Monday, January 23, 2023

Lucas 6:27-36 A vosotros los que oís

 

A vosotros los que oís

Lucas 6:27-36

 

 

 
Objetivo: Seguir como quienes oyen; El misericordioso ejemplo de Jesús.

 

Versículo a memorizar:Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” Lucas 6:36

 

Introducción: En este sermón, Jesús les enseña a sus discípulos las bienaventuranzas o sendas por las que los hijos de Dios deben de caminar ahora que se encuentran en el reino de Dios, no es una enseñanza de como entrar en el reino de Dios, sino de como andar en el reino, no son pasos para ser salvo, sino caminos donde andan los que ya son salvos:

 

1.     Pobres en Espíritu (Lc 6:20), reconociendo nuestra total incapacidad espiritual para tener algo que aportar para nuestra salvación, pero no solo para entrar en el reino de Dios, sino ya estando dentro, reconocer que no hay algo que podamos hacer o tener para mantener nuestra salvación, que el acceso al reino y la permanencia en él, es completamente por la gracia y voluntad de Dios.

2.     Hambre de justica (Lc 6:21), la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo (Rom 3:22), no solo para que nos declare justos delante de Sus ojos y podamos acceder al reino, sino buscando la justicia de Cristo continuamente (Mt 6:33), la necesidad más grande el hombre solo es saciada por Cristo.

3.     Llorar por su condición de pecado (Lc 6:21), el arrepentimiento de pecados es indispensable para recibir el perdón de pecados y entrar al reino de los cielos, pero también es necesario estando en el reino de Dios, reconocer que tenemos una naturaleza con continua tendencia al pecado, que en ocasiones nos hace tropezar y que produce dolor y lágrimas en nuestras vidas que nos debe de llevar a arrepentirnos y pedirle al Señor que nos limpié.

4.     Gozosos y alegres en la persecución (Lc 6:22-23), el ser aborrecidos, discriminados, insultados y perseguidos es por causa de Cristo, aunque no es agradable, debe de ser motivo de gozo porque Dios tiene un gran galardón en los cielos para nosotros, y porque esa persecución hace que nos parezcamos a los profetas de Dios que pasaron por lo mismo.

 

Lucas continua con el Sermón de Jesús, enseñando como debe ser nuestra conducta en el reino de Dios al cual nos ha trasladado como dice 1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; Dios nos pasó del reino de las tinieblas al reino de la luz, nosotros sabemos cómo comportarnos en el reino de las tinieblas o del mundo, pero debemos aprender como debe ser la conducta en el reino de Dios o de los cielos en el cual ahora nos encontramos.

 

Desarrollo:

Vs. 27-31. Los que oyen (Mr 4:23-25)

27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen (odian);

Pero a vosotros los que oís, os digo. Jesús se dirige a todos los oyentes a los cuales les hayan sido dados oídos espirituales para oír, esta frase es parecida a la otra que Jesús usaba de; “El que tiene oídos para oír, oiga”, a decir de los versículos que anteceden a los pobres, hambrientos, quebrantados y que son aborrecidos por causa de Cristo.

 

Amad a vuestros enemigos. Amar viene de la palabra griega Strong 25 <agapao> que habla de un amor incondicional, aquel que se da sin esperar nada a cambio, en griego hay otras palabras como <philos> que es un afecto o cariño por alguien, o la palabra <eros> que es un amor erótico de atracción física, como el que debe de haber entre esposos, pero no son las que se usan aquí, sino la del amor incondicional o desinteresado.

 

Amar incondicionalmente, es un nuevo mandamiento en el reino de Dios como dijo Jesús en Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros, y es nuevo porque como hijos de Dios, ya hemos recibido el amor incondicional de Dios, por lo que ahora estamos en capacidad de darlo a otros, por eso la enseñanza de los escribas y fariseos era amar al prójimo y aborrecer al enemigo, como el imperio romano que lo consideraban su enemigo, a los gentiles que los miraban con desprecio, o incluso a algunos judíos como los publicanos y pecadores que no conocían la ley, pero Jesús en el sermón del monte, dijo Mateo 5:43-44a 43Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos… porque ahora hemos sido capacitados para eso, no solamente amar a los que nos aman, sino amar incondicionalmente a los enemigos, aquellos que no son dignos de amor, muy probablemente se refiera a los descritos en Lucas 6:22, aquellos que nos aborrecen (odian), que nos aparten de sí (discriminan), y que nos vituperen (insultan, burlan), y desechen vuestro nombre como malo (desprestigian), por causa de Cristo.

