de ese trabajo.

 

Jesús termina con una sentencia para ellos, que recibirán mayor condenación, ya que decían tener más conocimiento de la voluntad de Dios, pero voluntariamente la quebrantaban. A su pecado de codicia, añadían el de la hipocresía.

 

Aplicación práctica:

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 Aprovechar la oportunidad de identificar correctamente a Jesús, y así tener el privilegio, de ser hechos hijos de la resurrección.

 

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

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