 

Haced bien a los que os aborrecen. La primera forma práctica de amar a los enemigos, a los que nos aborrecen, es haciéndoles bien, en el reino del mundo se hace bien a quien te hace bien y se hace mal al que te hace mal, pero en el reino de Dios no es así, Dios nos amó cuando éramos Sus enemigos, de Dios recibimos bien cuando nosotros hacíamos mal como dice Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, la palabra “bien” viene del griego Strong 2573 <kalós> que significa bueno, hermoso, algo mejor.

 

No se trata de justificar el pecado de alguien, sino de amarle a pesar de su condición de pecador, es todo lo contrario al espíritu de venganza que naturalmente siente alguien cuando es ofendido, se trata de mostrar el mismo carácter de nuestro Dios, por eso Jesús dice “haced bien” en forma de imperativo, de un mandato, y además un debe ser una acción permanente, no de una sola vez, ya que Dios no nos amó solamente una vez, sino que lo hace constantemente.

 

Es la misma idea que Pablo dejó en la Iglesia de Tesalónica en 1 Tesalonicenses 5:15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos, unos con otros serían los prójimos, y para con otros incluye a los enemigos, responder con bondad cuando recibimos odio.

 

28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian (insultan).

Bendecid a los que os maldicen. La palabra bendecir viene del griego Strong 2127 <euloguéo> que significa hablar bien de alguien, mientras la que la palabra maldecir viene del griego Strong 2672 <kataráomai> que no solo significa hablar mal de alguien en el sentido de arruinarle o condenarle.

 

Por lo que la segunda forma práctica de amar a los enemigos es que cuando ellos hablen mal de nosotros, nosotros hablemos bien de ellos, siempre habrá algo positivo sobre lo que se pueda hablar.

 

En la naturaleza pecadora del hombre sin Dios, cuando recibe una maldición, o un deseo de mal, contesta con otra maldición, pero, bendecir a los que nos maldicen, es parte del carácter de los que han nacido de nuevo, como lo dice Pedro en 1 Pedro 3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor como dice 1 Pedro 2:23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.

 

Y orad por los que os calumnian. La tercera forma práctica de amar a los enemigos es orando por ellos, aun cuando de ellos recibamos calumnias, que viene de la palabra en griego Strong 1908 <epereázo> que significa, insultos, difamación, amenazas.

 

En oración a Dios, no podemos pedir por venganza o un mal para los enemigos, sino intercedemos pidiendo el bien para ellos, el ejemplo a seguir nos lo dejó el Señor Jesús cuando en la misma cruz, oro por sus verdugos como dice Lucas 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, justificándolos delante de Dios como ignorantes, mismo ejemplo que vemos en Esteban que fue apedreado después de predicarles el evangelio de salvación diciendo antes de morir en Hechos 7:60  Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

 

Así que, vivir en el reino de Dios, no se trata de principios éticos o morales superiores, sino de usar la capacidad de amar sacrificialmente que Dios nos ha dado, que es como la de Él, el apóstol Juan dijo en 1 Juan 3:18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad, lo que podríamos resumirlo en amor a los enemigos de hecho y de verdad es; 1) Haciéndoles bien, 2) Bendiciéndolos y 3) Orando por ellos.

 

El apóstol Pablo es un buen ejemplo, ya que fue de un enemigo acérrimo del evangelio y de los cristianos, y Dios en su misericordia le llamó y lo convirtió en su siervo, quizá por eso, cuando escribe su última carta de despedida a su amado y joven discípulo Timoteo le dice lo siguiente en 2 Timoteo 2:23-26 23Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él, le dice que no contienda con a sus adversarios, que más bien sea amable con ellos, que este en disposición de sufrir, y que con mansedumbre los corrija, ya que quizá, como sucedió con Pablo, Dios les conceda arrepentimiento y se salven.

 

29 Al que te hiera (pega) en una mejilla, preséntale (ofrécele) también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica (prenda de vestir interior) le niegues.

El Señor enseña un principio de cómo debemos actuar los discípulos de Cristo ante las afrentas, en forma natural nos defenderíamos de los ataques aplicando la ley del ojo por ojo, pero Jesús lo dijo de la siguiente manera en el sermón del monte en Mateo 5:38-39 38Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.

 

Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra. Si alguien golpea en la cara, la respuesta natural del hombre es devolverle el golpe, pero principio para los hijos de Dios habla de recibir la ofensa, sin devolverla,

 

No habla de permitir el maltrato físico familiar, ni de permitir el abuso de cualquier índole, ya que Jesús mismo se protestó cuando fue golpeado por el alguacil cuando estaba siendo interrogado por Anás como dice Juan 18:22-23 22Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? 23Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? Y un incidente parecido paso con Pablo frente al sumo sacerdote en Hechos 23:1-4 a quien le reclamo por haberle mandado golpear la boca.

 

Así que, este principio de “poner la otra mejilla”, habla de recibir la afrenta, de buscar primero la restauración con la persona, con la disposición incluso, con mansedumbre, de ser golpeado de nuevo en la otra mejilla; es decir, de volver a ser ofendido, pero para que la justicia de Cristo reine.

 

Y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. Ahora Jesús pone una ilustración para mostrar que, aun teniendo derechos sobre algo, pudieras no ejercer ese derecho por amor a la persona, no habla de un asalto a alguien y le roban la capa, sino de un juicio injusto.

 

En la ley, una prenda de ropa podía quedar garantía de un préstamo, pero si la persona era pobre, esa prenda tenía que ser devuelta al ponerse el sol, para que le sirviera a la persona como abrigo por la noche (Ex 22:26). Por lo tanto, si en un pleito alguien retenía una prenda del prójimo, era una injusticia, pero nos enseña el Señor que pudiendo ejercer la justicia, quizá eso nos lleve a generar un conflicto, que mejor suframos el agravio de la injusticia, y que, por amor, aun si quiere permanecer esa persona en la injusticia, ni la túnica le neguemos.

 

Es como en el caso de Pablo que, teniendo derechos de apóstol para ser sostenido por la Iglesia mientras les enseñaba de las Escrituras, no uso ese derecho por amor a los Tesalonicenses y para que el evangelio no tuviese obstáculo, como el mismo lo dijo en 1 Corintios 9:12b Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo, no quiso ejercer la justicia, sino que el evangelio avanzara.

 

30 A cualquiera que te pida, dale (dáselo); y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

La naturaleza del hombre sin Cristo le lleva a retener lo que es suyo y a no querer compartir lo que posee, pero el hombre nacido de nuevo, que ha recibido la salvación por gracia sin ningún merecimiento, comienza a manifestar bondad recibida de Dios, a compartir con otros, sus recursos y su tiempo. Dice el Señor que cuando un necesitado pida, que le demos en amor de lo que Dios nos ha dado, y que si le prestas dinero a alguien en necesidad, que lo hagamos solo por el gozo de ayudar, que en nuestro corazón debemos considerarlo como una dadiva en amor y no estar cobrándoselo como el Señor dijo en Deuteronomio 15:7-8 7Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, 8sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite y en el nuevo testamento tenemos 1 Corintios 6:7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?, sufrir el agravio para que el amor permanezca.

 

31 Y como queréis que hagan (traten) los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Esta forma con la que el Señor termina esta parte de la enseñanza, es para no poner más ejemplos sino establecer un principio que debe regirnos en el reino de Dios, y de hecho lo enseña como un mandamiento en imperativo, hacer con los demás lo que desees que hagan contigo.

 

Confucio decía “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”, pero es solo una forma de evitar un conflicto, es una actitud pasiva de no hacer cosas, no es nada parecido a lo que Jesús nos está dejando de instrucción, en el reino de los cielos, vamos a tener una actitud activa movida por el amor, y por el amor incondicional, porque no dice que hagamos con otros algo para que luego esperar ellos lo hagan lo mismo con nosotros, eso sería amor condicional, sino que hagamos a otros lo que quisiéramos que hicieran con nosotros, aun cuando ellos nunca lo hagan por nosotros.

 

Es tomar nosotros la iniciativa en el hacer bien a los demás, de manifestar el amor de Dios al prójimo como dice Romanos 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.

 

Vs. 32-36. Los galardonados (He 10:32-39)

32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis (¿qué hay de extraordinario?)? Porque también los pecadores aman a los que los aman.

33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? (¿qué hay de extraordinario?) Porque también los pecadores hacen lo mismo.

34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir (te pueden corresponder), ¿qué mérito tenéis? (¿qué hay de extraordinario?) Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.

Jesús describe el amor natural del mundo, que es un amor interesado o convenenciero, y lo hace en forma de tres preguntas retóricas, para mostrar que no hay nada de extraordinario en amar solo a los que les aman también, o hacen bien a los que les hacen bien o les prestan solo a los que pueden pagar o ayudarles cuando ellos necesiten, que siempre busca un beneficio y esto para contrastarlo con el amor incondicional del que está enseñando, el amor desinteresado, el amor sacrificial, el amor incondicional, el amor extraordinario de Dios en sus hijos y de Sus hijos a los demás como dice Romanos 5:5b porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

 

35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón (premio, recompensa) grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno (bondadoso) para con los ingratos (desagradecidos) y malos (perversos).

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada. Como contraste con el amor ordinario que el mundo ofrece, Jesús repite a manera de resumen lo enseñado con anterioridad, de cómo se lleva a cabo el amor extraordinario.

 

Y será vuestro galardón grande. Este amor sacrificial por los demás, recibirá un premio, una recompensa de parte de Dios a su debido tiempo, no parece que es un premio por méritos, ya que la capacidad para amar de esa manera nos es dada por nuestro Dios, más bien por haber sido conducidos por el Espíritu y haber podido reflejar un amor incondicional como el de Jesucristo.

 

Y seréis hijos del Altísimo. Que mas grande recompensa que ser identificados con nuestro Dios, la evidencia de que somos hijos del Padre, es porque nos parecemos al Padre, mostraremos su misma característica de amor sacrificial, lo que debe de ser un anhelo de todos los hijos de Dios, o como lo expresó Jesús en Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

 

Porque él es benigno para con los ingratos y malos. Dios trata con bondad a todos, incluso los que son malagradecidos y perversos, porque el atributo del amor que Dios tiene, es un amor sacrificial, es la misma idea expresada en el Sermón del Monte como dice Mateo 5:44-45 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Dios nos está pidiendo que amemos a nuestros enemigos, porque Él hace lo mismo.

 

36 Sed, pues, misericordiosos (compasivos), como también vuestro Padre es misericordioso  (compasivo).

Jesús concluye esta enseñanza con un mandamiento, el de ser misericordiosos, como es nuestro Padre nótese el “vuestro Padre”, Jesús no dijo “el Padre” o “mi Padre” como en otras ocasiones, sino el Padre de los que estaban escuchando y habían nacido de nuevo.

 

Dios ama sin condiciones, y nos dio de Su misericordia, no cuando éramos buenos, sino cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Ef 2:1), nos dio de su misericordia sin ningún mérito humano, como dice Pablo a la Iglesia de Roma en Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

 

De Dios hemos recibido el amor que ahora podemos dar a los demás, y así perfeccionar el amor de Dios en nuestras vidas como dice 1 Juan 4:10-12 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

 

Aplicación Práctica: Seguir como quienes oyen; El misericordioso ejemplo de Jesús

Lucas 6:17-26 El Contraste Entre Dos Reinos

 

El Contraste Entre Dos Reinos

Lucas 6:17-26

 

 

 
Objetivo: Aprender la doctrina del evangelio del Reino de Dios que contrasta con las enseñanzas del reino de este mundo.

 

Versículo a memorizar:Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.” Lucas 6:19

 

Introducción: Lucas ha mencionado varias veces en su relato que el principal ministerio de Jesús era la enseñanza, que enseñaba tanto en las sinagogas como lugares abiertos, pero no ha mencionado que enseñaba, se ha enfocado en relatar acontecimientos que muestran que Jesús es quien dijo ser, el cumplimiento de la profecía de Isaías,  cuando leyó en la sinagoga de Nazaret Lucas 4:18-19 18El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos, 19A predicar el año agradable del Señor, y Lucas nos relató que Jesús estuvo:

·       Anunciando el evangelio del reino de Dios,

·       Liberó a un endemoniado en la sinagoga de Capernaum,

·       Sanó a la suegra de Pedro y a muchos enfermos que le trajeron aquella misma noche,

·       Produjo la pesca milagrosa con la que llamó a Pedro y a los otros discípulos a seguirle,

·       Sanó a un leproso en una de las ciudades donde predicaba,

·       Le perdonó los pecados a un paralítico, además de sanarle y,

·       Sanó al hombre de la mano seca.

 

Y es hasta ahora que Lucas comenzará a relatar las enseñanzas de Jesús.

 

Desarrollo:

Vs. 17-19. El Dios del Reino (Palabra y poder de Dios) (Jn. 18:33-37)

17 Y descendió con ellos (con los doce apóstoles), y se detuvo en un lugar llano (en la llanura), en compañía de sus discípulos (seguidores) y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;

Y descendió con ellos. Recordemos que Jesús estuvo toda la noche orando en el monte (Lc 6:12), llamó hacia Él a sus discípulos (Mr 3:13) de entre ellos estableció a 12 (doce) como para que estuviesen con Él (Mr. 3:14), es posible que pasara un tiempo con ellos, explicándoles de que se trataba ese llamado de apóstol (mensajero), ya que los enviaría a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios (Mr 3:14-15).

 

Y se detuvo en un lugar llano. Es decir, en una llanura, en una meseta, debido a esta frase, es que algunos comentaristas bíblicos le han llamado a esta enseñanza, “el sermón del llano”, para diferenciarlo del “sermón del monte” (Mt 5-7), argumentando que las mismas enseñanzas de Jesús las iba compartiendo a los lugares donde predicaba, por otro lado, otros creen que, debido a la similitud tan fuerte con el sermón del monte, se trata del mismo sermón, de ser así, esta llanura que dice Lucas se encontraba en el monte mismo y no una llanura bajo la montaña, o simplemente bajo a la llanura, sanó a los enfermos, subió al monte de nuevo y allí dijo el “Sermón del monte”, no es difícil reconciliar las dos narrativas si se tratara del mismo evento.

 

En compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente. Aquí vemos tres grupos de personas; los 12 apóstoles (descendió con ellos), los discípulos, que cuando los mando de dos en dos eran por lo menos 70 (Lc 10:1), y en pentecostés dice que estaban allí 120 (Hech 1:15), por lo que los comentaristas bíblicos, calculan que esos discípulos eran alrededor de 200; y el tercer grupo era la gran multitud de gente.

 

De toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Esa gran multitud de gente estaba compuesta tanto de Judíos que venían de Judea (sur de Israel) y de Jerusalén, que técnicamente se encontraba en la región de Judea, pero muchas veces se menciona aparte por considerarla como un lugar especial, no solo por ser la capital, sino por ser el centro religioso y de adoración de Israel y donde se encontraba el Templo, pero dentro de esa multitud se encontraban gentiles (no judíos), que habían llegado desde la costa de Tiro y Sidón que eran provincias de Siria, lo que hoy sería el sur y el centro del país del Líbano, lo que no es raro, ya que la fama de Jesús se había extendido por muchos lugares y trascendido el territorio de Israel.

 

Que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades. El propósito de la multitud que venía en busca de Jesús era para oír sus enseñanzas y para ser sanados de sus enfermedades, se entiende que no todos estaban enfermos, y los que venían enfermos, quizá llegaban acompañados de familiares o amigos que los traían.

 

18 y los que habían sido atormentados (los que sufrían) de espíritus inmundos eran sanados.

Lucas, como buen médico, hace una distinción entre los que estaban enfermos y entre los que estaban poseídos de demonios, a los que llama espíritus inmundos (impuros, sucios), pero mencionando que también eran sanados por Jesús de esos sufrimientos.

 

19 Y toda la gente procuraba (quería) tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

Y toda la gente procuraba tocarle. Se refiere a toda la gente que estaba enferma o que estaba atormentada por espíritus inmundos.

 

Porque poder salía de él y sanaba a todos. La razón es que, con ese toque, obtenían la sanidad o liberación que estaban buscando, Marcos relata a detalle uno de esos encuentros de una mujer que padecía flujo de sangre y Marcos 5:27-28 27cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva, y ciertamente fue sanada al instante por el poder que salió de Jesús, como el mismo lo menciona en Marcos 5:30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?, esta idea de tocarle, no era solo una idea supersticiosa que se había generalizado, más bien parece ser, casi con seguridad, que era el cumplimiento de la profecía de Malaquías 4, en el último capítulo del Antiguo Testamento donde se promete que vendría el Mesías y que traería sanidad como dice Malaquías 4:2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas (Strong 3671, alas, extremidades, esquinas, bordes) traerá salvación (Strong 4832 sanidad, cura, salud); y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

 

Vs. 20-23. El Reino de Dios (precioso y eterno)

20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados (Dichosos) vosotros los pobres, porque vuestro es (les pertenece) el reino de Dios.

Reino de Dios. El mensaje de Jesús se refiere al reino de Dios, de hecho, las primeras palabras al comienzo del ministerio de Jesús fueron acerca del reino de los cielos y están registradas en Mateo 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado, con la llegada de Jesús a esta tierra, el reino de Dios se había acercado a los hombres, este reino es diferente al reino de este mundo; incluso podríamos decir que son contrarios, eso fue lo que Jesús le dijo a Pilato en su encuentro en el pretorio Juan 18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí, Jesús mencionó un contraste entre la paz del reino de Dios y la del mundo en Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

 

El reino del mundo se trata de cosas temporales, mientras que el reino de Dios de las cosas eternas como dice Romanos 14:17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo, en este mundo las cosas materiales se destruyen y se pierden, mientras que en el reino de Dios permanecen como dice Mateo 6:19-21 19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

 

Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía. La enseñanza de Jesús que Lucas desarrollará a detalle, estaba dirigida a sus discípulos, no a las multitudes, Mateo menciona la misma idea en el Sermón del Monte cuando dice en Mateo 5:1-2 1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo, con las multitudes tenía compasión, pero la enseñanza sobre el reino de Dios, no es una enseñanza de como entrar en el reino de Dios, sino de como andar en el reino, no son pasos para ser salvo, sino caminos donde andan los que ya son salvos.

 

Bienaventurados vosotros los pobres. La palabra “bienaventurados” viene del griego Strong 3107 <makários> que significa supremamente bendecidos, más que feliz, dichoso, glorioso.

 

La palabra “pobre” viene del griego Strong 4434 <ptojós> que significa mendigo, pordiosero; es decir, un pobre con mendicidad absoluta; aquel que no tiene lo mínimo para vivir y depende de los que le proporcionan limosnas, es misma palabra usada para el mendigo (Lc 16:20) de la historia de Lázaro.

 

En el pasaje paralelo de Mateo en el sermón del monte, Mateo deja claro que esta pobreza a la que se refiere el Señor Jesús, no es de cosas materiales sino “en espíritu” (Mt 5:3), por lo que habla de una condición de humildad, más que de indigencia, de saberse en bancarrota espiritual delante de Dios, de reconocer la completa incapacidad espiritual que el hombre tiene para entrar al reino de Dios, que sin importar cuanto tenga en el mundo material, debe ser un mendigo ante los ojos de Dios, que ni en bienes materiales, ni es sus capacidades intelectuales, ni en sus justicias personales, tiene algo que aportar para entrar en el reino de Dios, que depende completamente de la misericordia de Dios para eso.

 

Jesús, en el mismo sermón del monte lo mencionó de la siguiente manera en Mateo 5:20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos, los escribas y fariseos que enseñaban y guardaban la ley de Dios, creían que por su comportamiento podían entrar en el reino de Dios; es decir, por obras, esa era su propia justicia, y Jesús les dice que para entrar requieren algo más que esa justicia humana, se requiere la imputación de la justicia de Cristo a nuestras vidas, que nos es dada solo por gracia, justicia que Jesús ganó para nosotros;  viviendo una vida sin pecado y muriendo en la cruz como dice Pablo 2 Corintios 8:9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

 

Este mismo principio lo ampliará Jesús en la parábola del fariseo y el publicano (Lc 18:9-14), donde el fariseo se presenta delante de Dios con un orgullo espiritual, creyéndose mejor como los ladrones, injustos, adúlteros o como ese publicano de la historia y haciendo alarde de las obras que a él le parecían que lo hacían justo delante de Dios como ayunar o diezmar hasta del más mínimo detalle, mientras que el publicano, de vergüenza no quería ni acercarse al altar, ni siquiera quería alzar sus ojos al cielo, y más bien con mucho dolor, le pedía a Dios que interviniera siendo propicio a él; es decir, cubriendo su pecado, ya que se reconocía como pecador. Jesús termina la historia diciendo que el publicano pecador que mostró su pobreza en espíritu y que no teniendo nada para justificarse delante de Dios, regreso a su casa justificado, mientras que el fariseo regresó como llegó, sin ser justificado, por lo que la enseñanza de Jesús concluyó como dice Lucas 19:14b porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

 

La bienaventuranza está en caminar en el reino no teniendo un alto concepto de nosotros mismos, como le dijo Pablo en Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura (moderación), conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

 

Dios no desprecia a nadie que llega a Él con humildad como dice el Salmo 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado (hecho pedazos); Al corazón contrito (dolido) y humillado no despreciarás tú, oh Dios, de hecho vive con él como dice Isaías 57:15  Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

 

Porque vuestro es el reino de Dios. La bienaventuranza está en que los pobres en espíritu son los que acceden al reino, los que no confían en su propia justicia, sino en recibir la justificación de Dios por medio de la obra de Cristo.

 

21 Bienaventurados (Dichosos) los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados (satisfechos). Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis (habrán de reír).

Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Si la pobreza de la pasada bienaventuranza era la pobreza en espíritu, el hambre de esta bienaventuranza no puede ser física, sino hambre espiritual, en el pasaje paralelo Mateo dice que es hambre y ser de justicia como dice Mateo 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados, por lo que habla de nuestra verdadera necesidad; la justicia de Dios en nuestras vidas, y esa justicia solo se obtiene por medio de Cristo como dice Romanos 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.

 

El mundo hace énfasis en lo que uno tiene, la ley inclusive hace énfasis en lo que uno hace, pero las bienaventuranzas tratan con lo que uno es, el hambre y la sed por la justicia, nos es saciada en Cristo como dice 1 Corintos 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, la necesidad más profunda de nuestra vida solo puede ser saciada a través de una relación con Dios por medio de su hijo Jesucristo, quien es la justificación de Dios que todos debiéramos anhelar.

 

Esa justicia la debemos de buscar preminentemente; es decir, sobre todas las cosas como dijo Jesús en Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas, pero también apasionadamente, la palabra “hambre” viene del strong 3983 <peináo> que significa un hambre intensa, punzante, sentir que se muere de hambre. Cuando una persona se encuentra en esa condición, solo está interesada en comer o beber para saciar su hambre y sed, no puede pensar en nada más, ni se distrae en la forma en que le dan la comida, ni incluso en el sabor de la comida como dice Proverbios 27:7 El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce y por último se debe de buscar permanentemente, así como en lo físico comemos y después de un tiempo volvemos a tener hambre, aunque hayamos tenido una espléndida comida anteriormente, de la misma manera cada vez que nos saciemos del Señor Jesucristo, tendremos más hambre de su justicia, por eso la bienaventuranza es a los que “ahora” tienen hambre.

 

Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Este lloro viene de sabernos en bancarrota espiritual, de tener hambre de Justicia y de saber que tenemos una naturaleza con continua tendencia al pecado, esa es nuestra devastadora condición delante de Dios sin Cristo. Lucas dice que ahora lloramos, pero que en el futuro reiremos, Mateo lo dice así; Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

 

La tristeza y el lloro por nuestra condición produce arrepentimiento como dice 2 Corintios 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte y ese doloroso arrepentimiento nos lleva a pedir al Señor que nos limpie como lo hizo el salmista en el Salmo 51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.

 

Esa tristeza de nuestra condición natural de pecado que nos lleva a entristecernos y llorar, y a arrepentirnos produce en nosotros un anhelo de servir al Señor como dice Pablo en 2 Corintios 7:11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.

 

22 Bienaventurados (Dichosos) seréis cuando los hombres os aborrezcan (odien), y cuando os aparten de sí (discriminen), y os vituperen (insulten, burlen), y desechen (desprestigien) vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.

Notemos que esa bienaventuranza por ser aborrecidos, discriminados, insultados y perseguidos es por causa de Cristo, y no por nuestra conducta o pecado; es decir, cuando vivimos en la justicia de Dios y reflejamos a Cristo en nuestra vida, eso en este mundo caído siempre producirá persecución como dice 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución, la palabra “quieren” viene del griego Strong <edsélo> que significa escoger, preferir, determinar, desear, anhelar, deleitarse.

 

Andar en la justicia de Cristo es una manifestación de los hijos de Dios como dice 1 Juan 3:9-10 9Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios, y es que se nos ha sido concedido creer en Cristo, pero también padecer por Él como dice Filipenses 1:29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.

 

El pasaje paralelo de Mateo agrega que parte del ataque será levantar toda clase de mentiras contra nosotros como dice Mateo 5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen (insulten) y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

 

23 Gozaos (Siéntanse felices) en aquel día, y alegraos (salten de alegría), porque he aquí vuestro galardón (premio) es grande en los cielos; porque así hacían (trataron) sus padres con los profetas.

La alegría y gozo de padecer por Cristo, no está, obviamente, en el padecimiento en sí, sino en la esperanza del galardón en los cielos que Dios le dará a los Suyos, puede estar sufriendo en ese momento, pero también puede “saltar de alegría”, sabiendo que Dios ha dispuesto un premio para los que le hayan servido en medio de la tribulación como dice 2 Corintios 4:17-18 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

 

Y la segunda motivación, es parecerse a los profetas de Dios que también padecieron por causa de Cristo, como pasó con Pedro y Juan, cuando fueron encarcelados, azotados, amenazados y puestos en libertad como relata Hechos 5:40-41 40Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. 41Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.

 

Vs. 24-26. El Reino del Mundo (vano y temporal)

24 Mas ¡ay de vosotros (que mal les va a ir), ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo (alegría).

Mas. Esta conjunción es un sinónimo de, “pero”, “sin embargo”, “por el contrario”, y es que ahora Lucas detalla la contra enseñanza de Jesús, así como hubo 4 (cuatro) bienaventuranzas, ahora habrá 4 (cuatro) “malaventuranzas”, conocidas como ayes, lamentos o simplemente como advertencias solemnes de algo que puede suceder.

 

¡Ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. Estos ricos serían el contrario al pobre en espíritu (Lc 6:20), serían los arrogantes espirituales como los fariseos en el tiempo de Jesús, que les encantaba mostrar su falsa espiritualidad orando en sinagogas y en las esquinas de las calles, pero para ser vistos de los hombres, a lo que Jesús les dijo; “de cierto os digo que ya tienen su recompensa” (Mt 6:5), ese es su consuelo actual, no deben esperar nada más en el futuro.

 

Si alguien cree orgullosamente que puede aportar algo para su salvación, ya sea por su educación, sus recursos, sus habilidades, sus “buenas obras” o cualquier cosa, esa es toda la alegría o consuelo que va a tener.

 

25 ¡Ay de vosotros (que mal les va a ir), los que ahora estáis saciados (satisfechos)! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros (que mal les va a ir), los que ahora reís! porque lamentaréis (entristecerán) y lloraréis.

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. Estos son los mismos ricos del versículo anterior, están saciados, que como se creen muy espirituales, no tienen necesidad de nada, no aceptan algo de alguien porque piensan que lo tienen todo o que todo lo saben, pero la realidad es que viven una vida de hipocresía, aparentan tener una vida piadosa, pero es realidad tienen hambre de justicia, en su interior nunca están seguros si sus obras o religión será suficiente para salvarse.

 

¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. Estos que ahora ríen, es porque disfrutan de una vida tranquila, donde aparentemente no hay problemas, disfrutan de sus “éxitos”, pero eso es solo temporal, “por ahora”, ya que en el futuro era risa se convertirá en lamento y lloró cuando se presenten delante de Dios y su “espiritualidad” o “buenas obras” no sean suficientes.

 

26 ¡Ay de vosotros (que mal les va a ir), cuando todos los hombres hablen bien de vosotros (los alaben, elogien)! porque así hacían (trataron) sus padres con los falsos profetas.

El mundo aborreció a Cristo, por tanto, aborrecerá a los que se identifican con Él como dijo en Juan 15:18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros, el mundo ama a los suyos, pero los cristiano no son ya de este mundo como dice Juan 15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece y de allí es que viene la persecución de la que Jesús hablo en la cuarta bienaventuranza. Debido a eso, es que viene esta advertencia, que mientras a los verdaderos profetas de Dios los perseguían o hasta los mataban por hablar de parte de Dios, de los falsos profetas hablaban bien, porque no hablaban de parte de dios, sino que les decían lo que ellos querían oír y a ellos los alababan.

 

Cuando el mensaje del predicador no es conforme a la Palabra de Dios, recibe muy buena aceptación de parte del mundo, la advertencia parece muy clara “desconfía que lo estás haciendo bien, cuando todas las personas te elogien.”

 

Aplicación Práctica: Aprender la doctrina del evangelio del Reino de Dios que contrasta con las enseñanzas del reino de este mundo.

 

 

Lucas 21:1-6 Levantando los ojos

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